Lucas: Una película triste

Al parecer, el proyecto Lucas ha olvidado su historia y con ella la fuerza. Simula los pasos de un equilibrista ebrio sobre una cuerda floja. Comenzó a perder estabilidad cuando las luces y el humo borraron de su discurso casi todo atisbo de razonamiento “serio”, desde una perspectiva crítica, de inquietud y herejía intelectual. Y ganó terreno el pensamiento “ligero”, la no razón, “la cultura enlatada”.