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Julio César La Cruz: "Mi principal adversario soy yo mismo" (+ Video)

La Cruz, junto a su hija y a su madre, dos de sus principales motivaciones en el deporte y en la vida. Foto Miguel Febles Hernández

La Cruz, junto a su hija y a su madre, dos de sus principales motivaciones en el deporte y en la vida. Foto Miguel Febles Hernández

Por Miguel Febles Hernández

Pueden contarse con los dedos de las manos, y posiblemente sobren, los atletas que se han coronado tres veces campeones mundiales de boxeo amateur desde que La Habana abriera en 1974 la realización de estas lides. Uno de ellos es el semipesado (81 kilogramos) Julio César la Cruz Peraza.

El tercer título de Doha, Catar, alcanzado en línea tras los del 2011 en Bakú, Azerbaiyán, y del 2013 en Almaty, Kazajstán, todavía se saborea en su ciudad natal, al igual que en todo el país, por significar su “granito de arena” al retorno de Cuba a la cima del pugilismo aficionado tras diez largos años de espera.

—¿Te resultó fácil acceder esta vez a la corona?

—Fue un campeonato fuerte, pues todos los boxeadores pretendían ganarse su boleto para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016. Lo importante es que no me confié ante ningún rival ni me descuidé un segundo para lograr cada victoria.

—¿Quién es, hoy por hoy, tu principal oponente?

—En realidad, mi principal adversario soy yo mismo, porque el día que no sepa hacer las cosas como están señaladas entonces no voy a triunfar. Hay que tener disciplina y conciencia de qué hacer en cada momento de la pelea, sin subestimar a nadie, aunque uno crea ser el favorito.

—¿Cómo resumirías tu estilo sobre el ring?

—Me considero un amante de la riposta. Soy muy rápido, tengo vista, buenos reflejos y grandes movimientos de torso, todo lo cual me permite hacer lo que hago encima del cuadrilátero.

—¿En qué puedes mejorar más?

—No solo en el boxeo, sino en el orden personal, me propongo siempre ser mejor, pues cada día se aprende algo nuevo: en la disciplina, en la concentración, en cumplir las orientaciones y experiencias que me transmiten los técnicos y entrenadores. Todo eso me ha hecho mucho bien en la vida.

—Hay quienes critican que a veces descuidas un poco la defensa con ese estilo escurridizo…

—Puedo decirles a mis seguidores y a la familia del boxeo que yo me preparo siempre con la guardia en alto, pero ese es un ritual mío natural. Cuando la pelea ya está avanzada y tengo la victoria asegurada, me suelto un poco más. Lo que sí puedo asegurar es que no es exceso de confianza.

En este Mundial mejoré la disciplina sobre el ring, subí más la guardia, entré al combate cuerpo a cuerpo, que era donde tenía dificultades, y las cosas salieron bien, con un boxeo más completo.

—¿Por qué ahora te dicen la “sombra”?

—Así me han nombrado algunos comentaristas, quizá por el arte de pegar sin que me toquen. Yo también, cierta vez, me puse “el doctor La Cruz” por mi seguridad sobre el cuadrilátero. Ahora, en el Mundial de Doha, la Aso­ciación Internacional de Boxeo Ama­teur (AIBA) me llamó el “profesor” del ring.

—¿Qué se tuvo en cuenta para tu selección como mejor boxeador de la AIBA en el 2015?

—Fue un premio que no me esperaba. Se consideraron mis triunfos en los Juegos Pa­namericanos de Toronto, Canadá, y en la V Serie Mundial de Boxeo.

Es posible que hayan reconocido que soy uno de los púgiles que más limpio gana las peleas en el mundo.

—¿Cómo valoras el traspié de las Olim­piadas de Londres?

—Esa es una espinita que tengo clavada aún. La falta de concentración me jugó una mala pasada y fui derrotado de manera sorpresiva por el brasileño Florentino Yama­guchi, a quien había superado en varias ocasiones, por lo que quedé sin medalla y no pude cumplir con los pronósticos.

—¿Qué esperas entonces en Río 2016?

—Ya di el primer paso, que era clasificar para los Juegos Olímpicos. La pasada actuación negativa me sirvió de mucho. Ahora tengo más experiencia, maestría y una meta ante mí y ante el pueblo cubano, que es lograr el añorado oro olímpico.

—Y el proyectil del asalto que sufriste a principios del 2014, ¿todavía lo llevas en el cuerpo?

—De eso nadie se acuerda. La bala me la sacaron hace rato de la cadera y está guardada en un pomito en la casa. Gracias a la vida, y a los médicos, salí adelante y he podido seguir representando al deporte cubano. Todavía hay La Cruz para rato.

(Tomado de Granma)

Julio César la Cruz,  obtuvo su tercer cetro mundial. Foto: Granma.

Julio César la Cruz, obtuvo su tercer cetro mundial. Foto: Granma.