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Cumple 25 años el emblemático hospital infantil "Juan Manuel Márquez"

Hospital "Juan Manuel Márquez".

Hospital "Juan Manuel Márquez".

Por Félix Fernando Garrido, especial para Cubadebate

Marianao. La Habana. Noviembre de 1989. El Comandante en Jefe inaugura el Hospital Pediátrico Docente “Juan Manuel Márquez” una institución de asistencia a la salud de cientos de miles de niños y niñas de los municipios del Oeste de la capital cubana.

El pediátrico de Marianao, como se le conoce, cumple veinticinco años, durante los cuales ha brindado sus servicios de urgencia y consulta externa a más de nueve millones de niños, mientras que en sus salas han recibido la atención y el cariño de su colectivo cerca de 2 millones de infantes.

Hoy el hospital “Juan Manuel Márquez” es centro de referencia provincial y nacional en varias especialidades como son las de politraumas, quemados, neuropediatría y oncohematología, entre otras, donde son recibidos niños no solo de la capital sino también de otras provincias del país.

En los últimos cinco años este centro de salud no sobrepasó el uno por ciento en la tasa global de fallecidos y el indicador de mortalidad infantil hospitalaria fue inferior a 4 por cada mil egresados.

Por su carácter docente y sus resultados en la atención a la salud de nuestros niños, el pediátrico “Juan Manuel Márquez” ha sido declarado Unidad de Ciencia y Técnica del Ministerio de Salud Pública, entre otros reconocimientos recibidos.

La vocación solidaria y humanista de sus profesionales, técnicos y personal de servicios se ha hecho patente dentro y fuera de la Patria en misiones de colaboración o en circunstancia especiales, como fue el caso de los niños víctimas del accidente nuclear de Chernóbil.

Los sueños de aquel revolucionario, que junto a Fidel supo difundir y luchar por los ideales de libertad y justicia social para Cuba, desde las filas del Movimiento 26 de Julio, tienen una emblemática dimensión en el Hospital Pediátrico Docente que lleva su nombre “Juan Manuel Márquez”.

El segundo jefe del Granma no pudo ver el fruto de su sacrificio, pero sus compañeros y su pueblo, como el colectivo del Pediátrico de Marianao, han creado en todos estos años una verdadera obra de infinito amor.

Una obra de infinito amor

Palabras del Dr. Rafael Domínguez Jiménez, Profesor Auxiliar. Máster en Atención Integral al niño. Especialista en Pediatría.

Los edificios son evidencias patrimoniales de los pueblos y en ellos hay historias dignas de contar. Corría el 1er lustro de la década de los 80, Cuba era azotada por una epidemia de dengue, que costaría la vida de cientos de personas sobre todo niños.

Para la atención de los miles de enfermos se movilizo la sociedad cubana cientos de locales fueron habilitados para atender los enfermos entre ellos policlínicas y escuelas y centenares de estudiantes, médicos y enfermeros dieran su disposición y se movilizaron a tiempo completo para abortar la introducción masiva e inesperada de la enfermedad poco conocida hasta esos momentos.

Al frente de esa movilización estaba el Líder histórico de la Revolución quien incansablemente recorría todos los lugares donde se atendía trabajadores , en uno de esos intercambio realizados en la antigua Clínica la Milagrosa situada en 51 y 112 Marianao, uno de los médicos que laboraba en el lugar le sugirió al Comandante en Jefe la continuación de un hospital Pediátrico que diera cobertura a la población infantil del oeste de la capital.

Ese medico que con el tiempo llegaría a ser director de ese hospital que le sugiriera a Fidel le explico que esa zona era atendida por dos instituciones pequeñas, la sección de pediatría del hospital Militar Carlos J. Finlay y aquella pequeña clínica que juntos no sumaron 300 camas.

¡Te lo voy a hacer! Fue la contundente respuesta de Fidel y cuando se crearon las condiciones comenzó la obra. El terreno seleccionando fue simbólico, donde antes acamparon los regimientos de marines del distrito de Columbia en la 2da intervención norteamericana, donde antes se concentró la mayor fuerza represiva. Antes, allí, se quitaban o imponían presidentes y ministros y se definían los destinos del país en la etapa republicana. Aquel sitio tomado por Camilo Cienfuegos en el Triunfo de la Revolución y convertido por esta en el centro escolar mas grande del país. Allí niños y adolescentes daban sus primeros pasos en la enseñanza, en ese sitio comenzó la historia de este edificio.

Los años de construcción fueron duros, todas las organizaciones de masas del Municipio y de la ciudad dieron su aporte en interminables horas de esfuerzos físico, pero muy especialmente aquellos trabajadores de la salud que iban siendo seleccionados para integral la plantilla de la futura institución y así se confundieron en el trabajo manual el científico de renombre con el albañil, el cirujano respetable con el operador de grúa, el laboratorista o el radiólogo con el carpintero o el jefe de obras, los plomeros con los patólogos y de esa mezcla de esfuerzos fue surgiendo el edificio.

Este esfuerzo mancomunado de construcción culmino cuando en una tarde lluviosa de noviembre del 1989 el gigante de la Sierra junto al secretario general de la OMS en aquel momento cortaba la cinta de la que dejaba inaugurado el edificio de la Nueva institución que llevaría por nombre el de un hijo de Marianao.

Y segundo jefe de expedición del Granma “Juan Manuel Márquez”, aquella tarde se contrajo un compromiso con el Presidente del país y fue el de llegar a ser una institución insigne en la Pediatría cubana por sus resultados asistenciales y académicos.

El comienzo no fue fácil se trataba de poner a capacidad de diseño una instalación que suplantaba a tres instituciones de la ciudad con tres escuelas de hacer la pediatría con sus diferencias y con un cuerpo de guardia abierto con solo 126 camas disponibles inicialmente.

Con el entusiasmo que caracteriza los compromiso con el líder de la revolución se comenzó la tarea y como un solo hombre las organizaciones políticas y de masa junto a los trabajadores y apoyadas por el MINSAP y la DPS hicieron el milagro de poner en funcionamiento las 410 camas del centro con toda la suma de especialidades con que aun cuenta la institución.

En este empeño hubo situaciones objetivas y subjetivas muy difíciles, criterios encontrados, posiciones engorrosas actitudes heroicas y no tan heroicas, como sucede en toda gran obra y primo la voluntad política, el profesionalismo y la inteligencia de los que quieren hacer el bien y en menos de 1 año la institución marchaba a toda capacidad y con un cuerpo de profesionales y técnicos de primera línea que se fueron moldeando en el trabajo técnico y científico de la nueva institución tomando lo mejor de los hospitales de donde procedían y dejando atrás formas obsoletas.

Han transcurrido 25 años de aquellas inauguración algunos fundadores se han retirado o emprendido otros caminos, otros nos han dejado para siempre dejando ejemplo de sabiduría, pertenencia y profesionalidad a trabajadores y estudiantes que por miles han transitado por nuestras aulas y servicios haciendo de la docencia la principal fortaleza del hospital que se ha revertido en resultados asistenciales de primer mando.

En estos 25 años han utilizado nuestros servicios de urgencia y consulta externa por más de 9 millones de niño, se han ingresado en nuestras salas más de un millón y medio y se han practicado 48865 intervenciones quirúrgicas algunas de ellas de elevada complejidad.

Los indicadores de eficiencia hospitalaria fueron mejorando paulatinamente basta decir que en los últimos 5 años la tasa global de fallecidos no sobrepasan el 1 %, la tasa de mortalidad infantil hospitalaria esta por debajo de 4 por cada 1000 egresados al igual que la del menor de 5 años.

La calidad científica de los fundadores y de los que vinieron después ha hecho que varios de nuestros servicios sean de referencia nacional y provincial, que el índice de necropsia alcance más del 70% de los fallecidos y que la supervivencia paciente del ventilado sea más del 80 %.

Nuestro trabajadores practicaron la solidaridad internacional desde épocas tempranas en la década del 90 recibimos y tratamos a los niños de Chernóbil en una de nuestras salas y decenas de nuestro profesionales técnicos han participado en misiones de colaboración en varios países del mundo aspecto que aun continua.

En estos momentos el centro ostenta múltiples reconocimientos por su aporte al trabajo realizado en el programa materno infantil de la provincia y del país y ha sido declarado unidad de ciencias y técnica del ministerio de salud pública.

Podemos afirmar que el compromiso realizado por los fundadores aquella tarde del 30 de noviembre del 1989 con el líder de la revolución ha sido cumplida le cabe a las nuevas generaciones continuar y engrandecer la obra.