- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Si te quieres por el pico divertir, cómprate un cucuruchito de maní

El manisero es en nuestro retablo insular tan cómodo, familiar y socorrido como el aromático sorbo del café, como los frijoles negros, como el sol caliente que blanquea las sábanas, como el aire preñado de salitre, ese que antes besó a la mar mientras pasaba corriendo.

Rita Montaner, la Única, le hizo reverencia a mediados del siglo XX, desde su voz aguda y prolongada en el viento. "Manisero se va...", entonaba la mulata risueña y cómplice, intérprete de altos quilates.

Así hacía ella mientras dibujaba a ese personaje que solía ir acompañado del pregón y de la picardía fina que escurrida de año en año uno puede descubrir ahora en el centro de La Habana, en cierto caminante agónico que ofrece sus cucuruchos (cuya ere Rita pronunciaba sabrosamente) mientras anuncia: "Aliméntate.../ ah, bueno.../ pá que dures...".

Es muy humilde el manisero -o la manisera-; sus manos nos recuerdan que jamás hará riquezas desde el oficio. Suele ser alguien que ha vivido buen trecho de la existencia, quizás para evitar el complejo de culpa de estar desgranando el tiempo mientras aguarda con paciencia a que alguno de nosotros le pida algún cartuchito de maní.

Algunos ya no pregonan y se posan mansos pero como notas visibles, para que sepamos que están ahí, con ese alimento lleno de energía, a veces salvador en el ajetreo del camino. Otros aprovechan la tradición y el prestigio del manisero para extender otras ofertas, también a modo de cucuruchos, desde esquinas y quicios muy bien elegidos, desde los cuales ser avistados por la necesidad del prójimo.

El manisero se va... mas siempre vuelve, con toda la perseverancia en él. Es un gladiador contra el tiempo, contra el cansancio, contra el aburrimiento. Y también contra la soledad. ¿No se ha sentido alguna vez el caminante menos acompañado sobre la faz de la tierra, y de pronto, como señal que sacude y despierta, no le ha salido al paso el semblante sereno y bueno de un vendedor de maníes?

Si no le ha sucedido, sucederá. Porque esa confluencia noble y tibia se repite en esta Isla como una suerte de signo sin fin. Afortunadamente.

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

Maniseros. Foto: 10K

El Manisero (Son pregón)

por Moisés Simmons

Maní, manisero, maní,
Si te quieres por el pico divertir
cómprate un cucuruchito de maní.
Cuando la calle sola está,
casera de mi corazón,
el manisero entona su pregón.
Y si la niña escucha su cantar
llama desde su balcón.
Came de tu maní,
Esta noche no voy a poder dormir
sin comerme un cucurucho de maní
qué calentico y rico está,
ya no se puede pedir más.
Ay, caserita, no me dejes ir
porque después te vas a arrepentir
Y va a ser muy tarde ya.
Maní, manisero se va,
caballero, no se vayan a dormir
sin comprarme un cucurucho de maní.

Rita Montaner interpreta "El Manisero"