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Un pan en la puerta del horno

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Vladimir Zelesnki. Foto: International News.

Los concluidos el domingo 21 de julio se conceptúan como los comicios con la más baja asistencia ciudadana (por debajo de la mitad del padrón electoral) desde que Ucrania se separó de la Unión Soviética. Pese a ello, prevalece el mayoritario porcentaje conseguido por el recién instaurado presidente, Vladimir Zelesnki, apoyado en estas legislativas por personas tan novatas en estas bregas como él mismo. El partido Slugá Naroda (Sirviente del Pueblo, nombre del espacio que protagonizó en televisión),  lo conforman personas ajenas anteriormente a las esferas del poder, pero dispuestas, afirman, a transformar la deplorable situación existente.

Zelenki necesita un parlamento que encauce sus planes y no el actuante, hostil a su plataforma. Por eso adelantó las elecciones buscando cambiar la composición del legislativo, hasta el momento conformado en mayoría por magnates industriales, otros oligarcas o sus servidores, en tal magnitud que unos 400 de los 450 escaños, fueron ocupados por multimillonarios con fortunas de dudoso origen. Desde esas posiciones, configuraron el poder.

Todo se dirigió hacia sus intereses y propicia una corrupción mayúscula, entre varias consecuencias, dadas por la fusión entre la banca y la política, que impidieron un desarrollo encaminado hacia los verdaderos intereses de Ucrania. Por eso la mayoría poblacional se mantiene pendiente, deseosa, de reformas efectivas y un quehacer oficial saneado. Es fácil advertir, desde luego, lo intrincado de subrogar ese mal hacer.

Zelenski desea relevar de ataduras y polillas esa economía estancada (un 3% de mengua el pasado año, importante exportación de capitales desde hace años), manejos poco transparentes y una pésima conducción de Petro Porochenko, bajo cuya jefatura y pese a las enormes ayudas del FMI, Europa y EE.UU., empeoraron las condiciones existentes desde el llamado euromaidan, referencia a expresiones de inconformidad confiscadas por extremistas y sectores movidos a hacerse con el mando para medrar desde allí en favor de su pandilla en las capas acomodadas.

En esos itinerarios pusieron rumbo, con ventaja, sectores de cierta marginalidad política y tendencias violentas a las cuales el mandatario saliente no quiso o no pudo poner freno tras usarlas en su provecho. La fuerza ganada por los neofascistas no es el único cabo suelto ni el peor enredo  dejado por la anterior administración y  a encarar por Zelenski quien, a su vez, debe dar prueba de que sus ofrecimientos se van a concretar, si desea que el cheque en blanco otorgado por la población mantenga su crédito.

De esta cita a urnas para cambiar el cuerpo de diputados, otra vez obtuvo el beneplácito en urnas, gracias a lo cual contará con diputados favorables a los cambios que, por fuerza o necesidad nacional, se esperan y a los cuales él se ha comprometido.

Pese a la ventaja alcanzada, no tiene toda la baza a su disposición, por eso aparecen posibles alianzas, unas viables otras muy aventuradas. De momento y pendiente de confirmarlo, son varias las formaciones políticas que tendrán asiento en la Rada Suprema. No todas coinciden con su empeño en normalizar el dilema separatista en el este. Esfuerzo posible de encaminar a través del conocido como Formato de Normandía, con Rusia, Alemania y Francia, y el esquema de los Acuerdos de Minsk.

La conversación telefónica sostenida hace días con Vladimir Putin permite suponer disposición abierta al entendimiento y voluntad de zanjar por entero algo que costó ya por encima de 10 mil vidas e implica una amenaza permanente para cualquier tipo de avance. Es un asunto tanto y hasta más escabroso que tener éxito en exorcizar a los elementos que estuvieron capitalizando bienes y conciencias. «Acabar con la guerra en el principal objetivo». Así lo aprecia Dmitri Razumkov, jefe de Servidor del Pueblo, en coincidencia con los enunciados del presidente, quien avanzó un posible canje de prisioneros, entre pasos iniciales en caminos de mayor futuro.

Obstáculos existen y son extraordinarios. Uno es la furiosa campaña anti rusa desplegada por las anteriores autoridades y los sectores extremistas, -algo que ha calado bastante en la sociedad-, pero la lógica de las cosas establece que si Moscú puede influir de manera eficaz en lo que al Dombass respecta, con análogo carácter esos vecinos son un factor  favorable para la reactivación económica ucraniana, dada la imbricación existente durante casi un siglo con Rusia, y los entronques culturales e históricos anteriores que también comparten.

Es una posibilidad aún en el aire y sujeta al propósito y capacidades de aliviar  la intoxicación hostil que convierte al antiguo socio en enemigo absoluto. En ese designio tendrán importante influjo los mismos actores externos que cebaron la antipatía, pues Ucrania tiene destacada importancia geoestratégica para Occidente. No obstante, incluso en la torcida, acorralada, actualidad mundial, las relaciones basadas en el respeto a las diferencias o desacuerdos, son posibles, siempre existieron, y no hay motivo razonable para ignorarlas o impedir su normal transcurso.

A lo interno, Zelenski pretende contar con un economista –ya lo tiene fichado-  en el cargo de primer ministro. “Debe ser un profesional sin un pasado político”. Esa última referencia proviene del empeño en no asociarse con “el antiguo poder”. Los ciudadanos aplauden ese enfoque y los compromisos emanantes, porque  los manejos de tales sectores a cargo hasta el otro día y desde la Revolución Naranja (2004) hasta la fecha, acumulan hechos decepcionantes, poco congruentes con los compromisos de figuras en quiebra moral, o bajo sospecha de empecinadas debilidades.

Pese a esa circunstancia, a la Rada entrarán elementos del anterior gobierno y, de lo reprensible, sobrevive también Batkivschina, partido encabezado por la incongruente y ambiciosa mujer de negocios  Yulia Timoshenko, pese a una etapa como primera ministra, durante la cual, el PIB ucraniano descendió en un 14%. Ella probó ser capaz de inesperadas alianzas, pero no puede apagar su mala trayectoria ni su imagen de sujeto demagogo que defiende a uno de los grupos dominantes.

Si bien hay acumulada  mucha desconfianza de la población en las instituciones que les llevaron hacia una situación de inseguridad y penurias, esos esferas tienen aún partidarios y vías para atraer votantes.

Entre analistas y sectores bien intencionados, se aprecia en positivo que los segundos más votados sean los de Plataforma Opositora por la Vida, calificada como pro rusa, pero al parecer, un partido con orientación realista y con menos fascinaciones mundanas.

Golos, partido recién organizado por el músico Sviatoslav Vakarchuk, aparece como posible aliado en la legislatura por comenzar, la primera a dar fe de  esperados proyectos de ley para revertir escenarios descritos hace años por Mijail Brodsky, cuando aspiraba a la jefatura de  Ucrania: “Hemos puesto el régimen totalitario tras nosotros, así como al régimen post-totalitario, y ahora vivimos en una oligarquía feudal”.

Tanto la definición como las circunstancias, la segura resistencia de esos tan beneficiados en los últimos dos decenios, hacen del camino de Zelesnki y sus partidarios, extremadamente enmarañado y comprometido si desea, en verdad, poner orden y ruta hacia aceptables perspectivas. Parece el caso tanto por lo expuesto de modo público, como por las pocas acciones emprendidas en su par de meses en el cargo, entre ellas la destitución de once embajadores,  afines o cercanos colaboradores de Poroshenko.

De nuevo, el tiempo y los hechos estarán a cargo de comprobar si se separa el trigo del abrojo para hornear un buen pan.

Se han publicado 2 comentarios



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  • Luishb dijo:

    Muchos problemas de corrupción, sociales y económicos que dividieron a la población, quedando una gran parte desamparada. De buenas intenciones esta hecho el mundo y hoy en día solo vemos desastres, provocados por la ambición de muchos, que siempre aspiran adueñarse de las riquezas de los demás. La gran tarea de Zelinski será lograr la unidad y confianza del pueblo ucraniano, para lograr eliminar los males del pasado que aun siguen siendo parte del presente. Éxitos al nuevo presidente y que sus nuevas aspiraciones sean cumplidas para bien de todo el pueblo que tanto ha sufrido.

  • nany dijo:

    Excelente comentario sobre Ucrania que trata la real situación en ese país. Un análisis, además de certero , con datos e información irrefutables, magistralmente bien escrito.

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Elsa Claro

Elsa Claro

Periodista cubana especializada en temas internacionales.

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