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De comidas y bebidas…

Entrevista a Clementina Montalvo, 73 años. Santera

Rosa María- No se asuste, pues no pretendo en este encuentro dejar sentada la historia de la cocina heredada de nuestros antepasados africanos en la isla. Sólo trato de que nos muestre su experiencia, que al decir de su nieta es irrepetible.

Clementina.- Es un asunto muy amplio. Y de mi experiencia hablaré en otro momento, pues debo pedir permiso. Le pudiera hablar sobre las comidas de la ceremonia de iniciación, las comidas recomendadas a los iniciados después de la iniciación y para toda su vida, de la huella que la cocina africana ha dejado en la cocina cubana, y de algo que creo interesante por lo que tiene de auténtico; todos aquellos platos de nuestros abuelos negros, que por su constante elaboración, hoy ya ni se les asocia con aquellos orígenes.

R.M.- Para mí, todos esos temas son seductores. Hoy usted escoge. Yo sólo anoto.

C.- Bueno, en todo el proceso de la iniciación de una persona, la comida es un elemento que se mantiene, desde mi opinión, como aglutinador del grupo de participantes. Que dicho sea de paso, los que participan en una iniciación pueden ser religiosos o no. Antes no era así. Ahora es cada vez más frecuente encontrarse con gran cantidad de personas no religiosas, que pueden ser invitadas, o que curiosean, o sencillamente, que son contratadas para trabajar en la casa durante ese período.

Como le decía, en esas comidas se elaboran carnes de los animales que fueron previamente solicitadas al que se inicia, que van desde patos y gallinas hasta animales de cuatro patas. Estos se elaboran igual a como ya estamos acostumbrados en nuestras casas, con suficiente sazón. He visto en algunas casas que se aderezan por separado, y en otras a como de lugar. Algunos se cocinan bajos de sal por prescripción de los padrinos de santo. Además, en estas celebraciones es muy frecuente la elaboración de lo que el cubano de hoy conoce por caldosa, a esta se le echa de todo lo que se pueda y se tenga a mano: viandas, trozos de carne de puerco, ajo, cilantro, y todo lo que de sabor "estilo criollo". El aguardiente no puede faltar en estas ceremonias. Pero usted sabe que no es sólo para las comidas, sino para todo el proceso. No he visto en todos mis años, una iniciación que no cuente con abundante ron, vino seco y tabaco, pues ellos tienen sus poderes auxiliares.

En las comidas rituales no pueden faltar los dulces. Estos son variadísimos. La mayoría elaborados por las iyalochas y los familiares de los iniciados. Si me pongo a relacionarte aquí la cantidad que se preparan para cada una de las deidades, te quedas espantada. Para comenzar, a cada oricha se le pone los dulces de su preferencia, y en ocasiones los dulces (también las comidas) que le van bien a los hijos de un oricha, les hacen daño a los hijos de otro. Te muestro una foto en la que aparecen gran cantidad  de estos, pues casi siempre se acostumbra a poner en lugares visibles para que todos puedan saludarlos.

Santería

R.M.- ¿Me decía que el aguardiente y el tabaco tienen poderes auxiliares? ¿Me explica?, pues no lo había oído así antes.

C.- Sí, lo que poseen el tabaco y el ron (y muchas veces el vino seco) en las ceremonias de iniciación son más bien poderes de transportarse a estados de ánimo necesarios, usted me entiende... en ese sentido es que digo que son auxiliares. No tanto porque sean de segunda importancia, sino porque auxilian a los que se inician y a los responsables de la iniciación, a adquirir estados emocionales que los ayuden en la ejecución y conquista de sus propósitos. Mire, para que una persona entre en trance necesita de una serie de condiciones, y no todas pueden ser espontáneas, ¿usted me entiende?, y una de ellas va por aquí.

R.M.- Bueno, pero el tema del trance es otro gran tema, bastante complejo y no lo suficientemente estudiado aún.

Dígame, ¿y los animales que se usan para el sacrificio en los rituales de iniciación, no hacen daño al iniciado si los come?

C.- Para nada. Todo lo contrario. Esa carne limpia, cura, purifica y pone al iniciado a tono con su nueva vida, la que comienza la semana de su iniciación. Igualito que el agua bendita, la carne de los animales sacrificados tiene función purificadora.