Quim Torra y Pedro Sánchez en la Moncloa. Foto tomada de El País.
En rueda de prensa posterior al encuentro sostenido entre Joaquim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña, y Pedro Sánchez, mandatario español, el líder independentista insistió en que su gobierno "no renuncia a ninguna de las fórmulas para llegar a la independencia".
Torra explicó que, en todo caso, ambos coincidieron en que la situación de Cataluña se tiene que abordar desde un punto de vista "político"', y valoró que hayan podido "hablar de todo" y abrir una relación "bilateral" que seguirá en una segunda reunión en Barcelona "próximamente".
En la reunión, que duró más de dos horas y media, Torra puso sobre la mesa el derecho de autodeterminación de Cataluña, un asunto que sobre el que Sánchez le respondió que "hay muy poco del que hablar", ya que no está recogido en la Constitución española.
El presidente regional catalán insistió en que cualquier "solución política" pasa por reconocer la autodeterminación, "que tiene el apoyo del 80 por ciento de los catalanes".
En las últimas elecciones regionales catalanas las formaciones independentistas consiguieron un 47,52 por ciento de los votos, frente al 43,45 logrado por los partidos que defienden la continuidad de Cataluña en España.
Además, Torra exigió a Sánchez que se acabe "la ofensiva judicial y política contra el independentismo" y le reclamó poner fin a "la persecución de las ideas".
Torra confirmó que Sánchez se comprometió con él a levantar los "vetos" que el Gobierno central tiene interpuestos ante el Tribunal Constitucional (TC) contra algunas leyes catalanas, relativas a la pobreza energética o al cambio climático, como una forma de normalizar las relaciones entre ambas administraciones, muy deterioradas por el proceso secesionista en Cataluña.
Igualmente ambos decidieron convocar una reunión Estado-Generalitat (Gobierno regional de Cataluña) en el marco de la normalización de relaciones.
El encuentro, el primero entre ambos, había suscitado una gran expectación ya que no había una agenda establecida, aunque el Gobierno de España anunció la semana pasada que no habría vetos para hablar de cualquier tema, siempre y cuando estuvieran dentro de los límites de la Constitución.
Hacía dos años que un presidente del Gobierno regional de Cataluña no acudía al Palacio de La Moncloa, sede del Ejecutivo español.
El último en hacerlo para reunirse con el conservador Mariano Rajoy fue Carles Puigdemont, actualmente huido de la Justicia española y a la espera de la decisión de Alemania sobre su extradición.
(Con información de EFE)