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EEUU presionó a Alemania para lograr impunidad de agentes de la CIA violadores de DDHH

masri. Foto: The New York Times

Khaled el -Masri, alemán de descendencia libanesa, que fue secuestrado y torturado por agentes de la CIA. Foto: The New York Times

Funcionarios norteamericanos ejercieron una fuerte presión para que no se aplicaran las órdenes de arresto contra oficiales de la CIA vinculados al secuestro en el 2003 de un ciudadano alemán erróneamente calificado como terrorista, revela un cable de Wikileaks.

John M. Koenig, el segundo de la misión norteamericana en Berlín, amenazó a los alemanes de "medir cuidadosamente cada paso por sus implicaciones en la relación con los EEUU" en el caso de Khaled el -Masri, un alemán de descendencia libanesa.

Masri dijo que fue retenido en la frontera con Macedonia, enviado a una prisión secreta y torturado antes de que se reconociera que había sido un error y se le dejara en libertad, reseña The New York Times.

Los cables de Wikileaks reafirmaron lo que antes sospechaban líderes de la oposición en Alemania: que la intensa presión política de Washington fue la razón verdadera por la que Alemania nunca insistió en el arresto y extradición de los 13 operativos de la CIA, finalmente encauzados por sentencias en España y Munich, pero que han logrado evadir la justicia hasta hoy.

"La información muestra claramente el doble rasero moral del gobierno de EEUU", comentó un experto cubano consultado por Cubadebate.

"Es claro el contraste entre el ensañamiento, forzando y manipulando la aplicación de la ley en forma despiadada contra los Cinco cubanos presos en Estados Unidos, quienes no cometieron ningún crimen contra ciudadanos estadounidenses y aportaron información sobre actividades terroristas que fueron trasladadas a dicho gobierno, mientras que esa misma administración intervino con fuerza ante las autoridades alemanas para garantizar la impunidad de los 13 agentes de la CIA", añadió.

Los agentes de la CIA estuvieron implicados en "una abominable violación de los Derechos Humanos" cometida contra un ciudadano alemán, quien fue secuestrado ilegalmente, trasladado secretamente a Afganistán y sometido allí a torturas y vejaciones, logrando así, con la complicidad del gobierno de Bonn, frustrar la aplicación de la ley y la justicia.

"Dos extremos que  ilustran cómo entiende EEUU  e interpreta según sea el caso este concepto del que tanto hablan", concluyó.