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Paulo FG: Sonando en Cuba ha intentado alegrar la vida de los cubanos

Foto tomada de CubaSí.

Foto tomada de CubaSí.

Sonando en Cuba ha logrado sentar a una considerable parte del público cubano a disfrutar de nuestra música popular, ha sido capaz de posicionar nuevamente nuestras tradiciones musicales, nuestra identidad cultural en espectadores de todas las edades, además de apostar por los nuevos talentos, jóvenes que han encontrado en este proyecto el espacio para descubrirse y desarrollarse.

“Llevar alegría a la vida de las personas a veces es más importante que dar alegría a tu propia vida”, así siente Paulo FG cuando con ojos llenos de orgullo y una sonrisa de satisfacción se refiere a lo que ha provocado Sonando en Cuba en su vida profesional y personal.

Con él conversamos sobre este proyecto que ya se ha convertido en más que un show televisivo, de entretenimiento, es, al decir de su propio creador un proyecto sociocultural, una plataforma para que jóvenes talentos demuestren que cantando nuestra música cubana pueden conquistar las grandes masas.

Sonando en Cuba llega a su tercera temporada, ¿cómo ha ido evolucionando el proyecto desde su primera aparición en la televisión hasta la actualidad?  

Sonando en Cuba empezó como todo proyecto nuevo con muchos tropiezos y mucha incertidumbre porque obviamente no se había presentado un evento o un proyecto de estas características durante mucho tiempo en Cuba; hubo algún que otro intento por hacer competiciones de canto que no tuvieron mucho éxito y entonces la gente estaba un poco escéptica con el tema del concurso, mucho no se lo creían y otros dudaban de la factura.

En la primera etapa la factura fue bastante decorosa. Se quiso manejar el concepto artístico musical enfocado en rendirles un homenaje a esas grandes figuras de nuestra música popular bailable que en los años noventa, sin ningún propósito marcado, se convirtieron en un boom de la música popular en el mundo. Músicos y compositores como Juan Formell, Adalberto Álvarez, Candido Fabré, Manolito Simonet, José Luis Cortes, entre otros, nos dieron la posibilidad de usar el repertorio de sus agrupaciones para el programa, lo más celebre que habían hecho en los últimos años y sobre todo en la década del 90.

Vale la pena destacar que en todo momento la razón fundamental que nos ha movido, ha sido el amor con que todo el mundo se ha involucrado en hacer un proyecto de esta índole.

El programa tiene varios objetivos involucrados; uno era esto: un rescate de los valores de nuestra música popular, luego llevar al público un gran espectáculo, crear un gran show, que fuera atractivo para la gente, entretenido, vistoso, y  rescatar nuevas figuras, nuevos cantantes, muchachos jóvenes que realmente tuvieran deseos de cantar nuestra música popular cubana y no irse por otras tendencias.

Gracias al esfuerzo de muchos, los criterios de la gente, los rebotes de lo que pasó, la repercusión fue bien bonita, alcanzamos un buen impacto social. Ahora en esta tercera temporada es un hecho que los cubanos están muy identificada con el programa, lo agradecen, tanto dentro como fuera del país recibimos mucha retroalimentación del público, sobre todo a través de las redes sociales, un mundo al que se ha abierto también Sonando en Cuba.

Usted hablaba del impacto que ha tenido el programa y el empeño que se ha puesto en el trabajo en las redes sociales ¿Qué importancia le concede a este tema en un momento donde el mundo vive de cara a las redes y Cuba también se está abriendo a este panorama, cómo lo ha hecho Sonando en Cuba

En estos momentos es muy necesario integrarse a estas nuevas formas de comunicación, porque son medios bien masivos que llegan a muchos lugares y personas, tienen la inmediatez, la posibilidad de interactuar.

Sonando en Cuba desde el primer momento entendió la importancia de esto y ya hoy tenemos nuestros sitios donde la gente sigue el desarrollo del concurso, de la competencia, van apoyando a los concursantes, los van conociendo y ya no solo a los que están ahora en competencia sino a los de temporadas pasadas que ya se convirtieron en ciertas figuras jóvenes de nuestro contexto musical Tenemos muchos seguidores, no solamente en Cuba sino fuera de nuestro país.

Foto tomada de CubaSí.

Foto tomada de CubaSí.

Sabemos que Sonando en Cuba no solamente es un show audiovisual, es mucho más que eso ¿cómo ustedes se han insertado en este verano 2017, qué actividades han realizado? Supimos también que estuvieron realizando actividades por el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes…

Como creador de la idea tengo el beneplácito de que nuestras organizaciones se hayan fijado en el proyecto para involucrarnos en tareas sociales, lo que demuestra que Sonando en Cuba es un proyecto sociocultural que puede ser sostenible, a partir de la estrategia del trabajo con los jóvenes, de incentivarlos, de motivarlos.

Hemos creado una plataforma artístico musical de jóvenes talentos que hacen una correcta demostración de lo que es nuestra música popular bailable, que demuestran que cantando música cubana pueden conquistar a las grandes masas, a los jóvenes, se pueden involucrar con ellos, pueden interactuar, interrelacionarse y también son conscientes de todo nuestro entorno social.

Han podido entender que el mundo de la música y el escenario, no solo es un mundo de luces y pantalla, que detrás de eso se mueve toda una sociedad y una sociedad tiene necesidades, propósitos y que ese propósito debe ser de todos para que podamos funcionar de un mejor modo y que ellos desde su trinchera que es la música, la cultura, pueden contribuir a ello.

Muestra de esto fue la gira nacional que hicimos con la Unión de Jóvenes Comunistas, fue un momento muy motivante para ellos, una experiencia única, para mí también porque yo nunca había hecho una gira aquí de esa manera, fue una locura, salíamos de una provincia a otra, llegar y montar el escenarios, luego el espectáculos, dormíamos muy poco, fue muy exigente.

También nos beneficia mucho como programa saber que nuestras organizaciones están con nosotros, se vinculan con el programa porque nos ven como un proyecto bien positivo para nuestro país y eso es motivo de orgullo para todos los que trabajan por esta idea.

Foto tomada de CuabaSí.

Foto tomada de CubaSí.

¿Qué ha representado para su vida profesional pero también para su vida personal este momento? 

Esto forma parte de mi obra, porque aquí he tenido que crear, he tenido que poner mi música, he transmitido mis experiencias a todos ellos. He aprendido porque me he involucrado con un equipo de trabajo que es inmenso, en jornadas de trabajo donde realmente aprendes mucho de otras especialidades del arte, he aprendido muchísimo también.

Y es que llevar alegría a la vida de las personas a veces es más gratificante que llevar alegría a tu propia vida, se convierte en parte de tu alegría. Yo creo que un poquito es eso lo que me ha pasado a mí, estoy viviendo un momento de éxito a través de esta obra.

Saqué mi cuenta y dije: ¿cuántos discos tengo? Trece discos. Hacer uno más, catorce. Sí, es mi éxito personal pero estoy mirando con cierta tristeza que algunas cosas se están perdiendo en nuestro panorama cultural y musical ¿Y por qué no hacer que otros jóvenes empiecen a hacer su discografía pero con este concepto de rescatar la música cubana? Y lo he logrado, hemos logrado que los jóvenes vengan aquí, que canten pero que canten… Hay muchachos que cantan maravillosamente y no es nada lo que cantan ahora con lo que en el futuro podrán hacer. Estoy muy seguro. Hay grandes talentos.

No sé si voy a estar mucho más tiempo en el programa porque ya me he ausentado a otros muchos proyectos, lo he combinado como he podido, pero de verdad que el trabajo es muy fuerte. Pero aunque yo no esté va a seguir Sonando en Cuba y para mí seguirá siendo motivo de orgullo haber aportado esta idea y ojalá vengan más personas que le aporten más, los cubanos somos bien creativos, sólo hay que saber dónde se pone la creatividad y en función de qué. Tener claros los objetivos. Yo estoy más que feliz con el resultado hasta ahora.

(Tomado de CubaSí)