Idalis en el Mundial de Judo: "Este es un oro que le debía a Cuba"

Chelyabinsk.- Como si se estuviera destinada a ser la protagonista de las emociones finales para Cuba, ldalis Ortiz (+78 kg) cerró con oro su actuación en el XXX campeonato mundial de judo, lo que significó en lo personal su segunda corona consecutiva en estas lides, válido para ser elegida también la mejor atleta del certamen, en una jornada donde José Armenteros aportó una plata en los 100 kilos.

La monarca olímpica de Londres 2012 volvió a tener una justa excelente, con cuatro victorias en igual cantidad de salidas, todas por ippón, excepto el combate semifinal contra la francesa Emilie Andeol, quien la había derrotado en el Grand Prix de La Habana y ahora le exigió la definición en regla de oro, cuando la antillana le marcó yuko para dejarla tendida de impotencia sobre el tatami.

Por el título, una conocida, la brasileña Maria Altheman, cargó su séptima derrota consecutiva frente a  Ortiz en los últimos años, en lo que constituyó una repetición de la final del 2013, cuando también cayó por ippón antes del límite.

Nuestra mejor judoca de los últimos tres años tuvo otra competencia de ensueño, pues quedó bye en la primera ronda, pero salió impetuosa en la siguiente contra la turca Guisah Kocaturk –eliminó sorpresivamente a la brasileña Rochel Nunes-, para liquidarla en apenas 46 segundos al marcarle wazari y luego abandonar su rival el combate a causa de la proyección, lo cual equivale a ippón, según establecen las reglas de este deporte.

Un remake de lo acontecido en la cita universal del 2013 le esperó en cuartos de finales, cuando dominó en cuartos de finales a la alemana Jasmin Kuelbs. Hace un año la superó por apenas un shido, pero ahora le regaló un ippón con técnica de hombro en el segundo minuto de la pelea.

Al término del torneo, la Comisión Técnica de la Federación Internacional seleccionó a la cubana como la mejor deportista de la justa entre las damas por su actuación perfecta y las técnicas aplicadas, reconocimiento que compartió con el francés Teddy Rinner (+100 kg) entre los hombres, ganador por séptima ocasión de un oro universal.

Pero si excelente fue la actuación de Idalis, no menos puede calificarse la de José Armenteros (100 kg), quien destrozó cualquier pronóstico precompetencia y se agenció una plata, al ceder solo en la final por ippón (inmovilización) con el checo Lukas Krpalek, número uno del ranking del planeta antes del torneo del orbe.

El camino al subtítulo del también campeón mundial juvenil del 2011, comenzó con perfecto ippón a Javgenijsn Borodavko, de Latvia, en tanto en cuartos de finales se cruzó nada menos que con el titular mundial, Elkhan Mammadov y también le ganó por igual vía, aunque en este caso debido al abandono de su rival por lesión.

Su boleto semifinalista lo sacó de manera convincente con otro ippón de leyenda, recetado esta vez al alemán Karl-Richard Frey, en un combate donde iba perdiendo por dos shidos debido a un pésimo arbitraje, chiflado varias veces por el público de la instalación.

En el pase al título, el antillano volvió a exhibir explosividad y mucha rapidez para ejecutar sus técnicas, con las cuales proyectó  a Ivan Remarenco, de Emiratos Árabes Unidos, un judoca al que nunca había enfrentado y que finalmente alcanzó el bronce en esa división.

Por su parte, el último cubano, Oscar Braison ganó por descalificación ante el venezolano Pedro Pineda, a quien le marcó wazari antes de sus cuatro penalizaciones. Sin embargo, en su segunda salida se vio algo lento y fue derrotado por wazari del japonés Ryu Shichinohe, el mismo que lo sacara de medallas en el Grand Slam de París este año.

Cuba, faltando solo la jornada por equipos marcha tercera general por países, empatada con Brasil, ambos con 1-1-2, y por detrás de Japón (4-2-3) y Francia (2-1-4). En el apartado femenino nuestro equipo es cuarto (1-0-2) detrás de japonesas (2-1-2), francesas (1-1-3) y brasileñas (1-1-1). Los hombres de Justo Noda terminaron  octavos gracias al subtitulo de Armenteros.

Conversando con la campeona

Si alguna judoca cubana es referencia obligada hoy en este difícil y cada vez más espectacular deporte, esa es Idalis Ortiz. Lo ha alcanzado todo sin cumplir aún los 25 años. Campeona olímpica en Londres 2012, campeona mundial en Río de Janeiro 2013 y otra vez titular del orbe en el 2014 en esta ciudad rusa, donde compitió con una cábala: un púlover debajo del kimono que siempre usa desde la capital inglesa.

Sin embargo, Ia artemiseña gusta de las palabras como de los ippones. Se expresa con soltura y es capaz, en medio de tanta alegría y euforia de toda la delegación, de respirar profundo para reconocer que “este oro se lo debía a mi pueblo, a esa Cuba que tanto amo”.

“Venía muy dolida del Grand Prix de La Habana, porque vez primera se hacía un torneo con esa calidad y magnitud y no pude alcanzar los resultados que esperaba yo y sobre todo el pueblo. Realmente me sentí mal porque la gente me pedía el oro y quedé hasta sin medallas. Venía presentando problemas personales que todos tenemos alguna vez en la vida y no entrené lo suficiente.

“Por eso me preparé consciente en estos dos meses y vine al mundial con la mentalidad de demostrar que ese quinto lugar en La Habana no era la realidad, porque incluso allí no fueron las principales figuras de mi división. Por eso este oro se lo debía a mi pueblo, a esa Cuba que tanto amo”.

¿Fue una competencia tranquila para ti hasta la semifinal?

“Esto es un gran evento, aquí estaban las 25 mejores mujeres del mundo en mi división. No faltó nadie. Y todas vienen, como yo, a buscar una medalla, aunque solo cuatro podemos salir felices ahora. No fue nada fácil, aunque es cierto que gané mis combates sin problemas. Solo ratifiqué con mi judo que soy la campeona vigente y que hay que respetarme siempre”

¿Algún comentario del combate con la alemana y la francesa, tal vez las rivales más enconadas?

“Con la alemana Kuelbs competí también el año pasado en el mundial de Río de Janeiro, donde me costó más trabajo que ahora ganarle, pero reitero que todas son atletas son fuertes y uno siempre tiene que ser precavido y muy inteligente en cada táctica trazada para los combates. Todas son experimentadas y profesionales y no te puedes dar el lujo de bajar la guardia porque pierdes..

“Contra la francesa es cierto que se complicó y fui a tiempo extra, pero no ando evaluando el arbitraje (algunos dicen que el último shido no debió cantármelo) porque nos han enseñado a concentrarnos en lo que tenemos que hacer para ganar. Sí me sentí tensa con esa regla de oro porque la idea era definir en el tiempo reglamentario, ya que la primera que marque en ese tiempo extra se lleva la victoria y uno no puede arriesgar tanto”.

¿Cómo valoras la actuación del equipo?

“Hemos salido mejor que el mundial del pasado año y del efectuado en el 2011, el cual era precedente a los Juegos Olímpicos de Londres. En Brasil 2013 solo fue un oro, (el mío) y en el de París no tuvimos medallas individuales, solo un bronce por equipos. Aquí ya teníamos dos terceros lugares y con la ratificación de este título superamos esas actuaciones. El equipo se preparó bien, quizás pudieron ganarse más medallas, pero las muchachas compitieron con todo”.

Ser considerada la mejor judoca del mundial. ¿Se te sube la fama a la cabeza?

“Para nada. Ser eso solo significa que estoy realizada como judoca, porque regreso de Londres campeona olímpica, regreso de Río campeona mundial y ahora regresaré de Chelyabinsk con otro oro mundial. Ser eso, además de medallista de bronce olímpica en el 2008 y de doble medallista de bronce mundial (2009 y 2010) no va a cambiar mi personalidad. Seguiré siendo la Idalis de los niños, una cubana más”.

¿Este título te impulsa también hasta los Juegos Olímpicos del 2016?

“Ahora me siento mucho mas presionada, porque mi palmarés ha crecido y los resultados hay que mantenerlo porque la gente no entiende luego las derrotas. Yo misma me he puesto un puntal alto y eso exige más sacrificio, pero sí, llegaré a los Juegos Olímpicos. Hay Idalis para rato”.

En el primer llanto por el oro mencionaste a tus padres…

“En los primeros que pensé fue en ellos padres, porque han sido uno de los responsables de que hoy esté aquí. Ahora están bien de salud, pero mi mamá estuvo muy grave y mi papá también. Por eso lloré y les dediqué esta victoria”.

¿Qué hay de cierto que siempre te pones el mismo pulóver para competir debajo del kimono?

“(Lo muestra) Ya está un poco deteriorado, pero este pulóver desde que competí en los Juegos Olímpicos de Londres siempre me lo pongo. Si salieron bien las cosas allí lo uso hoy como cábala. Creo que ahorita habrá que cambiarlo, pero por el momento se queda conmigo” (risas).