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La innovación en nuestro Socialismo (II)

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La innovación y las nuevas ideas suelen comenzar con hallazgos científicos y experiencias aisladas e independientes. Foto: Fernando Medina.

La ciencia puede producir innovación en su proceso de búsqueda incesante de lo desconocido. Resulta que nuestros sentidos están seleccionados para percibir lo que está a nuestro alcance directo y no un átomo o una molécula, que son demasiado más pequeños. La naturaleza es como es, independientemente de nosotros. Los que vivimos en las dimensiones del metro y los segundos tenemos que adaptar nuestra capacidad de comprensión si queremos entenderla fuera de esas escalas. Por ello nos cuesta aceptar que la materia tiene al mismo tiempo lo que para nosotros es masa, como la de nuestro cuerpo, y lo que para nosotros es la frecuencia de una radiación electromagnética, como la de la luz. Resulta algo paradójico en estos tamaños que habitamos del universo: las antenas de radio aparecen así como transmisores o receptores de pequeñísimas “bolitas” o fotones que se manifiestan también con una frecuencia de oscilación, y nuestro propio cuerpo tendría además de su masa, claramente palpable, una tal frecuencia de radiación que no podemos detectar.

Uno de los descubrimientos conducentes a innovaciones más trascendentales y actuales en este sentido es el llamado “entrelazamiento cuántico”, y es una consecuencia de esta propiedad de la materia de ser al mismo tiempo onda y tener masa. Resulta que es posible generar artificialmente sistemas de dos o más partículas, como los electrones o el fotón de la luz, de forma que aún separados espacialmente se manifiesten tan asociados que compartan sus propiedades. Así el conocido científico austriaco Anton Zeilinger, que nos visitó en Cuba hace unos pocos años, y su grupo en la Universidad de Viena lograron en 1997 un experimento trascendental1. Cambiaron la forma en la que vibra un fotón de luz (su “polarización”), que se dice estaba en una orilla del Danubio, al mismo tiempo que la de otro que le estaba entrelazado, pero a distancia, probablemente en la otra orilla. Todo fue tan simultáneo como la velocidad de la luz.

Así, los dispositivos que están resultando de los estudios acerca del entrelazamiento cuántico serán innovaciones producidas indudablemente por la investigación científica de un grupo relativamente pequeño e independiente de académicos. Y después de una investigación donde se usó más talento e iniciativa que recursos materiales. Los que más se mencionan hoy en día son las llamadas “computadoras cuánticas”, que ya se producen comercialmente en los EE.UU. y Canadá. China es particularmente activa en este campo y parece que pueden tener sistemas entrelazados entre la tierra y satélites artificiales para trasmitir información codificada de forma casi instantánea y a distancias siderales.

La iniciativa individual o de colectivos pequeños como los que lograron el entrelazamiento antes descrito es decisiva. Se trata de una regularidad en los procesos innovadores más exitosos. La innovación y las nuevas ideas suelen comenzar con hallazgos científicos y experiencias aisladas e independientes. Su implantación práctica no tiene un espacio fértil en un esquema centralista, donde cualquier nuevo proceder, cambio a introducir o nuevo producto a generar debe pasar por muchas aprobaciones antes de poderse siquiera experimentar al nivel tecnológico.

Se percibe que las transformaciones profundas que han venido ocurriendo en nuestra economía como producto de la actualización del sistema económico no han abandonado, y en algunos casos puede que hayan han reforzado, prácticas de gestión centralizadoras. Esto ocurre incluso a pesar de pronunciamientos explícitos a favor de la descentralización que aparecen en los documentos acordados en los congresos del PCC.

Un buen ejemplo sería que después de la reestructuración de nuestro sistema cañero– azucarero a principios del siglo, cualquier importante fábrica como puede ser el central Uruguay, solo quedó como una unidad empresarial de base dependiente de una empresa provincial que responde a la división político-administrativa del país, en lugar de la geografía cañera. La posibilidad real de que un administrador de algún central emprenda una iniciativa de innovación tecnológica que pueda incidir, con los riesgos y posibilidades de éxito inherentes, de alguna forma en su plan trazado centralmente es cuestionable, al menos como el fenómeno corriente que debe ser.

Paradójicamente, para que una innovación producida por la idea de un científico o grupo de investigadores individualizados pueda usarse en la práctica, casi siempre se requiere de cooperación. La conexión entre diversos actores es decisiva para que la implantación de la innovación sea exitosa. Con el trabajo de Zeillinger solamente no se hubiera llegado a aplicación alguna del entrelazamiento cuántico.

Las relaciones “horizontales” entre entidades muy diversas se deben aquí potenciar y es un momento en el que se requiere un facilitador o entidad que ayude al científico y al sector económico productivo para encontrar sus pares adecuados de interconexión en la compleja trama de cualquier país. Los ingenieros de diseño y experimentación tienen aquí un espacio decisivamente protagónico desarrollando las tecnologías. Para ello, deben poder acceder al resultado científico y entenderlo, asociarse con diferentes especialistas de diferentes campos, tener rápido y eficiente acceso a la información de experiencias similares en cualquier parte del mundo, poder conseguir los componentes, estén donde estén y comprarlos con la moneda que sea y en el momento en el que son necesarios, o fabricarlos en donde sea conveniente. Con mayores o menores cambios es este el proceso de innovación conducente a productos punteros y que pueden cambiar la economía de un país. Un ejemplo de cómo esto se puede implementar en un país como Cuba se puede tomar de cómo se obtuvieron muchos de los logros del otrora Polo Científico del Oeste de Fidel.

En nuestro caso más reciente, al intentar favorecer nuestro sistema de investigaciones científicas, solo se han experimentado hasta ahora transformaciones en la estructura y subordinación de los centros de investigaciones. Esto es el producto de la implantación de un Lineamiento del VI Congreso del PCC. Recientemente se ha aprobado una política e informado de ésta a los académicos y en este momento se elaboran sus normas legales. Sin embargo, en la práctica y reconociendo notables avances con el establecimiento de laboratorios y proyectos conjuntos entre el consorcio BioCubaFarma, algunos ministerios y las universidades, las acciones prácticas en todo el universo de la economía y la sociedad cubanas siguen estando esencialmente lastradas por los mismos esquemas restringidos de relaciones económicas de hace años. Sin embargo, se ha ganado mucho en comprensión y la nueva constitución, así como las medidas que va tomando nuestro gobierno apuntan a que podamos realizar los sueños de los convencidos de que nuestro futuro está en las producciones intelectuales, como nos dijo Fidel.

Nota:
  1. Bouwmeester, D.; Pan, J.-W.; Mattle, K.; Eibl, M.; Weinfurter, H.; Zeilinger, A. Nature 1997, 390, 575-579.

Se han publicado 16 comentarios



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  • Víctor Angel Fernández dijo:

    Profesor. USted pone el ejemplo del directivo de un central. Permítame utilizarlo, aunque ese en específico no sea el caso. ¿Cómo alguien en algún puesto, va a innovar, si fue designado para eso, a lo mejor, ni tiene la menor idea de lo que está dirigiendo (los ejemplos llenarían el espacio de este post) y sabe muy bien, que un día por la mañana lo llamarán a una oficina o se lo dirán por teléfono, que ya no es el directivo del central, sino que estará al frente de la empresa de rascatrescos verdes, seis provincias más allá?
    ¿Dónde queda la tradición y el orgullo de la pertenencia, que son la bes para querer ver mejor lo que se hace? Obvio que existen excepciones, como Lázaro Expósito que lo ha hecho bien en tres provincias e innova cada día, pero no són la regla.
    Para que la innvoación sea un concepto país, deben ser cambiados (pensemos en Fidel) muchas cosas, lo demás no es más que repetir lo mismo y no ir a ningún lado.

    • Robertico dijo:

      Camaradas, cuando se refieren a Nuestro hay que ser mas especifico, porque los mal pensados pueden creer que los que dicen "nuestro" son los jefes con alto sentido de pertenencia ya que son los principales beneficiados.

  • Giraldo dijo:

    Muy buen articulo, pienso que la innovación en el socialismo es mucho más cuando se tiene que inventar, crear, para desarrollar al país, y la ciencia juega un papel fundamental, Fidel ya lo decia: "El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia" Un país bloqueado por 60 años no puede aspirar a que ocurra un milagro, sino que tiene que trabajar, innovar, desarrollarse a través de la ciencia, y si hoy hemos llegado tan lejos ha sido por la visión futurista que ha tenido Fidel desde los primeros inicios de la Revolución. Pero también tenemos que trabajar con calidad, que es una de las cosas que se ha perdido desde el comienzo del perido especial hasta nuestros dias. Hay que recatarle a la gente la conciencia de trabajar y hacerlo bien, y con calidad. Pienso que nuestro presiente, Diaz-Canel, va por el camino correcto, está haciendo un buen trabajo y eso todo el pueblo de Cuba se lo agradece, es el mismo camino que trazó la Revolución desde sus inicios, de desarrollar al país, pese a las agresiones imperiales, para darle un mejor bienestar a nuestro pueblo. Porque en el socialismo el Hombre: Es lo más importante, y es lo que hacen la Revoluciones de verdad velar, proteger y crearle las condiciones minimas y optima a la gente. Que Viva el Socialismo! como el único sistema que le puede resolver los problemas a la gente, como la única sociedad justa donde el hombre es su máximo exponente.

  • Jose R. Oro dijo:

    Este es otro importante, medular articulo del Dr. Luis A. Montero Cabrera. El tema de la centralización, moderada en algunos casos, a ultranza en otros, tiene muchas ramificaciones, casi todas negativas o perjudiciales para desarrollar económicamente la sociedad socialista cubana. El ejemplo del gran central de Jatibonico es muy bueno. Centralización innecesaria es una consecuencia de la burocracia, y la burocracia misma se alimenta de la centralización, en un prodigioso círculo vicioso que dificulta el desarrollo. Cuando se quiere juntar un estilo burocrático de funcionamiento con un sistema empresarial que en vez de ser renovado, es frecuentemente solo “maquillado”, surge, casi de manera inevitable un “monopolio de estado” que en algunos casos puede conducir a empresas más o menos funcionales y encadenadas como BioCubaFarma, reconocida por el autor del artículo, y otras menos felices, me atrevo a señalar Acopio. O incluso aquellas organizaciones menores que son difíciles de entender, como por ejemplo la ENFOS (Empresa Nacional del Fósforo), y por supuesto ineficientes. El análisis de este tema demuestra la enorme resistencia a los cambios por parte de células sociales enfermas, a prueba de quimioterapias.
    Hay que fortalecer las relaciones “horizontales” entre empresas, y para ello las empresas requieren de autonomía y capacidad de decisión propias. Me gustaría ver (solo un ejemplo) a la empresa de Acopio de Guantánamo comprarle un camión a la planta de níquel “Pedro Sotto Alba” (de Holguín) sin pasar por La Habana.
    Muchas felicidades al autor, el destacado científico y pensador cubano Dr. Luis A. Montero Cabrera, por este artículo tan valioso. En mi opinión, no siempre rectificaciones o correcciones sobre la marcha dan los resultados requeridos. En muchos casos, las estructuras fuertemente centralizadas, deben ser demolidas y crearlas sobre nuevas bases, socialistas, eficientes y funcionales.

  • René Páez Berenguer dijo:

    Un paso esencial sería recrear mecanismos que faciliten el encadenamiento (aunque mejor sería la articulación)del conocimiento para que luego se produzca el encadenamiento productivo. Sin acceso irrestricto, fácil y económicamente viable al conocimiento científico, tecnológico (en este universo se incluyen las normas, patentes, bases de datos, directorios de personalidades y organizaciones, grupos de innovación, etc) esto será muy difícil. Es cierto que nuestras instituciones tienen que dar valor a sus servicios pero en ocasiones acceder a información que ya el estado cubano ha gestionado y sufragado se convierte en una odisea para los que la requieren. Personalmente abogo porque los datos relativos a estudios de clima, suelo, aguas, las importantes y necesarias normas técnicas, los códigos de buenas prácticas, las bases de datos de patentes, las soluciones de nuestro criollo y utilísimo forum de ciencia y técnica, los repertorios de aplicaciones y soluciones informáticas, se hagan accesibles de manera pública y gratuita mediante servicios que las instituciones del estado creadas para ello estén obligadas a prestar. La historia de la ciencia y la innovación debería formar parte opcional del currículo de los estudiantes desde la secundaria básica y como materia imprescindible al menos en los preuniversitarios de ciencias exactas y escuelas técnicas y de oficio. Muchas otras iniciativas (jurídicas y legales, económicas, ideológicas y comunicacionales) podrían servir para incentivar la innovación en un país tan necesitado como el nuestro. Cuba tiene expertos en el área de la gestión del conocimiento y la innovación en muchos de sus OACES que bien pudieran viabilizar y proponer proyectos y lo fundamental la necesidad imperiosa de modernizar cada aspecto de nuestra vida social y económica.

  • Enrique Martinez H dijo:

    Profesor muy bueno su artículo. Permítame darle una opinión como empresario. Muchas veces l proceso de introducir un resultado científico técnico en una empresa choca con los indicadores tecnico económicos aprobados para el plan en curso. Otras veces esta introducción entraña un riesgo que pone en peligro a la empresa y a sus dirigentes máxime si quien evalúa los resultados del proceso no cuenta con conocimientos o sensibilidad para evaluarlos. En este sentido consideró que una vía para minimizar todos los costos del proceso, ya sean económicos o gestión sería aprobar para los procesos innovadores en las esquelas similares a los que se aplica para las inversiones. Y le doy algunas ideas: deben contar con un proyecto base, segun su cuantía debe estar descentralizada su aprobación, los costos pueden ser considerados a cómo pérdidas de no ser viable. En esto asuntos aún faltan soportes legales que liberen a las empresas y faciliten el proceso. Gracias por la oportunidad

  • Pioneer dijo:

    Con los artículos del profesor Montero Cabrera creo que me sucede similar que a él con las medidas económico-políticas tomadas que cuando creo ver que el profesor me está enseñando la luz al final del túnel aparece el justificativo dogma oscuro para cegarme.

  • Alex dijo:

    Yo pienso que debemos dejar de inventar y hacer lo que se debe de hacer para salir de la situacion dificil que estamos pasando.

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Formidable artículo profesor Montero, comparto sus puntos de vistas. Tratare de reflexionar sobre lo que visualizo como posible sistema de la ciencia, una síntesis global con nuevos conceptos para apoyar su artículo desde otro ángulo. La primera innovación que exige el sistema de la ciencia esta en encontrar los nuevos y modernos conceptos de organización y estructura de su actual sistema, que renueve sistemáticamente como un verdadero sistema, sus principales activos, manteniéndolos siempre jóvenes y motivados. Por ser nosotros un país socialista con un único dueño, el pueblo, nos toca más que a ninguno innovar fuertemente, cambiando conceptos en lo organizacional de la ciencia en el socialismo, no copiando, no repitiendo o manteniendo el estado actual. Quedarnos quietos, inmóviles o hacer solo algunos cosméticos, es como traicionar la confianza del pueblo, algo así como predicar moral en calzoncillos. Les hablamos a los demás de ciencia y de innovación pero no la aplicamos para nosotros en nuestra propia casa, el sistema de la ciencia.
    El socialismo por naturaleza es fruto de la innovación, es ciencia. El socialismo solo puede evolucionar y perfeccionarse así mismo, innovando, es la más alta responsabilidad de la ciencia, nos toca a todos juntos, aportar ideas, reflexionar, motivando una tormenta de conceptos, pero de nuevos y audaces conceptos para organizar la ciencia; los artículos del profesor Montero son hoy la mejor tribuna para apoyar a los decidores en su compleja y difícil tarea de edificar el futuro de la ciencia cubana. La ciencia es la punta de lanza en la construcción del socialismo, sin ella no se puede reproducir el socialismo, quizás ahora lo comprendamos mejor, al no contar con Fidel, el creador de la ciencia cubana. Nos toca ahora aportar lo más moderno y futurista del pensamiento para la organización del sistema de la ciencia. La ciencia en el socialismo son los ojos y espejuelos con los cuales los decidores y el Partido, pueden intuir, haciendo una mirada científica del futuro, que nadie puede hacer salvo la ciencia. El sistema de la ciencia es la encargada de intuir, de mirar el futuro de nuestro país globalmente, en representación del pueblo trabajador y campesino que somos, brindando las propuestas más novedosas, modernas y nunca vistas para mantener siempre fresco, competitivo y nuevo nuestro proyecto social, en un mundo donde todo es capitalismo, en un proceso dialectico, audaz, e inimaginable para un país pequeño subdesarrollado y agredido. El sistema de la ciencia dentro del socialismo es el responsable de visualizar y cuidar como guardianes las fronteras del futuro, construyendo y recreando los futuros escenarios de nuestro proyecto social, necesarios para el resto de la economía y la sociedad, que puedan contar como una herramienta en esos escenarios construidos bajo criterios científicos como base para planificar desarrollo, adelantándonos con las mejores soluciones a los nuevos retos que nos depara cada momento. El socialismo no puede ser por concepto, un sistema social que se dedique a apagar fuegos, a ir detrás de los problemas y retos, enfocado en resolver solo las necesidades del presente de nuestro pueblo, tanto en lo espiritual como material. El sistema de la ciencia es la organización que anticipadamente explora ese camino, con intuición meridiana, pone en manos de la dirección del país, las variantes más modernas y justas para cada momento, anticipando constantemente las necesidades cada vez más crecientes de nuestro pueblo. El sistema de la ciencia es el ministerio del caos ordenado, el ministerio de la intuición, donde anticiparnos en el tiempo es una actitud, una filosofía de vida. El sistema de la ciencia es un sistema apto solamente para gente joven, donde lo organizativo y estructural facilite ese proceso de rejuvenecimiento dinámico y constante. El sistema de la ciencia debe ser la aportadora por excelencia, como una cantera que inyecta personal altamente calificado al resto de los sistemas, o ministerios, del ejercito de talentos que terminan su proyectos investigativos, que al concluir su ciclo como investigador, pasan a ocupar otros importantes cargos, en el parlamento, ministerios, bien como consultores, asesores, cuadros de dirección, o profesores universitarios, y más. El sistema de la ciencia debe ser una incubadora de ideas, talentos frescos, que aporta dos grandes productos importantes a la sociedad; el aporte científico como tal, y segundo, el activo humano altamente calificado que deja atrás su posición de investigador para dar paso al nuevo relevo, inyectando sabiduría al resto de los demás sistemas como resultado de haber concluido su papel en ese proyecto investigativo, un encadenamiento entre ministerios moviendo un activo valioso, gracias a la cultura y conciencia desarrollada de que el relevo generacional es una necesidad para mantener la investigación siempre en manos fundamentalmente jóvenes, y que por otro lado se ve favorecida por la plasticidad que posee la nueva estructura organizativa del sistema de la ciencia cubana, que se amolda dinámicamente a cualquier esquema organizacional. El sistema de la ciencia no puede tener un esquema estructural y organizativo rígido como el actual. Recordemos que al principio de la revolución, como casi siempre ocurre cuando se inicia algo nuevo, sus centros o estaciones de investigación se nutrieron con personas jóvenes, nunca se hizo con viejos, todos muy jóvenes, sabia fresca como la que necesita la ciencia, pero que después de 20 años o más en ese ejercicio se mantuvieron y se mantienen aun ocupando el mismo puesto en esa plantilla fija, aun cuando la mayoría no tiene la idoneidad necesaria para ese esfuerzo investigativo, grave error estratégico que propicia la mala concepción del actual sistema de la ciencia cubana. Porque cuando inauguramos un centro de investigación hoy, no nos detenemos con intuición en el proceso de reproducción ampliada de esa organización, no vemos al científico como el activo más valioso que debemos optimizar de forma dinámica y dialéctica, nos concentramos solo en el hoy, en la arrancada de la institución, obviamos su reproducción en el tiempo, obviamos la idoneidad. Eso visto como sistema, pasa al no tener en cuenta que el periodo óptimo de ese activo humano tiene un tiempo optimo, un límite de tiempo corto, un periodo preciso donde debe aportar el máximo a la sociedad, como sucede con el creador artístico o un deportista de alto rendimiento. Las motivaciones en esas ocasiones nos superan, nos embriagan al crear una nueva institución investigativa, nos nublan la intuición y el análisis reflexivo. Las investigaciones deben hacerse por proyectos que tienen un tiempo de vida, o se reproducen, o se modifican en su mismo desarrollo, los investigadores por sus conocimientos, experiencia e inteligencia, por su idoneidad, que deben demostrarla en todo momento, deben actuar integrados a equipos de trabajo multidisciplinarios, proyectos con un cronograma y un presupuesto que responden a determinados intereses, que al concluir terminan también su contrato, partiendo que su labor es altamente remunerada y que deben recibir beneficios por los resultados logrados de su investigación al ponerse en práctica. La casa matriz de todos los proyectos en su mayoría deben ser las universidades. Las universidades deben cambiar su concepción a tono con la actual modernidad. Eso permitirá a los investigadores alternar con otras profesiones afines, vinculados a su base de relevo generacional los jóvenes estudiantes más talentosos. En la ciencia no puede haber plazas fijas, salvo los excepcionales, las instituciones de la ciencia deben ser ejemplo de agilidad y cero burocratismo, no estimulando la necesidad de un currículo como un laberinto llenos de títulos, maestrías y más maestrías, absurdo cuando se trata de reclutar a gente joven, que ni siquiera han iniciado su vida profesional aun, y otros las alternan con sus estudios de carreras, porque la ciencia como sistema en esta modernidad, compite también con el sistema educacional por el mismo joven, por el mismo valioso activo, porque la edad óptima para investigar y buscar lo desconocido la más productiva y creadora de esos jóvenes son precisamente los últimos años de las carreras universitarias, es ahí donde ese encadenamiento dialectico posible en el socialismo, permite potenciar al activo más importante de la sociedad en su momento óptimo, y no uno o dos estudiantes, miles, todos tienen esa posibilidad porque el sistema y su nueva organización de la ciencia lo propicia así, es una ventaja del socialismo, potenciar al joven en su edad óptima. Esta es una de nuestras principales fortalezas, ahí es donde el socialismo supera al del capitalismo, ellos no pueden crear ese tipo de asociación de forma masiva, lo impide la lucha del individualismo y el mercado. Hay que priorizar con visión y un sentido práctico, la selección y formación de esos jóvenes, similar al sistema de captación de la escuela cubana de boxeo, mirando también a los muy jóvenes, todos ellos con una característica revolucionaria exclusiva de los jóvenes, que es de tonto como sociedad no aprovecharlas al máximo, ellos cuando se trata de ciencia, de creación, buscando lo nuevo, ellos piden muy poco, extremadamente poco, pero aportan mucho a la sociedad, solo se necesita organizarlos, motivándolos fuertemente y guiándolos, algo tan sencillo que no exige recursos adicionales, pero sin dudas muy productivo, ellos llevan lo nuevo en sí mismo, son sus portadores naturales, Fidel en eso era sabio.

  • FLY dijo:

    Buen artículo. Creo que tenemos todo un sistema engranado (y centralizado) con formas establecidas de hacer y pensar. Ese sistema es tremendamente rígido, absolutamente carente de verticalidad y se opone al cambio por miedo a dejar de funcionar, a tener que reportar un incumplimiento (en otras palabras a perder alguien un buró, un carro, un viaje).

    Un minuto de silencio por toda esa ciencia ya hecha y probada que nunca se aplica, por cada investigación engavetada que ha dejado en el olvido a un investigador que amerita un reconocimiento de la sociedad a la que sirve (o aspira a servir) ... ... ... ...

    He opinado

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Pido disculpas, lo envío de nuevo. Formidable artículo profesor Montero, comparto sus puntos de vistas. Tratare de reflexionar sobre lo que visualizo como posible sistema de la ciencia, una síntesis global con nuevos conceptos para apoyar su artículo desde otro ángulo. La primera innovación que exige el sistema de la ciencia esta en encontrar los nuevos y modernos conceptos de organización y estructura de su actual sistema, que renueve sistemáticamente como un verdadero sistema, sus principales activos, manteniéndolos siempre jóvenes y motivados. Por ser nosotros un país socialista con un único dueño, el pueblo, nos toca más que a ninguno innovar fuertemente, cambiando conceptos en lo organizacional de la ciencia en el socialismo, no copiando, no repitiendo o manteniendo el estado actual. Quedarnos quietos, inmóviles o hacer solo algunos cosméticos, es como traicionar la confianza del pueblo, algo así como predicar moral en calzoncillos. Les hablamos a los demás de ciencia y de innovación pero no la aplicamos para nosotros en nuestra propia casa, el sistema de la ciencia.
    El socialismo por naturaleza es fruto de la innovación, es ciencia. El socialismo solo puede evolucionar y perfeccionarse así mismo, innovando, es la más alta responsabilidad de la ciencia, nos toca a todos juntos, aportar ideas, reflexionar, motivando una tormenta de conceptos, pero de nuevos y audaces conceptos para organizar la ciencia; los artículos del profesor Montero son hoy la mejor tribuna para apoyar a los decidores en su compleja y difícil tarea de edificar el futuro de la ciencia cubana. La ciencia es la punta de lanza en la construcción del socialismo, sin ella no se puede reproducir el socialismo, quizás ahora lo comprendamos mejor, al no contar con Fidel, el creador de la ciencia cubana. Nos toca ahora aportar lo más moderno y futurista del pensamiento para la organización del sistema de la ciencia. La ciencia en el socialismo son los ojos y espejuelos con los cuales los decidores y el Partido, pueden intuir, haciendo una mirada científica del futuro, que nadie puede hacer salvo la ciencia. El sistema de la ciencia es la encargada de intuir, de mirar el futuro de nuestro país globalmente, en representación del pueblo trabajador y campesino que somos, brindando las propuestas más novedosas, modernas y nunca vistas para mantener siempre fresco, competitivo y nuevo nuestro proyecto social, en un mundo donde todo es capitalismo, en un proceso dialectico, audaz, e inimaginable para un país pequeño subdesarrollado y agredido. El sistema de la ciencia dentro del socialismo es el responsable de visualizar y cuidar como guardianes las fronteras del futuro, construyendo y recreando los futuros escenarios de nuestro proyecto social, necesarios para el resto de la economía y la sociedad, que puedan contar como una herramienta en esos escenarios construidos bajo criterios científicos como base para planificar desarrollo, adelantándonos con las mejores soluciones a los nuevos retos que nos depara cada momento. El socialismo no puede ser por concepto, un sistema social que se dedique a apagar fuegos, a ir detrás de los problemas y retos, enfocado en resolver solo las necesidades del presente de nuestro pueblo, tanto en lo espiritual como material. El sistema de la ciencia es la organización que anticipadamente explora ese camino, con intuición meridiana, pone en manos de la dirección del país, las variantes más modernas y justas para cada momento, anticipando constantemente las necesidades cada vez más crecientes de nuestro pueblo. El sistema de la ciencia es el ministerio del caos ordenado, el ministerio de la intuición, donde anticiparnos en el tiempo es una actitud, una filosofía de vida. El sistema de la ciencia es un sistema apto solamente para gente joven, donde lo organizativo y estructural facilite ese proceso de rejuvenecimiento dinámico y constante. El sistema de la ciencia debe ser la aportadora por excelencia, como una cantera que inyecta personal altamente calificado al resto de los sistemas, o ministerios, del ejercito de talentos que terminan su proyectos investigativos, que al concluir su ciclo como investigador, pasan a ocupar otros importantes cargos, en el parlamento, ministerios, bien como consultores, asesores, cuadros de dirección, o profesores universitarios, y más. El sistema de la ciencia debe ser una incubadora de ideas, talentos frescos, que aporta dos grandes productos importantes a la sociedad; el aporte científico como tal, y segundo, el activo humano altamente calificado que deja atrás su posición de investigador para dar paso al nuevo relevo, inyectando sabiduría al resto de los demás sistemas como resultado de haber concluido su papel en ese proyecto investigativo, un encadenamiento entre ministerios moviendo un activo valioso, gracias a la cultura y conciencia desarrollada de que el relevo generacional es una necesidad para mantener la investigación siempre en manos fundamentalmente jóvenes, y que por otro lado se ve favorecida por la plasticidad que posee la nueva estructura organizativa del sistema de la ciencia cubana, que se amolda dinámicamente a cualquier esquema organizacional. El sistema de la ciencia no puede tener un esquema estructural y organizativo rígido como el actual. Recordemos que al principio de la revolución, como casi siempre ocurre cuando se inicia algo nuevo, sus centros o estaciones de investigación se nutrieron con personas jóvenes, nunca se hizo con viejos, todos muy jóvenes, sabia fresca como la que necesita la ciencia, pero que después de 20 años o más en ese ejercicio se mantuvieron y se mantienen aun ocupando el mismo puesto en esa plantilla fija, aun cuando la mayoría no tiene la idoneidad necesaria para ese esfuerzo investigativo, grave error estratégico que propicia la mala concepción del actual sistema de la ciencia cubana. Porque cuando inauguramos un centro de investigación hoy, no nos detenemos con intuición en el proceso de reproducción ampliada de esa organización, no vemos al científico como el activo más valioso que debemos optimizar de forma dinámica y dialéctica, nos concentramos solo en el hoy, en la arrancada de la institución, obviamos su reproducción en el tiempo, obviamos la idoneidad. Eso visto como sistema, pasa al no tener en cuenta que el periodo óptimo de ese activo humano tiene un tiempo optimo, un límite de tiempo corto, un periodo preciso donde debe aportar el máximo a la sociedad, como sucede con el creador artístico o un deportista de alto rendimiento. Las motivaciones en esas ocasiones nos superan, nos embriagan al crear una nueva institución investigativa, nos nublan la intuición y el análisis reflexivo. Las investigaciones deben hacerse por proyectos que tienen un tiempo de vida, o se reproducen, o se modifican en su mismo desarrollo, los investigadores por sus conocimientos, experiencia e inteligencia, por su idoneidad, que deben demostrarla en todo momento, deben actuar integrados a equipos de trabajo multidisciplinarios, proyectos con un cronograma y un presupuesto que responden a determinados intereses, que al concluir terminan también su contrato, partiendo que su labor es altamente remunerada y que deben recibir beneficios por los resultados logrados de su investigación al ponerse en práctica. La casa matriz de todos los proyectos en su mayoría deben ser las universidades. Las universidades deben cambiar su concepción a tono con la actual modernidad. Eso permitirá a los investigadores alternar con otras profesiones afines, vinculados a su base de relevo generacional los jóvenes estudiantes más talentosos. En la ciencia no puede haber plazas fijas, salvo los excepcionales, las instituciones de la ciencia deben ser ejemplo de agilidad y cero burocratismo, no estimulando la necesidad de un currículo como un laberinto llenos de títulos, maestrías y más maestrías, absurdo cuando se trata de reclutar a gente joven, que ni siquiera han iniciado su vida profesional aun, y otros las alternan con sus estudios de carreras, porque la ciencia como sistema en esta modernidad, compite también con el sistema educacional por el mismo joven, por el mismo valioso activo, porque la edad óptima para investigar y buscar lo desconocido la más productiva y creadora de esos jóvenes son precisamente los últimos años de las carreras universitarias, es ahí donde ese encadenamiento dialectico posible en el socialismo, permite potenciar al activo más importante de la sociedad en su momento óptimo, y no uno o dos estudiantes, miles, todos tienen esa posibilidad porque el sistema y su nueva organización de la ciencia lo propicia así, es una ventaja del socialismo, potenciar al joven en su edad óptima. Esta es una de nuestras principales fortalezas, ahí es donde el socialismo supera al del capitalismo, ellos no pueden crear ese tipo de asociación de forma masiva, lo impide la lucha del individualismo y el mercado. Hay que priorizar con visión y un sentido práctico, la selección y formación de esos jóvenes, similar al sistema de captación de la escuela cubana de boxeo, mirando también a los muy jóvenes, todos ellos con una característica revolucionaria exclusiva propia de los jóvenes, algo absurdo como sociedad no aprovecharlas al máximo, ellos cuando se trata de ciencia, de creación, de búsqueda de lo nuevo, ellos piden muy poco, extremadamente poco, pero aportan mucho a la sociedad, solo se necesita organizarlos, motivándolos fuertemente y guiándolos, algo tan sencillo que no exige recursos adicionales, pero muy productivo, ellos llevan lo nuevo en sí mismo, son sus portadores naturales, Fidel en eso de los jóvenes era sabio.

  • yoel dijo:

    YO PIENSO DEL TEMA ESTE QUE AUN HAY QUE HACER MUCHAS COSAS , EN ESPECIFICO ESTE DE INNOVAR , HAY QUE PREPARAR MAS A LOS MOVIMIENTOS QUE LO IMPULSAN , COMO LA ANIR , LOS FORUM DE CIENCIA Y TECNICA Y SOBRE TODO DOTAR A LOS CENTROS QUE HERRAMIENTA PARA EL APOYO DE INNOVACIONES Y RACIONALIZACIONE QUE PUEDEN SER APLICADAS , EN LAS EMPRESAS Y DEMAS LUGARES DONDE SE PRESENTAN , QUE EXISTA UNA BUENA REMUNERACIÓN POR LA INVENCIÓN O LA RACIONALIZACIÓN SERIAN LOS PRIMEROS PASOS PARA LA MOTIVACIÓN DEL INVENTOR , DOTAR DE MECANISMOS A LOS MEDIOS , QUE ESTOS MEDIOS ESTEN CAPACITADOS PARA ENFRENTAR ESA TAREA , SERIA UNA BUENA IDEA , POR QUE POR LO DEMAS , HOY NADIE INVENTA O CREA SI NO TIENE UNA MOTIVACIÓN Y HABLO HASTA DE GANRSE UN PERFUME POR AHÍ , A LOS ASOMBROS QUE PUEDAN SURGIR ES ASI , EL PROCESO DE CREACIÓN TIENE VARIAS FACES , FACES QUE HAY QUE VELAR , LEGALMENTE HAY COSAS QUE REVISAR , DE CADA INVESTIGACIÓN INCLUSO DE LA CAPACIDAD DE ASEPTACIÓN QUE PUEDA TENER ALGIO NOVEDOSO ANTE LOS JUECES QUE JUSGAN SI ES NECESARIO O NO , PASA MUY A MENUDO QUE CREEMOS QUE OTRO ES LOCO POR PRESENTAR UNA IDEA , COMO UNA QUE LEI DE PINAR DEL RIO , UNA CIUDAD INTELIGENTE ESO ES UNA IDEA , UN PROYECTO DE INVENCIÓN E INVESTIGACIÓN QUE ESTOY CASI SEGURO QUE TUBO MUCHOS DETRACTORES APENAS LE PUSIERON UN PRESUPUESTO , HASTA QUE LE GUSTO AL PRESIDENTE CLARO , EN FIN SON COSAS PERO ESTE CAMPO REQUIERE DE ATENCIÓN PRIORISADA , AQUÍ HAY MUCHOS INVENTORES Y CIENTIFICOS , LA MAYORIA SIN TITULOS EN CIENCIAS

  • Maño dijo:

    Me tomo el atrevimiento de opinar sobre un tema que me es cercano, pues llevo 30 años, una parte en Cuba y actualmente en la Argentina trabajando en la investigacion y mas concretamente en el desarrollo de la tecnologia. En la Argentina actual hay otras dificultades debido al modelo neoliberal que impera en el pais hace cuatro años, pero aun asi en la epoca anterior donde efectivamente se dedicaron cuantiosos recursos a la ciencia, la dificultad en cuanto a la implementacion de los logros cientificos y tecnologicos era la misma. Mi modesta respuesta como solucion es la creacion de pequeñas PYMES tecnologicas en el mismo marco y lugar donde se desarrollan y se obtienen los resultados, sea un centro de investigación o una universidad, esta puede ser con Capital estatal en un primer momento o con la participación de aportes de empresas que harán uso de los resultados obtenidos, esto implica una manera distinta de organizar los objetivos ya de implementacion de los resultados, los salarios, la manera en que las fuerzas productivas se agilizan para llevar a cabo los objetivos, la apariciones de lideres empresarios con sentimientos de pertenencias, impulsados por ideas revolucionarias y de solidaridad humana que lleva implicito la investigacion cientifica y tecnologica, He trabajado en la investigacion y la tecnologia muchos años, he hecho por fuera del sistema estatal mi incursión en el emprendimiento empresario siempre asociado a desarrollos tecnologicos, mis resultados han sido de muchos fracasos y algunos aciertos, pero siempre he sentido que algo asi se puede hacer en el marco de instituciones estatales, aca en la Argentina y en Cuba solo he encontrado trabas burocraticas y preconceptos que no se porque nadie se decide hacerlo. Siempre hay ejemplos de esto que estoy diciendo, hay experiencias aca y alla que dan la pauta que es posible hacerlo, pero el tema es que no se hace masiva la experiencia, nos quedamos siempre en ejemplos tipos, que son como laboratorios sin expandir esas ideas, hacer en cada centro de investigacion y en cada universidad Usinas para empresas tecnologicas estatales que se rigan por la organizacion que le toca a las empresas podria concretar miles de ideas que solo quedan en la publicacion de algun paper en alguna revista internacional.
    Estoy seguro que con esto no descubro el agua tibia, y que tanta gente talentosa en Cuba lo ha pensado, el tema es que nunca he entendido porque no se reglamenta mediante leyes la aparicion de PYMES tecnologicas estatales, que puedan armarse y deasarmarse con la rapidez con que suceden los cambios tecnologicos.
    Gracias, Saludos

    • whitebat dijo:

      Lo que Ud. dice es muy difícil de hacer en un ambiente poco desarrollado tecnológicamente. Para que haya empresas que produzcan tecnología debe haber empresas que la soliciten, que tengan la posibilidad de aplicarla, y esto no existe en Cuba. En Cuba la mayoría de empresas o funcionan con tecnología extranjera, o están obsoletas y tan solo falta cerrarlas y construir otras en su lugar.
      ¿Cómo se puede crear una industria moderna en Cuba? Pues la única manera es como lo hicieron muchos otros países, incorporando tecnología de empresas del exterior que funcionen bien y puedan construir empresas que se adapten a las necesidades de Cuba. A partir de la tecnología de estas empresas, los ingenieros cubanos podrán innovar de manera que las hagan más rentables. Esto no es fácil de hacer, muchas veces los inventos no funcionan, pero si así sucede se debe de poder reaccionar de forma incesante. éste es el fundamento de las innovaciones científicas.

  • El viejo dijo:

    Que buen articulo! Que oportuno y que claro!. Sus planteamientos coinciden con algo que he escrito muchas veces en Cubadebate: la innovación gerencial, que es prácticamente cero en Cuba. En una economía centralizada en exceso como la nuestra es casi imposible lograr que se apliquen aunque sea la simple innovación tecnológica, que se reduce solo a los Polos Científicos.
    Pudiera escribir un libro sobre la ¨anti innovación gerencial¨ en la industria azucarera cubana, que es ahora y siempre lo fue, la esperanza del desarrollo del país, ya no solo por el azúcar y sus derivados, es por el sol nuestro de cada día, por nuestro suelo, por el aire y por los hombres y mujeres de esta Isla Grande, nada de esto puede ser bloqueado, perdón! Si!, por nosotros mismos.
    Tengo la esperanza que las ideas planteadas por el Doctor, la dirección de Cubadebate se la haga llegar a la dirección del país.

  • El Montero dijo:

    Mientras el estado tenga miedo a que los que produzcan ganen dinero, nada se va a resolver, el director de un central azucarero debe sentirse dueño del mismo y como tal devengar un salario de acuerdo a lo que sea capaz de producir y así hasta llehar al hombre que limpia los baños y taquillas, eso es válido para el que dirige una finca estatal, deben aprender como lo hacen los campesinos particulares.
    Cuando no haya a quien pedirle cuentas por el mal trabao, porque nadie es dueño y a nadie se le toca el bolsillo, porque el estado todo lo absorve no se avanzará.
    Llevamos sesenta años con una política económica equivocada y lo peor es que quieren seguirla porque los que dirigen no quieren perder un puesto, un carro o un salario por no hacer nada, me perdonan pero en 46 años en la construccion vi mucho de eso y mucho daño que hacían y los quitaban de aquí y los ponían a dirigir allá, por supuesto, con el mismo resultado nulo.
    Hay que cambiar el método, la mentalidad y los hombres que hoy dirigen en todos los niveles, hay que empezar de cero mirando y aprendiendo de quienes han logrado altos rendimientos, está el ejemplo de Viet Nam, que fue destruido totalmente por la guerra, China que tuvo que saltar tabues y directrices para el despegue de su economía, Israel, un pais con tierras robadas al desierto y son unos enermes productores de cítricos,
    Todo se logra con trabajo, trabajo y más trabajo, ah y no echándole la culpa a otros de nuestros errores.

Se han publicado 16 comentarios



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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

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