Imprimir
Inicio »Opinión, Salud  »

Pandemias

| 13

Una epidemia es ante todo una tragedia. Así se clasifica cualquier rápida extensión de una enfermedad entre las personas de una comunidad, o de muchas. Cuando afecta a todo el mundo, entonces se le suele llamar “pandemia”.

Desde que hay seres vivos en esta Tierra, han ocurrido rachas de acciones biológicas que afectan a una determinada especie en su habitáculo. Es parte de la propia esencia de la vida, en constante movimiento. Sin embargo, nuestra especie homo sapiens se seleccionó gracias a la capacidad de intercambiar cuantiosas cantidades de información con respecto a cualquier otra, lo que nos ha permitido conocer e interactuar con estas desgracias mucho más, y también más eficientemente.

Las epidemias naturales pueden costar muchas vidas. También las hay creadas por las anomalías del razonamiento humano. Cuando alguien convence a sus conciudadanos de que son mejores que otros, aunque sean vecinos y por cualquier cosa, eso suele conducir a una epidemia practicada desde hace mucho: las guerras. La enfermedad que las causa es virtual, está en la mente de aquéllos que creen que enviando a matarse a otros pueden ellos alcanzar estadios más felices o satisfacer gustos espurios. A veces, lamentablemente, una guerra tiene también que hacerse para evitar males mayores, que a la larga cuestan más vidas. Son las guerras justas, las que devienen necesarias por no tener alternativas mejores. Pero esas ocurren mucho menos que las injustas, la supremacistas y las egoístas, que son las verdaderamente epidémicas.

En este momento la humanidad está enfrentando varias epidemias, tanto naturales como artificiales y locales que son letales diariamente. Hay lugares donde bandas armadas cobran a diario una cuota de muerte que solo aparece, si lo hace, en órganos de prensa locales. Son “muertes leves” que solo se informan a los allegados. Si llegan a los grandes canales de información lo hacen sin nombres propios: “perdieron la vida 24 asistentes a una boda que fueron confundidos como terroristas” o “han muerto en lo que va de año más de 200 personalidades sociales a manos de paramilitares” o “25 personas han sido asesinadas por sus parejas en lo que va de mes”.

Se dice que la llamada “plaga de Justiniano” liquidó al 40 % de la población documentada en el siglo VI de nuestra era en Europa, Egipto y África Occidental. La “muerte negra” mató por lo menos a 75 millones de europeos, asiáticos y norafricanos en el siglo XIV. México, el país más grande América entonces, perdió en el siglo XVI la mayoría de la población con varios millones de muertes por una epidemia bacteriana entérica. Con datos más precisos, una gripe mundial mató un millón en 1889 y 1890, y otra llamada “española” acabó con la vida de 100 millones en todas partes entre 1918 y 1920. Unos años antes la llamada 1ra. Guerra Mundial había arrebatado la vida a unos 40 millones, de los que aproximadamente la mitad ni siquiera portaban un arma cuando los mataron.

Ya la “gripe española” nos mostró una notable serie de eventos ocasionados por virus y que siendo enfermedades a las que se puede supervivir y hasta sin secuelas, arrastran una elevada carga de fallecimientos. No es que no ocurrieran antes. Es que no se sabía que cosa eran. Fueron pandemias virales la “gripe asiática” de 1958 que costó 2 millones, la de Hong-Kong con un millón en 1969, la influenza de 2009 con medio millón, un coronavirus agudo en el Medio Oriente de 2012, que persiste, y ahora el COVID 19 cuyo saldo va sobrepasando los 5000 muertos en todo el mundo.

No mencionamos el ebola y el HIV-SIDA. El primero se ha localizado esencialmente en África desde 2004 con diversos brotes y el otro ha costado millones de vidas en todo el mundo desde 1960. A estas alturas se ha aprendido a tratarlo, aunque aún no tiene cura. Tampoco mencionamos la llamada 2da. Guerra Mundial, que se dice que costó 75 millones de vidas, y de ellas más de 50 millones desarmadas en el momento de su final.

Lo interesante de la epidemia viral actual del llamado COVID-19 es que el mundo ha cambiado con ella. Gracias al desarrollo notable de la ciencia china se pudo identificar el virus muy rápidamente y describir bien los detalles de la enfermedad y su trasmisión. Se sabe que la letalidad es menor, pero que su facilidad de contagio lo hace muy peligroso, por aquellas vidas que cobra entre los que no pueden resistirlo. La pandemia del HIV-SIDA demoró años en conocerse después de que había cobrado muchas vidas. Esto fue por muchos motivos, incluyendo las limitaciones científicas de la época y también por los prejuicios que conllevaba.

El nivel de intercambio de información de hoy es tan eficiente que sabemos si alguien fue comprobado positivo en Taití, donde se dice que vive “Indirita”, al otro lado del mundo y casi en el momento en el que ocurre. Y eso hace que las precauciones no tengan otro límite que lo imposible. Nadie desea enfermarse y nadie es inmune, sea del país, color, religión, o riqueza económica que sea. Las microgotas acuosas que flotan portando el virus son originadas en cualquier humano infectado y el aire que las porta lo respiramos todos. Es un bien común. Las superficies que tocan y son tocadas por nuestras manos pueden mantener el virus activo muchos minutos. Los pulmones jóvenes y sanos resisten la rigidez que es causada por esta enfermedad y les permite sobrevivir. Los ya afectados por otras dolencias o por demasiada madurez, no pueden tener el oxígeno que necesitan y suelen no sobrevivir el tiempo necesario para que el sistema inmune se invente la forma de destruir ese ARN ajeno e invasor.

Una conclusión evidente es la necesidad de plantearnos como tendría que ser nuestra vida y el mundo después que pase esta pandemia para que la siguiente epidemia se quede como anecdótica y limitada, y que no vuelva a ocurrir otra pandemia. Siempre habrá virus, mientras exista la vida, y seguirán mutando para crearnos nuevas enfermedades. Las poderosas herramientas informativas que ha desarrollado la humanidad nos pueden permitir que venzamos más rápidamente esta desgracia, y avancemos todos para hacerlo todavía mejor con las que vengan. Imitar lo bien hecho y aprender de los errores, aunque sean de otros, sacando ventajas. Los frentes de lucha son muy diversos, desde los laboratorios hasta los medios de comunicación, pasando por la medicina comunitaria y asistencial. Lamentablemente, las vidas y los malestares, las pérdidas de todo tipo que esto trae, no pueden evitarse. Pero nuestra sabiduría tiene que aumentar y debemos saber aprovecharla.

Se han publicado 13 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Jose R. Oro dijo:

    Siempre que leo los articulos del Dr. Luis A Montero Cabrera encuentro en ellos muy buena información y complejas explicaciones que son llevadas a un nivel razonable, para que sin perder rigor cientifico puedan ser entendibles para los "simples mortales" Ese es un gran merito. En este caso se suma la necesidad de conocer estas cosas durante una pandemia, en la que se producen comentarios que son dificiles de entender, o incluso que contribuyen a confundir. Por todo ello felicito al autor por trasmitir su elevado conocimiento.
    Por otra parte, considero muy buena la analogia entre epidemias, hambre y guerras, esto ya viene expresado en la Biblia (Revelaciones 6.2 - 6.8) con la alegoria de los cuatro jinetes del Apocalipsis, al que hay que adicionar un quinto: las epidemias.
    Excelente, como a el le caracteriza este escrito del Dr. Luis A Montero Cabrera, vale mucho la pena leerlo con todo cuidado.

    • Un Cubano dijo:

      Muy bien pero sugiero al Dr Montero que revise algunas cifras y fechas por favor ...

      • Luis A. Montero Cabrera dijo:

        Gracias por su interés. La fuente es mayormente Wikipedia (https://en.wikipedia.org/wiki/Pandemic) que como usted conoce resulta muy confiable, dado que cualquier errior es posible corregirlo por la comunidad mundial. Por favor, ayúdenos si usted tiene alguna cifra más correcta y exacta.

  • Yoe dijo:

    Y si esas microgotas estan en el aire q respiramos entonces la unica forma q hay para salir a la calle y no infectarse es con un nasobuco y tratar de usarlo bien

  • OtroCubanoMas dijo:

    !!!! Que CLASE de artículo !!!! Así, con mayúsculas.
    Gracias Doctor,

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Magnifica reflexión profesor que debemos leer con detenimiento. Muy oportuno su enfoque intuitivo y positivo con que trata este dramático asunto en este segmento de opinión, contrariamente a lo habitual que hace la prensa en general y la nuestra en particular en los segmentos de opinión, salvo algunos referidos a temas políticos, el resto siempre enfocados al aspecto más inmediato, el hoy, lo relacionado siempre con el presente, huérfanos de intuición, y por elemental razón, falta de un enfoque positivo en lo estratégico del problema o tragedia. Actuamos como desconociendo que siempre ambos enfoques coexisten dialécticamente como un todo, la cara de las grandes y enormes oportunidades que existen en medio de esa otra cara que aportan las grandes tragedias o crisis, un sistema donde ambos enfoques coexisten querámoslo o no, es la realidad, lo otro es un problema de nuestro enfoque, de percepción nuestra. Ver el asunto integralmente en toda su expresión, nos acerca mucho más a una visión más real y científica del fenómeno.
    Las emociones son ciencia, y la intuición es la nueva forma de edificar el futuro, la intuición tiene el mismo o más valor que la razón a la hora de edificar el futuro. Intuir es un ejercicio elevado y tan o más difícil que razonar, pero sin él es imposible enfocar la vida tal y como es, concentrándonos estrechamente solo en el ejercicio de razonar presente, apreciaríamos la vida solo a medias, de forma incompleta.
    Voy a aportar un ejemplo relacionado con esta pandemia, tratando de intuir futuro, para ilustrar un poco la idea que este dramático asunto nos puede brindar también, como vía para acercarse a esta dura realidad con otras herramientas en positivo, inventariando oportunidades nuevas para nuestro país, apoyando así la idea que defiende la reflexión del profesor.
    Esta pandemia demostrara sin dudas en lo político, las fortalezas del sistema de dirección socialista sobre el capitalista, y no entro en los detalles del terreno ideológico, me concentro solo en la forma, en lo político. El diseño de la democracia socialista, una dirección centralizada viabiliza y sincroniza de forma expedita todo el engranaje de un país en fusión de la emergencia como la actual. España tuvo que apelar a un decreto ministerial que no es todavía no es bien recibido por los diferentes estratos de gobierno, que se vuelven frenos ante tal emergencia al concentrarse en las minucias políticas y no en la relevante del momento, el virus, limitando la unidad de acción clave para la agilidad como única vía para disminuir los daños; ese sistema por concepto le llega tarde a la solución del problema. Por su lado los Estados Unidos lo hizo inyectando dinero al sistema, para que el propio sistema se estimule y se reinvente, se multiplique teóricamente potenciado el principio de oferta y demanda. Los bancos sacaron las máquinas de hace billetes, generando estratégicamente otros problemas de futuro para la economía. Su sistema de democracia no puede articularse de forma centralizada sumando acciones como un solo cuerpo, como lo hizo China ante tal reto.
    La economía norteamericana al igual que la de inglesa, gasta más que lo que vende, quiere decir que el PIB de estas economías depende mucho más del mercado que cualquier otra economía del mundo. Este coronavirus afecta notablemente a todas las economías pero mucho más significativo será en la economía norteamericana, aquellas donde el mercado participa más en el concierto económico. Me limitaré en el análisis solo al mercado del turismo por lo que se relaciona con nosotros.
    Esta situación del coronavirus nos presenta a nosotros, Cuba, como una oportunidad, un salvavidas al entuerto a que se enfrenta el mercado de turismo norteamericano en estas circunstancias.
    Calculo que el turismo canadiense aumentara notablemente la entrada a nuestro país en los próximos meses, debe triplíquese la entrada de turistas de ese país. Como también crecerá la presión que ejercerá el turista norteamericano sobre el gobierno de Trump para restablecer los viajes de turismo a nuestro país, el mercado de turismo norteamericano colapsara si no se abren nuevas rutas ante los cierres de vuelos hacia Europa y Asia que ha hecho el gobierno producto de la pandemia. Esa presión crecerá en la misma medida que Cuba demuestra como actualmente lo viene haciendo, con hechos el control con disciplina social y erradicación de este nuevo coronavirus. Al cerrarse los vuelos para Europa y Asia desde los Estados unidos, ese gigantesco mercado debe encausar nuevas rutas, ya de hecho las está retomando, un turismo que había desaparecido en Quintan Roo, hoy las capacidades hoteleras están al full, más del 84% de ocupación, tendencia que a pesar del coronavirus crecerá ante la cancelaciones vuelos para Europa. Pero la situación más crítica es la del mercado de cruceros, el segmento más importante que más crece en materia de turismo, que si no se resuelve afectara notablemente la economía norteamericana, caos que Trump no quiere y le afectaría para su reelección, este mercado puede colapsar, algo grave para la economía norteamericana.
    Los países capitalistas donde coexisten el sistema de salud del estado, con el protagonismo del sistema de salud privado no están en condiciones desde el punto de vista de capital humano para enfrentar esta pandemia, lo que nos hace estimar que su solución no tendrá el éxito y la rapidez que ha logrado China, mucho menos si son países capitalistas pobres y en vías de desarrollo como los de Centro y Latino América, lo que será un limitante para este producto global que es el turismo. Por ahí se visualiza una oportunidad para limitar y eliminar las trabas en cuanto a viaje de turistas que Trump ha aplicado contra nuestro país, el coronavirus abre una nueva oportunidad de turismo para Cuba.
    Tengo plena y absoluta seguridad que después de las elecciones de noviembre en los Estados Unidos se iniciara una nueva etapa en las relaciones entre los dos países. Pero la entrada global en el escenario del coronavirus podría adelantar significativamente esa nueva agenda en la flexibilización de las medidas de restricción adoptadas por Trump. El mercado norteamericano, y en particular el de turismo deben propiciarlo.
    Nosotros como pueblo con disciplina cumpliendo los que se nos orienta contra este nuevo virus, impidiendo como lo venimos haciendo su propagación, mostramos otra de nuestras fortalezas como sistema social, y debilitamos este agresivo bloqueo impuesto por nuestro vecino del norte, el coronavirus nos aporta una nueva oportunidad, somos un mercado además de natural, muy atractivo y seguro para el turismo de ese país, ellos nos necesitan.

    • Tracatrán dijo:

      Muy interesante sus razonamiento, diría que hasta hermoso, pero dudo mucho que nos necesiten, por desgracia las lógicas que imperan en ese país son muy distintas a las nuestras y solo las desgracias como las que se le avecina por la ineficiencia de sus sistema de salud ante la pandemia hará cambiar algunas cosas, pero de ahí a que desde ese país se nos habrá alguna puerta, para mí, está por ver todavía.

    • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

      Gracias amigo por atender mi comentario. Fundamentando un poco más la idea. Los Estados unidos que es una de las poblaciones más grandes y densas del mundo, debe enfrentar en el mejor de los escenarios posibles, unos 500 mil a más de un millón de contagiados, con todas las consecuencias que ello significa, entre ellos, de muertes. Ese escenario mejor se verá favorecido para el desarrollo del virus por las posibles bajas temperaturas en las próximas cuatro semanas. Esa compleja situación que se generara en lo interno, algo totalmente inusual y extraordinario para ese modelo de sociedad, que no está preparado para ello, sumado a que ya anteriormente miles de miles de turistas estadounidenses se vieron obligado a cancelar sus viajes de turismo a Europa y Asia desde el mes de febrero, marzo y abril, hablamos de millones de turistas, que ahora se suma a la semana santa, semana en que se paraliza el mundo, donde es ilógico no viajar, no hacer turismo, un hecho totalmente necesario para la óptica de ese estadounidense adicto a viajar, a hacer turismo como una necesidad, como única vía para llegar al punto clímax de confort y calidad de vida, VIAJAR. Esa sumatoria de coincidencias presionara y abrirá nuevas rutas para hacer turismo, países con temperaturas más cálidas donde se limita el desarrollo del virus, encontrando por ahí ese ciudadano común un pretexto más para alejarse del epicentro que se originara en las próximas semanas de enfermos y desarrollo del virus en ese enorme país, algo sin dudas terrible. Descongestionar esos grandes conglomerados poblacionales hacia zonas y países más cálidos y seguros será una opción sin dudas en la estrategia de los estados unidos para superar y controlar esta epidemia. Los países capitalistas desarrollados no están preparados por si solo para enfrentar tal epidemia que se propaga con tanta rapidez, el turismo será una nueva forma de colaboración para sortear esta crisis.

  • Wicho dijo:

    Ojalá lleguen estas palabras a muchos ojos y oídos.

  • Daily dijo:

    Excelente artículo Dr.muchisimas gracias !!!

  • Victoria dijo:

    Victoria:

    Muchas gracias, Profe Montero, como le suelo llamar cada vez que me encuentro con Ud. Sabia reflexión, muchas gracias de corazón. Mis saludos para Ud y su familia.

  • yeniel cepero dijo:

    Muy, muy bueno el artículo, hay muchas personas que no saben esto, también decir que lo más peligroso del covid 19 es su rápida propagación pues su efectividad mortal es relativamente baja comparada con el SARS y con el MERS otras infecciones producidas por Coronavirus de hace unos años, el covid 19 tiene un 2% de mortalidad con respecto al número de infectados, la del SARS rondaba los 20%y el MERS el 40 porciento, suerte que no llegarán a ser pandemias. Sería bueno doctor que explicará sencillamente para que las personas comunes entendieran la diferencia entre una infección bacteriana y una viral.

  • M10 dijo:

    Pienso que sí quieren lograr que las personas no salgan de casa deberían suspender el transporte público por algunos días.... Solo mantener vehículos en la mañana y en la tarde para las personas q si estén obligadas a trabajar como médicos ...ect

Se han publicado 13 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

Vea también