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Se busca espada para romper un nudo

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Nudo Gordiano.

La brutalidad policiaca, la pandemia y la contracción económica que analizamos en nuestro anterior artículo (Cubadebate, junio 12 de 2020), cada una de distinta naturaleza, al actuar simultáneamente en tiempo y espacio, han causado el entrelazamiento de sus efectos y conformado una triada que impacta cada vez más en la vida nacional e internacional de Estados Unidos y tendrá una influencia decisiva en las resultados de la elección presidencial del 3 de noviembre próximo.

A todos los efectos prácticos, y tomando como fecha de referencia el 30 de junio, solamente restan julio, agosto, septiembre y octubre -123 días- para esa fecha y han transcurrido 111 días desde que el 11 de marzo esta triada comenzara a tener efecto directo en la vida pública nacional e internacional de Estados Unidos. Tiempo bien corto para el descalabro que ha reportado en una campaña electoral bien prolongada, pero con inesperados acontecimientos trascendentes, como lo fue en una etapa inicial el proceso de imputación a Trump, que se prolongó por más de cinco meses.

Intentaremos, en apretada síntesis, abordar esta multifacética y dinámica situación acorde con lo acontecido en la última quincena.

La ceremonia de enterramiento de los restos de George Floyd en Houston, Texas, el 10 de junio, debió marcar un momento de reorientación del movimiento de protesta por su asesinato a manos de efectivos de la policía de Minneapolis. El 8 de junio, representantes demócratas habían presentado un proyecto de ley para reformar la actuación de la policía. Biden quedó al margen del asunto y, al no ocupar cargo gubernamental ni legislativo, optó el 11 de junio durante comparecencia en televisión, por sumarse de manera formal a los que reclamaban reformas al sistema policiaco; la esencia de su propuesta consistió en la idea de traspasar a funcionarios policiacos desarmados toda la actuación referente a asuntos tales como enfermedad mental, individuos sin techo y abuso de drogas. Es decir, se colocaba en una posición equidistante entre la comunidad afroamericana víctima de la brutalidad policiaca y sus victimarios, apuntando la causa de la violencia a problemas sociales de la comunidad y no a la forma de actuación violenta y racista de los órganos policiacos.

Dos días después, un policía de Atlanta, Georgia asesinó con dos balazos por la espalda a Rayshard Brooks, un ciudadano afroamericano, lo cual revivió el clima de protestas públicas y fortaleció el papel y la influencia a través de las redes sociales de la etiqueta Black Lives Matter” (“Las Vidas Negras Importan”).
Para contrarrestar las iniciativas de reforma policiaca demócratas, Trump y los legisladores federales republicanos presentaron sendas iniciativas para supuestamente reformar y controlar los procedimientos de actuación de las fuerzas policiaca. Trump lo hizo el 16 de junio firmando una Orden Ejecutiva y al día siguiente senadores republicanos anunciaron la presentación de un proyecto de ley sobre el mismo tema.

Pero cualquier acción legislativa requiere ser aprobada por el Senado (con mayoría republicana), la Cámara de Representantes (donde la mayoría es demócrata) y el Presidente (republicano) y, además, el visto bueno informal del candidato presidencial demócrata, Joseph Biden. En medio de la actual confrontación electoral, un acuerdo de este tipo es altamente improbable porque los intereses recogidos en los respectivos proyectos legislativos son antagónicos.

Homenaje a George Floyd. Foto: Alyssa Schukar/The New York Times

Se ha formado el proverbial “nudo gordiano” que cierra el paso a la aprobación de un cuerpo legal que abra el camino a la eliminación del racismo sistémico y la brutalidad policíaca. Por ningún lado aparece un Alejandro Magno que con su espada corte de un tajo ese impedimento.

Prueba al canto fue la decisión de los demócratas el 24 de junio de bloquear el inicio del debate del proyecto de ley republicano, al oponerse con una votación de 55 republicanos a favor y 45 demócratas en contra, a que fuese debatido. Se requiere en este caso el voto favorable de 60 senadores y como los republicanos no son capaces de captar esa cantidad de voto, su iniciativa es non nata.

Otro obstáculo práctico, es que existen en el país más de 18 mil delegaciones de policía, cuyo funcionamiento es controlado por los distintos niveles locales (estado, condado, municipio), cada cual con subordinación y procedimientos propios. Además, el racismo y la violencia policiaca que trae aparejada forman parte de una proyección cultural que tiene cientos de años de arraigo en los Estados Unidos.

Sin embargo, ha sorprendido el respaldo que en el sector deportivo, entre los directivos de asociaciones o federaciones, dueños de equipos y deportistas ha tenido la lucha por la eliminación de prácticas racistas y de símbolos del ejercicio de la esclavitud.

Se destacan las decisiones de organizaciones deportivas profesionales como las Ligas Mayores de Beisbol, la Asociación Nacional para Competencia de Autos de Línea (NASCAR) y la Liga Nacional de Futbol.

El 10 de junio, el Comisionado de las Liga Mayor de Beisbol de Estados Unidos, con la presencia de ejecutivos de los 30 equipos que la integran, declaró que el béisbol como institución “puede hacer más” para combatir el racismo sistémico y la desigualdad y anunció donaciones para varias organizaciones que apoyan y luchan por la justicia social, entre ellas el Fondo Legal para la Educación y la Defensa de la Asociación Nacional por el Avance de la Gente de Color (NAACP). Dijo el Comisionado: “el momento llama a la acción, a reconocer los males que existen, a mostrar solidaridad dad con la comunidad negra… a ser participantes activos en el cambio social”.

La Asociación Nacional de Competencia de Autos de Línea (NASCAR), una de las más conocidas instituciones de autos de carrera y que desde su creación hace más de 70 años ha tenido como uno de sus principales símbolos la bandera de los estados confederados esclavistas, declaró que la presencia de la bandera confederada ha sido prohibida en todos los eventos e instalaciones de NASCAR. Además, en un video difundido en las redes sociales por corredores de la NASCAR se hizo un llamado a terminar la desigualdad racial y el racismo como reacción ante el asesinato de George Floyd.

Unos 1400 atletas, entrenadores y ejecutivos de equipos de la Liga Nacional de Football (NFL), la Asociación Nacional de Basquet (NBA) y las Ligas Mayores de Beisbol enviaron carta a los miembros del Congreso Federal apoyando la eliminación de la Ley de Cualificación de la Inmunidad, que exime a los policías de responder a demandas por acciones realizadas en el cumplimiento de sus funciones. Se calcula que los aficionados a estos tres deportes en Estados Unidos alcanzan en conjunto a unos 70 millones de personas.

También ejecutivos y deportistas de la NFL y la NBA tuvieron confrontaciones públicas con Trump por discrepancias con las declaraciones y posiciones de cada cual alrededor de las manifestaciones de violencia policial y el racismo.

También se han producido diversas acciones e iniciativas dirigidas a cambiar los estereotipos de carácter racista enraizados en la vida y la mentalidad de los Estados Unidos, especialmente la retirada de numerosos estatuas de personas que en alguna forma estuvieron asociadas con la esclavitud y el racismo, entre ellas de Theodore Roosevelt y del autor de la letra del Himno Nacional de Estados Unidos, Francis Scott Key.

Otros ejemplos son la decisión de la multinacional Quaker Oats de cambiar el nombre y el empaquetamiento de la masa de harina y el sirope de Aunt Jemima, un producto que se comercializa desde hace 130 años; la de Paramount Network de eliminar la serie “COPS”, después de 32 temporadas y 1,000 episodios; la aprobación por parte de una comisión del Senado de Estados Unidos de una resolución instruyendo al Departamento de Defensa cambiar en un plazo de tres años los nombres de 10 bases militares, todas enclavadas en los estado sureños, que llevan los nombres de líderes militares confederados, lo cual ha sido rechazado de plano por Trump, pero que ha recibido el beneplácito del líder de la mayoría republicana en el Senado.

Las encuestas indican que, después del asesinato de George Floyd, la opinión pública considera mayoritariamente que la violencia policiaca constituye un problema serio o extremadamente grave en la sociedad estadounidense.

Serio y grave es también el impacto de la pandemia de la COVID 19. Estados Unidos sigue siendo el epicentro mundial. En las últimas tres semanas, según los datos elaborados por el Center for Systems Science and Engineering de Johns Hopkins University, el promedio diario de nuevos casos por semana se ha incrementado de 21,187 en la primera semana a 29,899 en la última. Los mayores incrementos corresponden a cinco estados: California, Texas, Florida, Georgia y Arizona. Las mayores reducciones de nuevos casos se producen en la región Nordeste, particularmente en New York y New Jersey y también en los restantes estados de Nueva Inglaterra, pero la mayor parte de estos últimos son relativamente menores en territorio y población.

El 24 de junio se identificó en Estados Unidos, según el conteo de NBC News, la más alta cifra diaria de nuevos casos positivos de COVID -19 desde el pasado 26 de abril: 45,557, unos 9 mil casos más. Por su parte, la Organización mundial de la Salud (OMS) reportó ese mismo día la más alta cifra mundial de nuevos casos: más de 183.000. Según el sitio www worldometers, ese día en Estados Unidos se acumulaban un total de 2, 453,445 casos de los cuales se habían cerrado 1,154,917 y quedaban activos 1,298,528, esparcidos por todo el territorio nacional, incluyendo las áreas bajo dominio colonial.

Lamentablemente, el relajamiento de restricciones ha ocasionado, como se había previsto por destacados especialistas de la salud, que el prematuro relajamiento de las restricciones ocasionaría un resurgimiento de los contagios y abrumaría la capacidad de respuesta de los hospitales, como está sucediendo ya en Florida, donde solo está disponible el 21% de la capacidad de cuidado intensivo para adultos; en Arizona, el 12%; en California, con un record de 7,149 nuevos casos.

Las autoridades estaduales de New York, New Jersey y Connecticut, tres estados del nordeste estrechamente relacionados, han decidido requerir de todos los viajeros que arriben de estados con cifras crecientes de contagios, que se coloquen en confinamiento personal por catorce días.

El pasado 22 de junio, el gobernador de Texas, Greg Abbott se dirigió a la población texana para expresarles que “la CODIV-19 se está expandiendo a una tasa inaceptable en el estado de Texas y debe ser acorralada” exhortándola a “cumplir con todos los protocolos de seguridad elaborados por los expertos de salud.” El 24 de junio en Texas se acumulaban 126,945 casos, de ellos 1,930 correspondientes al día anterior, y 17 fallecimientos.

La conclusión más precisa que se puede desprender de estos datos es que a un mes de haberse completado la reapertura de la economía sin reparar en la necesidad de tomar las medidas de seguridad imprescindibles, se están presentando en muchos estados el rebrote de los contagios y , en los últimos días, una tendencia al incremento de los fallecimientos.

Son cifras y medidas que ponen en evidencia que la pandemia en Estados Unidos está lejos de poder ser considerada bajo control.

Personal médico en anexo de detección de Covid-19 en un hospital de Nueva York, Estados Unidos. Foto Ap

A solo cuatro meses y seis días de la votación para elegir al nuevo presidente del país, se hace evidente que este asunto será siendo de trascendental importancia, no solo en razón de su afectación para la salud (ya de por sí de gran importancia), sino también por el negativo impacto que tiene desde el punto de vista de la economía.

Están corriendo los últimos días de junio y todavía no aparecen las señales de que la economía avanza “con ganas” como pronosticaba Trump que ocurriría para el 12 de abril, Día de Pascuas.

Las cifras sobre el comportamiento de la economía son escasas y poco confiables, tanto desde el punto de vista de la macro como de la micro economía. Ya se ha confirmado por parte del Departamento de Comercio, que existe la recesión desde el primer trimestre del año, cuando se produjo una contracción del 5% y aunque no hay ninguna información oficial, se rumora que en el segundo trimestre el PIB tendrá una tasa de reducción del 40%.

Tampoco está clara la situación en cuanto al empleo. Inicialmente el Buro de Estadísticas del Trabajo informo que en mayo el desempleo había bajado de un 14,7% al 13.3%, para desdecirse después argumentando que se había producido un error en el procesamiento de los datos y la tasa de desempleo ese mes había sido del 16,5%, pero para defender la integridad de la información no se haría ninguna corrección. (Hay algunos especialistas que sitúan la tasa de desempleo de mayo en un 19,5%).

La economía no despega con la fuerza que deseaban Trump y los gobernadores de los estados y, por el contrario, ha surgido la amenaza de un rebrote de la pandemia en un importante número de estados, lo cual puede obligar (como han estado advirtiendo especialistas, incluso de la propia fuerza de tarea para enfrentar la pandemia creada por Trump) a restablecer las medidas de confinamiento de las personas y restricción del funcionamiento de empresas productivas y de servicios y el consiguiente recrudecimiento de la crisis económica.

Además, se habla de la necesidad de armar un nuevo paquete de ayuda para la reanimación de la economía, por un monto de unos tres billones de dólares, una cifra similar a la del primer refuerzo. (Hablamos de billones a la usanza española; es decir, un billón equivale a un millón de millones).

En estos momentos la perspectiva de la economía estadounidense es incierta. El 10 de junio, Jerome Powell, el presidente de la Junta de la Reserva Federal (especie de banco central de Estados Unidos) expresó: “Estamos firmemente comprometidos a usar nuestras herramientas… para asegurar que la recuperación sea tan fuerte como posible y para limitar daños profundos a la economía”, y que existe “una expectativa general del comienzo de la recuperación económica en la segunda mitad del 2020” pero reconociendo que “lo que se ve es un segundo trimestre muy débil, históricamente débil que crea momento con el tiempo”; que “la caída en el PIB real en el actual semestre posiblemente sea el más severo que se haya registrado”; “que el desempleó no superará la tasa natural hasta fines de 2022”; y que la “expectativa… ciertamente no es el pronóstico de una depresión”.

El nuevo paquete de ayuda por la recesión deberá aprobarse antes del próximo 31 de julio, pero existen posiciones encontradas entre demócratas y republicanos en dos asuntos fundamentales: la ayuda a los desempleados y a los que tienen una situación financiera crítica. El asunto se complica porque hay algunos demócratas y republicanos que no comulgan con las posiciones de sus respectivos partidos.

Jerome H. Powell, presidente de la Reserva Federal, se unió a varios de sus colegas para advertir que la economía estaba en un territorio incierto y que no estaba claro cuándo se recuperarían los empleos y la actividad. Foto: Erin Schaff / The New York Times

 

El asunto principal de confrontación en todo este escenario es la elección del presidente. En circunstancias tan complejas todo se enfoca finalmente en quien será electo presidente el próximo 3 de noviembre: ¿Trump o Biden?

A comienzos de marzo, la situación estaba clara; Trump se consideraba con más posibilidades, con sólido apoyo dentro del Partido Republicano y una base electoral que lo respaldaba firmemente. Del lado contrario, Biden luchaba por asegurar la victoria en las elecciones primarias para garantizar su nominación presidencial por el Partido Demócrata. Y así estaban las cosas hasta que se decretó la emergencia mundial por la enfermedad del nuevo coronavirus.

Hoy, sin dar el paso aventurero de proclamar un eventual vencedor, podemos afirmar que el panorama ha cambiado radicalmente, a pesar de que cada cual tiene garantizada la nominación como candidato a la presidencia de la nación.

Pero sí es posible afirmar que las probabilidades de victoria de Trump se han reducido sensiblemente por la forma chapucera y empecinada en que ha manejado prácticamente todas las situaciones a las que se ha enfrentado en los últimos tres meses y días. Por citar solo algunos ejemplos: no aceptar que la pandemia constituía una seria amenaza a la salud de la población; aferrarse al criterio de que la prioridad era “reabrir” la economía, sin prestar atención a los peligros mortales de la pandemia; romper los vínculos oficiales con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud; promover el uso de las Fuerzas Armadas y del Servicio Secreto para reprimir las manifestaciones de protesta contra la violencia policiaca y, particularmente, para que despejaran la Plaza frente a la Casa Banca donde se tomó una foto con la Biblia en la mano.

Las encuestas apuntan a que se han producido disminuciones de la aceptación de la gestión presidencial de Trump y de su preferencia como candidato presidencial frente a Biden, pero al mismo tiempo subsiste una fuerte polarización del electorado según afiliaciones políticas.

Por el momento, la atención de los observadores electorales se enfoca hacia las combinaciones (“roads”, como dicen en el argot estadounidense) de victorias en los estados “oscilantes” que le permitan obtener a uno u otro candidato los 270 “votos electorales” que le abran la puerta de la Casa Blanca para residir en ella hasta el 20 de enero de 2025.

Se han publicado 20 comentarios



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  • Javier Hernández Fernández dijo:

    Se busca y hace falta ahora mismo urgente ya una espada para romper el nudo Trumpiano.

  • Nilda dijo:

    Recordemos que en los EEUU no es el pueblo quien vota en las elecciones presidenciales.

    • Yo dijo:

      Me resulta familiar

    • Ernesto dijo:

      Aqui tampoco

  • Antonio morales dijo:

    Va a ganar trump, ya dio como $1500 de ayuda a cada familia y planean darles $4000, esa ayuda es politica y va a ganar los votos, al final a la gente lo que les preocupa es tener trabajo y comida para su familia.

  • miriamm dijo:

    he escuchado en varias ocasiones que lo que más se parece a un republicano es un demócrata y lo más que se parece a un demócrata es un republicano. Es más de lo mismo.

    • Pepe dijo:

      De acuerdo totalmente, pero en este caso histórico toca sacar del juego a un incapacitado mental fascista. Por cierto, según wikipedia el fascismo es una ideología, un movimiento político y un tipo de Estado​ de carácter totalitario, antidemocrático y ultranacionalista de extrema derecha, identifique al personaje.

    • Leandro dijo:

      Tiene Ud. razón; pero parecerse no significa que sean iguales, se asemejan pero tienen diferencias. Obama se asemeja a Trump, en el caso específico de Cuba en que ambos pretenden destruir la Revolución cubana y eso pretenderá también quien resulte electo presidente el próximo 3 de noviembre; pero en la forma de buscar su objetivo entre Obama y Trump hay grandes diferencias. Trump es un neofascista y sería una gran victoria del pueblo estadounidense y de toda la humanidad la derrota de Trump el 3 de noviembre. F.D. Roosevelt y W. Churchill eran declarados anticomunistas, querían la destrucción de la URSS, sin embargo se unieron a la URSS para derrotar a Hitler.

      • Sergio dijo:

        Porque la GEOPOLITICA está muy por encima de IDEOLOGIAS y concpeciones,,,,,,, se acuerda usted de que nos llevabamos de "maravilla" con Franco,,, que hasta tres de luto se decretó cuando su muerte en 1975,,,,,

        La alta POLITICA se maneja en otros términos,,,,, que ni remotamente tenemos la menor idea.

        Saludos,

  • Adelante dijo:

    Excelente artículo amigo Parodi.

  • Lala dijo:

    En EU vota la falsa DEMOCRACIA

  • Alejo... dijo:

    Buen artículo, me gustaría saber la opinión de lo que está pasando en USA de José R Oro...

  • Carlos.Placetas dijo:

    Estados Unidos no es un pais de lideres..es un pais del capital, quien mas capital tiene es mas influyente en la politica norteamericana. Cada ley, cada aparente organizacion publica, social o politica tiene de la mano un padrino economico o varios, un partido entero. No es el pueblo quien decide como vivir, son esclavos modernos que no saben que son esclavos, el opio del consumo los consume, no aperciben que son maquinas de trabajar porque viven en un sistema que es una maquina para cobrar porque precisamente de esos esclavos se alimenta. Habria que preguntarse ¿son los estados unidos el pais de la libertad?, ¿cuanto tiempo de vacaciones disfrutan?¿que sindicatos protegen al trabajador? USA es el pais donde la vida termina cuando comienza el capital... vivir para trabajar no es vivir, es malvivir, lo correcto seria trabajar para vivir y eso nunca será posible en los Estados Unidos..

    • Joker Arthur dijo:

      Si fuera asi como usted dice me pregunto porque hay tantos emigrantes latinoamericanos y de todo el mundo en esa gran nacion y de cuba q te puedo decir si en cada cuadra hay un cubano americano o uno q esta crusando por centroamerica me parecen q no son tan esclavos nada sino q buscan una mejora económica en su vida.Señores sean cinceros la esclavitud la abolió Lincon ASE muchos años y le puedo decir q con una hora de trabajo q se paga en los EEUU es casi la de un sueldo de un mes en Cuba.saludos cordiales

  • Alexi Negrín Brito dijo:

    Donde hay dinero para las elecciones, no hay democracia, donde se compra la voluntad de la gente no hay conciencia de voto. El capitalismo es así, si no hay capital no hay capitalismo. Por eso la gente es incitada a trabajar en medio de la pandemia y comprometer la salud. El ser humano sin capital en EU no vale nada. La pesadilla de la gente es el trabajo, son más esclavos ahora que antes de la guerra por la eliminación de la esclavitud y es verdad en EU la oposición de partidos es aparente, un republicano y un demócrata no se diferencian. Trump puede triunfar, pero las cosas se le ponen feas a cada mom,ento.

  • mimiplayera dijo:

    Estados unidos no tiene estrategia ninguna para romper o desenredar ese gran nudo. Es una gran pena que falten muchos por morir todavía por la pandemia, hasta que salga la vacuna y puedan detener este incremento de la enfermedad, es la única forma que ellos van a tener. Todo va a depender de la vacuna, que todavía no está lista. Tristemente tendremos que ver muchos ataúdes más por la televisión, ese gobierno es una vergüenza para la humanidad, que horror son insensibles y con el presidente que tienen no lograran nada razonable, ni contra el racismo, ni contra la pandemia y mucho menos en mejoría para su economía. Cuba tiene que pensar en su desarrollo interno, hay que producir alimentos y tratar de independizarnos lo más que podamos, hay que trabajar duro, hay muchos jóvenes en la calle menores de 30 años sin hacer nada, sin trabajar. Debemos lograr que se vinculen de alguna forma al desarrollo de este país en los sectores que más lo necesiten como la construcción y la producción de alimentos, esto es urgente. El trabajo forja al hombre y cualquier trabajo que se haga en beneficio de la comunidad lo vamos a agradecer. Hay que lograr que cada zona tenga un lugar cercano para producir, y que se pueda retroalimentar de ella. Hay que trabajar y llegar a cada zona en específico, como dice nuestro presidente. Viva Cuba, viva nuestro pueblo, abajo el coronavirus, viva la humanidad, amen para todos los seres buenos de esta tierra.

  • mimiplayera dijo:

    El gobierno de estados unidos no tiene solución, están perdidos en ese gran nudo que cada día se hace más grande. Ellos solitos se están aislando día a día. Los países progresistas que piensan en el ser humano, y que estén interesados en mejorar su economía y salir de esta pandemia deben unirse aún más sin perder un minuto, para que sean fuertes en sus decisiones y salgan adelante que se ayuden unos a otros en alimentos, medicamentos, medios sanitarios, etc, los del Caribe, también Irán, Venezuela, Argentina, México, Nicaragua, Rusia, China, los países de África, basta ya de sanciones, hay que buscar independencia bancaria y económica, para lograr avanzar verdaderamente. Viva Cuba, viva la humanidad, abajo el coronavirus.

  • marbelys dijo:

    en estados unido ,la verdadera democracia la tienen los pobre ,que son los que tienen conciencia de que para ellos nada va.a cambiar, porque los "democráta " tienen el nombre por fuera y cuando llegan al poder se trasforman

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Revolución, sería la única espada que destacaría tal nudo triple. Estoy convencido del enfoque conceptual de la larga recesión del capitalismo transnacional del cual los Estados Unidos de América es el centro, tal situación se viene agravando desde el 2008,a pesar de los esfuerzos sistemáticos por financiar el sistema retroalimentandolo con ésos paquetes billonarios como a los que se le vuelve a echar mano en el momento actual tal y como reconoce el pasaje citado de la Reserva Federal y más. Pero éste es el modo del centro financiero transnacional de enfrentar la crisis, ¿Y la mayoría de la humanidad cómo lo hace, sin apenas tener formas de dinero de reconocimiento mundial, es decir, con dineros de alcance local—nacional, ni instituciones financieras sólidas que asuman similares compromisos?
    Por otra parte, la promoción de la discriminación racial junto a muchas otras discriminaciones, la xenofobia, hacia los pueblos originarios. de genero, homofobia, hacia los adultos mayores, y los pobres
    han construido una filosofía política de dominación que se enciende ante un mínimo chispazo. Ésa filosofía debe cesar. Y la pandemia desnudó un sistema de salud absolutamente supeditado al mercado e incapaz de dar respuesta a una demanda social masiva de asistencia médica, lo que ocurre igualmente ante desastres. Es un sistema diseñado para hacer de dinero sólo más dinero, y no para dar respuesta a los problemas de los seres humanos, como lo demostró Carlos Marx y los datos del siglo XXI lo vienen confirmando.

  • Maritza dijo:

    Buen análisis, pero en EE.UU. el dinero manda, el pueblo es fácilmente manipulable por los grandes medios y las TICs pueden favorecer a un fascista, inhumano, genocida y todo lo peor que existe q es Trump.

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Ramón Sánchez-Parodi Montoto

Ramón Sánchez-Parodi Montoto

Fue nombrado jefe de la sección de Intereses de Cuba en Estados Unidos, entre septiembre de 1977 y abril de 1989. Luego ocupó el cargo de viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, hasta 1994. Y a partir de entonces se desempeñó como embajador cubano en Brasil, hasta el año 2000. Además de sus actividades como funcionario del gobierno cubano, Sánchez Parodi es periodista y escritor.

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