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Un estado en destierro, el Saharaui, donde el desierto es el gran mar desaguado (II)

“Antes de cada oasis hay un desierto que afrontar”.

Proverbio Saharaui 

Federica Cresci junto a la Brigada Médica Cubana que trabaja en los campos de refugiados.Foto: Federico Mazzinghi.

En la segunda parte de mi reportaje sobre la “Misión 2020” en los campos de refugiados saharauis en Argelia, en particular en Auserd y Rabuni, mi voz allí seguirá siendo: Federica Cresci, quien esta vez entrevistó a Federico Mazzinghi, jefe del Proyecto Saharawi-TorVergada CittàVisibili.

Gracias a la página del Facebook del plan pude conocer que este es un “proyecto de colaboración entre los estudiantes del curso de licenciatura en Medicina- Cirugía en lengua italiana e inglesa de la universidad de Roma TorVergada y la R.A.S.D. (República Árabe Saharaui Democrática).

“El Proyecto Saharaui –TorVergada nace en el 2017 del empeño de un grupo de estudiantes que se interesaron en la causa, hasta ahora todavía demasiado desconocida, del pueblo saharaui. Empezamos en punta de pies, agregándonos a viajes solidarios organizados cada año por algunas asociaciones toscanas para dar continuidad a varios proyectos de carácter humanitario. De este modo tuvimos la posibilidad de aprender a conocer de cerca este pueblo, su cultura, su historia y sus muchas necesidades, creando contactos importantes con instituciones y estructuras sanitarias locales. En los últimos años, gracias al mayor conocimiento de las características de este pueblo y a las crecientes adhesiones que nuestro grupo está logrando en la universidad de TorVergada, y en otras universidades italianas, orientamos nuestros proyectos hacia problemáticas específicas.

“Estamos haciendo un test de evaluación de predominio sobre la diabetes, particularmente presente en la población saharaui. Lograr tener un cuadro preciso de la situación podría ayudar a encontrar las causas de la difusión y podremos actuar con más eficacia. Con costos económicos relativamente contenidos se podría conseguir una enorme ventaja en términos de salud y calidad de vida.

“Es un proyecto iniciado en el 2018, que continuáremos en el tiempo para poder ampliar la muestra de estudio: los resultados obtenidos parecen confirmar lo que hallamos en la práctica clínica de todos los días. Entre los saharauis la diabetes está difundida y, lastimosamente, insuficientemente tratada, sea por falta de recursos, sea por falta de conciencia de parte de la población.

“Junto al estudio, intentamos programar un proyecto de información y sensibilización que, para nuestra gran satisfacción, lo continuó el personal local.

“Otro punto fundamental de nuestro proyecto es la recolección de fármacos dirigida hacia los que se utilizan más en los campos de refugiados: medicamentos hipoglucemiantesorales y medicamentos inhibidores de la ECA (contra la hipertensión). En general buscamos satisfacer sus solicitudes y abastecerlos de los fármacos habitualmente prescritos por los médicos del lugar, muy bien preparados pero sin medios necesarios para tratar las más simples patologías. Además, desde el 2020, tenemos una nueva colaboración con algunos hospitales italianos: haremos un test de evaluación  sobre la quisis cráneofacial –por ejemplo el “labio leporino”–, para localizar a eventuales pacientes que pudieran recibir un tratamiento quirúrgico en Italia, en acuerdo con la estructura hospitalaria.

“Además hemos desarrollado un estudio sobre la seguridad alimentaria, estudiando la alimentación y disponibilidad hídrica. En el agua de los campos notamos una alta concentración de nitratos, fluoruros y baja de zinc. Este es significativo porque, según muchos estudios epidemiológicos, está correlacionado con el aumento de manifestación de la diabetes, así que seguiremos indagando en tal sentido. Por último, pero no menos importante, cada año organizamos una práctica clínica en las estructuras sanitarias de los campos de refugiados.

“De este modo logramos acercar cada vez más jóvenes a la cuestión saharaui: esto es fundamental para conocer a este pueblo olvidado, buscar que cada año el grupo de estudiantes sea más numeroso, añadir ideas e incrementar la participación activa, de manera de dar continuidad a los proyectos y hacerlos cada vez más eficaces; además creamos un momento de amistad y para compartir, completando el recorrido de estudios con una intensa experiencia humanitaria. Así que no es sólo Medicina, sino también una gran oportunidad para descubrir y conocer la historia de un pueblo que no se rinde y que sigue luchando por sus derechos”, y yo añado, uno de los últimos territorios a descolonizar en el mundo.

Federico y los médicos cubanos

Federico nació en Fiesole, pero se siente orgullosamente de Sesto Fiorentino (hermanado con el pueblo saharaui desde los años ochenta), se enamoró del pueblo saharaui y del proyecto de CittàVisibili, de Nadia Conti, en el año de su fundación, en 2016, y enseguida “nació la necesidad de ayudar concretamente a este pueblo. La propuesta al gobernador de Auserd de crear un proyecto sanitario que llevara en los campos a estudiantes, partiendo de la facultad de Medicina de TorVergada, fue aceptado. Ya son cuatro años que viajamos a los campos, sin contar el viaje de exploración inicial, hoy somos 44 miembros.

“Ya en el primer año efectuamos un aprendizaje e hicimos cursos de formación en el hospital de Auserd, además de donar fármacos. En el curso del tercer año, gracias a la importante contribución de otra estudiante, Marzia Belli, se amplió ulteriormente el proyecto, orientándonos en particular hacia la diabetes. Con el empeño de los otros estudiantes, que se vuelven gradualmente activistas, potenciamos mucho este proyecto, también con fármacos donados, porque de nuestros datos aprendimos  que la tasa de diabetes parece muy alta.

“Entonces, este año decidimos ampliar la muestra, y creamos cuatro grupos. Dos de nosotros van tienda por tienda, donde las familias, para hacer el test de evaluación y aconsejar la prevención, dos de nosotros están en el dispensario para estudiar las historias clínicas y hacer visitas, y la mayoría está en el hospital de Auserd para trabajar lado a lado con los médicos saharaui. Además, este año dos personas están haciendo un documental sobre nuestras actividades y sobre el pueblo saharaui.

“También estamos muy orgullosos de que este año logramos llevar más de 200 kilogramos de fármacos (gracias, principalmente, al Centro Misionero de Florencia) y que cada año aumentan los jóvenes dispuestos a ayudarnos, porque significa que,en un porvenir, con las ayudas sanitarias, el pueblo saharaui tendrá un mayor apoyo de personas dispuestas a luchar por su autodeterminación.”

Federica continúa su entrevista preguntándole a Federico si le fue interesante encontrar a la Brigada Médica Cubana, que trabaja en los campos de refugiados  y colaborar con sus integrantes en las urgencias.

“Sí, Federica, fue una gran emoción y un gran honor. Conocemos muy bien la gran preparación médica de los galenos cubanos”.

Federico recuerda el gran aporte de Cuba al pueblo saharaui, sobre todo por la gran cantidad de estudiantes de medicina que aprenden en la Isla, y que una vez graduados, vuelven a los campos prófugos a ayudar su pueblo. Además, desde 1970, brigadas médicas cubanas están presentes constantemente en el entorno inhóspito del desierto para desarrollar un trabajo docente y de apoyo.

“Siempre debemos tener presente el trabajo, desde el punto de vista sanitario de Cuba por los países del tercer mundo, con el valor añadido de ser un país que ha sufrido 60 años de bloqueo, económico, comercial y financiero, que impone los Estados Unidos, a pesar de la condena mundial de este genocidio”.

Siempre gracias a Federica, tuve el gusto de conversar con el funcionario saharaui Abdalahi Bucheiba, vice embajador de la misión en Colombia y presidente honorario de CittàVisibili, que me recuerda cómo la política de algunos países europeos y, claramente, también de los Estados Unidos, manipula el Consejo de Seguridad de la ONU y protegen a Marruecos, para obstaculizar los acuerdos de paz, y no están interesados para nada en el derecho internacional, pero sólo en sus intereses económicos.

“Aquí en los campos de refugiados para poder sobrevivir y existir, necesitamos de las ayudas de muchos pueblos europeos, que, mucho más avanzados que sus gobiernos, nos ofrecen sus manos, nos permiten resistir y se ocupan, en plena colaboración con nosotros, por ejemplo, de adopciones a distancia, de la salud pública o de la sanidad del agua. El hecho más importante es que no sólo nos ayudan materialmente, si no que quieren conocer a fondo nuestro pueblo, no van a los hoteles de cinco estrellas, se alojan en las tiendas con las familias y comparten el vivir nuestro cotidiano.

“Para nosotros, esta solidaridad es importante, ver que los pueblos europeos apoyan nuestra autodeterminación, nos dan fuerza y así aumenta nuestra resiliencia. Sobre Cuba, tú sabes, la isla caribeña estuvo desde siempre a nuestro lado, desde el principio, en los momentos más difíciles de nuestro destierro, nos ayudó en la ONU y en el Movimiento de los Países No Alineados, en el estudio de nuestros jóvenes, en el apoyo médico en los campos. El apoyo cubano es completo, de parte del pueblo y del gobierno, en forma incondicional”.

Entonces…, sin ser cubana, pero viviendo en Cuba, amo muchísimo esta pequeña isla heroica. Concluyo, por el momento, con las palabras de la canción Valientes, del grupo cubano Buena Fe:

“Qué estoy haciendo aquí, amando a este país como a mí mismo. No, que va, no hay heroísmo, vine a darle un beso al mundo y nada más”.

(Continuará...) 

(Tomado del blog Tigridia y los indios Piccaninny)