- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Marta Valdés 8.0

marta valdes blog

Se ha escrito mucho sobre Marta Valdés a propósito de su arribo a los 80 años. Mucho y bien han escrito Roberto Méndez, Norge Espinosa, Guille Vilar, Joaquín Borges y Víctor Casaus, entre otros; pero me piden que cuente algo sobre una faceta poco conocida de Marta y me dan por la vena del gusto porque puedo, por fin, compartir mi admiración por su modernidad.

Por supuesto que no se trata de que Marta pertenezca al período histórico conocido con ese nombre ni que su obra pueda inscribirse dentro del movimiento artístico llamado Modernismo. No. Marta es moderna como actitud filosófica, en su ontología, en su ser. Ella es moderna en el sentido de que es una persona que pertenece al presente, en el sentido de su aplastante actualidad.

Si bien ella acaba de entrar en su octava década de vida, sus canciones, algunas de las cuales son ya lo que pudiera llamarse “señoras mayores”, están frescas y vigorosas, conectando como hace 50 años con jóvenes intérpretes y públicos para los cuales tienen la edad de sus propias pasiones.

Pasan los años, la vida se torna por segundos más digital, surgen y desaparecen fugazmente tecnologías, y Marta ahí: sin dejarse seducir del todo, dueña absoluta de su pensamiento y sus recuerdos, pero al día; con el sentido común de quien nunca se dejó arrastrar por tendencias o modas, pero vibrando con su tiempo, que –nadie lo dude- es también este.

Y es que Marta Valdés no le coge tirria a las herramientas tecnológicas como hacen la mayoría de sus coetáneos. Sin prejuicio las aprende, las comprende y las usa. Al fin, sabe que la informática es la posibilidad de captar o almacenar, procesar y trasmitir información y eso es lo que Marta ha hecho siempre. A los gadgets los adopta y los domestica, los rinde con su encanto y su audacia de mujer que tiene mucho que decir.

Así, llamas a su casa y celoso de la falta de privacidad que acecha a todo artista, contesta “Jimmy” –su mayordomo electrónico- que en perfecto inglés te cuenta que ella no está available.

Conchita (que tiene nombre de mulata, pero es un Iphone blanquito que usa refajo verde) existe para atrapar y guardar imágenes y sonidos que Marta no quiere perderse, que necesita conservar y recrear para su memoria o para hablar de ellos, para dejar constancia.

En su computadora personal, bautizada Pilar Blanco, y que es tauro como algunas de sus intérpretes más fieles, se digitaliza -scanner de por medio- se escribe y se imprime, parte de la historia musical de este país.

Su columna en el periódico digital Cubadebate, donde se postea cada domingo sólo un filito de su pensamiento músico-lógico, tiene seguidores fieles de todas las edades y latitudes. Por cierto, bajo el mismo título de la columna acaba de salir una compilación de estos artículos suyos editados por Unión, con prólogo de Rosa Miriam Elizalde.

Y ahora, en sus 80, Marta estará, dentro de poco, lanzando al éter su propia bitácora virtual bajo la forma del blog Palabras  en el que, en moderno propósito multimedia, utilizará redes sociales como Youtube para vincular contenidos audiovisuales, fotografías y música a su discurso.

Casi ya, antes de que concluya el verano, en palabrasdemartavaldes.blogspot.com tendremos acceso a la verdad verdadera sobre su obra y su vida pero también, por fin, a su discografía organizada -por ella misma- cantante por cantante, año por año; a sus memorias sobre Elena Burke, por ejemplo; a su hermosa relación de amistad y trabajo con Martirio, o a lo que ella quiera, en definitiva, contarnos; bien sea para que cunda en el tiempo o bien para conjurar peligros siempre latentes de desmemoria, falta de rigor y mentiras o imprecisiones que pasan irresponsablemente, de pluma en pluma.

Permanecer cambiando, cambiar permaneciendo es la base de la dialéctica heracliteana y la forma en la que Marta Valdés ha conseguido que 80, en su caso, suenen como la versión 8.0 de su misma impresionante persona.

(Tomado de Cubacontemporánea)