El presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, preside la delegación cubana que participa en la XVIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), con sede en Azerbaiyán.
Acompañan al presidente, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior e Inversión extranjera; Alba Soto, directora de Europa del MINREX, entre otros funcionarios.
Es la tercera ocasión en que la cita magna de los No Alineados se celebra en el continente europeo. Belgrado, la capital de la antigua Yugoslavia, fue la sede fundacional en 1961, y lo volvió a ser en 1989 en la IX cumbre.
Esta reunión, que sesiona en la bella Bakú, tiene como lema “Defendiendo los Principios de Bandung para asegurar una adecuada y concertada respuesta a los desafíos del mundo contemporáneo”.
A primera hora de este viernes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, entregó la presidencia del Movimiento –asumida por Venezuela en el 2016 en Isla Margarita– al jefe de Estado de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Este país europeo estará al frente del MNOAL durante los próximos tres años.
El mandatario iraní, Hassan Rohani, cuyo país al igual que Cuba y Venezuela está sometido a castigos unilaterales por parte de Estados Unidos, también llegó ayer a Bakú. Hoy tuvo un encuentro bilateral con el presidente Díaz-Canel, quien a su vez se entrevistó con Venkaiah Naidu, vicepresidente de la India.
En Bakú también están presentes otros dignatarios como el presidente de Ghana, Nana Ado Dankwa y el primer ministro de Malasia, Mahatir Mohamad.
La cumbre tiene lugar en el monumental Centro de Congresos; su sala plenaria tiene capacidad para tres mil 500 personas. Además dispone de otros 17 recintos para reuniones.
Según el vicecanciller azerbaiyano, Ramiz Dasanov, unos 250 periodistas están acreditados para cubrir las incidencias de este foro de los países del Sur.
El Movimiento de Países No Alineados tiene su antecedente originario en la Conferencia de Bandung, celebrada en Indonesia en 1955, que reunió a 29 jefes de Estado de la primera generación postcolonial de líderes sobre todo de países de Asia y África.
En esa conferencia se enunciaron las bases que deberían gobernar las relaciones entre las naciones grandes y pequeñas, conocidos como los Diez Principios de Bandung.
Dichos principios fueron adoptados posteriormente como los principales fines y objetivos de la política de “no alineación”, que se entiende como activa ante los retos para las naciones del Sur. Son lineamientos que Cuba, fundadora del Mnoal, apoya.
(Con información de Cubaminrex y Prensa Latina)