La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, abandonará su cargo antes de fin de año, según reconoció este martes el presidente Donald Trump.
Haley, una de las figuras más importantes de la diplomacia norteamericana y de las pocas mujeres en el gabinete republicano, anunció su salida cuando resta poco menos de un mes para las elecciones de medio término.
Trump señaló que la diplomática informó de su decisión hace seis meses y la elogió por su “increíble desempeño” ante periodistas reunidos esta mañana en la oficina Oval.
El mandatario dijo esperar que Haley, quien le pidió “un poco de tiempo libre”, regresara al gobierno posteriormente.
Trump añadió que espera nombrar a un sucesor en dos o tres semanas. “Tenemos un grupo de personas a la que le gustaría asumir el puesto”, dijo.
El puesto de Embajador en la ONU es considerado como el segundo en importancia dentro del servicio exterior después del de Secretario de Estado.
Haley, antigua gobernadora de Carolina del Sur, fue crítica del entonces candidato republicano Donald Trump, pero luego sorprendió con su aceptación del puesto en Naciones Unidas.
En la sede del organismo internacional en Nueva York ha defendido activamente las políticas más reaccionarias de la administración, incluida su salida del Consejo de Derechos Humanos.
Entre los temas a los que dedicó más tiempo en la ONU se cuentan los ataques a Rusia e Irán y las críticas al gobierno de Bashar al Assad, superando incluso la beligerancia de su jefe en Washington.
“En realidad nunca dejaré de luchar por nuestro país”, dijo Haley a los reporteros en el Despacho Oval.
Aunque la diplomática había dicho en abril que su relación con Trump era “perfecta”, los medios estadounidenses destacan algunas de sus desavenencias con la administración.
En diciembre pasado aseguró que las mujeres que acusan a Trump de acoso sexual deberían “ser escuchadas”, desatando una tormenta al interior de la administración republicana.
Luego, cuando un asesor de la Casa Blanca declaró que Haley se había “confundido” en anunciar prematuramente nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia, Haley respondió: “Con el debido respeto, yo no me confundo”.
Medios estadounidenses como Vox especulan con la posibilidad de que la salida de Haley se deba a sus intenciones de aspirar a la presidencia.
“Uno de los secretos peor guardado de Washington es que Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur, quiere ser presidenta”, señaló la publicación.
Una encuesta de Quinnipiac de abril pasado muestra que Haley cuenta con los mayores índices de aprobación dentro del gabinete de Trump, incluido dentro del electorado demócrata.
Sin embargo, Haley intentó despejar las dudas en el Despacho Oval y señaló este martes que tiene pensado respaldar a Trump para la candidatura republicana en el 2020.
(Con información de agencias)