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¿Producir todos los alimentos que necesitamos con la misma economía, con las mismas estructuras y haciendo lo mismo? IV. Lo local y lo nacional

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La academia y los productores tienen un punto de confluencia con un potencial casi infinito, porque todos deben tener el mismo objetivo. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

La gestión local de la producción y consumo de alimentos es muy importante. Es en las fincas y grandes plantaciones distribuidas en el país donde realmente se produce y se puede crear un valor primario de procesamiento industrial y es en las tiendas y mercados de todo tipo, también a lo largo del país, donde se consume. Se hace por ello evidente que en la localidad deben tomarse muchas decisiones trascendentales. La gestión municipal, provincial y nacional cumple su papel también insustituible y sistémico al balancear y promover sinergias entre ellas. El beneficio y procesamiento de los productos básicos a diferentes escalas, así como el abastecimiento a los muchos y diferentes tipos de establecimientos minoristas y mercados que deben existir en todo el país, dirigidas sobre todo a los grandes núcleos poblacionales, forman parte de un sistema que tiene que ser coherente y generalmente requiere de gestiones que trascienden lo local.

Desafortunadamente, las estructuras actuales de gestión, planificación y subordinación de la producción y consumo de alimentos no parece que tengan en cuenta esto. Las empresas, y sobre todo las fincas y pequeñas propiedades suelen ser en la práctica solo unidades de base de sistemas de organizaciones verticales nacionales con una misión única. También carecen de la diversidad e integralidad necesarias y de los incentivos para alcanzarlas.

En las condiciones de un creciente reparto de tierras en parcelas incomparablemente más pequeñas que las grandes extensiones de las plantaciones estatales, no queda otra alternativa que buscar formas de gestión favorables y que resuelvan las contradicciones inevitables de la mejor forma posible. En este sentido, desde el nivel local es preciso que haya la mayor capacidad de decisión y sabiduría para ello, estableciendo los enlaces correspondientes con las políticas nacionales y provinciales.

Ante todo, parece evidente la necesidad de delimitar bien cuál es la gestión de gobierno y cuál la empresarial. La de gobierno es fundamentalmente para el bien de todos, a veces incluso a pesar de algunos. La empresarial es para el bien de la empresa o el pequeño productor, esencialmente en el valor del trabajo creado traducido en beneficios, aunque en un buen socialismo debe ser también determinante el interés de todos. Las prioridades están claras en ambos casos: para el gobierno el bien de todos y para el productor el de su economía. Lo que parece bastante disfuncional es que una empresa, aunque sea estatal, tenga funciones de gobierno, y que un agente gubernamental tenga funciones empresariales. Los conflictos de intereses son evidentes. Se ha trabajado para resolver esta contradicción, pero aún no ha madurado lo suficiente.

Existe un tercer factor además del gobierno y el productor: la sociedad civil socialista. En las localidades puede ser muy rica porque tenemos un nivel de escolaridad muy elevado en toda la población en comparación con muchos países. Esa sociedad civil siempre va a poder ver los problemas desde un punto de vista que enriquecerá el del productor de valor económico y el del gobierno, para el bien de todos. Puede facilitar la capacidad de sincronización y colaboración de todos los factores. El socialismo, por principios, está mejor preparado que el capitalismo para que esta sociedad civil sea muy democrática, pues en ella no deben predominar los integrantes más ricos sino los que mejor representan los intereses de la mayoría y su sabiduría.

Si consideramos dentro de esa sociedad civil a los centros de educación media y superior de las localidades, tanto como instituciones como con sus trabajadores intelectuales y a otros conocedores locales, también puede aportar ciencia e innovación de forma considerable, además de buenos consejos. Los grupos de expertos asesorando a los gobiernos a partir de las entidades académicas en la sociedad civil, pueden ser una fuente muy importante de progreso.

En ningún sistema humano de este mundo se puede lograr que absolutamente todos los cuadros de dirección sean los idóneos. Pero un buen desarrollo de la cultura de dirección colectiva lo optimiza todo. Tener en cuenta la sabiduría acumulada por las personas y también la disponible en la información mundial, hoy al acceso de todos y en todas partes, en los teléfonos, gracias a internet, es decisivo. La promoción del saber popular, la investigación científica y la innovación que esto conlleva es la vía del progreso sistemático. Todo esto puede hacer menos decisivo el papel de cada cuadro individual y mucho más efectiva la realización de las misiones de cualquier sistema con una dirección colectiva. Y el de la producción de alimentos es quizás uno de los más indicados para esta forma de gestión.

La academia y los productores tienen un punto de confluencia con un potencial casi infinito, porque todos deben tener el mismo objetivo. Eso en Cuba no es difícil de lograr, aunque haya competencia entre los productores, porque el gobierno es de todos y además ha quedado muy fortalecido localmente después de la reforma constitucional. Nada mejor que una reflexión colectiva de este tipo para proyectar qué y cuánto producir para lograr soberanía alimentaria y nutricional y crear riquezas adicionales con el único límite de las posibilidades.

Los sistemas agroalimentarios locales abarcan naturalmente toda la cadena, incluyendo industrias procesadoras y la comercialización mayorista y minorista. Deben incluir también incentivos y posibilidades para la creación, y también desaparición, de formas productivas y empresas de diversa escala, incluyendo sistemas de financiamiento. Es así como pueden tener en cuenta las demandas y criterios de todos y de los consumidores sin precondición dogmática alguna.

El accionar de los expertos tiene muchas aristas y debe funcionar hasta para los niveles nacionales. El reconocimiento de que una cosa son las decisiones y otra las opiniones es muy importante. La diferencia entre un decisor y un opinante está en que el primero tiene que responsabilizarse con lo bueno y lo malo de lo que decida y el segundo debe poder emitir el criterio que estime sin temor a consecuencias por equivocarse. El decisor tiene la libertad y la responsabilidad final de hacer lo que estime tomando en cuenta o no las opiniones.

Una organización de esta índole se materializaría así en Sistemas Agroalimentarios Locales Soberanos y Resilientes. Estos pueden abarcar todo el proceso, desde el consumidor conociendo sus demandas y su satisfacción, hasta el productor, tanto de las grandes empresas como de las pequeñas parcelas y fincas, atendiendo a las conveniencias y capacidades reales de todos y cada uno. El socialismo próspero y sostenible pasa por crear modos de gobierno y vida también sostenibles donde todas las personas tengan derecho con equidad a lo esencial, de lo que la alimentación forma parte inalienable. La única finalidad y responsabilidad de un sistema verdaderamente socialista es el bienestar material y espiritual del ser humano.

Estación Experimental de Pastos y Forrajes “Indio Hatuey” y Baltimore, 28 de junio de 2020

Se han publicado 116 comentarios



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  • YN dijo:

    Desde el año pasado venimos sufriendo una crisis incrementada en alimentos, por factores externos y sobre todo por internos.
    El pollo congelado, única carne que venden las cadenas, es importado
    El arroz de la canasta es mayor parte importado.
    Los frijoles , parte y parte.
    Los chicharos, importados .
    Viandas, casi no hay, ensaladas menos.
    Carne cerdo, no hay en los mercados agropecuarios ni estatales. Pescado mucho menos. Sólo hay croquetas en las llamadas pescaderías.
    Entonces, que funciona y por que no hay casi nada
    ?
    Porque quien debe producir no gana lo que.puede ni vive como quiere.
    La riqueza o pobreza de un también es la suma fe cada una en sus habitantes, ni habrá prosperidad ni sostenibilidad si en primer lugar el individuo no percibe que las hay o son alcanzables para él.
    Resolver rápido el tema de la.burocracia o lo que viene sera más duro

  • Elio dijo:

    Continiuamente se plantea que hay que cambiar la mentalidad y los metodos de trabajo , que hay que mirar y estudiar otras experiencias pero esa mentalidad y cxambiso de metodos debe partir de los decisores , de lo contrario continuara siendo mas de lo mismo. He repetido en varias ocasiones que el miedo al cambio y la perdida de tiempo en concretar medidas dirigidas a cambiar el actual estado de cosas nos puede pasar factura y despues sera tarde. Veamos los ejemplos de china , viet - nam y otros incluso de nuestra region

  • Dolores dijo:

    Mucho se habla de la producción de alimentos para paliar la fuerte crisis alimentaria que nos golpea, expongo mi experiencia: En tres ocasiones luego de hacer la extenuante cola para acceder a los productos ofertados en el agromercado estatal de mi localidad, logro comprar plátano fruta verde, opción que prefiero dado que los vendidos por particulares son de maduración dudosa y precio elevado, ya ésta es la tercera vez que dichos plátanos pasan de verdes a podridos, he utilizado diferentes técnicas para madurarlos en casa y siempre el resultado ha sido el mismo ? Es que acaso son recogidos antes de tiempo y en la urgencia de cumplir con los planes, no se está teniendo en cuenta el verdadero objetivo que es la alimentación del pueblo? Es duro, gastar dinero, esfuerzo y tiempo para tirarlo todo por la borda.

  • yoch dijo:

    Pienso que la estrategia es buena, que cada cual sea capaz de producir su comida PERO OJO, este plan no puede ser estatico, los que sabemos algo de tierra conocemos que existen suelos donde no prosperan diferentes cultivos, Ej en caibarien no prospera la piña, los frijoles y muchos otros, si se limita a la producción local, nunca la población vera estos productos a no ser, en manos de revendedores, estos se aprobechan del deficit y exageran los precios, aqui estan pisiendo 30.00 $ por una piña y la libra de frijol es a 30 y 35$, creo que se debe analizar esta situación, es una zona altamente productora de platano y sin embargo, este producto abastece a varias localidades y otras provincias.

  • Cuco dijo:

    Discrepo de que el problema este en las estructuras locales , son decisiones del gobierno central las que permitirán liberar las fuerzas productivas empezando por la eliminación del Acopio, pasar las UBPC a Cooperativas de Produccion Agropecuarias aumentando el sentido de pertenencia, agilizar la entega de tierras en usufructo, establecer algo parecido al impuesto en especie q introdujo Lenin en 1921 o sea q los campesinos entrgué al estado un% de la cosecha y puedan vender directamente en las ciudades sus mercancías sin intermediarios, que un grupo de economistas estudie el sistema de precios y creditos bancarios vigentes para estimular la producción agopecusria , etc.

  • miriamm dijo:

    hemos visto por la televisión reportajes de frutos podridos en el campo que por equis motivo no se trasladaron a la industria o acopio, créame que si después de tanto trabajo como es el de la agricultura yo veo el fruto de mi sudor perdido me cuelgo de la primera mata que vea. Es doloroso e inaceptable que esas cosas sucedan, los responsables deben ser juzgados ante un tribunal, yo lo considero un delito y me da dolor en mi corazón pensando en el grado de resignación que hay que tener para superar la pérdida de meses de esfuerzos y trabajo.

  • YN dijo:

    Desde el año pasado venimos sufriendo una crisis incrementada en alimentos, por factores externos y sobre todo por internos.
    El pollo congelado, única carne que venden las cadenas, es importado
    El arroz de la canasta es mayor parte importado.
    Los frijoles , parte y parte. ..
    Los chicharos, importados .
    Viandas, casi no hay, ensaladas menos.
    Carne cerdo, no hay en los mercados agropecuarios ni estatales. Pescado mucho menos. Sólo hay croquetas en las llamadas pescaderías.
    Entonces, que funciona y por que no hay casi nada
    ?
    Porque quien debe producir no gana lo que.puede ni vive como quiere.
    La riqueza o pobreza de un también es la suma fe cada una en sus habitantes, ni habrá prosperidad ni sostenibilidad si en primer lugar el individuo no percibe que las hay o son alcanzables para él.
    Resolver rápido el tema de la.burocracia o lo que viene sera más duro

  • M-7 un cubano más dijo:

    Cubanos todos., el tema produccion de alimento y la sustitucion de importaciones se habla mucho y se hace lo que se puede, esta pasando lo mismo que sucedio cuando le aumentaronel salario al,sector presupuestado., fue una lucha campal para que no aumentaran los precios y hoy eso anda como anda ., control de muchos los primeros meses , hoy control de pocos . asi no hay quie pueda producir ni pais que se desarrolle.

  • Carlos M dijo:

    A mi modo de ver JoseR Oro y otros compañeros han hecho que se pueden considerar para el cambio que los autores proponen , entre ellos las OSDE del sector ganadero y de los cultivos varios deben desaparecer o bajarlas mas a la empresa , para mi no aportan nada. En las UBPC , CPA apenas han existidos inversiones que posibiliten un incremento de las fuerzas de trabajo y de las producciones , estan limitadas financieramente y por la centralizacion de las empresas a la hora de entregar recursos a travez de Gelma, no tienen acceso ni si siquiera la CUC, para la reparacion y mantenimiento de sus equipos ya de por si obsoleto, el crecimiento de estas base productiva entre un año y otro apenas se observa . Los productores de las CCS no realizan contratos directos con acopio sino a travez de su direccion lo que les limita la reclamacion por la no recogida de sus produccion. En las informaciones estadisticas la produccion contratada en algunos productos no supera el 50 por ciento de la produccion total . Por otra parte en lo local o el famoso autoabastecimiento local las autoridades a este nivel tiene que buscar variantes que hagan que las producciones lleguen a los mercados y para eso cada mercado debia tener un grupo de productores que satisfagan la demanda del mismo mediante contrato entre las partes. Al meno en lo local creo que pueden haber soluciones inmediata , solo se hace necesario la voluntad de las autoridades y de la agricultura . Lo que sì es inalmisible que nuestros mercado sigan si oferta y con los prodctos de menos calidad.

  • Pablo dijo:

    Complicado es garantizar salud y educación universal y gratuita para todos y se ha logrado, o garantizar defensa y orden interior frente un enemigo poderoso y aquí estamos, cómo es que ha sido tan difícil hacer producir la tierra? Son los mismos recursos y la misma voluntad política, qué falta entonces?

  • Diana Salazar Fernández dijo:

    No hay carne de cerdo desde enero de este año y si la encuentras la tienes que pagar a 75 CUP ó 100 CUP la libra, el precio se disparó y sigue subiendo, la carne de res ya ni la buscamos, caminamos toda la Habana para comprar el pollo. Si hay frutas los precios de un mago note bajan de 5 mn en época de cosecha, el tarimero no le baja el precio, prefiere botarlos. Ayer fui al mercado de 17 y G en el Vedado un mazo de habichuelas 20 MN y casi marchitas, si reclamas te dicen déjelo ahí. Sales del mercado y vez los latones de basura llenos de habichuelas y zanahorias secas, Que mentalidad refleja este actitud, se prefiere botar las frutas y vegetales antes de bajarle el precio, porque se trabaja más en la tarima, no es una mentalidad socialista pero tampoco es capitalista, es una mentalidad de no querer trabajar y ganarse la mayor ganancia vendiendo menos con altos precios, eso no lo arregla el dinero , no lo arregla los reglamentos, solo produciendo .

  • NelsonSM dijo:

    Mucha tela....Hay muchas personas aplicando trabas y desvíos a los productos del agro, desde los especuladores que compran las cosechas con anticipación para después "esconder" el producto hasta que tenga mejores precios, hasta el que produce lo contratado y la mayor parte (fuera de este contrato) la vende "por la izquierda" y muestra los papeles en regla del contrato.
    Señores que nadie se engañe (claro que no descubro el agua fría) ¡esto es un gran negocio!
    Es como ya mencionaron otros que han comentado, no se le puede temer a la riqueza bien habida. Aunque la vida me ha enseñado que son menos los casos donde se cumple el axioma.

  • Porqué no dijo:

    Es obvio que no funcionan las estructuras , y valoro el aporte del doctor y el ingeniero . Pero no se si estan arando en el mar , creo que muchos han dado válidas soluciones y nada a pasado , pero no se desanimen, la esperanza es lo último que se pierde y confio en el presidente.

  • El Carzo dijo:

    Aprecio en muchos foritas ideas clara de mucho de los problemas que afectan que a los mercados no lleguen los productos necesarios y con precios adecuados a la población, si ya tenemos el diagnostico pues tenemos que atacar las causasy creo que debe ser lo mas rapido posible porque siguen productos malos y caras. Ahora agrego algunas causas que influyen en la situacion actual , los contratos con acopio no lo hacen los productores sino la direccion de las CCS , por lo que los productos se quedan en el campo y acopio no los recogen y no pueden reclamar , las inversiones en las CPA y UBPC en los ultimos años , por lo menos en mi municipio , son casi nula por lo que es imposible incrementar la produccion y la productividad y la creacion de nuevos empleos (revisen el crecimiento de este indicador , las cooperativa no tienen acceso a CUC para reparar y capitalizar su equipamiento de por si obsoletos, cada vez pasan mas tierra a la actividad ganadera bovina producto a que demanda menos fuerza de trabajo , de por si escasa y con un indice de vejecimiento alto, entre otras causas . Por otra parte a nivel local los gobiernos deben pasar de simples observadores a actores que hagan que la agricultura desarrolle acciones como las de vincular productores a cada punto de venta minorista o el consumo social, mediante contrato y el que incumple paga los daños del afectado, estimular a los campesinos que tienen estos contratos con una oferta de recursos , estimulara la utilizacion de los bioproductos y otros que eliminen las causa de los prolema enumerados.

  • Nasobuco dijo:

    Pues aquí en Caibarién parece que no entendieron el mensaje, porque no dejan pasar ni una vianda para la ciudad, estamos viviendo un auténtico estado de sitio (no me gusta la palabrita pero es así). Ni los particulares ni el estado tienen nada que vender de alimentos, porque no permiten que pase nada desde el campo a la ciudad. El coronavirus no atacó las cosechas, hay una situación subjetiva creo. Ni cuando fuimos azotados por el huracán Irma las cosas estuvieron así.

  • vivian dijo:

    Nadie comenta por qué los campesinos no tienen el incentivo de producir más, el sistema tributario debe estar encaminado a estimular el increnmento y diversificación de la producción.

  • Alejandro dijo:

    Elocuente exposición de los científicos sobre este tema supertrillado a través de los años y tan imprescindible de resolver en estos momentos en que la pandemia junto con lo mal iniciado este 2020 no le han permitido al país ni siquiera respirar. Este tema de la satisfacción alimentaria y la inalcanzable por ahora soberanía alimentaria ha sido por mucho tiempo el objetivo de los altos dirigentes del Partido y el Gobierno, pero los resultados no llegan, son muchas las estrategias, las exhortaciones de los dirigentes incluso a nivel del surco, pero se sigue haciendo lo mismo: ya lo dijo A. Einstein, si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo. No bastan las consignas, las promesas, las cifras en papeles, que si 30 libras de viandas, que si 5kg de proteína animal esperadas y no llegarán con esos métodos, que hay tantas caballerías sembradas que darán tanto, que la alimentación de los próximos meses está en el campo, esto es inseguro, hace falta cambiar todo lo que debe ser cambiado, y volcar a la agricultura lo mejor de lo mejor, incluyendo los más idóneos para guiarla desde el surco, no desde un buró, de ese gasto en alimentación a través de la importación se sacrifica un buen porciento para la agricultura, no temer como dijo Oro a la riqueza del que produce, sino a la pobreza que mata y desanima. Felicito a los científicos autores del artículo, al eminente José R Oro que aunque está en el exterior, nos ama muy en especial, y a otros comentaristas tan certeros con sus criterios. Confiamos y queremos ver el resultado. No queremos ver caras largas en los dirigentes ante el llamado del Presidente, que dicho sea de paso es y debe ser siempre objetivo, pues de esa forma desanimarían al pueblo, acabando con sus esperanzas. Los hombres se unen en dos bandos: los que aman y construyen, y los que odian y destruyen. La producción de alimentos no lleva magia, lleva entrega, inversión y amor. El pueblo espera por la satisfacción de sus necesidades básicas como principio general de la sociedad socialista, orgullosa de haber vencido a la COVID 19, gracias al potente sistema social y de salud con que contamos.

  • Jorge R 09 dijo:

    A los editores de Cubadebate:Le he respondido varias veces al señor que se apoda "El Catalán" que es un alabardero de los avances científicos y tecnológicos de Israel y hasta se remite a Fidel y a Martí para fundamentar sus relatos en los que oculta los beneficios exclusivos que recibe el Sionismo de los Estados Unidos. Y esos comentarios míos no me lo terminan de publicar, en verdad no me explico que me censuren así.
    "El Catalán" hasta se permite comparar a Israel con Cuba diciendo que es "un país con condiciones más desfavorables que Cuba, que sin embargo a fuerza de concepto y ciencia aplicada tiene extraordinarios rendimientos ". Ni siquiera contempla que somos un país bloqueado por el eje Estados Unidos- Israel.

  • Enrique dijo:

    quisiera hacer una pregunta ,Quien o quienes le van a poner el cascabel al gato este y cuando sera eso

  • isa 2020 dijo:

    ¡¡Seamos buenos agricultores para que no perdamos la cosecha¡¡¡
    Cuando fui a la escuela al campo hubo algo que me llamó la atención: se deshierbaba por completo el surco y a los 2 o 3 días había que volverlo a hacer, porque ya las hojitas volvían a nacer y si no se hacía entonces el fruto que se sembraba no crecía y se perdía la cosecha. Antes de que Adán y Eva pecaran no era así, ellos sembraban la semilla y solo esperaban a que germinara y diera fruto para cosecharlo, ni siquiera regaban, NADA, solo esperar. Pero después que pecaron como consecuencia de su rebeldía Dios determinó que para alimentarse de la tierra tendrían que trabajar mucho, ahí fue cuando entendí porque eso sucedía, eso nos hace pensar que por uno pagamos todos pero tenía que ser así para que por uno que entregó su vida (Jesús) todos los que lo aceptemos seamos salvos. Pero no es solo eso, el cambio en la naturaleza también fue para revelarnos el cambio que ocurrió dentro de la humanidad en sentido general, antes de la caída en los corazones de Adán y Eva los buenos frutos que se sembraban (bondad, generosidad, fidelidad, etc) germinaban si hacer ningún esfuerzo, pero después se hizo más complejo para ellos y toda su descendencia. Hoy nos siembran buenos frutos desde pequeños pero para recoger cosecha tenemos que trabajar mucho dentro de nosotros, además las hojitas de maldad, adulterio, egoísmo, contienda…, nacen sin que nadie los siembre y como buenos agricultores todas las mañanas tenemos que deshierbarnos por dentro para que los buenos frutos no se pierdan. Aunque hay semillas que se siembran (que nos enseñan desde pequeños) que no dan fruto, la cizaña por ejemplo. La biblia dice que en Cristo se restauraran TODAS las cosas: una nueva tierra, nuevo cuerpo y nuevo corazón. Seamos buenos agricultores, para que nuestra cosecha espiritual no se pierda….

  • Efrain dijo:

    He seguido estas reflexiones de los colegas y todos los comentarios. Como esto y otros temas varias personalidades han abordado. Y siempre se originan multitud de criterios. Ahora bien todos sabemos q muchas cosas no funcionan bien pero la solución no se ve!!!!!!. Por eso he expresado llevar esto a la mesa redonda y q salga un gran debate nacional buscando un posible banco de soluciones!!!!! Q le aporten a la máxima dirección del país luz de la sabia popular y de los de s pie q construimos este pais: ya sea científico, obrero,ama de casas,etc
    Gracias

  • Roly dijo:

    Hay comentaristas a los que les publican una tonga de artículos y a mi uno de cada 6 o 7.
    ¿Será que no gusta lo que digo? Aqui va uno de Ciencia y Técnica.

    A un terreno cultivado y atendido la aplicación de la Ciencia y la Técnic lo hará más productivo.

    A un terreno enyerbado o lleno de marabú, que no se atiende, la Ciencia y Técnica puede hacerle bien poco.

  • rafael dijo:

    Quiero poner un ejemplo referente a la carne de cerdo. A mi casa viene un compañero a buscar las sobras de comida para los cerdos y se me ocurrió preguntarle a cómo se vende la carne en pie y me dijo que a 25 pesos. Le pregunte el por qué de ese aumento, ya que hasta hacía poco estaba a 15, y me dijo que tiene que pagar mayores impuestos. La dije que el impuesto era según el ingreso y no supo responder. Con esto quiero decir que la mentalidad es de tener más ganancias sin aumento de producción, lo que explica que haya tanta demanda de turismo nacional, y que una persona que tenga una cochiquera con pocos puercos, un chofer de almendrón o el propietario de un pequeño pedazo de tierra pueda pasar un fin de semana todos los meses en un hotel 5 estrellas

  • R.Montané dijo:

    Recomiendo muy en serio retomar no solo las ideas, sino todo lo hecho bajo las orientación y supervisión de Fidel, en el Cordon de La Habana. No encuentro mejor proyecto agricola, sobre todo para las capitales de provincias, que ese noble y práctico proyecto. Atemperarlo a las realidades de hoy, atraer hacia él a nuevos emprendedores, pudiera convertirse en una experiencia inobjetable de lo que se necesita en materia de producción agricola y pecuaria para el pais, y por qué no, tambien en el plano del desarrollo social tanto de la capital como de otras localidades. Nuestra historia de estos ultimos sesenta años en materia de desarrollo integral l, que no lo dude nadie, dispone de la herencia, creo poco y no suficientemente valorada, de la obra de Fidel que, por circunstancias historicas concretas, no pudo realizar hasta su consolidación. En todos los frentes ns dejó un enorme legado y en la agricultura en especial, su proyección era hermosa, practica y de acuerdo con las posibilidades reales nuestras. Insisto que con las adecuaciones de hoy no creo que haya mucho que añadir para hacer algo muy bien pensado en esa materia.

  • Moises dijo:

    Los analisis son muy importantes pero los insto a q hsgan propuestas concretas aunque sean generales para tratar de rdsilver el problema. La realudad la conocemos lo q se necedita son propuestas de como resolver el problema y en el menor plazo posible porque los agros y los mercados estan vacios y cuando encuentras algun producto pues hay q agarrarse con los precios de lis productos. Calabaza a 5 pesos ls libra, pepinos a 7 pesos, cebolla a 25 pesos. No hay economia familiar q resista.

  • Pepito el holguinero dijo:

    Muy buen articulo y buenos comentarios, pero... continuan los operativos de la policia, las visitas a los campesinos obligandolos a vender lo poco que tienen y con la amenaza permanente de sancion de cualquier tipo por coger hasta un racimo de platano para un familiar... contingentacion epoca triste de la URSS en los anos 20-30 del siglo pasado- resultado miles de muertos. Resultados nuestros actuales- todo vacio y los campesinos a la espera de como sopla el viento para sembrar algo, pues lo que producen no es de ellos, ya que no pueden decidir que hacer con el fruto de su trabajo- son esclavos modernos educados y saludables, pero esclavos al fin, necesitana poyo con dinero y recursos para producir y de lo producido, los precios de compra de los productos no cubreen ni los gastos, paquete tecnologico - nada. Vietnam dejo el miedo a que algunos se enriquecieran y hoy se dan el lujo de regalarnos arroz- que tristeza cuando tenemos tierra y brazos para cultivarlo nosotros mismos. A Rusia, salvando las distancia, Europa y EEUU la bloqueron, le compraron a Brasil, Argentina y hasta a Siria que lleva 9 anos de guerra, pero ya es la principal exportadora de muchos granos en el mundo, puso a trabajar a los obreros agricolas y no los persiguio, ni les controlo lo que producian, los apoyo con capital y recursos. Paguemos un precio justo por los producto agricolas nuestros y el estado es una opcion de compra de sus prodctos, no un monopolio. Que el obrero agricola tenga un salario que le permita comprar la tohalla para secarse el sudor de su frente y sonria de felicidad por el fruto de su trabajo y ... las placitas y meracados estaran llenos a precios asequibles para todos.

  • R.Montané dijo:

    Para nadie es un secreto que la Capital es un reto permanente a toda obra que seamos caàces de emprender. Uno de sus talones de Aquiles es el sumnistro de productos y el tema de la vivienda. Hoy el Presidente convoca a todos a resolver el problema de la producción de alimentos y entre los retos está implicito el abastecimiento de la Capital. Personalmente aplaudo la misión planteada, pero he considerado necesario recordar uno de los proyectos mas hermosos que encamino el Cmdte en Jefe y quizas ahorremos muchos esfuerzos porque no creo que se pueda dejar de tener en cuenta ya que no solo es algo colosal, sino que tiene un profundo basamento cientifico fruto de su inagotable poder creativo. Hoy este proyecto puede ser decisivo para el logro de propositos que decidiran importantisimos problemas materiales y sociales que nos aquejan. Esta obra, con las adecuadas aportaciones que propician las nuevas relaciones de producción, no tiene nada objetable salvo aquellas adecuaciones que , sobre todo en lo social, hoy no tienen el impacto de hace 50 años atras. Adjunto en otro comenario a continuación.

  • R.Montané dijo:

    El Cordón de La Habana
    Un día Fidel soñó con recrear el paraíso y lo llamó El Cordón de La Habana.
    Imaginó plantar en el lugar frutales del trópico, árboles frondosos, extensos cafetales y llanuras de pastos. Incluyó en el paisaje vacas lecheras, verdes campos de caña de azúcar, represas de agua dulce, huertos y hortalizas. Por supuesto que no faltaron las viviendas confortables para el disfrute de sus habitantes.
    Era todo lo que se necesitaba para abastecer de alimentos a los casi dos millones de habitantes de la capital cubana. Decidió utilizar 2,300 caballerías de tierra -equivalentes a 30,000 hectáreas-, alrededor de la ciudad y dispuso el orden en que debían cultivarse y el espacio que ocuparía cada cultivo.

    Vislumbró Fidel que las huertas estarían más próximas a la ciudad. Tras ellas, los árboles frutales y los cafetos, luego el cordón lechero, que va detrás del cordón frutero. Después vienen las áreas llanas con regadío, donde estarán el cordón cañero y el cordón viandero.
    De esas 30 000 hectáreas, aproximadamente unas 19 000 irán sembradas de frutales con café intercalado en los frutales.
    El resto del área comprende de 6 000 a 7 000 hectáreas de pasto, ya un poco más alejadas; y además comprenderá dos bosques: uno casi en el corazón de la ciudad, de las márgenes del río Almendares, que tendrá unas 500 hectáreas, y otro bosque en las proximidades de la calle 100, que comprenderá aproximadamente de 300 a 400 hectáreas, no recuerdo ahora la cifra exacta. Esos bosques también estarán terminados el próximo año
    Hay también algunas áreas que irán ocupadas por los embalses que se están construyendo. Las 2 300 caballerías dispondrán de regadío, es decir, las 30 000 hectáreas serán de regadío. [1]
    Todo eso lo imaginó Fidel y vio que era bueno. Así es que puso a los cubanos a trabajar en ello.
    Su diseño era perfecto. Nada se dejaba al azar. Toda una sincronía organizativa, dibujada sobre los mapas que tapizaban el buró de su despacho. A partir de ahí, las cifras se multiplicaban como los sueños.

    Los trabajos en El Cordón de La Habana comenzaron oficialmente el 17 de abril de 1967, pero Fidel reveló su proyecto un año después cuando todos los detalles habían madurado en su fecunda imaginación.

    Para proteger a los frutales y cafetos ordenó Fidel que se crearan cortinas rompevientos, una línea de árboles más robustos para rodear esos cultivos y en las áreas más onduladas se cultivaría en terrazas, con trincheras de protección anti erosiva para proteger el terreno de la erosión, con la posibilidad de trabajar con máquinas en las lomas, de manera que todas las terrazas se harán en curvas de nivel y, además, con una técnica que estamos ensayando, que es la de acumular en canteros —además de la terraza— la capa vegetal para el tipo de cultivo que se está haciendo. [2]
    Los nobles vientos alisios que predominan en Cuba la mayor parte del año no tienen nada que ver con el Mistral europeo, que se desliza con fuerza entre los desfiladeros de los Alpes y los Pirineos hacia la costa del Mediterráneo. Eso pudiera explicar la abundancia de cortinas rompevientos en la Provence francesa o en el valle del Ródano.
    En Cuba la situación es diferente. La isla no es tierra de tornados y sólo de cuando en cuando padece la furia de un ciclón tropical.

    Las cortinas que planificó Fidel tenían en cuenta a los ciclones. Como siempre su imaginación desbordó cualquier realidad.

    Nosotros les decimos a los compañeros que tenemos que hacer unas cortinas rompevientos tales que en el medio de un ciclón cualquiera se pueda sentar detrás de una cortina a leer el periódico. Tal vez seamos un poco optimistas, pero hay algunas especies de árboles que creemos que van a llenar esos requisitos. Oigan bien: digo inmediatamente detrás de la cortina; siempre sopla un poco más. Las cortinas se deberán situar a no más de 150 metros de distancia, de manera que las cortinas protejan del aire a una distancia proporcional a su altura, varios metros. Si nosotros hacemos buenas barreras rompevientos contra ciclones, podremos proteger en un grado alto nuestras plantaciones de frutales y nuestros platanales. [3]
    La capa vegetal para cubrir las terrazas salió de las entrañas de los lagos habaneros. Las excavadoras hurgaron en el fondo de la Laguna de Ariguanabo [4] y en las cuevas de la costa donde tiene su madriguera los muerciélagos. [5]

    Hombre que maneja los símbolos, Fidel escogió el Día de los Reyes Magos para entregar las primeras viviendas a los campesinos que vivirían en el futuro paraíso del Cordón.

    Quedaba organizado así el primer pueblito rural, Valle Grande, con 120 casas, centro comercial, centro deportivo, parque infantil y círculo infantil, todo construido en tan solo 44 días. Faltó por inaugurar la escuela para los 336 niños del lugar, porque no todo podía hacerse en tan pocos días. Pero la escuela estaría lista días después, con la visión educativa que ya Fidel había esbozado un año antes, en San Andrés de Caiguanabo.

    De todas maneras en este pueblo inmediatamente debe empezarse a construir la escuela, que será del tipo de escuelas nuevas que estamos haciendo en estos casos para los alumnos de primaria; es decir, una escuela donde tendrán ya el desayuno, el almuerzo y la comida (APLAUSOS).
    Con eso este pueblo va quedando como un modelito de pueblo acerca de cómo debemos tener organizada la urbanización en las áreas rurales y también en las áreas urbanas. Eso permitirá, con los círculos infantiles, la total dedicación de las personas adultas al trabajo; es decir que no tendrán esa obligación constante de estar cocinando y lavando y planchando y todas esas actividades en las cuales se invierte una enorme parte del trabajo de las mujeres. [6]

    Ese día Fidel enumeró las instalaciones construidas en el Cordón.

    Hasta ahora se han construido en el Cordón de La Habana 458 viviendas, 130 pequeñas cochiqueras, 100 gallineros, 79 establos, 338 obras de otro tipo —comedores, almacenes— y 280 obras en áreas verdes. [7]
    Nada había quedado olvidado en el ingenioso plan de Fidel. Había pensado en todo, incluso en los pequeños terneros que tendrían que ser separados de sus madres lecheras. [8]
    Cuando su delirio alcanzó límites máximos Fidel anunció que el cordón llegaría hasta las 80,000 hectáreas de pastos, para alimentar a una gigantesca ganadería, con miles de vacas lecheras de cuyas portentosas ubres brotaría la leche como el maná del desierto.
    Y realmente la Ciudad de La Habana la vamos a abastecer plenamente de leche, y no solo de leche sino incluso de queso y en buena parte de mantequilla, con unas 80, 000 hectáreas de tierra, ¡con ochenta mil! (APLAUSOS), y a un nivel de abastecimiento que sería el doble de lo que se abastecería con ese nivel de productividad de los campesinos en un millón de hectáreas de tierra. [9]
    Y claro, qué mejor combinación para la leche que el café! A fin de cuentas no hay que olvidar que el café con leche, se integró a la cultura gastronómica nacional, desde que llegó a estas tierras desde la soleada región de Andalucía.
    La ganadería lleva un desarrollo natural más lento, no es como el café que se puede producir un millón de posturas en unas cuantas semanas. De manera que con el café que vamos a sembrar este año en la provincia de La Habana —unos 100 millones de matas—, pues, en el año 1970 ya La Habana se autoabastecerá totalmente de café. [10]

    Dice el Génesis que a Dios le tomó siete días crear el Universo. Fidel fue mucho más modesto. El Cordón de La Habana comenzaría a rendir sus frutos en dos años. Mientras tanto había que construir cada día ese venturoso futuro y Fidel movilizó todos los recursos humanos, materiales y financieros para culminar su nuevo proyecto.
    Por cierto que el humor criollo, con cierto tufo corrosivo, lo llamó desde un principio El Condón de La Habana.
    Para afrontar ese reto gigante era necesario que miles de trabajadores pusieran manos a la obra. En toda la provincia habanera no existían los campesinos ni trabajadores agrícolas suficientes; así que los obreros, empleados, estudiantes y amas de casa de la capital fueron movilizados para trabajar en el Cordón.
    Fue así como un obrero metalúrgico se convirtió en un plantador de frutales, un oficinista en vaquero, un empleado del comercio sembraba cafetos, los estudiantes dejaron a un lado los libros y las mujeres y ancianos se convirtieron en celosos cuidadores de los viveros de café donde las posturas crecían en bolsitas de polietileno.

    Aquellos eran tiempos convulsos el mundo occidental y en la Europa comunista. Los movimientos juveniles cuestionaban el orden establecido. Los estudiantes, desplazaron a los trabajadores como vanguardia revolucionaria de aquel año 68 que parió el Mayo Francés, produjo los mártires de la Plaza de Tlatelolco en México, protagonizó los movimientos contraculturales ajenos a la cultura oficial y fue testigo del desarrollo del hippismo en Estados Unidos, todos con la música de fondo de Los Beatles.
    Así es que mientras en la entonces República Popular Socialista de Checoslovaquia tenía lugar la Primavera de Praga, que intentaba reformular “un socialismo con rostro humano”, Fidel ocupaba todo el tiempo de los cubanos poniéndolos de cara al campo.
    Quizás nunca Cuba fue tan isla como entonces. Cerrada a cal y canto a las influencias del exterior; y cuando alguna luz contaminante se filtró por el muro de bagazo, Fidel apagó de inmediato cualquier posible destello en los predios bajo su mando.

    En nuestra capital, en los últimos meses, dio por presentarse un cierto “fenomenito” extraño (EXCLAMACIONES), entre grupos de jovenzuelos y algunos no tan jovenzuelos, resultado de toda una serie de factores —a veces ciertamente traumas, a veces familiares de personas que se van, a veces muchachos descarriados por descuido de las propias familias y en muchas ocasiones por influencia negativa de determinadas personas sobre ellos— que van inculcándoles ciertas ideas, ciertas actividades.
    Y así se venían observando grupos, algunos cientos de jovenzuelos en varios grupos, influidos entre otras cosas por la propaganda imperialista, que les dio por comenzar a hacer pública ostentación de sus desvergüenzas[…]
    Y qué querían? ¿Introducir aquí una versión revivida de Praga? (EXCLAMACIONES.) ¿Prostitución ambulante? ¿”Tuzex” y todo? ¿Venta de mujeres? ¿Parasitismo? ¿Reblandecimiento ideológico de este pueblo cuya juventud se bate en el estudio, se bate preparándose para la lucha; cuya juventud siempre, en todo instante de sacrificio, ha estado presente derramando su sangre y dándolo todo? ¿En un pueblo que se forja un espíritu de hierro, una voluntad de hierro? ¿En un pueblo que tiene que estar preparado para la lucha siempre y durante muchos años? ¿Qué creían? ¿Que nos iban a introducir estas porquerías en el país y lo íbamos a permitir? (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”)
    Y sencillamente, como la Revolución no podía permitir eso bajo ningún concepto, les echó el guante a todos (EXCLAMACIONES), y a los que sea necesario, de los que participen descaradamente en esas actividades. ¡Y no lo permitirá la Revolución! Y a esos jovenzuelos los educará o los reeducará; tratará los casos como debe tratarlos, pero los reeducará sobre todo con el trabajo, que es la forma magistral de educación. [11]
    Magistral forma de educación o estrategia política encubierta, bajo el manto de portentosos planes de desarrollo, lo cierto es que los estudiantes cubanos, fueron sacados por miles de las aulas y de las calles para trabajar en la agricultura en la zona del Cordón de La Habana. [12]
    Hoy Fidel asegura que no tuvo nada que ver personalmente con aquellos sucesos. La prensa de la época, que en el caso de Cuba se limita al órgano oficial del Partido Comunista y sus ecos subsidiarios, dio amplia cuenta de aquellas jornadas.
    Cito algunos titulares como ejemplo, porque entrar en los detalles es una tarea que sobrepasa el objetivo de este análisis. [13]
    El Cordón era una fiesta. Socialismo con pachanga. La Unión de Jóvenes Comunistas derrochaba imaginación organizativa. [14] Durante meses, las movilizaciones agrícolas se sucedían a diario. Se inauguró hasta una emisora radial del mismo nombre, dedicada a difundir el quehacer cotidiano en el Cordón.
    Radio Cordón de La Habana divulgaba también orientaciones técnicas, que luego reproducía la prensa escrita, para instruir a la población. [15]
    Ni siquiera el Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba quedó exento de visitar el espectáculo [16] , al que se sumaron gustosos algunos turistas europeos de las huestes izquierdistas que por aquellos días visitaban la isla con tanta curiosidad como entusiasmo para apreciar in situ el modelo cubano de comunismo. [17]
    El Cordón también tenía su Puesto de Mando desde donde se impartían las órdenes Con una estructura organizativa similar a la de las Fuerzas Armadas. No hay dudas de que Cuba tuvo también en el 68 su ¨Primavera¨, sólo que ésta no tenía nada que ver con Praga ni con París. Se decretó la “ofensiva final” para cumplir los plazos de siembra previstos por Fidel. [18]
    Fue entonces que el Cordón produjo su particularidad más exclusiva. Debutaron los “Piccolinos”. [19] Los pequeños tractores, con ruedas de goma, y fácil manejo que, a la larga, sirvieron por igual para surcar la tierra, como para irse de juerga.
    Cuba compró 1,300 tractores Goldoni GM-4, de fabricación italiana, que fueron rebautizados como piccolinos y 4,000 mujeres se formaron como operadoras de estos pequeños equipos de gran maniobrabilidad.

    Fidel presidió la graduación de las primeras operadoras en la escuela enclavada en el poblado habanero de Cangrejeras; y aprovechó de nuevo la ocasión para dibujar el futuro.
    De manera que el arroz quedará sembrado en las áreas del sur; el área del Cordón de La Habana será área de frutales y de café; las otras áreas onduladas y lomosas, sobre todo en los alrededores de La Habana, de tierras negras muchas de ellas serán las productoras de leche; las áreas de arcilla de Matanzas, de tierra buena con regadío, serán productoras de vegetales, de papas, de cítricos, de plátanos-fruta, de tabaco, de viandas, de cañas, productoras también de piñas —aunque las piñas no son tan exigentes con la textura del suelo, a veces se emplean algunos tipos de suelos muy pedregosos en el cultivo de la piña. De manera que cada cultivo quedará en su sitio.
    Debe ser nuestro propósito más firme que un día cualquier persona pueda atravesar de un extremo a otro esta provincia y no se encuentra una pulgada de tierra subutilizada. En estos planes de nuestro país ustedes tendrán esa hermosa tarea de ayudar a convertir en un jardín el Cordón de La Habana. Esa es la consigna: ¡Que el Cordón de La Habana sea un jardín y que ustedes sean las jardineras del Cordón de La Habana! [20]
    A fines de 1968 Fidel hizo el recuento del trabajo en el Cordón. Se habían sembrado ya 908 389 árboles frutales; 39 400 613 matas de café, 13 793 110 matas de gandul y 2 612 913 de plantas forestales. Las cortinas rompevientos trazadas sumaban 531 401 metros y las lomas terraceadas, es decir más de 500 kilómetros y las lomas terraceadas 59 kilómetros.

    ¿Y todo eso construido con qué? Con un poco de equipo y el esfuerzo tesonero de las masas de la capital, el esfuerzo de nuestros trabajadores, que están creando para sí estas maravillas.
    Esto solo en lo que se refiere al Cordón. Cuarenta millones de matas plantadas solo en el cordón, matas de café. ¿Qué significa esto? Voy a poner un ejemplo.
    De los países cafetaleros tenemos, por ejemplo, México. Tengo entendido que en México se plantan cinco millones de matas de café por año, según me ha informado un compañero. Pues bien: solo en el Cordón de La Habana se ha plantado ocho veces esa cantidad. [21]

    Sin dudas que fue un esfuerzo colosal. Nunca nadie contabilizó las cosechas. Ni el sudor derramado en los surcos. Mucho menos las pérdidas económicas.
    El Cordón nunca fue un jardín y nadie sabe hoy adónde fueron a parar las jardineras y sus piccolinos.

  • R.Montané dijo:

    Señores invitados;
    Trabajadores y campesinos del Cordón de La Habana;
    Nuevos vecinos de las nuevas casas del pueblecito de esta noche, que tengo entendido que están aquí presentes también:

    ¿Ya les entregaron las llaves? (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”) ¿Todavía no? Entonces, si no les han entregado las llaves, ¿qué les trajeron los Reyes a ustedes hoy? (EXCLAMACIONES DE: “¡La noticia!”) ¡Ah!, la noticia.
    (EXCLAMACIONES DE: “¿Cómo se llamará?”) Ese es un problema que tenemos, cómo se llamará el pueblo (EXCLAMACIONES DE: “¡El Che!”). No. Eso tiene que decidirlo la Comisión. Además, el pueblo está muy chiquito todavía. Cuando hagamos un pueblo más grande. Hay que ponerle un nombre más modesto al pueblo (EXCLAMACIONES DE: “¡Valle Grande!”).
    ¡Ah!, bueno: no es un nombre modesto pero se le puede poner ese nombre: Valle Grande (APLAUSOS).
    La inauguración de un pequeño pueblo como este en sí mismo no tiene demasiada importancia. La importancia que tiene este pueblecito, en primer lugar, es que se hizo en solo 44 días y tiene ya 120 casas; además, parque infantil, círculo infantil, centro comercial, campo deportivo y, en fin, le falta solo la escuela. Parece que no tuvieron tiempo de hacer también la escuela en los 44 días. Pero, sin embargo, hay 336 niños. De todas maneras en este pueblo inmediatamente debe empezarse a construir la escuela, que será del tipo de escuelas nuevas que estamos haciendo en estos casos para los alumnos de primaria; es decir, una escuela donde tendrán ya el desayuno, el almuerzo y la comida (APLAUSOS).
    Con eso este pueblo va quedando como un modelito de pueblo acerca de cómo debemos tener organizada la urbanización en las áreas rurales y también en las áreas urbanas. Eso permitirá, con los círculos infantiles, la total dedicación de las personas adultas al trabajo; es decir que no tendrán esa obligación constante de estar cocinando y lavando y planchando y todas esas actividades en las cuales se invierte una enorme parte del trabajo de las mujeres.
    Ese tipo de escuela es el que se va a ir construyendo en el futuro. De manera que esperamos, en la misma medida en que se acelera el ritmo de las construcciones, que ya toda la población infantil y juvenil tenga sus instituciones organizadas desde el círculo hasta el preuniversitario.
    Este pueblo tiene también el significado de que con él se cumple una primera etapa del plan del Cordón de La Habana. El plan del Cordón de La Habana comenzó el 17 de abril y debe terminar en el año 1968. Comprende el desarrollo agrícola de toda el área que rodea la capital de la república. Ese proyecto incluye las viviendas de los trabajadores y de los campesinos de toda esa área. Una parte de esa área pertenece al Estado, otra parte pertenece a los pequeños agricultores.
    El plan, les decía, comprende el desarrollo integral incluyendo las viviendas y, además, las instalaciones agrícolas necesarias.
    Hasta ahora se han construido en el Cordón de La Habana 458 viviendas, 130 pequeñas cochiqueras, 100 gallineros, 79 establos, 338 obras de otro tipo —comedores, almacenes— y 280 obras en áreas verdes.
    La superficie del Cordón de La Habana es aproximadamente 2 300 caballerías de tierra. Para los europeos e invitados de otros países que no miden por caballería, una caballería tiene 13,4 hectáreas. De manera que 2 300 caballerías son aproximadamente unas 30 000 hectáreas. De esas 30 000 hectáreas, aproximadamente unas 19 000 irán sembradas de frutales con café intercalado en los frutales.
    El resto del área comprende de 6 000 a 7 000 hectáreas de pasto, ya un poco más alejadas; y además comprenderá dos bosques: uno casi en el corazón de la ciudad, de las márgenes del río Almendares, que tendrá unas 500 hectáreas, y otro bosque en las proximidades de la calle 100, que comprenderá aproximadamente de 300 a 400 hectáreas, no recuerdo ahora la cifra exacta. Esos bosques también estarán terminados el próximo año. Habrá, además, el área del Jardín Botánico, que dispondrá también de unas 500 hectáreas. Ese Jardín Botánico estará a cargo de la Universidad de La Habana, de la escuela de botánica; y el área destinada también al futuro parque zoológico de la Ciudad de La Habana.
    Existe el propósito de desarrollar los jardines botánicos en todas las capitales de provincia, de manera que sirvan de sitios de estudio y de recreación, porque un jardín botánico bien hecho no solamente es extraordinariamente útil en el sentido económico, es también muy útil como base de estudios y también un lugar de recreación. Es decir, se ha dispuesto de todas las áreas pertinentes para todas esas necesidades.
    Hay también algunas áreas que irán ocupadas por los embalses que se están construyendo. Las 2 300 caballerías dispondrán de regadío, es decir, las 30 000 hectáreas serán de regadío.
    Eso, en cierto sentido, constituye una proeza hidráulica. ¿Por qué? Porque en La Habana y sus alrededores hay una población acumulada de más de un millón y medio de personas. Además, los colonizadores de este país ubicaron en sus inicios, hace cuatro siglos, la Ciudad de La Habana en una de las regiones más estrechas del país, donde no había ningún río grande. Desde luego, hay el río Almendares, que es un arroyito. Los que sepan lo que es un río saben que no se puede llamar río al Almendares. Pero en Cuba, que es una isla larga y estrecha, no tenemos ningún gran río, todos son ríos chiquiticos, que a veces se secan. Tal vez para los primeros pobladores de la Ciudad de La Habana el río Almendares les pareció un gran río para establecer aquí la ciudad.
    Pero la ciudad siguió creciendo durante cuatro siglos, y con la instauración de nuestra seudorrepública a principios de siglo, unido al fenómeno de la intervención y la colonización por el imperialismo, se sumó todo el fenómeno de la burocracia y además todo el fenómeno del crecimiento de la ciudad, donde vinieron a residir todas las familias ricas del país: terratenientes, dueños de centrales azucareros, dueños de fábricas; y, en fin, por eso ustedes ven tantas casas lujosas por los alrededores de La Habana, donde hoy se albergan calculo que unos 70 000 estudiantes. Los ricos en Cuba construían casas verdaderamente suntuosas.
    Y creció la ciudad. Con la burocracia y la politiquería y todas las formas de parasitismo siguió creciendo la ciudad hasta llegar a tener el nivel actual. Sin embargo, esta provincia no tiene río importante. Dispone sí de considerables cuencas subterráneas de agua, porque aunque no hay río hay algunos embalses naturales, con los cuales la naturaleza proveyó a esta provincia. Sin embargo, una buena parte de esa agua se tiene que dedicar al consumo de la población. Eso constituye un problema.
    Tiene magníficas tierras agrícolas esta provincia, pero con la agricultura compite el consumo de agua industrial y social de la Ciudad de La Habana. Eso, naturalmente, plantea la posibilidad en años futuros de algunas plantas para purificar esas aguas y utilizarlas en la agricultura, a la vez que tal vez en un futuro más lejano se nos plantee la necesidad de alguna solución a base de emplear el agua de mar desalinizada; pero eso naturalmente tendrá que ser más lejano, requiere mucha técnica y requiere muchas inversiones.
    Y tenemos el problema de abastecer la ciudad, a pesar de esa competencia entre el consumo de la población y de la agricultura. Si en esas condiciones a pesar de todo se puede regar toda esa área, y se puede llegar a regar la mayor parte de toda la superficie agrícola de la provincia, eso decía que constituía una proeza hidráulica. Si no podemos usar agua subterránea, lo que se está haciendo es embalsando todos los arroyos pequeños, los pequeños ríos, dondequiera que hay posibilidad de hacer una pequeña presa, una presa mediana; y en fin, habrá que construir —y también pensamos que estén terminadas este mismo año— unas 200 micropresas, y además un embalse grande en el río Almendares, grande para nosotros, no es la represa de Asuán, es un embalse de unos —digamos— 80 ó 90 millones de metros cúbicos, que teniendo en cuenta la precipitación natural en la provincia y el tipo de cultivo, permiten irrigar con 100 millones de metros cúbicos unas 15 000 hectáreas, puesto que los cultivos que estarán alrededor de la ciudad no son cultivos que vayan a consumir mucha agua.
    Esta política de embalsar todas las aguas, siguiendo la consigna de que no se vaya una gota al mar, es la que se está aplicando en todo el país. Se ha puesto especial énfasis en la provincia de La Habana por dos razones: por existir aquí la concentración mayor de consumidores, y a la vez también la concentración mayor de trabajadores; existe para esta provincia la ventaja de disponer de una gran fuerza de trabajo potencial. Y por eso se ve que avanza tan considerablemente todo en esta provincia, porque al revés de la provincia de Camagüey, que disponiendo de una superficie agrícola aproximadamente cuatro veces y medio mayor que la provincia de La Habana, tiene en cambio una población aproximadamente igual a la tercera parte de la población de la provincia de La Habana.
    Por eso aquí se dispone de una fuerza potencial humana muy grande para acelerar todo ese desarrollo. De manera que la política hidráulica que se sigue en el Cordón de La Habana es la que se seguirá en toda la provincia a un ritmo acelerado.
    Existía en esta provincia una verdadera contradicción: parecía que era la provincia de agricultura más desarrollada, y muchas veces cuando se hablaba de diferentes planes surgía por todas partes la afirmación de que no había tierras en La Habana para más desarrollo agrícola. Cuando nos dispusimos a registrar palmo a palmo la provincia y con los mapas y con las visitas a todas las regiones de la provincia, pudimos apreciar que La Habana no solo dispone de las tierras necesarias para autoabastecerse de la mayor parte de los productos, sino incluso para participar en un grado alto en la exportación del país. Hemos calculado unas 28 000 caballerías agrícolas. Esto, vuelto a multiplicar por hectárea, son unas 420 000 hectáreas las que tiene la provincia, descontadas ya las ciudades, las carreteras, las instalaciones industriales y las poquísimas áreas no agrícolas, que son los mogotes. Porque ya aquí se le ha perdido el respeto incluso a las lomas en esta provincia, y ya se están haciendo los primeros trabajos de terraza para cultivo en las lomas de la provincia, y por cierto con un éxito bastante prometedor. De manera que ya en el mismo Cordón de La Habana los cultivos que se van a hacer en las áreas de lomas ya se harán mediante terrazas, con trincheras de protección antierosiva para proteger el terreno de la erosión, con la posibilidad de trabajar con máquinas en las lomas, de manera que todas las terrazas se harán en curvas de nivel y, además, con una técnica que estamos ensayando, que es la de acumular en canteros —además de la terraza— la capa vegetal para el tipo de cultivo que se está haciendo. De manera que quedará muy poca superficie en esta provincia que se pueda considerar superficie no agrícola.
    Todos los cultivos llevarán la protección de las barreras forestales contra el efecto secante de los vientos, el daño físico a las plantaciones por los vientos, y en lo posible protección contra ciclones en las plantaciones más importantes, porque nosotros aquí no tenemos las heladas.
    En el país van grandes plantaciones de cítricos, y entre ellas en la provincia de La Habana, en el Cordón de La Habana irán unas 4 000 hectáreas de cítricos. De manera que el cítrico que consumirá la población de La Habana prácticamente se podrá ir a recoger en el patio de la ciudad, es decir, estará en el mismo borde: donde se terminan las viviendas empiezan los cítricos. Y también en el resto de la provincia irán aproximadamente unas 15 000 hectáreas de cítricos. Esta va a ser una parte pequeña de las plantaciones de todo el país.
    En la Florida, que es, por ejemplo, uno de los lugares de Estados Unidos que más cítricos produce —incluso gozan de fama, los norteamericanos son famosos como grandes productores de cítricos—, producen por encima de 5 millones de toneladas de cítricos; una gran parte de esos cítricos están en la Florida en tierras, por supuesto, mucho más pobres que las nuestras.
    Ellos tienen dos desventajas. Ellos tienen los ciclones, que casi todos los ciclones que se pierden en el Caribe van a parar a la Florida —no vamos a decir que nos alegramos, porque no sería correcto eso, pero ocurre así—, y algunos de esos ciclones también pasan por aquí. Luego, en los ciclones tenemos un enemigo natural. Pero ellos en la Florida, al igual que en California, tienen otro enemigo natural, que son las heladas: de vez en cuando pasa alguna helada por allí y congela las maticas de cítricos, al extremo que se ven obligados a usar calefacción artificial para proteger las plantaciones de cítricos. ¡Menos mal que nosotros no tenemos que gastar petróleo en eso! (RISAS.) Afortunadamente, en este país, al menos desde que tenemos noticias, no ha ocurrido ningún tipo de heladas. Por lo tanto, tenemos un solo enemigo, que son los ciclones. Y si ellos en la Florida han podido desarrollar una gran industria de cítricos en una tierra peor que la nuestra, y con dos enemigos, no hay la menor duda de que nosotros vamos a tener una industria de cítricos superior a la industria de cítricos de la Florida. De eso no hay la menor duda (APLAUSOS).
    Decía que en la provincia existiría, para el autoabastecimiento de cítricos, una determinada porción de esa superficie. Los demás frutos serán frutos de tipo tropical, arbóreo; de manera que se buscan distintos objetivos con esto: el primero, darle una utilización a esa tierra de una manera correcta, plantar ahí lo más racional desde nuestro punto de vista; a una gran aglomeración de población —a nuestro juicio— debe corresponder en los alrededores, por cuestiones incluso de salud, un área arbórea que contribuya a purificar la atmósfera alrededor de la ciudad; segundo, un tipo de cultivo que no consuma demasiada agua; tercero, un tipo de cultivo que cree condiciones ambientales también alrededor de la capital, y además un tipo de cultivo de alto valor, que pueda ser perfectamente atendido por la numerosa fuerza de trabajo con que cuenta la Ciudad de La Habana.
    Les decía que en esta provincia se decía que no había tierras, y lo que ocurría realmente es que la tierra estaba muy mal utilizada, tremendamente subutilizada. Los campesinos de los alrededores de La Habana en realidad tenían una agricultura muy atrasada; hay que decirlo —yo sé que muchos están por aquí—, esta es una verdad, y gracias a esa verdad y conocer esa verdad es que vamos a salir de esa situación; era una agricultura fundamentalmente de autoconsumo. Para darles una idea de la forma en que estaban explotadas esas tierras, la Revolución concentró inicialmente su esfuerzo en las provincias donde existen las grandes extensiones de tierra, y sobre todo en las grandes extensiones de tierras estatales; cuando se hicieron las reformas agrarias, del total de las tierras del país un 70% aproximadamente quedaron como propiedad de la nación, para ser explotadas como empresas nacionales, como centros nacionales de producción, y un 30% quedó en manos de los pequeños propietarios, que eran en fin aparceros, precaristas o arrendatarios. En las leyes agrarias se les liberó del pago de las rentas.
    Cuando nosotros decimos un pequeño agricultor, no hay que comparar las cifras de otros países. Un pequeño agricultor, en comunidades humanas densamente pobladas, son pequeños agricultores que tienen media hectárea, una hectárea; la superficie aquí de los pequeños agricultores es mayor. Pero cuando se hicieron las leyes agrarias había en el país grandes latifundios. Y para tener una idea, uno de los latifundios norteamericanos en Cuba poseía 200 000 hectáreas de tierras agrícolas. De manera que la ley fue tremendamente radical. No es un país superpoblado, de manera que el pequeño agricultor tiene, naturalmente, más superficie de la que tiene en las comunidades densamente pobladas. La Revolución liberó a esos pequeños agricultores del pago de rentas y de otras calamidades, les facilitó recursos, les facilitó créditos y cuanta ayuda fue posible, al nivel de los recursos que tenía el país y de la experiencia que teníamos todos nosotros, que era por cierto bastante poca.
    En muchos de los compañeros que estaban en el frente de la agricultura se desarrolló una especie de indiferencia hacia la forma en que los pequeños agricultores explotaban sus tierras, de manera que en muchos mapas aparecían solo las tierras estatales, y nosotros les preguntábamos: “¿Y qué hay ahí en ese espacio en blanco?” “Bueno, son pequeños agricultores.” “¿Pero acaso esos pequeños agricultores, esa tierra no está aquí en el país y no interesa a todo el país la producción de esas tierras?”
    Nuestros pequeños agricultores tenían una agricultura atrasada, derivada de las condiciones de subdesarrollo, de atraso técnico del país, y del analfabetismo tan extraordinariamente extendido. Y lógicamente esto se traducía en una agricultura sumamente atrasada, sin empleo de máquinas, sin empleo de fertilizantes, sin empleo de técnicas adecuadas de cultivo, sin empleo de las variedades adecuadas de semillas, sin irrigación, y en fin esa era la situación.
    Y desde luego que una tierra que no recibe fertilización, una tierra que no es irrigada, se traduce en una agricultura pobre, de baja productividad, insegura. Y esta era la situación. Había que buscar la manera de cómo los pequeños agricultores se integraban al proceso productivo, cómo los pequeños agricultores elevaban también la productividad de esas tierras. Desde luego, los pequeños agricultores no tenían recursos para hacerlo, y era necesario un esfuerzo de todo el país para lograr eso y ya realizar los planes teniendo en cuenta los intereses del país; en este sentido era necesario superar una etapa, superar una etapa de relaciones mercantilistas entre el Estado socialista y los pequeños agricultores.
    ¿Qué quiere decir relaciones mercantilistas? Aquí ocurrió durante un período de la Revolución en que si faltaban zanahorias se le establecía un precio a la zanahoria, los organismos de acopio encargados de acopiar los productos seguían una política de precios; entonces faltaba la zanahoria, elevaban el precio de la zanahoria; y al otro año había mucha zanahoria pero no había remolacha, entonces al otro elevaban el precio de la remolacha; y entonces podía haber zanahoria y remolacha, pero no había malanga; otro año elevaban el precio de la malanga y sembraban malanga y se descuidaban los cultivos de café. Y así por el estilo, aquello era una situación de nunca terminar; hemos pasado por esa experiencia.
    Podía ocurrir perfectamente bien que el país tuviese un central bastante eficiente, bastante moderno, en un área determinada, y que alrededor de ese central nos encontráramos a un campesino sembrando zanahoria, o a un campesino sembrando remolacha. Si para resolver el problema la solución hubiese sido elevar el precio de la caña de manera que compitiera con la zanahoria y con la remolacha, entonces se iba a caer en una situación interminable, no se sabe qué cantidades fabulosas de dinero para hacer que la caña al lado del central compitiera con la remolacha. Porque además, si se incrementa el precio de ese central hay que incrementárselo a todos los demás, porque entonces los demás dicen: ¿Por qué a aquellos que cultivan la misma caña, con el mismo trabajo, les pagan más?
    Toda una política que además iba acompañada de una serie de procesos crediticios del banco, de contratos y más contratos; contratos entre el banco y los campesinos, contratos entre los campesinos y acopio. Y en definitiva muchas veces los campesinos firmaban el papelito con acopio, les entregaban determinadas cantidades, y eso consagraba prácticamente un derecho a vender después a cualquier precio el exceso por encima de lo que le entregaban a acopio.
    En fin, nosotros llegamos a la conclusión de que por medio de este tipo de relaciones jamás íbamos a lograr ni desarrollar la agricultura en el sector campesino ni hacer lo que más convenía al país, y en definitiva no iba a contribuir ni mucho menos a crear una conciencia revolucionaria en el campesinado.
    Si el país tenía un central azucarero en determinado sitio y había allí 10 hectáreas produciendo, voy a ponerle 13,4 hectáreas, una caballería, con unas pocas vacas produciendo un poco de leche, ¿qué ocurría? Hicimos el cálculo de que cuando hay una lechería al lado de un central, a un kilómetro de un central, para abastecer de leche al central, lo que habría que transportar de leche eran unos 500 quintales —quintales nuestros, que son la mitad de los quintales europeos, son quintales que se miden en libras y no en kilogramos—, aproximadamente unas 25 toneladas. Si de la caña que se llevaba a ese central, había una caballería a 10 kilómetros, resultaba que el transporte que había que hacer medido en kilómetros-toneladas era mil veces más; escúchese bien: mil veces más trasladar una caña con una productividad alta desde 10 kilómetros del central que trasladar la leche al central desde un kilómetro. Lo único verdaderamente razonable era trasladar la producción de leche a 10 kilómetros y situar la caña a un kilómetro del central, porque sencillamente la caña a 10 kilómetros implicaba transportar mil veces más carga, es decir, quinientas veces más en la mitad del tiempo; es decir, que en seis meses —en los meses de zafra— habría que transportar mil veces más caña.
    Y esa situación abundaba. Incluso había gran número de lecherías estatales en áreas próximas a los centrales. Actualmente se está acercando la caña a los centrales, sembrándola en tierras estatales y en tierras privadas.
    Ahora bien: ¿Cómo trabajar con el pequeño agricultor? El pequeño agricultor, en definitiva, con su producción atrasada tenía ingresos bastante miserables; y la economía del país recibía de esas tierras también un producto bruto bastante miserable. Si para desarrollar esa agricultura hubiésemos tenido que enfrascarnos en toda una política de contratos y precios, y más contratos y más precios, no habríamos terminado nunca; porque el campesino habría dicho: “Bueno, ¿me voy a empeñar, me voy a hipotecar? No quiero deudas, a mí no me importa sembrar esa cosa aquí, me siento inseguro.” Y, en fin, habría sido insoluble el problema.
    ¿Qué hemos hecho? Hemos cambiado todo el viejo sistema de relaciones con los campesinos. Entendemos que si ese campesino produce allí una tonelada, el país recibe una tonelada; si ese campesino produce 20, el país recibe 20 toneladas. Porque lo que ese campesino produce se ha de consumir en el país o exportar por el país, y la que pierde es la economía de todo el país.
    De ahí que comenzando por esta provincia, hemos iniciado una política nueva, en que vamos hacia el uso racional y óptimo de todas las tierras —lo mismo estatales que privadas—, y como tenemos la ventaja de partir de un punto muy bajo de productividad en esas tierras privadas, ello nos permite racionalizar el uso de estas tierras de manera que sale ganando el país y sale ganando también el campesino.
    Empezamos porque hacemos todas las inversiones por cuenta del Estado; es decir, que si hay que roturar, si hay que hacer una plantación nueva, incluye las instalaciones productivas, incluye en estos planes ya la vivienda también, y no se hace mediante una política mercantilista, no se hipoteca el campesino, no le va a deber un solo centavo al Estado. De manera que nosotros desarrollamos esa unidad de producción y la obligación del campesino ulteriormente es sencillamente atenderla de acuerdo con las normas técnicas adecuadas y sacar el máximo de provecho posible. Si se trata de un cultivo que necesita una ayuda adicional de fuerza se movilizan las fuerzas de trabajo nacionales y se hacen las cosechas igual que se realizan las plantaciones y se llevan a cabo estos inmensos trabajos que ustedes han visto alrededor de La Habana.
    Al fin y al cabo, con el aprovechamiento óptimo de esas tierras vamos a crear una abundancia tal de todos esos productos, que en un futuro no lejano esos productos involucrados en estos planes saldrán también de la circulación mercantil.
    De manera que la sociedad cultiva las tierras estatales, establece las inversiones en las tierras que no pertenecen al Estado, hace las inversiones, contribuye a su desarrollo, contribuye a su explotación para crear una productividad tal que le permita al país prácticamente sacar de la circulación mercantil todos esos productos. Es decir, nuestra sociedad se propone seriamente avanzar hacia una distribución comunista (APLAUSOS).
    Esto naturalmente tiene que tener por base el desarrollo máximo de la técnica, de la productividad del trabajo y de la productividad de las tierras.
    De inmediato toda la población campesina que recibe los beneficios de los microplanes mejora extraordinariamente su situación; de manera que, como en estos mismos casos, si vivían en un bohío insalubre prácticamente, se le crean condiciones de vivienda y condiciones de trabajo incomparablemente superiores.
    Y para tener una idea de lo que significa económicamente por ejemplo aquí en el Cordón de La Habana este plan, baste decir que el valor de lo que se produce por hectárea se incrementará veinte veces; es decir que cada hectárea de esas que estamos trabajando cuando esté en producción estará produciendo valores económicos veinte veces superiores a lo que estaba produciendo.
    Nosotros en conversaciones con algunos campesinos les hemos analizado su producción de leche, por ejemplo; les hemos explicado cómo al nivel de la productividad que tienen, solo para abastecer de leche la Ciudad de La Habana, haría falta un millón de hectáreas. Y realmente la Ciudad de La Habana la vamos a abastecer plenamente de leche, y no solo de leche sino incluso de queso y en buena parte de mantequilla, con unas 80 000 hectáreas de tierra, ¡con ochenta mil! (APLAUSOS), y a un nivel de abastecimiento que sería el doble de lo que se abastecería con ese nivel de productividad de los campesinos en un millón de hectáreas de tierra.
    Es decir que se está llevando a cabo una verdadera revolución en la agricultura en esta provincia, igual que en el resto del país.
    ¿Cómo han recibido los campesinos estos planes? Naturalmente que los han recibido con un extraordinario júbilo, con extraordinario optimismo, con una extraordinaria alegría.
    De manera que la contradicción que existía entre esa propiedad privada de la tierra y la baja productividad de esas tierras con los intereses del resto de la sociedad se ha resuelto, se ha superado de la única manera que nos interesa y que debemos superar cualquier contradicción en el seno de nuestra sociedad revolucionaria, es decir, en el seno de los trabajadores y los campesinos, es decir, cualquier contradicción.
    Y realmente uno de los problemas más difíciles en los procesos revolucionarios ha sido la cuestión agraria y la cuestión del pequeño productor agrícola.
    En nuestro país existía un proletariado agrícola, existía una masa de pequeños agricultores; pero, además, existían grandes latifundios, explotados algunos con mayor intensidad y casi todos con un mínimo de intensidad, pero explotados por obreros asalariados.
    Cuando la Revolución hace la Reforma Agraria no reparte la tierra. Los que ya tenían tierra, tenían posesión de la tierra —pequeños agricultores que pagaban rentas y pagaban una parte de sus cosechas a los latifundistas—, se les liberó de todo pago; pero en cambio no se establecieron repartos de tierra en las tierras estatales.
    Si hubiésemos repartido la tierra habría sido una de las mayores posibilidades de que esta Revolución fracasara, habríamos caído en un minifundio superimproductivo que nos habríamos visto obligados a estar estableciendo inmediatamente después la socialización de aquella tierra repartida.
    No se hizo el reparto. Y en las condiciones de Cuba no era necesario hacer el reparto. El reparto previo se había convertido dentro de las doctrinas políticas en una especie de dogma.
    Afortunadamente pudimos comprender a tiempo que en las condiciones de Cuba el reparto de los latifundios no divididos habría sido un retroceso. Gracias a eso hemos dispuesto de una sólida base para el desarrollo de una agricultura moderna, altamente mecanizada, altamente tecnificada, es decir, en proceso de mecanización y en proceso de tecnificación; y a la vez, nos ha permitido desarrollar con los campesinos una política también de desarrollo agrícola y de tecnificación de la agricultura sin contradicciones. Es decir, no nos hemos precipitado en repartir, no repartimos, y por eso no nos hemos visto en la necesidad de socializar.
    De hecho, cuando el país viva bajo un sistema de distribución comunista, de hecho toda la sociedad estará trabajando para producir para toda la sociedad.
    Es por eso que nosotros estamos dispuestos a ayudar a los campesinos, dispuestos a desarrollar la productividad de los campesinos, a mejorar sus condiciones de vivienda, a mejorar sus condiciones generales de vida, a construir caminos, carreteras, instalaciones de todo tipo; de manera que el campesino tendrá prácticamente todas sus necesidades satisfechas. Y una distribución comunista implicará la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de toda la sociedad.
    Es decir que esa contradicción de la existencia de una proporción grande de tierra que pertenece a toda la sociedad y una porción de la tierra que pertenece individualmente a los campesinos, se superará por la vía de la distribución en el futuro. Hemos encontrado, a nuestro juicio, una feliz solución.
    Nosotros por eso no hemos promovido expresamente las cooperativas. Si algunos campesinos quieren asociarse, se asocian. La contrarrevolución les decía a los campesinos que como esto era socialismo les iban a socializar la tierra, y nosotros les decíamos a los campesinos: “Como esto es socialismo no te vamos a socializar la tierra”; porque el socialismo es la alianza de los obreros y de los campesinos y no es la socialización forzosa de las tierras de los campesinos y respetaremos tu voluntad de permanecer como productor individual o asociado.
    Y realmente, con las nuevas ideas de desarrollo de la agricultura, en un futuro no lejano, de hecho cada pulgada de tierra estará produciendo en el país lo que le interese y lo que le convenga al país: al lado de los centrales azucareros, caña; en las áreas de la industria láctea, leche; en las áreas de cítricos, cítricos; en las áreas de piña, piña; en las áreas de plátano fruta, plátano fruta; en las áreas de vianda, vianda; arroz, arroz; y en fin, todos los renglones de la agricultura, lo que nos permitirá en un momento dado estar produciendo de manera racional y óptima, de acuerdo con las diversas necesidades del país, en cada provincia, en cada región y de acuerdo con las características de la tierra, lo que convenga producir al país. Y ya ustedes ven cómo ese plan se desarrolla en los alrededores de la capital y marcha rápidamente.
    ¿Cómo empezaron los microplanes? Los microplanes empezaron con algunos campesinos. Y otros se preguntaban qué son esos microplanes. Y poco a poco, a medida que el plan fue adquiriendo prestigio, eran más y más los campesinos que querían incorporarse a los planes. De manera que una inmensa mayoría de los campesinos del Cordón de La Habana, estoy por decir que mucho más del 90%, están incorporados a los planes. Y lo que ocurre ya en cualquier región del país es que los campesinos preguntan cuándo llegan los microplanes, cuándo llegan los microplanes a su región, cuándo llega el microplan a esa provincia. Y ese es el problema, desgraciadamente no podemos llevarlos al ritmo que ellos quieren y que nosotros quisiéramos también.
    En el Cordón de La Habana las necesidades de vivienda para resolver los problemas de barrios insalubres, de bohíos insalubres también, de las casas, y la vivienda de todos los trabajadores y obreros que laboran en el Cordón de La Habana, se necesitan 4 100 viviendas más.
    Afortunadamente en el día de ayer una brigada de trabajo comunista, integrada fundamentalmente por los alumnos de la escuela provincial de La Habana, construyeron en seis meses, recogiendo retazos, tubos, hierros por todas partes, realizaron la proeza de construir una fábrica de cemento con capacidad para 100 toneladas diarias (APLAUSOS). Esa fábrica no aparecía en los planes perspectivos del país, no existía en los planes del país, y surgió de la imaginación de los compañeros de la provincia. De manera que ayer terminaron la fabriquita, que inmediatamente empezará a producir. Y ya con ese cemento, que es aparte del cemento que se producirá en las dos grandes fábricas que se terminan en el segundo semestre de este año, ya se podrá dar un gran incremento a todo este plan en la provincia de La Habana. De manera que esperamos que con el trabajo de los obreros de La Habana y con el cemento extra que van a producir se pueda resolver el problema de la vivienda de todos los trabajadores y de todos los campesinos en el Cordón de La Habana en este año 1968 (APLAUSOS).
    Ya desde el segundo semestre de este año nuestro país podrá incrementar de un modo considerable la construcción de viviendas. Porque en estos años hemos estado limitados por el cemento.
    Este pueblo se construyó en 44 días. Bien, para resolver los problemas de vivienda de este país hay que construir durante 10 años, todos los meses, el equivalente de 100 pueblos como este. Es decir que a la cantidad de construcciones que hay que hacer para atender todas las necesidades del desarrollo industrial, del desarrollo agrícola y del desarrollo social, añádanse todas las escuelas que hay que construir en el país, las instalaciones sociales en general, las construcciones de obras hidráulicas, fábricas, caminos, carreteras, en fin, es un enorme trabajo el que hay que hacer en las construcciones.
    Pero afortunadamente esperamos, en un tiempo bastante breve, mecanizar totalmente la cosecha de la caña. De manera que eso nos permitirá disponer de 300 000 trabajadores que podremos incorporar fundamentalmente a las construcciones, y por supuesto también a otras actividades económicas. La mecanización de la caña es la que liberará la inmensa fuerza de trabajo que necesitamos para las construcciones.
    Por eso les decía que la importancia objetiva de este pueblo es muy poca cosa. En estos años la Revolución no ha pasado de 10 000 viviendas por año, y se necesita construir aproximadamente unas 100 000 viviendas por año.
    Actualmente el esfuerzo en la construcción, el esfuerzo en la industria tiende hacia la mecanización de la construcción y al establecimiento de las bases para el prefabricado. Es decir, necesitamos mecanizar la construcción además de emplear un gran número de trabajadores en esas actividades.
    Ya a partir del segundo semestre de este año la vivienda adquirirá en todo el país un incremento considerable. Ahora bien, ¿hacia dónde vamos a poner el acento principal? Vamos a poner el acento principal en el campo, el acento de las construcciones de vivienda. Y vamos a poner fundamentalmente el acento en la construcción de las viviendas de los obreros que trabajan en las Granjas del Pueblo.
    El sistema de construcción en el futuro no será este de casas aisladas, sino que nosotros tenemos que ir al aprovechamiento de la tierra y al ahorro de la tierra. Nosotros tenemos que ocupar espacio hacia arriba. Por eso los compañeros del Ministerio de la Construcción están ensayando ese nuevo edificio de 17 pisos, que están construyendo rápidamente también mediante el método del prefabricado. En los campos no haremos edificios tan grandes, pero, desde luego, construiremos verticalmente más que horizontalmente. Y la política que se seguirá es preferencia al campo en la construcción de viviendas sobre la ciudad y preferencia por encima de todo a los obreros que trabajan en las granjas estatales, y progresivamente iremos también resolviendo los problemas de la vivienda de los campesinos. Es decir que el campo en la construcción tendrá prioridad sobre la ciudad. Y eso es muy lógico y eso es muy justo, no creo que nadie discuta eso (APLAUSOS).
    Para los vecinos de la provincia de La Habana y para todos los que se puedan interesar por los planes en esta provincia, me resta decirles que detrás del cordón frutero va el cordón lechero. El cordón lechero ocupará terrenos más allá del cordón frutero, y ya ese cordón se está haciendo también en tierras onduladas, en tierras no aptas para otros tipos de cultivos, donde dispondremos de las 80 000 hectáreas de pasto que integrarán el cordón lechero de La Habana.
    Con la ganadería no se puede hacer lo mismo que con el café. La ganadería lleva un desarrollo natural más lento, no es como el café que se puede producir un millón de posturas en unas cuantas semanas. De manera que con el café que vamos a sembrar este año en la provincia de La Habana —unos 100 millones de matas—, pues, en el año 1970 ya La Habana se autoabastecerá totalmente de café. Baste decir que hoy el café que consume La Habana viene desde 1 000 kilómetros de distancia, se cosecha en las montañas de la provincia de Oriente, y allá los orientales tienen que ir por decenas de miles a las montañas a cosechar café y después una buena parte de ese café hay que trasladarla 1 000 kilómetros. La Habana producirá el café que consume, y ya en el año 1970 se autoabastecerá plenamente de café. Y ese café estará sembrado como un subcultivo, es decir, aprovechando las áreas donde están sembrados los frutales. Eso ocurrirá solo en dos años.
    Con la ganadería cada provincia tiene sus planes y cada provincia irá desarrollando su ganadería. Una provincia de poca población y mucha masa ganadera, como la provincia de Camagüey, con el plan masivo de cruzamiento con ganado lechero dispondrá mucho más rápidamente de más vacas lecheras que la provincia de La Habana. Pero la provincia de La Habana debe producir sus vacas lecheras. Debe producirlas partiendo del ganado lechero que hay y partiendo del ganado cebú que vamos a transformar mediante la inseminación en ganado lechero. Desde luego, es un plan que teniendo en cuenta las necesidades de leche de la provincia para él se seleccionan los mejores sementales, tratando de producir un ganado de alta productividad en la provincia de La Habana.
    Por eso, el incremento de la producción de leche será más lento en esta provincia que en otras provincias, con menos población y más masa ganadera.
    Ahora, es una cosa bien hecha que entraña una política sanitaria con el ganado, que incluye la eliminación de toda vaca con brucelosis y de toda vaca con tuberculosis. El problema de la brucelosis y la tuberculosis se ha hecho endémico en casi todo el mundo. Y, por ejemplo, en Europa las vacas que no tienen tuberculosis o no tienen brucelosis les pagan la leche a los productores a un precio más alto. Allí no han podido erradicar realmente ni la tuberculosis ni la brucelosis.
    Nosotros en nuestra política ganadera, aunque vayamos más despacio, vamos eliminando y nos proponemos eliminar en esta provincia todas las vacas tuberculosas y nos proponemos eliminar todas las vacas con brucelosis. Es decir, erradicar en la cuenca lechera de la provincia de La Habana, igual que en todo el país, ese tipo de enfermedades que —por ejemplo— en Europa se han hecho endémicas ya y permanentes. Las combaten con vacunaciones y con distintos procedimientos, pero no las han podido erradicar. Es decir que vamos a desarrollar una ganadería de alta calidad y una ganadería sana en el cordón lechero, que va detrás del cordón frutero.
    Después vienen las áreas llanas con regadío, donde estarán el cordón cañero y el cordón viandero. Ya no será un cordón, será una franja, porque hacia el sur de la provincia disponemos de una tierra llana, magnífica, con posibilidades de regadío, donde se producirán todas las viandas y todos los vegetales que necesite la provincia. Actualmente se traen a veces viandas y vegetales hasta desde la provincia de Oriente, a 1 000 kilómetros de distancia.
    Además, se sembrarán también y se cultivarán las cañas necesarias para poner al tope de producción todos los centrales de la provincia. En los planes para 1970 la provincia de La Habana incluye una producción de 100 000 toneladas de azúcar más de las que había proyectadas para 1970. Y además, la provincia de La Habana producirá una parte considerable del arroz que va a consumir. De manera que se va a abastecer de toda la leche que necesite, del queso; se va a abastecer de casi toda la mantequilla —porque habrá, desde luego, otras áreas que producirán mucha más mantequilla que esta provincia—; producirá las frutas que necesite; producirá los vegetales que necesite, las viandas que necesite.
    Nosotros llamamos vianda a la papa, a la malanga, a la yuca, al plátano; en fin, tienen un nombre diferente que las de Europa —y aquí hay que estar hablando para los europeos. Posiblemente los latinoamericanos que estén aquí entiendan mejor las medidas nuestras, el idioma nuestro, pero... Bueno, yo no sé si lo entenderán mucho porque no sé si los intelectuales están muy familiarizados con estos problemas de la agricultura (APLAUSOS). De todas formas, ustedes me perdonan si yo he hablado demasiado de este problema, no olvidándose que es la base material para todo el desarrollo cultural del país (APLAUSOS).
    Además de autoabastecerse de prácticamente todo lo que necesite, excepto en unos pocos renglones, la provincia de La Habana exportará en productos agrícolas no menos de 100 millones de pesos —la provincia de La Habana, solamente la provincia de La Habana. Es decir, que se autoabastecerá con esta revolución de desarrollo técnico que se está haciendo en la provincia, se autoabastecerá de prácticamente todos los renglones, excepto unos pocos, y exportará, obtendrá para el país 100 millones en divisas.
    De manera que la población de esta provincia, la población de la Ciudad de La Habana se redimirá de esa especie de colonialismo, de colonización a la que tenía sometido al resto del país. Porque La Habana más que la capital de Cuba era la metrópoli de Cuba; y ahora La Habana podrá ser la capital y no la metrópoli, porque dejará de ser una carga y se convertirá en una tremenda ayuda para el país por su enorme fuerza de trabajo, por sus enormes recursos técnicos. Es decir que La Habana tiene la misión de producir técnicos para el interior del país, una gran parte de los técnicos que necesita el interior del país y tiene la obligación de ayudar al resto del país y ya de muchas formas lo está haciendo... (ALGUIEN DEL PUBLICO LE DICE AL COMANDANTE FIDEL CASTRO QUE QUIERE ENTREGARLE UNA CARTA) .
    ¿No hay correo? Bueno, pero no me interrumpas ahora; me guardas la carta y me la entregas. Si interrumpimos, me quitas el hilo de todo lo que estoy hablando de vacas, de café, de caballerías, de hectáreas y se puede armar una gran confusión aquí.
    ¿De qué estábamos hablando, a propósito? (RISAS.) Creo que íbamos hablando de La Habana capital y no de La Habana metrópoli.
    Ya actualmente muchas de las posturas de cítricos de muy alta calidad que se van a realizar en distintos planes del interior del país se están produciendo en la provincia de La Habana. Es decir que ya empieza a brindarle una ayuda técnica al resto del país. Y quedará ya para 1969, es decir, para fines del próximo año las cuatrocientas y tantas mil hectáreas de la provincia estarán todas cultivadas.
    Eso no significa que se paralice ahí la producción. Del año 1969 a 1975 habrá una lucha incesante por el incremento de la productividad de las tierras. De manera que creemos que en 1975 la participación de la agricultura de esta provincia en las exportaciones del país se incrementará aún más de la cifra de 100 millones de pesos, además de abastecer las necesidades de la futura población de esta región.
    Desde luego que en los planes de desarrollo futuro debemos procurar que La Habana no crezca mucho más. Ya La Habana tiene un tamaño considerable y hay que desarrollar el interior del país. Así que nosotros debemos procurar que el fenómeno que se produjo durante tanto tiempo de una emigración hacia la capital se paralice definitivamente y, si fuera posible, que muchos jóvenes con calificación técnica procedentes de la Ciudad de La Habana vayan a trabajar, como ya lo están haciendo en Isla de Pinos y en otros muchos sitios en el interior del país, y para lo cual queremos crear las condiciones necesarias.
    Afortunadamente ya ni en esta ciudad ni en ninguna ciudad de Cuba se ve un pordiosero. Tal vez los que vienen de grandes urbes, muy opulentas, con mucho letrero lumínico, con mucho lujo, con mucho fasto echarán de menos aquí en nuestra capital al pordiosero, al limosnero, que tanto abundaba; echarán de menos a los prostíbulos en esta ciudad, donde desgraciadamente en el pasado, sometidos al imperialismo, decenas de miles de mujeres no podían encontrar otro oficio que el de la prostitución. Y esta lacra tan común y tan corriente en grandes urbes muy desarrolladas y muy industrializadas no existe en nuestro país. No se encontrarán vagabundos, no se encontrarán muchachos por las calles sin estudiar, sin hacer absolutamente nada, de manera que nuestro país va superando todas esas seculares lacras.
    Todavía no tenemos un gran desarrollo económico, pero sí podemos decir con absoluta tranquilidad y absoluta seguridad de que ya nuestro país lleva un ritmo de desarrollo y un avance tal que ya nada ni nadie lo podrá detener (APLAUSOS). Un pueblo que trabaja cada vez con más entusiasmo, cada vez con más conciencia, que trabaja cada vez con más organización y que trabaja cada vez con más máquinas, cada vez con más técnica. Y ya el ritmo de nuestro avance es notable y es una cosa incontenible.
    Me imagino que tendrán que presenciar ese desarrollo con mucha amargura los imperialistas y los detractores de este país. Y ya aun hoy día tienen que admitir que el país avanza, de manera que no han podido hacer sus acostumbradas campañas con relación al problema del petróleo, y han tenido que admitir el hecho real del incremento de las necesidades, como consecuencia del enorme esfuerzo por desarrollarse que se está realizando en Cuba. Esas cosas ya tienen que admitirlas.
    Y no estamos muy lejos de 1970. Y ya los escépticos, los que se dejaron engañar por la propaganda imperialista, los que pensaban que este era un país muy radical y muy revolucionario pero incapaz de organizarse, incapaz de desarrollarse; los escépticos, que sentían pena respecto a Cuba, que pensaban que Cuba desprestigiaba las ideas del socialismo porque no aparecían índices y más índices, tendrán la oportunidad de sentirse cómodamente tranquilos, alejar de sus mentes esas inquietudes, porque van a ver realmente un país que no solo sabe ser profundamente revolucionario e internacionalista sino que es un país capaz de vencer el inmenso obstáculo que constituye en el mundo de hoy el problema del subdesarrollo (APLAUSOS).
    A la vez los imperialistas tendrán que soportar amargamente estos éxitos, y perderán el instrumento propagandístico que tanto han usado contra la Revolución. Porque la estrategia imperialista era hacer lo indecible para que fracasara, crearnos tantos obstáculos como fuera posible, y después decir: Ven, el socialismo no sirve, el socialismo no es el camino. Que es igual que el médico que hiciera todo lo posible por matar a alguien con tal de demostrar que una medicina no sirve para algo.
    Y esa ha sido la política de los imperialistas: hacer lo indecible porque nuestra economía fracasara y después poder decir: Ven, ven ustedes cómo el socialismo no es la solución, a la vez que hace los esfuerzos que dice que hace, sobre todo esfuerzo de palabra, esfuerzo de la imaginación, para ver cómo los demás países de América Latina se desarrollan.
    Y la realidad será que para 1970, la realidad clara, incuestionable, irrebatible, es que en 11 años nuestro país habrá saltado grandes trechos históricos, habrá logrado grandes avances, y el resto de los pueblos de América Latina estarán padeciendo una situación económica peor, un atraso mayor, un subdesarrollo mayor todavía, es decir, una diferencia mucho mayor con los países que se han desarrollado económicamente.
    Como decíamos el día 2, los imperialistas han saqueado y saquean constantemente a las naciones de América Latina de sus técnicos, de sus médicos, de sus ingenieros, y en fin del personal calificado. Desde luego que los imperialistas yankis no solo saquean a la América Latina. Incluso algunos países europeos como Inglaterra son víctimas del saqueo de Estados Unidos, que le paga enormes sueldos, de manera que el gobierno de ese país se ha visto en los últimos tiempos preocupado de cómo contrarrestar la enorme extracción que Estados Unidos hace de técnicos ingleses. Los imperialistas yankis saquean a todo el mundo: saquean a los subdesarrollados, a los desarrollados, a los pobres, a los ricos, a todo el mundo.
    Y la situación ya de nuestro país para 1970 no resistirá comparación de ninguna índole, le queda bastante poco tiempo.
    En este año han hecho bastante propaganda sobre el azúcar. Este año ciertamente hemos tenido una sequía muy fuerte. Todavía hasta 1972 este país en sus cultivos fundamentales tendrá un grado de dependencia alto de las condiciones climáticas, pero es una situación que irá disminuyendo progresivamente, y para 1972 ya no tendremos necesidad de estar mirando hacia el cielo para ver si llueve, si no llueve. Ya nuestra agricultura se habrá librado de todos los azares del clima, es decir, en lo que se refiere a las lluvias; los ciclones es otra cosa, no podemos todavía controlarlos.
    Y sin embargo, a pesar de esa enorme sequía, el trabajo que se hizo en la caña, la fertilización que se hizo en la caña ha compensado en un grado considerable el efecto de la sequía, de manera que no van a poder hacer mucha campaña basada en esta zafra, porque esta zafra va a ser una buena zafra. Y lo decimos sin temor a que pueda bajar algunos punticos más o punticos menos el azúcar. Y desde luego, decimos y repetimos: ¡Que los diez millones para 1970 los alcanzaremos inexorablemente! (APLAUSOS.) Habrá caña más que suficiente, dado el enorme esfuerzo que se realiza en estos momentos, para lograr esa meta.
    Y esa es la realidad de nuestro país. Tenemos muchos más recursos: Aquí mismo se han concentrado con sus operadores los tractores de goma, los tractores de estera con sus operadoras, porque ya hay brigadas de máquinas pequeñas aquí operadas totalmente por mujeres (APLAUSOS). Esta noche concentraron aquí las doscientas y tantas máquinas que están trabajando en el Cordón de La Habana.
    Como decíamos el día 2, desde 1960 a esta fecha han entrado en nuestro país unos 35 000 tractores, y esos 35 000 tractores, sumados a algunos un poquito más viejos que quedaron, hacen un total de aproximadamente 40 000 tractores que disponemos en este momento, y en este momento esos 40 000 tractores están trabajando, y no solo están trabajando, sino que están trabajando en muchos casos día y noche, es decir, que por cada tractor hay dos o tres operarios, con mucha más organización, con mucho mejor mantenimiento. De manera que nosotros consideramos en este momento que el avance del país es realmente incontenible y que no habrá ninguna dificultad que pueda ni siquiera retrasar nuestro desarrollo económico.
    Tengo entendido que aquí presente está también la brigada de los que iban a trabajar en la liquidación del marabú en los alrededores de La Habana. El 28 de septiembre se dijo que en un año no quedaría una mata de marabú en los alrededores de La Habana, pero parece ser que para el mes de marzo ya no quedará en los alrededores de La Habana, es decir, en los alrededores de la Ciudad de La Habana, en toda el área del Cordón de La Habana, para el mes de marzo, unos cuantos meses antes de los que se había considerado en aquella fecha, no quedará una mata de marabú o de aroma. Esto da una idea de cómo se acelera todo, porque realmente en aquella oportunidad parecía difícil lograrlo incluso en el plazo de un año, y prácticamente se está logrando en el plazo de seis meses.
    Creo que con esta explicación amplia, tal vez un poco aburrida, que les hemos estado dando, principalmente a nuestros invitados, que están en un número crecido aquí esta noche, y que vinieron amablemente a participar de esta pequeña fiestecita, pues ya las cosas fundamentales del cordón y de la agricultura de la provincia y algunas del país están explicadas, y si alguno de ustedes quiere hacer alguna pregunta, pues estamos aquí a su disposición (APLAUSOS).
    (LE PREGUNTAN QUE CUANDO ENTREGAN LAS CASAS). Según el poema del Indio Naborí, las casas se entregaban hoy, pero ahora veo que no es hoy, que es mañana. En realidad, les voy a decir, la culpa la tenemos nosotros, y más que nosotros el Congreso Cultural. ¿Qué les parece? Porque se iba a inaugurar la fábrica de cemento el 4, se iba a inaugurar el pueblo el 5; pero es que el 4 se inauguró el Congreso, el 5 se inauguró la fábrica y el sexto día de este mes se inauguró el pueblecito este. Así que por eso ha habido un retraso de 24 horas. Yo creo que el Indio había escrito “mañana”. No sé cómo arregló su poema, si lo arregló, porque por ahí yo había visto una versión del poema y decía “mañana”, y resulta que es hoy, y las casas se han quedado para mañana.
    ¿Usted va a vivir en el pueblo?... ¡Ah!; ¿cuántos son de familia?... ¿Cuatro nada más?... ¡Pero vendrán más!, ¿verdad?... Es decir, no van a tener una casa demasiado grande para cuatro de familia nada más.
    (LE PREGUNTAN SOBRE EL PROBLEMA DEL TRANSPORTE). Electricidad tiene el pueblecito —¿tiene electricidad?—, y centro comercial, y parque infantil, y círculo social, y campo deportivo, y escuelas va a tener. Pero, caramba, no estamos completos todavía: falta el transporte. Bueno: bien, claro que van a tener transporte; seguramente el compañero Faure está al tanto de eso y siempre que hay un pueblecito nuevo, un caminito nuevo, va resolviendo esos problemas. Pero yo lo que quiero es saber una cosa: ¿Y después qué?, ¿después qué necesitan? (EXCLAMACIONES DE: “¡Trabajamos!”)
    ¿Tú dónde trabajas? (LE CONTESTA QUE EN ALQUITEX) ¡En Alquitex, en Alquízar! ¡Oye, qué lejos! Entonces el transporte que a ti te preocupa es el transporte en Alquízar...
    Bueno: entonces mientras más pronto termine este acto y mientras más pronto pase la noche, más pronto los vecinos entran en posesión de sus casas. Así que muchas gracias a todos.
    ¡Patria o Muerte!
    ¡Venceremos!

  • fcobas dijo:

    me pregunto. cual es el nivel de aprendizaje que se hizo del periodo especial de la década de los 90? sobre todo en la producción de alimentos, la sustitución de importaciones y los encadenamientos productivos en función del turismo. no ha pasado mucho tiempo y los errores siguen lastrando buenas iniciativas.
    lo otro si la empresa estatal no puede acopiar todo lo que se produce. para que se contrata por encima de la capacidad?. la gente necesita comer y con variedad de oferta, si los acopiadores estatales no pueden que se analice la creación de cooperativas que mejoren el abastecimiento de productos a los principales centros poblacionales, eso sin hablar de la opción privada.

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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

Giraldo Martín Martín

Giraldo Martín Martín

El Ing. Agrónomo Giraldo Jesús Martín Martín, graduado en la Universidad de Matanzas en el año 1983, se desempeñó como director de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey desde julio de 1997 hasta enero de 2020, actualmente es investigador y director del proyecto internacional Biomas-Cuba financiado por la Agencia Suiza de Cooperación Internacional (COSUDE). Trabajó en la facultad de agronomía de la Universidad de Matanzas desde 1983 hasta 1985, posteriormente se trasladó a la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey que pertenece a la Universidad de Matanzas y al Ministerio de Educación Superior. Es Investigador y Profesor Titular y Dr. en Ciencias Agrícolas desde el año 2004. Ha desarrollado su actividad científica en el campo de la evaluación y selección de especies forrajeras y en los Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria. Ha participado y dirigido varios proyectos nacionales e internacionales.

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