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Robo de electricidad: Apuntes sobre una estafa conocida

En el año 2020 se impusieron más de 13 mil multas por detección de fraudes eléctricos. Diseño: Rogelio Carmenate/Cubadebate.

Todavía hay quienes, “como pícaros pilluelos”, se atreven a trastocar el contador de sus viviendas para pagar menos por la energía. Las fórmulas varían en dependencia del grado de conocimiento o atrevimiento hacia las cuestiones eléctricas o la pura codicia que de gastar más y pagar menos.

Quienes se auxilian tras los métodos fraudulentos emplean procedimientos cada vez más sofisticados: manipulan la relojería, usan imanes potentes para evitar que el metro contador registre toda la energía que se consume o de forma sistemática conectan de manera directa a la línea eléctrica uno o varios equipos burlando el registro del metro contador.

Al decir de directivos de la Unión Eléctrica, todos los casos anteriores pueden estar agravados con casos de hechos de corrupción, donde han podido estar involucrados trabajadores de la empresa eléctrica.

“Que permiten o proponen a los consumidores algunas de las violaciones anteriormente descritas, del cual pudieran recibir beneficios personales y aunque no es una acción generalizada, al menos un caso que exista empaña la integridad de nuestra entidad”.

Un asunto que bien conocen varios de nuestros lectores a través de quejas recibidas en nuestra web.

Para Raul, es un tema común en nuestros barrios el negocio con cobradores e inspectores. Según describe, tener dos relojes es una de las artimañas. “Conozco lugares como Río Verde en Boyeros que muchos no pagan electricidad al estado y lo hacen a trabajadores, pagando tarifas planas por cada aire acondicionado; mientras que en Alamar el relajo es similar donde en un edificio de 30 apartamentos 5 no pagan la electricidad y los Split todo el día conectados”.

Según dijo a Granma, Leisy Hernández González, directora comercial de la UNE en La Habana, las irregularidades son identificadas, tanto en los procesos de medición como de facturación, pero sobresalen en este último. Funcionarios de la UNE alertan a la población que ante cualquier inquietud o irregularidad en la actividad desempeñada por los inspectores eléctricos pueden tramitar su queja o denuncia inmediatamente.

Ante la detección de robo de electricidad corresponde la aplicación del Decreto Ley 260 sobre las Contravenciones personales de las regulaciones del servicio eléctrico. Además, en el artículo 325 del Código Penal se establece que la persona que sustraiga fluido eléctrico puede ser sancionado con privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas.

Solo en el año 2020 se impusieron más de 13 mil multas por detección de fraudes eléctricos, con un promedio de 2,3 MWh por cada estafa detectada, recuperándose “una energía de 31 mil 964 MWh en todo el año”. Entre tanto, durante el 2021, hasta el mes de febrero se aplicaron 1 mil 467 multas, recuperándose unos 3 mil 337 MWh de energía.

Si bien es cierto que las conexiones sin autorización a las redes eléctricas, tales como las llamadas tendederas pululan en las viviendas que se construyen ilegalmente, estas también se extienden al sector privado. En el sector cuentapropista, cooperativo agropecuario, así como el estatal vinculado fundamentalmente al comercio y la gastronomía, es reiterado el enmascaramiento de actividades ilícitas no vinculadas al nivel de actividad aprobado.

Según refiere un documento de la Unión Eléctrica al que tuvo acceso Cubadebate, entre las principales causas asociadas a este tipo de ilegalidad se encuentran el nivel de metros contadores existentes en todas las provincias que se encuentran ubicados en el interior de la vivienda, la no existencia de un correcto sellado y certificación del servicio para cada una de las rutas, así como la falta de análisis e investigación incorrecta de las claves de facturación relacionadas con las casas cerradas, metros defectuosos, ceros consumo y la disminución o aumento del consumo en los clientes.

El sector no residencial tampoco escapa de este flagelo. Como reconoció Jorge Armando Cepero Hernández, director general de la Unión Eléctrica (UE), la corrupción de algunos trabajadores y administrativos conlleva a la invasión del tendido delante del metrocontador, para utilizar esa corriente en más producción, que claramente será desviada.

“A veces sucede, añadió, que la distribución del plan de consumo del organismo no llega a algunas entidades, y ciertos directivos deciden tomar energía igualmente, sin un plan que lo respalde, ya sea por mal desglose de la corriente planificada en el mes o que el plan no es suficiente para todos los establecimientos y se prioriza entonces, según las necesidades”.

Para frenar estas ilegalidades, la Empresa Eléctrica propone entre otras acciones, inspeccionar a los 39 mil cuentapropistas cuya materia prima fundamental es el uso de la electricidad para el desempeño de su actividad; mover hacia el exterior los metros contadores que se encuentran dentro de la vivienda, así como estudiar los 3 mil bancos de transformadores medidos en los secundarios ubicados en las provincias de Artemisa, La Habana, Matanzas, S. Spíritus y Camagüey.

Igualmente resulta vital el completamiento de la plantilla de inspectores eléctricos residenciales, la cual se encuentra cubierta al 73 %, teniendo un déficit de 414 personas de este tipo en todo el país para ejercer la actividad así como garantizar el sellaje y certificación del servicio por rutas, a partir de un plan establecido para cada oficina comercial.

Varias son las alegaciones de los infractores para justificar su conducta. Algunos se escudan bajos las nuevas tarifas y los que tienen equipos de alto consumo no consideran la opción de ahorrar, pero si están dispuestos a sobornar a los lectores- cobradores.

A pesar de las acciones tomadas, el hurto de corriente persiste y se ingenian nuevas formas de cometer el delito. Las eléctricas pérdidas provocan costos importantes que influyen de forma negativa en la economía del país ante esta energía dejada de facturar.