El pesimismo sobre un acuerdo respecto a las propuestas de Grecia de renegociar su deuda y poner fin a la austeridad siguió reinando hoy en la reunión de representantes de ese país y sus acreedores internacionales.
Atenas y sus prestamistas (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) iniciaron este viernes contactos técnicos para facilitar un consenso en el encuentro del lunes de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, comentó que no ve cerca las posibilidades de un acuerdo, algo que fue respaldado por el ministro holandés de Finanzas.
Ambos coincidieron en que es poco probable una fórmula para garantizar la financiación de Grecia una vez finalice el programa de asistencia a ese país, el próximo 28 de febrero.
Los contactos continuarán este fin de semana, con el objetivo de allanar el camino y facilitar un arreglo político en el Eurogrupo.
Las partes deberán acordar con qué tipo de respaldo financiero dispondrá Grecia a partir de la fecha tope de su rescate, qué reformas y ajustes tendrá que hacer y cuáles podrían ser sustituidas por nuevas medidas más acordes con el programa de Tsipras, contrario a los recortes y la austeridad.
El gobierno griego quiere un programa financiero puente que asegure los pagos los próximos meses hasta lograr un acuerdo definitivo, en torno a agosto, y un mayor margen para financiarse y suavizar los ajustes fiscales.
Entretanto, los acreedores conocidos como la troika insisten en que la nación helena cumpla sus compromisos y lo pactado por el anterior Gobierno, y son reticentes a hacer nuevas concesiones al país sin exigir a cambio la imposición de nuevas condiciones que el actual ejecutivo griego no acepta.
El programa de reformas, por el cual Grecia recibió un rescate ascendente a 240 mil millones desde 2010 de sus socios, es el foco de las contradicciones y negociaciones de Atenas con la troika y sus socios de la Eurozona.
(Con información de Prensa Latina)