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Lo que dice el falso editorial de The New York Times sobre Wikileaks

Falso editorial NYTimes

El diario estadunidense The New York Times fue avergonzado este domingo luego que Wikileaks publicara un editorial bajo el nombre del ex directivo Bill Keller.

El editorial, titulado “Wikileaks, a Post Postscript”, fue supuestamente publicado durante el fin de semana por el diario y aparece como si fuera escrito realmente por Keller, quien fue director ejecutivo del periódico hasta el pasado septiembre.

El texto parecía tan real que fue comentado en Twitter nada menos que por el editor de tecnología de la publicación, Nick Bilton, quien hizo referencia al texto y publicó el enlace, calificando de “pieza importante” la aparente defensa de la organización de Julian Assange.

A continuación reproducimos fragmentos del editorial:

Wikileaks, una posdata

Por Bill Keller

Publicado: 29 de julio 2012
The New York Times

COMO no faltan los rumores sobre el bloqueo contra el potencial financiero del New York Times por Visa, Mastercard y American Express por haber dado crédito a los cables del gobierno de Estados Unidos publicados por Wikileaks, me encuentro en la incómoda posición de tener que defender a Wikileaks. Durante la audiencia del subcomité Judicial de la Cámara el 11 de julio, varios republicanos dejaron en claro que también quieren que los periodistas de The New York Times sean acusados ​​en virtud de la Ley de Espionaje por sus historias recientes acerca de la "Lista para matar" del presidente Obama y los secretos de Estados Unidos en torno a los ataques cibernéticos contra Irán.

Como conocen quienes han seguido mi turbulenta relación con WikiLeaks y su gurú en jefe Julian Assange, soy de los primeros en la fila cuando se trata de distanciarme de sus estrategias de transparencia sin control ni contrapesos del gobierno. Usted no tiene que abrazar a Assange como un espíritu cercano para creer que lo que hizo al publicar los cables está bajo la protección de la Primera Enmienda. Las presiones entre bastidores del Departamento de Estado de la Administración Obama para ampliar el bloqueo económico contra WikiLeaks va demasiado lejos.

He dicho en repetidas ocasiones, en forma impresa y en una variedad de foros públicos, que considero un intento de criminalizar a WikiLeaks por publicar de estos documentos y un ataque contra todos nosotros, y creo que los medios de comunicación deben alinearse en su defensa.

Aunque estoy seguro de que las organizaciones de noticias no van a sucumbir a estas tácticas orwellianas. Este nuevo capítulo en la saga de Wikileaks me hace añorar la época en que The Times y otros medios de comunicación, eran los guardianes responsables de la información.

Uno de los papeles más difíciles del editor en jefe es decidir cuándo detener una historia aun cuando los periodistas de investigación están dispuestos a arriesgarse a ir a la cárcel. Estas decisiones nunca son fáciles. Me encontré con este dilema como editor de The Times con la historia de la escuchas sin orden judicial de los ciudadanos americanos a cargo de la Agencia de Seguridad Naciona (NSA). Como escribí en mi artículo del 16 de diciembre 2005 justifiqué mi decisión para posponer la historia de la NSA durante un año, por “un argumento convincente de seguridad nacional. "

The Times tuvo acceso exclusivo a los cables de Wikileaks y se cuidó de salvaguardar la seguridad nacional del escrutinio legal y público. Aunque debo decir que aún no hemos tenido referencias de cualquier daño real o consecuencias de los cerca de 260.000 cables publicados en 2010.

A pesar de la valiente negativa de PayPal para participar en el bloqueo contra The New York Times, aun cuando me parece un poco engañoso, ya que no aceptamos pago de suscripción a través de PayPal, sin embargo, su posición es admirable y debe ser aplaudido... Después de la primera victoria de Wikileaks contra Visa en Islandia, habría que instar a Visa, Mastercard y American Express a adoptar una postura similar en contra de la utilización de los embargos financieros para prohibir a los partidarios sus contribuciones o suscripciones en contra de lo que establece la Primera Enmienda y la libertad de expresión.

Ojalá estas fueron mis últimas palabras en el drama existencial que es WikiLeaks, pero no se hagan ilusiones. Con un jurado en espera de Assange, la sentencia de extradición, y Bradley Manning en la corte marcial, la posdata de Wikileaks no ha hecho más que empezar. Me temo que estoy condenado a ver la obra A puerta cerrada, de Sartre (¿o es esto El proceso de Kafka?).

(Versión de Cubadebate)