Por Jacobo G. García/Dpa
Ramos de flores para el domicilio de Carlos Fuentes. OMAR TORRES/(AFP)
El cuerpo de Carlos Fuentes pasó la noche en su casa de la colonia San Gerónimo, en el Sur de la capital mexicana, muy cerca de donde viven dos de los grandes escritores en español, y dos de sus grandes amigos: los colombianos Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis.
Rodeado de escritores pero, sobre todo, despedido por amigos, hasta la pequeña calle empedrada Apóstol Santiago se acercaron decenas personas que han pasado la noche junto a su viuda Silvia Lemus.
Para los demás, la red social Twitter se ha convertido en el gran muro de lamentaciones en la que canalizar el desahogo. Entre ellos la cantante Chavela Vargas quien escribió: "uno a uno mis amigos se van marchando y yo aquí sigo".
También lo hizo el presidente Felipe Calderón que se acercó a dar el pésame a su viuda y lamentó la muerte de un "mexicano universal". Visiblemente afectado, el mandatario mexicano destacó la sorpresa que supuso su repentino fallecimiento y su marcha en un momento de "madurez creativa".
Entre las personalidades del pensamiento y la cultura destacaron el rector de la UNAM José Narro o los escritores Federico Reyes Heroles, el catalán Ramón Xirau, la viuda de José Saramago, Dolores del Río, Héctor Aguilar Camín y su esposa Ángeles Mastretta o Elena Poniatowska. Precisamente su gran amiga, 'Elenita' lamentó su muerte "ahora que nuestro país necesita más que nunca a la gente que piensa".
Reyes Heroles destacó también la dimensión americanista de Carlos Fuentes: "Era un gran conversador y un gran conferencista en español, en inglés y en francés", idiomas que manejaba con fluidez. "Su gran pasión era Iberoamérica. Le gustaba enseñar México a los argentinos, que los mexicanos conocieran más Colombia o que Brasil aprendiera de Centroamérica", señaló al pie del féretro.
Azote de políticos, Fuentes se murió sin el Nobel pero siguió la estela de intelectuales mexicanos como Octavio Paz que lo abarcaron todo. Tan universales como críticos con su México.
Aun así no faltaron las condolencias de toda la clase política de izquierda a derecha sin dejar ningún matiz en el panteón ideológico. Llamó especialmente la atención el twit enviado por Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI: "aunque no siempre coincidimos en nuestras opiniones políticas, siempre reconoceré su extraordinaria obra. Descanse en paz Carlos Fuentes", escribió el candidato que lidera las encuestas para convertirse en presidente el 1 de julio. Precisamente Fuentes llamó ignorante a Peña Nieto hace pocos meses cuando fue incapaz de citar tres libros que marcaron su vida. "No tiene derecho a ser presidente de México por ignorante", llegó a decir el escritor.
El nombre de Carlos Fuentes sonó varias veces para el Nobel a lo que siempre respondía: "No lo recibió Tolstói, no lo recibió Chéjov, no lo recibió Kafka ¿por qué me lo iban a dar a mí?". Cuando en 2010 lo logró Mario Vargas Llosa los críticos literarios entendieron que se había escapado su última posibilidad. "En todo este tiempo fuimos amigos y nunca nada empañó nuestra amistad", recordó el Nobel peruano al conocer su muerte. "Deja una obra enorme que, aunque estribada principalmente en la realidad, la historia y la problemática de México, se alimentó de todos los grandes movimientos literarios y culturales de su tiempo, porque, aunque muy mexicano y muy latinoamericano, Carlos Fuentes fue un hombre universal", subrayó Vargas Llosa al diario Reforma.
Escritor con disciplina
Desde la casa donde vivió toda su vida, amigos y escritores desgranaron algunas anécdotas de este hombre que aprendió literatura en las piernas de Alfonso Reyes de quien recordaba una lección: "no se es un escritor sin disciplina". Otros recordaron que Fuentes escribió tanto (más de 60 novelas) que su dedo índice quedó deforme.
Desde España, llegaron los pésames de Mariano Rajoy y de Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes, institución que en 1987 lo distinguió con el Premio Cervantes. En aquel momento Fuentes dijo en su discurso en la universidad de Alcalá de Henares: "Abro el pasaporte y leo: Profesión: escritor, es decir, escudero de Don Quijote. Y lengua: española, no lengua del imperio, sino lengua de la imaginación, del amor y de la justicia; lengua de Cervantes, lengua de Quijote". Para la Ministra de Cultura de México (CONACULTA), Consuelo Saizar, con la muerte de Fuentes "la Ñ está de luto". Pero si el fallecimiento del escritor mexicano más internacional ha sorprendido al país, también las causas. Con 83 años, Fuentes gozaban de una buena salud y el lunes pasado empezó a escribir su última novela pero una hemorragia intestinal repentina terminó con él en pocas horas.
El escritor dejó preparada su tumba en el cementerio de Montparnasse de París para ser sepultado junto a sus hijos Carlos y Natasha. Fuentes quería descansar en el mismo camposanto donde están su amigo Julio Cortázar, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir o Samuel Beckett, y había dejado preparada la lápida, según contó él mismo en Buenos Aires días antes de morir.
"Tengo un monumento muy bonito esperándome", dijo a la prensa argentina durante su visita para la Feria Internacional del Libro. "Se acerca el momento de ir a ocuparlo".
A partir de las 12 del mediodía (las 19.00 hora de España) Fuentes recibirá un homenaje en el Palacio de Bellas Artes en el corazón del Distrito Federal, el lugar donde son veladas las grandes estrellas de la cultura mexicana, de Octavio Paz a Cantinflas. Se espera que miles de personas se acerquen a darle su último adiós a este hombre que revolucionó las letras, y que todos los días se sentaba a las ocho de la mañana ante el folio en blanco para escribir a mano.
(Tomado de El Mundo.es)