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¡Recuerden a Katrina!

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En el momento del huracán Katrina, Cuba ofreció ayuda a los Estados Unidos para paliar la falta de asistencia médica en New Orleans. Foto: RTVE.

El 29 de agosto de 2005 el huracán Katrina golpeó con casi toda la fuerza posible de un ciclón tropical de gran intensidad la costa sur de los Estados Unidos en el entorno de la desembocadura del río Mississippi. Ya había afectado a Cuba y a la Florida como tormenta tropical. Los fallecidos asociados al huracán ocurrieron mayormente en las zonas de grandes concentraciones de personas, como es el caso de la ciudad de New Orleans, y ascendieron a cifras entre 1245 y 1836 personas. Una parte de esas pérdidas se debió a la ausencia de la debida asistencia médica oportuna.

Desde hacía decenas de años Cuba había logrado crear una capacidad de apoyar a varios países del mundo con personal de asistencia médica perfectamente entrenado para emergencias. En América Latina se había recibido esa ayuda por terremotos, inundaciones y huracanes varias veces, aún en los tiempos en que solo México y Canadá mantenían relaciones en este lado del mundo con la isla rebelde. Cuando el terremoto de Managua de 1972, en la Nicaragua de Somoza, siendo entonces este sangriento dictador un enemigo acérrimo de la Revolución Cubana, brigadas médicas enviadas por el gobierno de Fidel fueron y apoyaron a una población devastada. En el momento del huracán Katrina se ofreció idéntica ayuda a los Estados Unidos para paliar la falta de asistencia médica en New Orleans. Incluso, se creó una brigada médica con el nombre de Henry Reeves, un venerado luchador norteamericano por la libertad de Cuba durante las guerras de independencia contra la corona española, por la que dio su vida. La administración del presidente George W. Bush no aceptó la ayuda, seguramente por razones políticas, y es incalculable cuantos hubieran podido preservar sus vidas y su salud si se hubiera aceptado.

En las epidemias causadas por contagios eficientes, la “sustancia limitante” es siempre el personal de atención médica. La razón es tan sencilla como que las personas capacitadas para ello también pueden contagiarse y enfermarse. En el caso de la COVID-19, la falta de personal médico puede ser tan grave como la de respiradores para salvar la vida de los enfermos graves. Y esto ya ocurre en donde es esperable un pico de casos. La región de Lombardía en Italia es paradigmática. Sus gobernantes no vacilaron en recurrir a la ayuda del sistema de salud pública de Cuba, al otro lado del Atlántico, que envió un grupo que se encuentra activo salvando vidas en un hospital de emergencia de la ciudad de Crema. A pesar de que la epidemia hace crecer los casos en la propia Cuba, como en casi todos los países del mundo, nuestro demostradamente eficiente sistema de salud tiene controlados todos los casos y el superávit de médicos por habitantes permite proporcionar esa ayuda al exterior sin afectar en modo alguno las necesidades internas.

Las previsiones de picos de enfermos y fallecidos de COVID-19 en los Estados Unidos apuntan a New York, Boston, New Orleans, al sur de la Florida y a los Grandes Lagos. Los más comprometidos seguramente serán aquellos sitios con grandes concentraciones de personas. Se habla de la escasez de respiradores, pero ¿alcanzará el personal sanitario? ¿Si fuera necesario se pediría la ayuda que Cuba seguramente estaría dispuesta a brindar, una vez más?

Las perspectivas son dudosas. El actual Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos se ha manifestado oficialmente el pasado 25 de marzo “previniendo” a los gobiernos del mundo de que no acepten la ayuda de Cuba en este aspecto sobre la base de que consideran que esos médicos voluntarios cubanos están mal pagados. Evidentemente se trata de un pretexto pueril para ocultar animadversión política. Eso es justamente lo que no debe ocurrir de modo alguno si son vidas de personas inocentes las que pueden ser salvadas por ese personal de la salud.

Todos deseamos que no ocurran picos de mortalidad, y que una ayuda de emergencia para paliarlo no sea necesaria. También deseamos que, si esto ocurriera y fuera necesario, los Estados Unidos no vacilarán en pedir la ayuda a Cuba y que Cuba la brinde. Debería recordarse y no cometer otra vez el grave error del Katrina.

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Se han publicado 5 comentarios



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  • Jose R. Oro dijo:

    Como siempre un excelente documento del destacado cientifico cubano Dr. Luis A. Montero Cabrera. La palabra pueril, que el autor utiliza, es la mas correcta posible. Las calumnias anti - cubanas de esta administración han alcanzado un nivel desconocido, no porque no existieran antes, sino por el carecer de la menor intención de decir aunque sea un 1% de verdad. Desparpajo total! Con respecto a lo ocurrido con Katrina, pienso con la mayor tristeza, que ni en situaciones dramaticas pedirian o aceptarian ayuda de Cuba. No nos olvidemos que este no es el capitalismo de Jimmy Carter, sino el fascismo de Trump. No confundamos al gato y al tigre, mucho menos gastemos nuestras energias y municiones en pelear con el gato!

    • Carlos dijo:

      Oro, Oro, Oro. Bueno, ese gato los ve como ratoncitos.

      • Jose R. Oro dijo:

        No tengo la menor idea de que quiere usted decir

  • Humberto dijo:

    Independiente de su deseo enfermizo de ver aislada a la Revolución, esta postura es muy irresponsable y contraria a su deber de defender al pueblo norteamericano, su visión de que todo pasa por el dinero hace que hoy se produzcan estas manifestaciones para que se acaben las medidas de cierre y aislamiento en algunos estados, esa politiquería barata de su presidente traerá malos resultados para ese pueblo. Alguien decía en FB que Cuba criticaba la apertura de playas en la Florida y no veía el tema de las colas, se imaginan comparar alimentos con placer? Ojalá todo este sentimiento de odio hacia nuestro proyecto revolucionario se acabe algún día y que los de aquí y los de allá dejen la tirantez que hoy se vive en las redes sociales. #CubaSalva #SomosContinuidad

  • Raiko dijo:

    Lo doy por hecho q el D.T y su gobierno no van a pedir ayuda de cuba si llegara el momento en q su sistema sanitario entrara en colapso. Cosa q no queremos q suceda pues serian mas desastroso. Ya lo dijo DT q si mueren 200.000 americanos es señal q han manejado bien la epidemia. Asi las cosas........

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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

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