Cubadebate

Alfredo Guevara. Foto: AIN

Hermanas, hermanos de América Latina y de las Antillas todas,

Cineastas y cinéfilos de todas latitudes:

Damos la bienvenida en La Habana, nuestra capital y sede tradicional del evento, diseñado esta vez, seguros de la presencia de más y más jóvenes cineastas portadores de formas inéditas del decir en imágenes y de acercar verdades que no pocas veces renuevan nuestro cine por su óptica, por su penetración en realidades reales o en las que la imaginación enriquece ensanchando el mundo desde poéticas que obligan a descubrir, más y más y siempre. Esa será la tarea de ese otro protagonista de los Festivales que es el espectador, descubrir y descubrir en esas vertientes del cine latinoamericano cuándo decididamente es innovador y cuándo profesional, dueño del instrumental expresivo. Y esta diversidad en las opciones confirma lo que para la espiritualidad de la persona resulta, como el aire, oxígeno esta vez para pulmones secretos e irrenunciables porque respiradores de la esencia de la verdadera vida en la que diversidad y opción definen y son oxígeno de la libertad. Esto explica los 500 mil espectadores-protagonistas que tendremos estos días y más tarde, según el Festival recorra la isla.

Isla he dicho porque el evento diseñado se prolonga por ciudades y pueblos y si todo el plan se cumple prioriza ya algunas de nuestras muchas Universidades y Facultades. Esas que, a nuestro poco más de 11 millones de ciudadanos, han dado 1 millón de universitarios, el principio de una vanguardia intelectual que, pudiera ser, principio de un estado de alerta y apertura al saber, saber que sigue ampliándose, y al conocer, al pensar que a tanto obliga, legitimadores imparables de esos valores que describo como irrenunciables pilares de la libertad: la diversidad y la opción.

Ese público nuestro no solo es co-protagonista cuando se identifica o dialoga placentera o compleja o amargamente con la obra cinematográfica, y con su autor; protagonista es, también, como en muestra sociológica, prueba de que la opción y la diversidad son necesidades del alma. Prueba que es lección, lección irrebatible. Debo suponer y creo firmemente desde viejas experiencias, que otro tanto prueban públicos de otros países en particular en nuestro ámbito cultural latino, en esos muchos Festivales fraternos que recorren el año. Precisamente este año el cine latinoamericano ha tenido presencia y éxito espectacular por todo el mundo.

Isla también he dicho para recordar que a-islado supone que apartado pero que no hay isleño que no se sienta universal, internacional y que por tanto vea más allá del mar y amándolo, tenga inventariadas todas las ofertas imaginables, imaginando cuanto paisaje quiera recorrer en la realidad y el conocer.

Estos soñadores, fabricantes de mundos y opciones, de la diversidad, de la libertad, somos los hermanos-amigos que les recibimos, esperando en vuestras obras más y más mundos poéticos y a ustedes con y en ellas, decimos de nuevo bienvenidos.

Y ahora la sorpresa, sorpresa cabalística. Cumplimos 34 años (que ojalá fueran los míos) y cumplen 43, con el 3 y el 4 jugando a adivinanza. Y como insisto e insisto en renovación permanente esta no puede realizarse sino a buen ritmo.

Inauguramos así ahora el 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que tiene ritmo, homenajeando en su 43 Aniversario a un símbolo musical de Cuba y de su ritmo mayor, los Van Van.

¡Bienvenidos hermanos!

Palabras de Alfredo Guevara, presidente del Festival, en la inauguración de la 34. edición del evento.

Teatro Karl Marx

Diciembre 4, 2012