El noruego Anders Behring Breivik ha leído una declaración de 13 páginas ante el tribunal de Oslo que le juzga por el asesinato de 77 personas el pasado julio de 2011 y en la que ha reconocido que no se arrepiente de haber cometido el doble atentado. "Sí, volvería a hacerlo", ha afirmado el ultraderechista durante la lectura de su escrito, autorizada esta mañana por el tribunal que, no obstante, le ha interrumpido para pedirle moderación verbal por respeto a los supervivientes y los familiares de las víctimas. Los abogados ya habían advertido de la dureza del texto.
"He llevado a cabo el ataque más espectacular y sofisticado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial", se ha jactado Breivik en su declaración. En ella, el acusado ha hecho un alegato de sus ideas ultraderechistas sosteniendo que Europa se ha convertido en una dictadura multicultural y pidiendo un modelo democrático basado en la pureza de la nación. Breivik ha citado a Japón y Corea del Sur como sus referentes políticos y ha asegurado que hay que forzar al partido laborista a cambiar sus políticas de inmigración para evitar la "colonización de Noruega" y una eventual guerra civil "en el futuro".
Breivik no ha negado en ningún momento la crueldad de sus ataques pero los ha justificado diciendo que "la brutalidad no es necesariamente diabólica". Además, el ultraderechista ha asegurado que creció en una "zona de conflicto" de Oslo, y que lucha en defensa de los "indígenas europeos". Los periodistas también se han convertido en blanco de las acusaciones de Breivik que les ha calificado de traidores y antinacionalistas. Al final de su alegato, el acusado ha pedido la absolución por haber cometido los ataques en "legítima defensa".
La sesión se ha reanudado, tras un receso, con la intervención de la procuradora que ha comenzado el interrogatorio a Breivik para intentar saber "por qué se ha convertido en lo que es". Preguntado sobre quién le ha dado el mandato de "defender al pueblo noruego" Breivik ha asegurado que ningún Estado soberano lo ha hecho y que es él "y otros nacionalistas europeos" quienes se lo han dado a sí mismos. En este sentido, ha asegurado que existen otras dos células autónomas constituidas cada una por una persona. El terrorista ha reconocido que Al Qaeda es "la organización revolucionaria más grande del mundo" y una "fuente de inspiración" para él. Además, Breivik ha comparado sus ataques con el bombardeo de Hiroshima que, a su juicio, fue brutal pero necesario. El ultraderechista se ha defendido, también, de las acusaciones sobre su personalidad. "Dicen que soy narcisista pero los narcisistas no sacrifican su vida. Yo no pensé que sobreviviría al 22 de julio", ha sentenciado.
El juicio ha sufrido un retraso al tener que reunirse la sala por una petición de recusación hecha tanto por la defensa como por la acusación. La imparcialidad de Thomas Indrebo, uno de los ciudadanos designados para juzgar a Breivik, ha sido puesta en entredicho por las partes al hilo de unas declaraciones en las que manifestó: "La pena de muerte es la único resultado justo en este caso". El tribunal ha decidido, finalmente, sustituir a Indrebo por una reserva.
Anders Behring Breivik, de 33, está siendo juzgado por el asesinato de 77 personas. En julio de 2011, el noruego colocó una bomba que él mismo había fabricado en una plaza de Oslo en la que se sitúan varios edificios gubernamentales y que provocó la muerte de ocho personas. Posteriormente se dirigió a la isla de Utoya donde abrió fuego contra un campamento de las juventudes del partido laborista asesinando a 69 personas para, después, entregarse a la policía.
Breivik siempre ha asumido la autoría del doble atentado pero no se considera culpable y lo fundamenta en una "legítima defensa" contra el multiculturalismo que, según sus palabras, impera en Europa. En el proceso se tratará de determinar la responsabilidad penal de Breivik que sufriría esquizofrenia paranoide según uno de los informes pero estaría mentalmente sano según otro. De ello depende que sea condenado a 21 años de prisión o a internamiento en un centro de salud mental.
(Tomado de El País)