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De la montaña al llano, Granma por la senda del café y el arroz

Café de Buey Arriba, Granma. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Ya echó a andar la cosecha de café en las plantaciones de Buey Arriba y, al parecer, se augura buena. El municipio granmense, enclavado en plena Sierra Maestra, cuenta con más de mil 163 hectáreas sembradas, de las cuales hay dos mil 332 en producción y las restantes en desarrollo.

Así lo afirma Yaroldis Perelló Núñez, director técnico y de desarrollo de la Empresa Agroforestal “Ataque a Bueycito”, a la cual tributan más de 40 bases productivas vinculadas a la actividad cafetalera.

“Este año habrá una buena zafra cafetalera en el municipio”, enfatiza el joven agricultor, quien no solo domina cifras y planes, sino que tiene bien claras las necesidades reales y los obstáculos a superar por el sector en su localidad.

“Desde hace siete años, la empresa viene cumpliendo con sus encargos y con el programa de desarrollo cafetalero”, asegura.

Yaroldis Perelló Núñez, director técnico y de desarrollo de la Empresa Agroforestal “Ataque a Bueycito”. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Añade que para este 2019, Buey Arriba cuenta con un plan de producción de 530 toneladas de café, y que en estos momentos de inicio de cosecha, ya hay aseguradas 61 toneladas.

Si todo marcha como se ha previsto, no será difícil alcanzar resultados superiores a lo pactado, como en 2018, cuando se acopiaron 510 toneladas, cifra superior a las 490 toneladas comprometidas.

El plan de venta al Estado este calendario es de 440 toneladas. Ahí se incluyen unas 300 toneladas de café arábico, variedad exportable.

“En 2030, pensamos triplicar lo acopiado en la actualidad. Tenemos previsto llegar a mil 060 toneladas de producción total, con rendimientos de 0.53 toneladas por hectárea”.

Nelson Guevara Beltrán, director de la Unidad Empresarial de Base “Acopio y Beneficio de Café y Cacao” del municipio, encargada de la recepción de las cosechas de todas las formas productivas, sostiene que el 76% del grano acopiado la pasada contienda fue de primera calidad.

“En estos momentos se efectúa la contratación final con los productores; mientras nuestros centros de beneficio ya se encuentran acopiando café, con una calidad superior a la obtenida el año anterior”, especificó.

De acuerdo con Guevara Beltrán, “esta será una cosecha muy larga, y puede que pase un nivel importante de café para el año venidero”.

Uno de los destinos del café recolectado en las montañas de Buey Arriba es la Empresa Procesadora de Café Rolando Ayub, del municipio Contramaestre, de Santiago de Cuba, a la cual ya se han entregado 360 toneladas del grano, superior a lo pactado para la fecha; “sólo restan 77 toneladas para cumplir el año, lo que no representa dificultad alguna”.

Algunas exigencias y dificultades no tan nuevas

Productor cafetalero de la zona de San Pablo de Yao, Buey Arriba. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Una de las demandas de los caficultores de Buey Arriba es que aumente el precio de la compra estatal del grano, específicamente de la variedad robusta, destinada al consumo interno.

En 2005, se produjo un alza de precios de acopio de café arábico y robusta, en dependencia de sus calidades.

El café arábico de primera calidad se paga a 12.50 pesos el kilogramo; el de segunda, a 10.50, y el de tercera, a 6.80. En tanto, el robusta de primera se paga a 8.30 pesos el kilogramo, y el de segunda, a 7.50.

“Somos del criterio que con un ligero aumento del valor, al menos del robusta,  lograremos acopiar un nivel de café que hoy se queda en manos del productor y se vende en el mercado informal”, apunta el Director técnico y de desarrollo de la Empresa Agroforestal “Ataque a Bueycito”.

Añade que se estimularía el nivel de café que llega al Estado para el consumo de los cubanos, “de esta forma el país tendría invertiría menos dinero en la importación de este producto”.

La cosecha de café ya comenzó en Buey Arriba, Granma, con resultados que se esperan prometedores. Foto: Abel Padrón Padilla/Cudadebate.

Nelson Guevara Beltrán coincide: “Si se incrementara el valor de la lata de robusta en 25 ó 30 pesos (una lata equivale a 12.88 kilogramos), la producción aumentaría, y disminuiría su venta en el mercado negro, lo que se traduciría en aumentos en el acopio de toneladas de café.

Otro de los escollos que obstaculizan un mejor desenvolvimiento de la actividad cafetalera en el municipio serrano es el problema para el transporte de las cosechas desde la base productiva, hasta los centros de despulpe.

“Tenemos una situación crítica, contamos con un solo camión en buen estado, el resto se encuentran parados por falta de neumáticos; la situación no está en nuestras manos y esto influye en todos nuestros indicadores, porque hay que mover las cosechas de manera inmediata, el café no espera una vez recogido”, dice Guevara Beltrán.

En Buey Arriba hay 17 despulpadoras, de ellas solo dos cuentan con tecnología nueva (ecológica); el resto es tradicional, con mucho desgaste en sus maquinarias, lo que trae como consecuencia pérdidas en la producción, reconoce Perelló Núñez.

Agrega, sin embargo, que “otras seis despulpadoras manuales de tecnología colombiana se han acercado a lugares donde no se podía llegar por problemas de transportación, y con ello, se ha logrado despulpar hasta el 99% del café arábico”.

San Pablo de Yao, insertado en el desarrollo cafetalero

Productor cafetalero de San Pablo de Yao, Humberto Díaz Soto. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Humberto Díaz Soto es el presidente de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) “24 de Febrero”, enclavada en la localidad de San Pablo de Yao, cuna de la Televisión Serrana.

En un área de más de 43 hectáreas distribuidas por las intrincadas montañas, este productor se ha insertado en un proyecto de desarrollo cafetalero que consiste en la transformación de áreas: su rehabilitación o renovación, a fin de buscar nuevos rebrotes, “porque las plantas de café producen en las ramas jóvenes”, explica este conocedor.

“Para 2030, pretendemos renovar 10 hectáreas y rehabilitar igual cantidad con variedades de injerto, más resistentes y productivas. Este año, por ejemplo, plantaremos la variedad lafernó en 1.5 hectáreas”.

Actualmente, esa UBPC tiene rendimientos de 0.27 toneladas por hectárea aproximadamente, aunque el objetivo es llegar a las 0.63 toneladas por hectárea en los próximos 10 años.

Por lo pronto, ya este año proyectan llegar a las 0.30 toneladas por hectárea.

Posturas que serán sembradas en las áreas renovadas. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

“Nos falta seguir trabajando en la actividad de agrotecnia del café, y sembrar posturas en buenos suelos, además de evitar las plagas y enfermedades y buscar granos de calidad; en este empeño el hombre es fundamental”, valora el campesino.

El proyecto de desarrollo en el que están insertados le dará la posibilidad a su UBPC de adquirir un sistema de riego para aplicarlo en tiempos de sequía. Díaz Soto explica que en la renovación de las áreas de siembra se ha aplicado la técnica requerida en la apertura de los huecos y la cantidad de abono empleado para cada planta de café.

Algunos datos del café en Granma:

Arroz, otro rubro esencial de la provincia

Plantaciones de arroz. Foto: Archivo.

Cuba requiere anualmente unas 700 mil toneladas de arroz para cubrir la demanda total de ese alimento; en 2018 se produjeron más de 300 mil toneladas en suelo nacional [1]. Un rápido cálculo arroja —por tanto— que este país importa más del 50% de ese cereal para la satisfacción de sus necesidades.

Para ser más exactos, en este calendario se importan 450 mil toneladas, de acuerdo con cifras ofrecidas por el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, en el tercer periodo ordinario de sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 13 de julio último.

Granma ha sido tradicionalmente uno de los polos más importantes en la obtención de este grano, componente esencial en la dieta de los cubanos. Esta oriental provincia aporta al balance arrocero alrededor del 28% de la producción, ubicándose en el primer puesto entre las 12 que lo cultivan.

La actividad se desarrolla en siete municipios granmenses; en Río Cauto y Yara se concentran los mayores macizos, aunque hay extensiones menores en Bayamo, Manzanillo, Campechuela, Media Luna y Bartolomé Masó.

La Empresa Agroindustrial de Granos “Fernando Echenique” es una de las dos existentes en la provincia dedicadas principalmente a la producción arrocera.

Su director general, Edisnel González Valdés, asegura que fue en los años ´80 cuando se obtuvieron los mayores volúmenes productivos, ya que se contaba con una cantidad superior de áreas destinadas al cultivo.

“En ese entonces llegaron a producirse 82 mil toneladas de arroz para el consumo, récord histórico en el momento”, recuerda.

Edisnel González Valdés, director general de la Empresa Agroindustrial de Granos “Fernando Echenique”, de Granma. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Dicho indicador se vio deteriorado con la llegada del “período especial”, cuando se deprimieron todas las producciones agropecuarias, incluidas las del cereal, la cual experimentó una reducción significativa que comenzó a recuperarse, de manera gradual, a partir de 2005.

Luego entraron en vigor, de manera sucesiva, tres decretos leyes (259/2008; 300/2012 y el último: 358/2018), para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo. Con ello se cedió un nivel de hectáreas a campesinos y así se contribuyó al repuntar de la producción arrocera en la provincia.

De acuerdo con el dirigente, el territorio se insertó desde 2012 en el Programa de desarrollo arrocero, una estrategia nacional que pondera la modernización de tecnologías, tanto maquinarias agrícolas como para la preparación de suelos y la cosecha.

“Mejoró con ello el potencial y la búsqueda de nuevas variedades, con rendimientos acordes a las condiciones climáticas del país”, destacó.

En los últimos cuatro años, Granma logró superar sus rendimientos arroceros. Si nunca antes habían promediado las cuatro toneladas por hectárea, en la campaña de frío se tiene potencial para sobrepasar las cinco toneladas por hectárea.

“Anualmente, los rendimientos de producción están entre 4.4 y 4.5 toneladas por hectárea”. Esta favorable situación de estabilidad y crecimiento, propició que en 2018 se superara el récord histórico de 1988, y la provincia alcanzara las 84 mil toneladas de arroz para consumo.

“Desde el punto de vista de infraestructura, superficie agrícola y tecnologías, estamos en condiciones de continuar incrementando esa cantidad”, aseguró González Valdés.

De consolidarse el programa de desarrollo arrocero hasta 2020, esta provincia estaría en condiciones de llegar a las 100 mil toneladas de arroz, “salto al que se puede aspirar”, según ratificó el directivo.

“Crecer dependería del aumento de los rendimientos, pues incrementar las áreas ya resulta más complejo”, reflexionó.

Arroz. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Entre los siete municipios arroceros de la provincia suman unas 38 mil hectáreas físicas para la plantación, aunque —según acota el funcionario— en un año se convierten en 45 mil hectáreas cultivables teniendo en cuenta que el cereal se siembra en dos campañas: la de invierno (noviembre-febrero) y la de primavera (marzo-julio).

En esa superficie se cosecharían 200 mil toneladas de arroz cáscara húmedo, cuya mitad se convierte en apto para el consumo, después de molinado, donde pierde humedad, cáscara e impurezas.

El sector cooperativo y campesino ocupa en la producción total alrededor del 78%. Los mayores volúmenes, por tanto, salen de allí. A la empresa Fernando Echenique están vinculadas 16 bases productivas: 14 cooperativas de créditos y servicios fortalecidas y dos cooperativas de producción agropecuaria. Tiene, además, relaciones contractuales con estructuras similares de otras entidades, que sumarían unas 70 dedicadas a la siembra del arroz.

¿Menos arroz este año?

Foto: Archivo.

Aunque el arroz es uno de los cultivos priorizados por el país en cuanto al aseguramiento de insumos y tecnologías, existen otros elementos esenciales, como el agua, para garantizar sus rendimientos.

Hasta 2017, Granma se vio impactada por una fuerte sequía, situación que afectó los volúmenes arroceros.

Según comenta el director general de la empresa “Fernando Echenique”, este calendario aún no ha habido suficiente agua para la siembra de las 45 mil hectáreas, porque a pesar de que 2018 se vio favorecido por las lluvias, en el balance hídrico correspondiente al 2019 no se le destinó al arroz el volumen suficiente para esa cantidad de tierra.

Otra de las afectaciones a la producción arrocera en el segundo semestre es el déficit de fertilizantes, tal y como aseveró el Ministro de Economía y Planificación, en la última sesión parlamentaria.

A esta situación no escapa Granma, por lo que le será difícil superar el récord de las 84 mil toneladas, y llegar a las 90 mil previstas este calendario.

Edisnel González Valdés informó que la provincia debe alcanzar las 64 mil toneladas. Aunque esa cifra significaba de manera individual lo que aportaría su empresa cuando se planificó la producción, se ha tenido que reajustar a tan solo 40 mil toneladas.

Otra situación que atenta con los cumplimientos es la reducción de la disponibilidad de aviones para la siembra, fertilización y aplicación de químicos para el control de plagas y enfermedades.

En una entrevista al diario Granma, a inicios de año, Lázaro Díaz Rodríguez, director de la División Tecnológica del Arroz, del Grupo Empresarial Agrícola adscrito al Ministerio de la Agricultura, confirmaba que “se dispone de lo necesario para plantar las 139 mil hectáreas planificadas en toda Cuba”.

“También contamos con el agua demandada, así como con las horas de vuelo de las aeronaves empleadas en la plantación y fumigación extensivas”, detallaba el directivo a la publicación [2].

Jorge Luis López Reyes, subdelegado agrícola en Granma, puntualizó los atrasos con la siembra del arroz, aunque subrayó que la provincia “no renuncia a las 90 mil toneladas”.

A la falta de fertilizantes y productos químicos, como herbicidas e insecticidas, el funcionario añadió que la cosecha también ha estado afectada por la escasez de un grupo de piezas de repuesto que la maquinaria de la industria no ha podido recibir en tiempo y forma.

Tecnologías para aumentar capacidades

La Empresa Agroindustrial de Granos “Fernando Echenique” está insertada en un amplio proceso inversionista, vinculado al montaje de plantas integrales que abarcan tecnologías para el incremento de las capacidades de secado del arroz, así como de tratamiento y clasificación de semillas, además de la colocación de nuevos silos de almacenamiento de mil toneladas.

Félix Aguilar Olivera, especialista principal de inversiones de la entidad, informó que a ellos se han orientado 7.9 millones de pesos; de ellos, 3.6 millones en construcción y montaje.

Félix Aguilar Olivera, especialista principal de inversiones de la empresa Fernando Echenique. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

“Hoy se trabaja en la inversión vinculada al montaje de tres secaderos, que propiciarán, al cierre de abril de 2020, el incremento de las capacidades de secado en 147 toneladas, hasta llegar a las 862 toneladas”, añadió.

En la cadena industrial del arroz, el secado es fundamental para garantizar altos porcientos de calidad del grano, justo uno de los beneficios de esta inversión, además de que los nuevos secaderos estarán cerca de los productores, facilitándoles una pronta llegada hasta este proceso.

También hay planes para incrementar las capacidades de tratamiento y clasificación de semillas.

“Se contaba con dos plantas obsoletas de dos a tres toneladas, panorama que cambiará con el montaje de plantas que pueden alcanzar una capacidad de cinco a siete toneladas por hora, paso importante a fin de optimizar el rendimiento en los lotes arroceros sembrados”.

Por otra parte, según detalló el especialista, el montaje de silos de almacenamiento aumentará en 11 mil toneladas la capacidad de arroz almacenado.

Montaje de silos metálicos en Cayamas, Río Cauto, Granma. Foto: Orlando Fombellida Claro/La Demajagua.

En la parte de aseguramiento logístico a la producción, específicamente el ligado a la preparación de suelos para la siembra, la empresa adquirió 85 tractores de tecnología china.

También cuenta entre los pasos de avance la modernización de sistemas arroceros: reparación de viales interiores y canales, montaje de obras de fábrica e hidrométricas para la regulación y la optimización del agua en el sistema arrocero.

“Con la inserción y sostenibilidad de piezas, partes y agregados, podemos pensar que para 2030 hayamos modernizado todos los sistemas de la empresa”.

Referencias:

[1] Del arroz en barco al arroz que cultivamos, Dilbert Reyes Rodríguez, en Granma: http://www.granma.cu/cuba/2019-01-10/del-arroz-en-barco-al-arroz-que-cultivamos-10-01-2019-19-01-56

[2] Del arroz en barco al arroz que cultivamos, Dilbert Reyes Rodríguez, en Granma: http://www.granma.cu/cuba/2019-01-10/del-arroz-en-barco-al-arroz-que-cultivamos-10-01-2019-19-01-56