Foto: Teresa Melo/Facebook.
“¿Y por qué no esperas que ya esté la vacuna y te das un solo pinchazo?... Seguro no te hizo nada porque fue el placebo... ¿No te dio miedo?...”
Así me han dicho algunos. Los más, cubanos y de otros países, escriben mensajes de esperanza, deseosos de participar en los ensayos o en la intervención, anhelando resultados positivos.
Foto: Teresa Melo/Facebook.
Ayer Daniela recibió su segunda dosis en el Hospital Provincial Saturnino Lora; yo la recibí hoy en mi policlínico 30 de Noviembre, todo más rápido, pues hay procesos que son solo al inicio. Ahora: toma de presión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria y temperatura; vacunación, espera y revisión, y seguimiento.
En los intermedios conversé con algunos vecinos: ninguno ha tenido reacciones negativas. Manejan la información del ensayo, me preguntan alguna duda que yo a mi vez traslado a los especialistas. Dicen que terminaré siendo promotora de salud.
Han pasado seis horas. Ninguna reacción. Si todos esperaran por la vacuna aprobada no habría vacuna. Hay que probarla en todas sus etapas. Ya sé, además, qué significa el número que encabeza mi carnet: es el que revelará qué he recibido. El 21 tendré la tercera dosis junto a esta gente sencilla, risueña, cercana, afable, mía. Creo que se nota en las fotos. Cuando me iba me despidieron mis doctoras del consultorio. Sé que bajo los nasobucos también sonreían. Es, sencillamente, la esencia de Cuba.
Foto: Teresa Melo/Facebook.
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(Tomado del perfil de Facebook)