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Apoyo a Díaz-Canel en la "Casa de Cuba" de Nueva York

Diaz Canel habla a los emigrados cubanos en EE.UU. Foto: Estudios Revolución

Dijo el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz–Canel, en su excepcional intervención de la Iglesia Riverside de Harlem, hace solo dos días: “aquí no hace falta hablar ni de nombres, ni de cargos, aquí todos somos hermanas y hermanos; aquí todos somos amigas y amigos”. En la noche de septiembre 28 ese fue de nuevo la atmosfera que primaba al tener lugar en la ciudad de Nueva York, un evento singular. La reunión de más de un centenar de cubanos residentes en esa ciudad y otras partes de los EE.UU. con los miembros de la delegación cubana al Segmento de Alto Nivel de la ONU, capitaneada por el presidente Miguel Díaz– Canel y el personal de la Misión Permanente de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas, encabezado por la embajadora Anayansi Rodríguez. Fue tremendo y quiero obviar el lenguaje convencional para describirlo. Salí de mi casa de cuello y corbata (tanto por el respeto al Presidente, como por abrigo) en el que ha sido hasta la fecha uno de los días más frescos de la temporada (11º C al llegar de regreso). Agarré el tren y desde la Estación Central caminé las tres cuadras que hay hasta la Misión, con su bandera cubana ondeando sobre la céntrica avenida Lexington en Manhattan. Los cubanos del área metropolitana de New York, la llamamos con veneración “La Casa de Cuba”.

Estaban presentes cubanos de todas las edades, razas, sexos, creencias religiosas o convicciones filosóficas, de todas las provincias, un sacerdote católico, artistas... Predominaba un nivel educativo alto, pero más aun predominaba la humildad y sobre todo el unánime amor por el país que nos vio nacer.

La visita del presidente cubano ha sido excepcional de muchas formas. Ha golpeado al cruel bloqueo donde le duele, en sus reuniones con congresistas y empresarios de distintos sectores de la economía de los EE.UU., con el alcalde y con el arzobispo de New York, el Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos, la Asociación Nacional de Departamentos de Agricultura (NASDA) y con el pueblo estadounidense que cada vez es más reacio a aceptar esa salvaje y absurda agresión.

La ultraderecha quiso organizar una protesta frente a la ONU por la presencia de los presidentes de Cuba y Venezuela, pero realmente no prosperaron en su intención. Reunieron unas cien personas en el caso de Venezuela, y siete (los mismos días que tiene una semana) en la planeada contra Cuba, a pesar de estar Nikki Haley con un micrófono gritando cosas ordinarias contra el presidente Nicolás Maduro frente al edificio donde ella es una “embajadora”. Realmente nada de mayor interés.

En cambio dentro de la Misión “Casa de Cuba” había una gran y alegre expectación antes de la llegada del presidente, todo el mundo comentaba de las diferentes actividades del las múltiples reunión de lato nivel que Miguel Díaz–Canel había tenido en unos pocos días, y saludándose y abrazándose.

La actividad en la "Casa de Cuba" comenzó con la llegada de varios importantes funcionarios cubanos, entre ellos los ministros Bruno Rodríguez, Rodrigo Malmierca y Jorge Luis Perdomo Di' Lella, los embajadores Cabañas y Soberón, el cónsul general de Cuba en los EE.UU. y por supuesto la anfitriona representante permanente de Cuba ante la ONU, Anayansi Rodríguez . A las 8 pm sonaron las notas del Himno Nacional, que fue cantado por todos los presentes.

Inmediatamente después, una excelente Intervención del embajador cubano Jose R. Cabañas, quien saludó a los presentes e hizo una breve introducción de la vida del presidente Díaz–Canel. Fue muy aplaudido.

El embajador Cabañas cedió el podio al presidente en medio de muchos aplausos. Díaz Canel hizo una interesante intervención, recordando las primeras visitas de la comunidad cubana en los EE.UU., a finales de la década de los 70s, cuando él era un estudiante en la Universidad Central de Las Villas. También se refirió al estado actual de las relaciones bilaterales entre los EE.UU. y Cuba, perjudicadas por las acciones de la actual administración, enfatizo todo lo que une a los cubanos, dondequiera que estemos, muchos otros importantes tópicos y pensamientos.

Concluyó con una frase especial “Contamos con ustedes. Somos Cuba”. Una fuerte ovación premió la excelencia de su intervención.

A emigrados cubanos en EE.UU: "Contamos con ustedes"

Los asistentes procedentes de diferentes partes de los EE.UU. se mostraban contentos y muy impresionados. Cubanos de New York, New Jersey, Florida, Illinois y de varios otros estados acudieron a saludar y apoyar al presidente Miguel Díaz–Canel.

Mario Robaina, gran y permanente activista de la causa cubana, que viajó desde New Orleans, me dijo: “Yo sabía mucho del presidente Díaz–Canel, había leído sus discursos, sus participaciones en muchos eventos nacionales de Cuba e internacionales. Pero nada sustituye el verlo y oírlo personalmente, estrechar su mano. La continuidad de la Revolución está garantizada, y veo la estrecha unidad de los cubanos que estamos reunidos esta noche, el amor por Cuba está presente y completamente visible, como lo está la conexión entre nuestro país y los cubanos que vivimos en el exterior”.

El destacado bailarín y coreógrafo Pedro Ruiz del Ballet Contemporáneo de Camagüey, estaba emocionado y feliz. “Me gusta mucho ver a Cuba unida, la joven generación, soy un artista por naturaleza, 24 horas al día, 7 días a la semana, como soy también cubano. En esta bella reunión sentí en mi corazón que la danza es de verdad un arma cargada de futuro. Espero tener una gira en los EE.UU. en marzo del próximo año y sé que muchos cubanos residentes en los EE.UU. estarán expectantes por ver al Ballet Contemporáneo de Camagüey. El arte es la forma optima de tender puentes entre dos países”

Un joven cubano–alemán, estudiante de post–grado, empresario natural, que tiene proyectos para invertir en la economía de Cuba, Rolf Niederstrasser, me confesó su satisfacción de ver “el relevo generacional funcionando bien en Cuba. Soy joven, pienso en el futuro y en Cuba, el país de mis ancestros maternos. Quiero desarrollar proyectos en el futuro, deseo mucho hacerlo. Muy feliz de escuchar al presidente, me llena de orgullo su indudable éxito en esta visita a la ciudad de New York”.

Pero como dijera el gran poeta camagüeyano no todo en el mundo es “siempre risa, nunca llanto”. Dos personas muy emocionadas por haber compartido este maravilloso acto, me dijeron que estaban muy felices y motivados, pero me pidieron no mencionar sus nombres ni tomarles fotos. El FBI está tratando de intimidar a aquellos cubanos que apoyan a su país, sobre todo en el estado de Florida, y hay gente preocupada, con razón.

Me despedí de todos porque se me iba el tren de las 11:07 pm, lo alcancé y no me cogió la “confronta”, llegué a mi casa a las 2 am, a descansar unas horas para trabajar otro día más.

Si a mí me preguntaran cómo definiría esta actividad, saltarían de inmediato a mi mente las siguientes palabras: amistad, franqueza, sobriedad, comunicación, satisfacción y cubanía 100%. Tuve la oportunidad de conversar con muchos hermanos cubanos que viven en otros estados; con el embajador Ernesto Soberón, director de la Dirección de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), el que saludó a cada invitado que entraba al salón de actos, con el Ministro del MINREX Bruno Rodríguez Parrilla, con el Ministro del MINCEX Rodrigo Malmierca. Me es imprescindible mencionar el trabajo abnegado del personal de la Misión Permanente de Cuba ante la ONU para que todo quedara bien organizado y funcionando de una forma perfecta y a la vez que reinara un ambiente tranquilo que hacia nos sintiéramos cómodos y desestresados. Como en casa

Que feliz me siento de tener bastante cerca de mi hogar una Casa de Cuba, verdadera y legitima, nuestra Misión Permanente ante la ONU, que es la autentica Casa de Los Cubanos. Percibía las emociones que sentíamos al estar rodeados de compatriotas y hermanos, realmente se podía palpar la vigencia del pensamiento martiano, de la unidad “alrededor del dulcísimo misterio”, la que nos ha recordado siempre el gran Eusebio Leal.

El presidente Miguel Díaz–Canel mostró que es un claro exponente de la continuidad del pensamiento y la obra revolucionaria de Martí, Fidel y Raúl, y el capaz líder de los cubanos que viven en la Isla y de muchos en el exterior. Cuba esta magníficamente representada y dirigida.

Discurso de Díaz -Canel en la Iglesia Riverside (Texto completo)