Las Tunas y Matanzas alcanzaron sus primeras victorias de la postemporada al superar a Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, respectivamente, dos conjuntos que carecieron de picardía en los desafíos de la tarde.
Los avileños de Roger Machado se desmantelaron a la defensa, una de sus armas más poderosas en el último lustro, y dejaron escapar el primer duelo frente a los Leñadores, aupados por una vibrante afición que colmó los espacios del parque Julio Antonio Mella.
Luego de cometer apenas 68 marfiladas en 96 partidos en la etapa regular, los Tigres acumularon la friolera de cuatro pifias -costaron dos anotaciones-, y sufrieron además la ausencia de su as, Vladimir García, frente al también estelar Yoelkis Cruz, quien apenas permitió libertades durante siete capítulos.
El espigado derecho espació nueve inatrapables y supo controlar las situaciones complicadas que se le presentaron para entregar con ventaja el encuentro al relevista Carlos Juan Viera, impecable con cuatro ponches frente a ocho contrarios.
Alexander Guerrero contrarrestó el cuadrangular de Yorelvis Charles en la séptima entrada y le desapareció la Mizuno 200 a Yander Guevara con dos a bordo, renta que los Tigres no estuvieron nunca listos para remontar.
Quienes sí supieron jugar al remolque y venir de atrás fueron los matanceros. Y es que no puede ser diferente, Víctor Mesa es pura inspiración, exprime a todos y finalmente logra su cometido, ganar juegos de pelota.
En el segundo acto contra los espirituanos se vio con desventaja de dos en el séptimo, pero sus hombres ligaron tres inatrapables, un pelotazo y un fly de sacrificio para tomar la delantera.
Jorge Alberto Martínez y Joel Suárez se combinaron desde la lomita para dominar a la tanda de los Gallos, que lució apática y sin chispa en el plato, lo que a la postre les pasó la cuenta.
De esta forma, los Cocodrilos igualan la serie y viajaran a predios espirituanos en pos de obtener al menos una victoria que les asegure regresar al Victoria de Girón.