Muchachos de la Lenin, 36 años después

Ayer en la tarde compartí con mis condiscípulos de la Escuela Lenin. Se trata de la graduación doble de 1977. Suena a tiempos prehistóricos. No nos sentimos viejos, y la verdad, nos vemos terriblemente bien. Cuesta a veces reconocer al otrora muchacho –un chispazo en los ojos quizás–, ahora calvo y barrigón, pero da gusto topar con su sonrisa. “Nos reunimos”, me dice el organizador, “desde los años noventa, cuando el período especial arreciaba. Si te hace falta un médico o un abogado, aquí lo encuentras..."