Mohamed Tayed ha ido creciendo desde que escribía muros en un campamento de refugiados palestinos en Damasco. Tras desatarse el conflicto que sacude Siria, Mohamed emigró a Alemania y de allí a España, y fue desarrollando su arte como grafitero, incorporando primero el dibujo animado y luego el trabajo de un equipo que comienza a producir videojuegos en que los protagonistas son los niños refugiados como los palestinos y los saharauis.
Ya hizo un corto stop motion con niños iraquíes refugiados tras la agresión de Estados Unidos y anda en estos días de FiSahara por el campamento de Dajla trabajando con niños saharauis para sumar personajes a Zaytun gang, la pandilla que incluirá palestinos, saharauis, iraquíes y zapatistas mexicanos, en un videojuego cuyos héroes serán los olvidados de este mundo.
Cuenta Mohamed que Zaytun quiere decir aceituna, un símbolo de resistencia para los palestinos, proveniente del árbol del olivo que no se seca ni se dobla… “El videojuego se comunica con un niño o un joven pero también funciona para alguien de 36 años, es mucho más efectivo que un dibujo animado o un cómic”, asegura mientras atiende los dibujos que le traen al caer la tarde sobre el campamento de refugiados de Dajla decenas de niños saharauis.
El colectivo al que pertenece este artista trabaja desde un edificio okupa en Madrid. En el blog Zaytoun, border to border los compañeros de Mohamed declaran que su intención con el videojuego Zaytoun, el pequeño refugiado de Yarmouk es:
transmitir información en un formato no tradicional, explorando nuevas maneras de comunicación y exposición, y, de esta manera esperamos implicar a un mayor número de personas. Somos conscientes de la complejidad de la realidad y de los peligros de la simplificación y distorsión, y haremos lo mejor que podamos para no caer en sus trampas. Nuestra intención no es desarrollar un argumento rígido, estático ni hermético sobre las personas que están haciendo historia en el conflicto, sino aportar otra historia, nuestros ojos y nuestras palabras a lo que está sucediendo.
Ojalá lo logren. Muchos lo necesitan.
(Tomado de La pupila insomne)