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Las esperanzas de Brahimi son pocas

Brahimi, enviado especial de la ONU a Siria.

Brahimi, enviado especial de la ONU a Siria.

El enviado especial de la ONU, Lakhdar Brahimi, abandonó Siria con pocas esperanzas de que una tregua en ocasión de una festividad religiosa pueda ser la base para el inicio de un diálogo que solucione la crisis en esta nación levantina.

Tras una gira por Arabia Saudita, Iraq, Irán, Turquía, Líbano y Jordania, el funcionario internacional arribó aquí con la idea de lograr un cese unilateral de las hostilidades por parte de las autoridades locales durante Eid al-Adha o fiesta del sacrificio entre los musulmanes, que se extendería entre el 26 y 29 de noviembre.

El presidente Bashar al-Assad cuando recibió al emisario expresó que el país esta abierto a cualquier esfuerzo sincero para encontrar una solución política a la crisis, sobre la base del respeto de la soberanía siria y el rechazo a la injerencia extranjera.

El mandatario fue precisó al plantear que cualquier iniciativa o proceso político deberá basarse esencialmente en el principio de detener el terrorismo, lo que requiere del compromiso de los países involucrados con el cese de sus acciones para apoyar, armar y albergar a los terroristas.

Por otra parte, buena acogida encontró la idea en sectores de la oposición, lo que tal vez ilusionó al representante de la ONU, aunque fue claro el mensaje de estos de que mientras exista estímulo desde el exterior para las bandas armadas será imposible un arreglo y un diálogo.

Brahimi debe informar hoy al Consejo de Seguridad, a través de una videoconferencia desde El Cairo y el próximo día 29 pudiera estar en Moscú como parte de su periplo encaminado a armar una propuesta.

Las esperanzas del diplomático argelino pueden salir fortalecidas, pues el Consejo analizará aprobar este miércoles dos declaraciones, la primera sobre el apoyo a un cese de la violencia en Siria durante Eid al-Adha y la segunda sobre el atentado terrorista perpetrado, el último domingo, en el barrio damasceno de Bab Touma.

Durante su visita a Rusia, donde será recibido por el canciller Sergei Lavrov, el enviado especial de las Naciones Unidas llevará en carpeta un cúmulo de planteamientos e ideas recogidas durante su gira, las cuales pudieran ayudarlo en su empeño de crear una especie de hoja de ruta para solucionar la crisis.

Moscú mantiene firme que los esfuerzos deben estar dirigidos a llevar a la práctica los principios incluidos en la Declaración de Ginebra sobre Siria, respaldados por Damasco y que, pese a su aprobación, algunos miembros del Consejo de Seguridad parecen ignorar.

Por lo pronto, en público, Brahimi vino con una idea, la cual no se sabe si se concretará, y se llevó nuevas propuestas para poner fin a una crisis que amenaza ya con regionalizarse.

(Con información de Prensa Latina)