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De la mano del fútbol

El programa de la multinacional Telesur es seguido por la teleaudiencia cubana. Foto: Telesur

Algo de De Zurda se sabía que habría también en De la Mano del Diez. Teniendo en cuenta que serían Víctor Hugo Morales y Diego Armando Maradona sus conductores. Telesur repitió la apuesta por un tipo de programa mundialista que le subiera la parada a su bastante completa cobertura de Rusia-2018.

Y otra vez la iniciativa ha sido favorable, empezando por un tema musical que se “pega” hasta en el tarareo infantil, como ocurrió hace cuatro años, en el del golpeo a la siniestra. Retornaron la maestría televisiva de Víctor Hugo, agudísimo comunicador, y el don balompédico de Maradona, equilibrio perfecto de personalidades.

El uruguayo-argentino trata de que su compañero sea protagonista, pues la oferta va atada al Barrilete Cósmico; nunca lo aplasta con conocimientos, recursos de locutor experimentado o ansias de estrellato. Esta combinación del Río de La Plata es, seguramente, pretendida por cualquier cadena televisiva, dado el peso de sus valoraciones, profesionales en el rectángulo y el Periodismo.

Las historias de De la Mano del Diez son singulares, curiosas cuando menos. Se aprecia que hubo una búsqueda acuciosa para televisarlas, porque de un día a otro no aparecen dos niñas (hermanas), una llamada Mara y la otra Dona, o se visualiza la primera película, titulada Te rompo el rating, donde Diego actuó, en 1981. Los invitados, aunque en menor cuantía que en De Zurda, vuelven a ser extraclases, y van desde futbolistas, hasta políticos de izquierda, otro lujo. Qué honor tener, por ejemplo, a Ronaldo Luis Nazario de Lima, O Fenómeno, o Evo Morales, el indio imbatible en las urnas, que hizo un estado plurinacional.

Se busca en todo momento de que el ambiente ruso aparezca, dándole el sello de Copa del Mundo en tierras eslavas. Para las nuevas generaciones queda la lección de Historia sobre los logros de la URSS en los deportes, algo a lo que Occidente siempre ha querido echarle tierra, mas le es imposible, debido a la envergadura de los triunfos, en ese y otros campos, del estado de la hoz y el martillo.

Este programa vuelve de zurda, aborda incluso temas políticos actuales, donde casi siempre está involucrada Latinoamérica: Nicaragua y su enfrentamiento a la derecha; Lula encarcelado, pero casi presidente; y López Obrador, el preferido de los mexicanos, entre otros.

Una de las emisiones más emotivas fue cuando se esclareció cómo vivieron los futbolistas argentinos la Operación Cóndor y la Dictadura Militar, además de La Guerra de las Malvinas, porque fue, precisamente en ese contexto, que su país ganó una de sus dos Copas del Mundo.

En la concreta, quien piense que se las sabe todas en materia del Más Universal, le aconsejo que complemente con De la Mano del Diez. Para los que empiezan en ese aprendizaje, es obligado escuchar disertaciones del control de balón de Messi, la explosividad de Cristiano, las “siete vidas” alemanas, el jogo bonito o las transiciones mexicanas…

Encanta ver las felicitaciones que, cada noche, se dedican a las victorias de un once de Latinoamérica y los saludos a un canal de televisión etíope, tanzano o nigeriano, detalle este último muy tercermundista, humanista, muy de Telesur. Todavía quedan unos días De la Mano del Diez, en ese periplo, habrá seguro sorpresas y una conclusión: Víctor Hugo más Maradona es igual a éxito.