A propósito del trabajo publicado ayer en Cubadebate (tomado de la prensa canadiense) sobre la historia de un joven de Canadá que sufrió un tremendo accidente en Cuba y prefirió seguir recibiendo la atención médica en nuestro país por la humanidad con que ha sido tratado por sus médicos y enfermeros, una madre camagüeyana nombrada Daisy le escribió este mensaje al joven y su madre
Estimados Napu y Tuutalik.
Igual que usted pase por una experiencia similar, la lesión de mi hijo fue más alta C3 y C4 igual quedó paralitico, en mi caso fue en Camagüey, también se recuperó y esta insertado en la sociedad salvando vidas, es médico, discapacitado y terminando el último año de Neurocirugía, ahora está rotando por el Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”.
Cuando mi hijo estaba aún grave me entere de un muchacho Argentino estudiante de medicina que había tenido un accidente con lesión medular y ya estaba caminando, mi familia contactó con el chico y fue a ver a mi hijo, fue muy bueno pues verse limitados tan jóvenes y sin saber su futuro es muy duro, este chico le dijo a mi hijo que la suerte de él y de mi hijo era que los accidentes habían sido en Cuba pues él no hubiese podido cubrir los gastos de su operación y mucho menos la rehabilitación que es tan larga, gracias a este sistema él estaba caminando y vivo, obviamente mi hijo se llenó de esperanzas.
Napu, como madre le digo que el camino es duro pero que tienes que ser muy fuerte y poner mucho de su parte, pues toda la rehabilitación duele mucho, y el éxito de su recuperación está en un 90% en su empeño y voluntad.
Te deseo desde el fondo de mi corazón que puedas realizar tus sueños, lucha por ellos, no te rindas, le comenté de forma muy apretada la experiencia de mi hijo y ya ves luchó y está realizando sus sueños al punto que no se siente ni discapacitado.
Éxitos y que Dios te bendiga.