Sobrevivientes de Parkland en la portada de "Time"

Un reciente número de la revista Time, una de las más importantes publicaciones estadounidenses, trae una portada muy especial: cinco adolescentes —estudiantes de la escuela secundaria de Parkland, donde 17 de sus condiscípulos resultaron muertos por los disparos realizados por otro joven que fuera también alumno de la Marjory Stoneman Douglas High School— miran de frente con una palabra que cruza no solo dicha cubierta, sino el reclamo de una mayoría de la población preocupada: Basta (Enough).

Entre los muchachos destacan Emma González, David Hogg y Cameron Kasky, quienes se han convertido en voceros y abogados del control de las armas que están en manos privadas en Estados Unidos. Son activistas contra la violencia armada, que es casi una epidemia en la nación norteña, y ellos exigen a sus legisladores medidas que hagan seguras las escuelas y las calles del país.

Sin embargo, el reclamo no tiene muchos oídos receptivos en la clase política, donde no pocos de sus integrantes están atados a la Asociación Nacional del Rifle que medra con este negocio. Pero los muchachos persisten. Al cumplirse un mes del tiroteo, en muchas escuelas estadounidenses se dedicaron 17 minutos de silencio en honor de los 17 masacrados en Parkland, y una marcha recorrió Washington, la capital, con ramificaciones en ciudades y poblados de todo el país, clamando por un cambio en las normas y leyes permisivas y propiciadoras de estos irracionales crímenes. Ha sido la mayor manifestación que con este fin se haya realizado en Estados Unidos.

Una reciente encuesta de AP-NORC destaca que en estos momentos el apoyo nacional al control de armas es el más alto de los últimos cinco años. Cerca de siete de cada diez adultos están a favor de leyes más fuertes al respecto, lo que representa el 69 por ciento de los encuestados, resumió The Hill.

Y, ¿qué hace el Presidente? Aboga porque los estados de la Unión entreguen armas a maestros y empleados de las escuelas para responder con ¡Fuego! al ¡Fuego!, simple lección demencial…

(Tomado de Juventud Rebelde)