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El Capitolio de los peregrinos

Para decir que estuvo en La Habana llega el viajero desde cualquier otro lugar de la Isla o el mundo y posa, sonrisa en ristre y con el Capitolio de fondo, delante de un artefacto insólito.

Así acontece el simpático suceso gracias al cual un fotógrafo entusiasta, medio mago, medio alquimista, echa a andar una cámara casi siempre acompañada de un acordeón y un trapo oscuro, a la vieja usanza, y de la cual saca un retrato del peregrino, quien paga gustoso porque en su imagen está la prueba de que llegó a la ciudad y plantó bandera de explorador a solo metros del majestuoso Capitolio habanero.

El edificio es para los cubanos punto de referencia imprescindible, es la construcción faraónica que, inaugurada solemnemente el 20 de mayo de 1929, se robó toda la atención de visitantes y anfitriones hasta que en los años cincuenta del pasado siglo la Rampa del Vedado se convirtió en escenario de primer orden. Se asevera, con orgullo, que en el Capitolio se usaron cinco millones de ladrillos y más de tres millones de pies de madera; y que en su edificación contó la inteligencia de los mejores arquitectos que Cuba tenía entonces a la mano.

Su cúpula, rematada por una linterna a 94 metros del nivel de la acera, es la sexta del mundo en diámetro y altura, y en el momento de su inauguración, según recuerda el maestro y colega Ciro Bianchi, solo era superada en su estilo por la de San Pedro, en Roma, y la de San Pablo, en Londres.

Verdad es que en estos días pararse al pie del Hotel Habana Libre, entrar a la heladería Coppelia y ver una película en el cine Yara aunque esta no guste mucho, son rituales que el visitante no olvida en su paso por la ciudad. Pero lo del Capitolio, la paciencia conque la gente espera inmóvil a que el alquimista —fotógrafo diga "ya está…", no tiene parangón.

Bien lo sabe, como otros tantos, mi amigo Kaloian, holguinero de pura cepa, quien no habiendo soltado las maletas como aquel que dice, se hizo su foto, orondo como todavía recuerda, para que sus coterráneos y seres queridos supieran que ya estaba en La Habana.

El Capitolio de La Habana (Foto: Kaloian)

El Capitolio de La Habana (Foto: Kaloian)

El Capitolio de La Habana (Foto: Kaloian)

El Capitolio de La Habana (Foto: Kaloian)

El Capitolio de La Habana (Foto: Kaloian)

El Capitolio de La Habana (Foto: Kaloian)