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Para qué sirve ser Doctor en Ciencias (II): La conciencia social

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Acto de entrega de títulos de Doctor en Ciencias, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en Cuba, el 10 de abril de 2018. Foto: Abel Padrón Padilla/ ACN/Archivo.

La ciencia, la tecnología, el carácter innovador, el ejercicio de las normas y procederes para encontrar la verdad en la práctica socioeconómica, son formas de la conciencia social. La Revolución Cubana, sobre todo gracias a Fidel y al Che, tiene en su haber que se cambió la conciencia social decadente de la primera mitad del siglo XX, donde el saber y los sabios eran motivo de choteo, risa o lástima, por otra donde en la mayoría de la población predomina el respeto y apreciación por la sabiduría. Es algo que se menciona poco, ni siquiera en las muchas apologías que desbordan nuestros medios. En algunos momentos de la historia revolucionaria la ciencia casi llegó a tener el mismo sitial de admiración popular que nuestra antológica cultura artística o nuestro deporte.

Sin embargo, no estamos hoy sobre un lecho de rosas sin espinas. Hay bastantes. Muchos colegas piensan que esta situación de prestigio popular del saber y de los sabios se está revirtiendo ante la precaria situación que ha tenido el sostenimiento de nuestra ciencia en las primeras décadas de este siglo. Muchos comentarios al anterior artículo de esta serie dejaron entender que personas activas, intelectualmente lúcidas, dejaban opiniones impregnadas de un pragmatismo nihilista de la ciencia como sistema. Algunos manifestaron verdadera animadversión y hasta desprecio por la formación doctoral.

Esto parece ser un retoño desde las raíces de la conciencia social de nuestro pasado republicano que atisbó de nuevo en los años previos al período especial. Durante cierto tiempo, a finales de los 80 y principios de los 90 del pasado siglo, aparecieron críticas bastante generalizadas a los doctorados que venían desarrollándose con bastante éxito tanto en Cuba como en los países socialistas de Europa y la URSS. Esto se manifestó incluso dentro de los círculos de dirección de la propia comunidad científica cubana.

Su justificación se basaba en exigir un protagonismo desmedido de los resultados científicos inmediatos para el desarrollo del país. Algunos directivos que no estaban familiarizados con los procederes de la ciencia y la tecnología modernas esperaban que los científicos aplicaran y les trajeran de la mano la solución de los problemas a partir de sus propios resultados.

Se pensaba que si la ciencia es para desarrollarnos y si estaban formándose muchos doctores con primorosas tesis nacionales y europeas, ¿por qué no se sentía la utilidad de los resultados que obtenían para obtener el grado? ¿O es que esas tesis estaban siendo solo para recrearse egoístamente con el saber, satisfacer los intereses de sus tutores, y por lo tanto resultaban inservibles para crear riquezas a la sociedad que los formó con tanto sacrificio? A esto se sumaron algunos procedimientos corruptos de sociedades en descomposición en países del este de Europa. Algunos afirman que se llegaron a conceder en algunos casos ciertos “doctorados de solidaridad” a cubanos que no los merecían.

Afortunadamente, este tipo de razonamientos nunca se aplicó para objetar la música sinfónica, o el ballet clásico, o la poesía. Todas estas y muchas más manifestaciones artísticas y deportivas enriquecen nuestra conciencia social, pero son costosas económicamente y fuertemente presupuestadas en cualquier país del mundo. Su valor espiritual es inmenso, igual que el de las ciencias básicas, sin producción directa de riqueza material alguna.

La madurez y sabiduría de algunos de nuestros dirigentes, entre los que es preciso mencionar al Dr. Fernando Vecino Alegret, a la sazón ministro de educación superior, salvó la formación doctoral en esos tiempos. Se logró así preservar la competitividad de nuestras universidades en tiempos muy duros frente a un mundo diverso que se nos presentaba como única alternativa al desaparecer por su propio peso el sistema socialista europeo liderado por la URSS.

Todos hemos aprendido que la creación de una sociedad del conocimiento es tan compleja como el propio saber. Casi nada es consecuencia directa de otra cosa, salvo en casualidades muy contadas. Por otra parte, centros de ciencia para aplicaciones inmediatas creados por Fidel, del valor y la trayectoria de Instituto de Ciencia Animal (ICA) o la Estación Experimental de Pastos y Forrajes “Indio Hatuey”, han producido cientos de resultados perfectamente utilizables con los que Cuba podría ser el primer productor de proteína animal del mundo tropical. Pero como no han existido políticas económicas y comunicacionales adecuadas, eso no ha ocurrido. La dura realidad es que todavía hoy las decisiones centrales de la agricultura en una oficina de La Habana son siempre más determinantes que la recomendación y la sabiduría de la ciencia y la tecnología para los productores directos.

Pueden producirse cientos de tesis doctorales y de doctores, algunas con aplicabilidad inmediata, y nada tendremos si no existe el sistema que permita que la economía del país sea innovadora. El socialismo europeo se lo trazó como consigna teórica, pero fracasó generalizadamente en ese aspecto, a pesar de los importantes éxitos en la carrera espacial y algunos otros campos, donde la centralidad era esencial y la competencia era internacional.

La educación doctoral es un componente indispensable del desarrollo en los tiempos actuales. Se trata de la fuente natural y superproductiva de personas formándose para que aprendan a investigar e investiguen con los métodos de la ciencia moderna, donde la verdad imparcial, innovadora y transparente es el principal estandarte. Los programas doctorales son parte de los recursos que cualquier país invierte en hacer avanzar la ciencia y la tecnología.

No se trata solo hacer doctores para llenar las plantillas de investigadores y docentes en universidades y centros científicos. Muchas organizaciones y consorcios los emplean para muchísimas actividades económicas, productivas y de apoyo donde resulte conveniente su nivel, iniciativa y saber hacer. Las personas entrenadas en el método científico suelen ser exitosas en muchas facetas de la vida. Los países avanzados en la economía, lo son también en la formación doctoral.

Un caso paradigmático para el empleo de los doctores en ciencias es para cuadros de dirección, y no solo de la ciencia, donde es obligado. Muchas organizaciones comerciales importantes tienen muy en cuenta favorablemente si la persona que van a emplear en un cargo gerencial tiene un doctorado. Para aplicar eso en nuestra realidad tendríamos que tomar en serio el saber, como hizo Fidel. Y no solo en nuestras consignas, sino en la práctica de la gestión diaria. La dirección del país lo tiene como sitio común en todas las intervenciones recientes. Tenemos que revertir deterioros y sembrar progreso e innovación en las bases, y también sostener nuestra conciencia social de respeto y amor al conocimiento.

Se han publicado 29 comentarios



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  • York Baron dijo:

    Me disculpa el exceso de confianza por llamarlo Estimado Doctor Luis A. Montero Cabrera, yo lei su antrior trabajo sobre este tema y tanto como usted senti pena por esas personas que se expresaron de esa forma en un tema que no admite discusion, La formacion de Doctores, en este II trabajo (espero haya un III y porque no hasta un IV) usted da una estoca mortal a todas esas ellas, incluso aquellos que si mal no recuerdo en su mayoria son profesionles y dicen, cosa que creo, con resultados en su trabajo, yo tambien soy un profesional, soy ingeniero, ahora no puedo hacerme Maester ni mucho menos doctor, en el momento que podia y tenia edad no lo hice, hoy ya tengo 63 años, pero siempre estoy dispuesto a estudiar y de hecho lo hago, el conocimiento no ocupa espacio y siempre es UTIL, es más UTILISIMO, usted este II dice algo muy interesante y coinsido plenamente con usted y sito.............Pero como no han existido políticas económicas y comunicacionales adecuadas, eso no ha ocurrido. La dura realidad es que todavía hoy las decisiones centrales de la agricultura en una oficina de La Habana son siempre más determinantes que la recomendación y la sabiduría de la ciencia y la tecnología para los productores directos..........fin de la sita, el Cdte en Jefe, el General de Ejercito y hoy nuestro presidente Miguel Diaz Canel nos llamaron y nos llaman a ser hombres de ciencia, a buscar un mayor vinculo de las universidades con las empresas, pero aun quedan algunas barreras, antes de concluir quiero expresa que respeto el criterio de los que se expesaron desfavorablemente con la formacion de Doctores.
    Gracia Doctor

  • Jose R. Oro dijo:

    Comparto las ideas y memorias descritas aqui por el destacado cientifico cubano Dr. Luis A. Montero Cabrera. Sobre todo me parece excepcional su frase "hay que tomar en serio el saber, como hizo Fidel". Todo requiere un balance. Recuerdo tesis doctorales que realmente me parecian traidas por los pelos o simplemente hechas para cumplir un requisito doctoral. Tampoco es posible que la ciencia se concentre en lo de hoy exclusivamente. Muy buena lectura este articulo.

  • ODR dijo:

    Bravo! Profesor Montero.

  • M dijo:

    Apreciado Luis Montero, recuerdo una vez usted y yo coincidimos en el Palacio de Convenciones, pero yo era bien jovencito y delgadito, muy diferente a ahora. Jeje.
    Bueno, punto y aparte:
    Contarle mi experiencia personal, los resultados de mi tesis, que desarrollé hace ya casi una década, aunque fueron pensados para aplicarse en Cuba, esto no pudo ser por diversas causas que no voy a enumerarle ahora, pero sin embargo me consta que en Colombia sí se utilizaron con excelentes resultados, y aunque no recibí beneficio económico por ello, me queda el placer de saber que mi tesis ni fue letra muerta. Además, hoy busco en Internet el estado del conocimiento de dicho contenido, y todavía mis aportes (modestia y aparte) están como lo más novedoso. Eso cura con creces cualquier agravio.
    Nuncahe trabajado en universidades como docente, pues prefiero la industria, aunque ahora con la contracción de salario que sufrió por el incremento desmedido de los planes de producción, ya no resulta tan interesante.
    Es triste ver cómo se cierran todos los caminos, pero uno continúa machete en mano, abriendo atajos entre la maleza.
    Un cordial saludo

  • Ernesto dijo:

    Estoy muy de acuerdo con su criterio, cro Luís y no es una verdad de perogrullo, que sin ciencia y innovación tecnológica por delante, no es posible lograr desarrollo, al menos consistente y sustentable como el que queremos, necesitamos y nos merecemos.

  • UnKnown dijo:

    En un país con una pirámide social invertida (algo de lo que se logra con el igualitarismo.), llegar a ser Doctor no es algo muy llamativo, pragmáticamente hablando.
    Y si a eso se une que nuestro país -siendo pobre- se caracteriza por botar lo poco que tiene, y no aprovecharlo (y en ese sentido hablo del conocimiento)... pues eso potencia aún más el tomar el camino de no hacer doctorados o maestrías.
    Por otra parte, se supone que en un país como el nuestro, cualquier idea para mejorar un proceso X, se debería aplicar con agilidad y no es lo que ocurre, donde a veces el autor de una innovación auténtica, vive una vida convencido de la utilidad de su trabajo, pero culmina muriendo sin poder siquiera probarla.
    En la actualidad muchas personas están convencidas de que prácticamente no vale la pena hacer ni siquiera una carrera, y al paso que vamos, ahorita pocos querrán pasar más allá del pre y eso porque para trabajar donde quiera te piden 12 grado o técnico medio. El día que eso cambie, se verá personas que voluntariamente decidirán no pasar ni siquiera de la secundaria.

  • Involucion dijo:

    Aportar soluciones a problemas, contribuir al desarrollo progresivo en varios niveles educacionales y productivos, lograr integración de sus trabajos para los distintos niveles productivos, autosatisfaccion, remuneración justa, es lo q se busca cuando se persigue el sueño de hacer un doctorado, en la práctica se ha desvirtuado esta realidad y es una pena q no se reconozca el valor del aporte de personas con estos grados q están en las sombras viendo cómo se destruye con desiciones absurdas , burocracia y sobre todo ganas de q no se haga nada correctamente .

  • Ulises dijo:

    Estoy muy de acuerdo con este comentario. Respeto muchísimo acuañquiera que obtenga un título universitario o que simplemente se esfuerce constantemente para su superación. Pero hay que recordar que los titulos académicos hoy son como los los titulos nobiliarios en la Edada Media, aunque aquellos eran más por herencia que por méritos propios. Hoy el Doctor, el Master y el Licenciado en lo que sea deben saber que que los títulos nos son para ponerse en un pedestal, sino para hacer con sus conocimientos por los demas. En Educación hay una enorme cantidad de Masters y Doctores, sinembargo los problemas en este sector son extremadamente visibles. ¿De qué trataban las miles de tesis que se hicieron durante años? Toda persona que ha estudiado gracias a esta Revolución tiene un compromiso mayor con el pueblo. Las soluciones a los inmensos problemas que tiene este país debe salir de los intelectuales que este pueblo ha formado.
    Que la inteligencia de nuestros doctores, masters y licenciados nop se desperdicie buscando pretextos y justificaciones.

  • xxxxtri dijo:

    en estos tiempos moderno en Cuba que prima la ley de la pirámide invertida, no sirve para nada. Conozco varios doctores en Ciencia que han dejado hasta la piel por lograr algún desarrollo y al final no son recompensados como debería ser por su intelecto y años de sacrificio académico.

    Entonces en mi opinión no creo que sea muy satisfactorio ser dr en ciencias o especialista si no tienes cubierto lo imprescindible para tu propio desarrollo, sea de interes personal o las herramientas para avanzar en los proyectos.

  • Orlando Alonzo Piña dijo:

    Muy acertado su artículo, también tengo muchos ejemplos de los Doctores que se aprovechan y los que no. Pero seguiremos haciendo país desde la ciencia.

  • Aracelys dijo:

    No puedo estar más de acuerdo, magnífico artículo, anhelaba leer un razonamiento sobre esta cuestión y esta no puede ser más esclarecedora, gracias Doctor.

  • Ernesto dijo:

    Lo cierto es que la formacion doctoral es parte integral de la educaciin y del desarrollo cientifico, y sin ellos no es posible aspirar aningun tipo de desarrollo como pais, ni siquiera a una supervivencia medianamente decente. Mas aun: considerar la educacion, en cualquiera de sus niveles, un gasto, es un error garrafal que se comete, lamentablemente, incluso en escenarios politicos. Es en realidad una inversiin a largo plazo totalmente imprescindible. No permitamos que lo urgente nos quite el tiempo, o peor, nos oculte lo importante.

  • José Román dijo:

    Yo creo que se siguen haciendo muchos doctorados que no se aplican...ni por sus propios autores. Cuántas tesis de doctorados sobre formación de valores ? Y cuántas se aplican ?. Cuántas tesis de doctorado se transforman en libros ? (y muchas veces sus autores creen que como ya la defendieron...no es necesario hacerles un proceso editorial).
    Y hasta cuando nuestras Universidades van a estar sin tener en línea sus tesis de doctorado, no ya en formato a texto completo, ni siquiera referencial !!. Solo unas pocas universidades disponen de repositorios abiertos...y políticas bien establecidas de trabajo con los mismso, respetando los derechos de autor y patrimoniales.
    Lo otro es la fatídica costumbre de presionar a que un recién graduado se haga doctor...antes de los 30 años !!!!!!...Vamos, la inmensa mayoría no puede porque Ud. antes de los 30 no tiene prácticamente experiencia de vida !!!

    • Ulises dijo:

      Estoy de acuerdo con José Roman

  • Giordan Rodriguez Milanes dijo:

    En general estoy de acuerdo con el artículo de Montero Cabrera. Me pone a pensar en que si el conocimiento es un componente de la consciencia social -como lo es-, nuestro fallo estructural está en no haber privilegiado en la praxis mucho más el conocimiento y a sus portadores en posiciones claves para el desarrollo del país en todos los ámbitos, y no sólo en el académico, al que se refiere el artículo. Podría poner algunos ejemplos a riesgo de parecer reduccionista y apriorístico: ¿Cuántos doctores en ciencias tenemos en el sector deportivo, por ejemplo, y qué grado de especialización científica tienen los que deciden el beisbol en Cuba en un contexto donde el resultado deportivo casi depende tanto de la aplicación científica como de la constancia y el talento del atleta? ¿Por qué llega a alguien a dirigir una emisora de radio o TV municipal o provincial? ¿Por sus conocimientos de la Teorìa de la Comunicación y los medios y su pericia para aplicarlos o por su presumible confiabilidad política tenga conocimientos teóricos profundos de los medios o no? ¿Es siempre el mejor formado técnicamente el que dirige la fábrica? No por gusto esa frase hiperbólica que se maneja en el vox populis: "El que sabe, sabe; y el que no sabe: es jefe". La frase en cuestión podrá ser exagerada e injusta, pero nos está dando a entender una interpretación que el imaginario social hace de cómo no siempre le hemos dado al conocimiento el lugar que deberìa tener, y tantas veces hemos desechado al mas capaz por el que mejor sabe decir a la tribuna lo que se espera de él aunque, eventualmente no lo sienta o no comprenda lo que dice.

  • JE dijo:

    No queda duda de que aun otra generación, muy cerca de la era soviética, no quiere ver los cambios, si se consulta las mejores universidades del mundo, la mayoría no se dan ese lujo de prolongar la edad, el doctorado no es un fin sino un medio de prepararlo a usted para acometer empeños mayores.
    Lamentablemente todavía nos falta más que cambiar la política que muy bien se hizo, cambiar la mentalidad de muchos que le temen al talento de los jóvenes

  • Prof. Dr. C. Alfredo Pita Hernández dijo:

    Buenos días:
    Estimulante artículo del Profesor Montero. Salvo detalles que no vale la pena marcar, coincido con él, en su totalidad. En mi caso, tuve la oportunidad de que los resultados de mi investigación doctoral tuviera rápida generalización y aplicación en la economía nacional. Fui de los doctores que ejerció docencia universitaria y además gerencia empresarial en niveles intermedios del sistema agropecuario. Recuerdo que el Dr. C. Adolfo Rodríguez Nodal (Adolfito para muchos), fallecido hace poco y que dirigiera durante años el INIVIT, el INIFAT y el Programa Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana, diferenciaba las investigaciones y aquellas que podían ser aplicadas de inmediato en nuestras condiciones de desarrollo económico, le llamaba investigaciones de ciencia concreta y llamaba a la comunidad científica y a todos los productores, a ejecutar ese tipo de investigaciones con prioridad, porque podían contribuir al desarrollo de la Nación.
    Soy de los que apoyan la necesidad de la formación doctoral en etapas más tempranas para que el joven investigador pueda aportar durante más tiempo a la sociedad sin importar la posición que ocupe. Coincido con Montero en que "Las personas entrenadas en el método científico suelen ser exitosas en muchas facetas de la vida. Los países avanzados en la economía, lo son también en la formación doctoral."
    El conocimiento nunca sobra y siempre es útil. El aprendizaje nunca termina.
    Gracias Montero.

  • Abdala dijo:

    ¿Dr en ciencias....?
    ¿para que?......
    Un Botero, un trabajador de turismo, un gastronómico, gana mas...no estoy en contra q ellos se defiendan y luchen, para eso trabajan, pero...todo el mundo sabe de la pirámide invertida.
    Estoy cansada de ver profesores titulares llegar a sus trabajos en bicicleta, sumados, cansados y se quemaron las pestañas ¿ para qué? ¿reconocimiento social y espiritual?... si, eso es digno pero ¿Se come?

  • Iskander dijo:

    Para CUBADEBATE
    Hace solo unos dias vi que estan convocando nuevamente la Nacion y la Emigracion me parece muy buena idea, pienso debe irse trabajando en rescatar el capital intelectual cubano que vive en el exterior y quiere a la Revolucion, es solo una propuesta.
    Para eso seria bueno establecer algun espacio para hacer la convocatoria participativa por tematicas, ejemplo, ciencia y tecnica, etc.

    • Jose R. Oro dijo:

      Muy de acuerdo con Iskander, es muy buena sugerencia para la magna reunion de abril, la la Nacion y la Emigracion. Un abrazo cubano!

    • Andrés dijo:

      Muy de acuerdo Iskander. Es algo por lo que también he venido abogando desde hace tiempo.

  • Ernesto dijo:

    Creo que a veces las políticas sociales son muy importantes en el campo del desarrollo, pero estoy seguro que muchos políticos confunden la finalidad con la capacidad y el rol económico, y dirigen erradamente el discurso económico del cual no tienen idea del impacto, se olvidan que todo es un tejido social y que las capacidades de los sitios geográficos tienen límites, que el efecto es contribuir positivamente pero no resolver de manera perenne. Siempre he creído en la contribución más no en la solución definitiva, eso es más un discurso religioso el cual no comparto. Sin embargo noto ese discurso como una gran debilidad, ya que a mediato plazo es falso y se convierte en una carcoma para ña sociedad en su conjunto. De Cuba aprendí que no existe la mejor tecnología, sino la mas apropiada. Si creo que es necesario promover el pensamiento, pero no enfocarlo como la solución definitiva, la muestra de eso es que Cuba ha sobrevivido sola por casi 30 años, espero no se olviden del camino que los ha llevado hasta ahí, esa capacidad llevó décadas crearla.
    Saludos de un amigo

  • Un sexagenario dijo:

    Me complace que el Dr. Montero Cabrera haya destacado la importancia de los doctorados en ciencia para la juventud cubana y suscitado el debate en este espacio. La experiencia de vida académica indica que la formación y calidad profesional de la juventud científica depende de la vocación y del sacrificio demostrado en la docencia y/o en la investigación (disposición), y de los estímulos recibidos por la utilidad social de esas funciones (interés). Estas son claves esenciales de la permanencia creativa de los jóvenes en los centros de investigación, docencia, producción y servicios del país. Sin duda, que ahora muchos jóvenes podrán dedicarse a obtener el doctorado en una edad adecuada con muchísimas perspectivas para concentrarse en su desarrollo personal. La actual generación sesentona tuvo sus años de juventud entre los años ochenta y los difíciles noventa, del pasado siglo, una época en que compartía su labor académica con múltiples tareas sin tener entonces muchas de las ventajas del presente, como son los avances en computación e Internet, que tanto facilitan el trabajo científico. Por eso, deseo congratular a los científicos de esa generación que lograron su doctorado, aunque también merecen ser reconocidos aquellos que categorizados de auxiliares no pudieron hacer el suyo por diversas causas ajenas a su voluntad pero que aún se encuentran realizando una función destacada en beneficio de la juventud científica y de la patria por el hecho de reunir experiencia novedosa y méritos similares a los que poseen los doctores. ¡Qué los jóvenes aprovechen esta oportunidad!

  • Gliceria dijo:

    Mi mayor agradecimiento por tan interesante artículo. Ciertamente, en nuestro país la desmotivación por la superación profesional es un gran problema, como lo es por el trabajo. Es un proceso complejo, para unos más que otros; sin embargo es indiscutible la significación que representa para el individuo y la sociedad que necesita de la ciencia para desarrollarse, no por gusto nuestro Presidente Diaz Canela insiste incansablemente en ello, vivimos en un mundo globalizado donde la ciencia está al servicio del capital, por tanto la formación doctoral es el punto de partida necesario para alcanzar el modelo social al que aspiramos. Muchos consideran que es el fin y es uno de los errores que limitan la generalización y aplicación de los resultados. Admiro y repeto infinitamente a quienes han logrado esta meta, es un camino de mucho sacrificio personal y horas de desvelo junto a la familia, tutores, compañeros, amigos pero si se disfruta el éxito es seguro.

  • Yudy dijo:

    La misma pregunta del artículo me la he hecho yo porque he visto personas que se han hecho doctores y piensan que todo terminó ahí, no he visto la utilidad de su investigación puesta en la práctica ni introducir sus resultados en ella. Entonces me he preguntado. Hacer una investigación solo para un ejercicio académico? Ya mi mente cambia y ante exigenncias que llegan a mi de tener que hacerme doctora o Master lo que más sueño es tener una investigación que vea los resultados introducidos
    En su práctica siendo útiles.

  • Francisco Gómez Hernando dijo:

    Las personas que ostentan el grado de doctor, son personas normales, que han dedicado muchos años a formarse y especializarse en cualquier rama de las ciencias. Están, o estamos, preparados para desempeñar la tareas en las hicimos la tesis doctoral, o las tesinas de máster, pero cuando llegamos a cierta edad somos arrinconados , y la sociedad pierde unos conocimientos, tanto de vida, como científicos, que no deberían olvidar,
    Es cierto que no somos jóvenes, pero nos sentimos como si lo fuéramos, pues , aunque el dicho dice que mas sabe el diablo por viejo que por diablo,tenemos muchas cosas que dar a la sociedad. y al menos intentamos devolver algo de nuestro saber a esa sociedad.
    Les saluda, desde Zaragoza - España
    Francisco Gómez Hernando
    Doctor en Sociología Política
    Máster en Unión Europea
    Máster en Seguridad Global y Defensa

  • lazaro dijo:

    U(na modesta opinión.
    Nuestro problema no está en la Universidad ni en la formación de Doctores que produzcan para la Sociedad.
    Nuestro problema está fuera en la EMPRESA.
    Como los cubanos usamos muchos símils te digo que no puede realizarse un juego de pelota solo con el Lanzador pues no hay juego sin CATCHER.
    lA eMPRESA ACTUAL ES UN MANCO DE DOS MANOS QUE QUIERE SER cATCHER

  • Leonardo P dijo:

    Gracias por la Publicación, en mi opinión es una reveladora radiografía del proceso de formación doctoral. Quizás no completo, seguro faltan partes. Desgarrador a veces pero útil y atemperado.
    Si los resultados de las investigaciones deben verse en en la economía del país, habrá que trabajar de verdad en la formación doctoral en el sector productivo. El vínculo Universidad-Empresa es esencial, no en papeles, no como orientaciones para cumplir acuerdos. Tendrán que aplicarlo otras personas que de verdad lo entiendan y puedan hacerlo y no con métodos basados en trabas, dilaciones, amiguismos u otros propios de quien no tiene incorporado el gen innovador y si el oportunista.
    Recientemente visité una fábrica de Bombas (bombear fluidos y sólidos de baja granulometría) en China. Me sorprendió y hasta pensé estaba en un balance de ciencia y técnica cuando el Director de Producción, joven y capaz (lo segundo mostrado respondiendo preguntas técnicas) inició su exposición relatando que tienen en su plantilla 2 Doctores en Ciencias (uno de ellos es el CEO) y han logrado más de 40 patentes introducidas en la producción, gracias a lo cual exportan a todos los continentes y son líderes en el mercado nacional.
    Inmediatamente me trasladé a mi escenario donde la formación doctoral es MI prioridad en la que cuento con apoyo para realizarlo; ojalá cambiemos pronto de mentalidad, quizás con cuerpo y todo en algunos casos y sea NUESTRA prioridad con APOYO Y SOPORTE para lograr realmente que los resultados escritos en una tesis se materialicen en mejoras de la producción y calidad de los servicios.
    Gracias por el escrito una vez más y la oportunidad del debate. Continuemos en la búsqueda de la verdad científica, no nos conformemos con el debate, cambiemos, construyamos.

  • Aciel Morales Mantilla dijo:

    Generalmente los resultados de años de investigación no son introducidos en la economía del país porque supuestamente no existe el presupuesto para financiarlos y entonces caemos en la paradoja de gastar millones en financiar un proyecto para luego engavetarlo. Lo más triste del caso es que literalmente termina en una gaveta de la cual muy pocos conocen y al cabo del tiempo se les da la tarea a otros de descubrir lo ya una vez descubrido. Todo ello denota mala organización y gestión de la ciencia en un país donde tanto se ha luchado por un mundo mejor.

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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

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