Mujeres, de fiesta este 23 de agosto en Cuba

Texto de Mariela Pérez Valenzuela/ Revista Mujeres

Han transcurrido 54 años desde que un 23 de agosto se fundara la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en la que se unieron distintas organizaciones femeninas existentes en la nación antes de 1959. Organización que en estas décadas logra un amplio desarrollo económico y social de la gran masa femenina que ahora forma parte indispensable de todos los sectores del país.

Supo su primera y única presidenta nacional, la guerrillera del llano y de la Sierra Maestra, nuestra Heroína, la santiaguera Vilma Espín Guillois, conducir el proceso de transformaciones de millones de mujeres hasta entonces preteridas al cuidado de los hijos y la familia, tareas a las que no han renunciado, pero que se complementan con el estudio y el trabajo y la realización de sus más íntimos anhelos, demostrando que resultan imprescindibles para el desarrollo de la nación.

Cambió mucho la mujer cubana en estos años de continua batalla no solo contra el machismo heredado de la colonia y la sumisión del sistema capitalista, que tampoco le concedía la posibilidad de crecerse.

Con su quehacer cotidiano de más de 50 años, las mujeres cubanas se han ganado muy bien el lugar que ahora tienen en la sociedad. Desde la cortadora de caña hasta la hacedora de poesía, ellas han cumplido en cada momento que les ha tocado vivir, con el deber ciudadano, el primero de ellos, servir a la Revolución y al país.

Las abuelas que fueron, las madres después y las hijas de ahora, se integraron a la FMC y vieron ante sus ojos un diapasón de oportunidades. Estudiar fue primero la palabra de orden, convertirse en mujeres de ciencias y de letras, escalando montañas sociales que las llevaron a integrarse en las fuerzas militares o a trabajos antes impensados, han sido sus lugares.

Mucho tienen que agradecerle las cubanas a la FMC, una organización que en este 2014, y a la luz de las transformaciones económicas y sociales que tienen lugar en el país, adapta sus programas y proyectos a las nuevas condiciones y retos.

Son más de cuatro millones de integrantes de las de la Federación, pues desde los 14 años de edad las adolescentes nutren sus filas de manera voluntaria.

Esa fuerza es imbatible ante cualquier obstáculo –personal, colectivo, nacional- que pueda presentarse en el camino. El ejemplo de Vilma, la joven santiaguera que exaltó la figura de la mujer cubana para todos los tiempos, sigue acompañando a las nuevas generaciones.