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Anatomía y fisiología de la burocracia

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Mansa y llena de gracia, la lagartija recupera su cola si, por accidente, resulta mutilada. Similar capacidad de recuperación existe en numerosas especies que pueblan nuestro universo. La burocracia es una de ellas. Una y otra vez se emprenden campañas para extirparla, pero reaparece, perversa y prepotente, con la capacidad de multiplicación característica de las células malignas.

No es un fenómeno asociado tan solo al socialismo. Existe desde hace buen tiempo en otras partes, como lo advirtieron en su momento escritores de la talla de Balzac y Gógol, inscrito el primero en una Francia en plena expansión burguesa y, el otro, en una Rusia periférica, atrasada, en la que prevalecía todavía un régimen de servidumbre.

"Mal de muchos, consuelo de tontos", afirma, con su inveterada sabiduría, el refranero popular. Para nosotros, sin embargo, el problema tiene consecuencias aún mayores. Constituye una contradicción antagónica en un proceso de edificación socialista. Las plantas parasitarias, en lo más intrincado de la selva, succionan los elementos nutritivos de los árboles más poderosos. Los disecan y derrumban. En términos de patología social, la acción y el pensamiento burocráticos frenan el desarrollo de las fuerzas productivas, inducen al estancamiento cuando es necesario imprimir una dinámica renovada, empañan la imagen del Estado cuando es inminente la reafirmación de su papel y, sobre todo, en medio de las dificultades bien conocidas, introduce innecesarias causas de malestar en el pueblo que habrá de desempeñar un creciente papel protagónico.

Recuerdo de mis estudios de bachillerato que la anatomía se centraba en la descripción de los órganos componentes del cuerpo humano. Teníamos en la escuela algunas muestras de huesos y una calavera con la que nos gustaba jugar en el intento por conjurar el miedo y como manifestación del desafío adolescente ante las regulaciones establecidas por la institución. En cambio, la fisiología era la ciencia consagrada al estudio del funcionamiento y las interacciones de los componentes de un cuerpo vivo. Ambas se complementan, aunque la anatomía, ilustrada en célebre cuadro de Rembrandt en época que se condenaba por heréticas tales investigaciones, se inclina, por parte de maestros y discípulos, sobre un cadáver. Siguiendo el curso de la metáfora, al atender el impostergable análisis del fenómeno burocrático, hay que repasar la historia y, bisturí en mano, entrarle al presente.

"Mi trabajo eres tú", decía una consigna olvidada desde tiempos que parecen remotos. En verdad, el burócrata es un servidor de la administración pública, de un país en Revolución, es decir, del pueblo. Como ciudadana y en tanto responsable de un minúsculo centro de trabajo, me siento víctima de la ineficiencia, de la falta de orientación, de la procrastinación —ese dejar para mañana lo que puede hacerse hoy—, de la proliferación infinita de gestiones y documentos, así como de la prepotencia característica de la conducta de algunos funcionarios. Como resultado de todo ello, paso de la exasperación a la parálisis.

Conscientes de los problemas que entraña, los dirigentes de la Revolución intentaron detener las tendencias burocráticas desde temprano. Tal y como ha sucedido en otros casos, la interpretación de las indicaciones dimanadas desde los más altos niveles cayó en manos de ejecutores complacientes y acomodados, víctimas ya de la bacteria transmisora de la patología del pensar burocrático. Con olvido de las esencias, cumplieron la tarea de manera formal. Hubo un cementerio de máquinas de escribir en los alrededores de la Calzada de Rancho Boyeros. En aquellos tempranos 60, el Comandante Ernesto Che Guevara advertía acerca de las deformaciones que pudieran derivarse de la confección de organigramas según modelos abstractos, sin tener en cuenta la necesidad de los cargos y las funciones que habrían de desempeñar los ocupantes de cada puesto de trabajo.

El burocratismo es un modo de actuar y de pensar. Integran esa patología la sordera creciente ante las razones del interlocutor y ante los asuntos que afectan a las masas. Más dañino y con más fuerza expansiva que el caracol africano, lo invade todo. Afecta al solicitante de tierras ociosas, a los reclamantes de los derechos concedidos para la reparación de viviendas, y se extiende hacia el mundo de la investigación y la Academia. Desde hace buen rato, me sentí espoleada por la necesidad de abordar el tema. No lo hice por no reiterar lo dicho en un trabajo anterior. Ahora no pretendo ofrecer las conclusiones de un análisis riguroso. Emito un llamado porque las circunstancias lo requieren con la mayor urgencia.

El aumento salarial en beneficio del sector presupuestado de la economía, en medio del calor aberrante del verano, ha producido beneplácito general. Muchos tendrán acceso a más productos en el agromercado. Las madres deben estar pensando en los zapatos y en los uniformes escolares de los niños en plena edad de crecimiento. Algunos disfrutarán otras opciones recreativas en los meses de vacaciones. No se necesita disponer de bola de cristal para discernir que no estamos ante una medida aislada. Es un primer paso para seguir avanzando en un reordenamiento integral. En ese contexto, para lograr los mejores resultados en el ahora y en el mañana, se impone librar un combate contra las actitudes burocráticas en todas las esferas de la sociedad. No habrá de tener tregua, porque conocemos la capacidad reproductiva del fenómeno. Semejante a la jicotea, protege cautelosamente la cabeza en el carapacho para asomarla luego, cuando pase el vendaval.

Como hipótesis inicial para conocer el fenómeno burocrático, me atrevo a apuntar dos categorías: el burócrata de ventanilla, y el que se refugia tras las mamparas, arropado a veces en el aire acondicionado. Con el de ventanilla, menos remunerado, tropezamos todos. Tiene el no pintado en el rostro, desconoce las normativas de una superioridad distante en el tiempo y el espacio. Escucha mal, desconcentrado, atento quizá a la mercancía que está a punto de llegar en el expendio más próximo.

Menos visible, el burócrata oculto tras las mamparas, inaccesible, envuelto en reuniones, sujeto a rutinas ya periclitadas, puede acarrear problemas de mayor envergadura, porque la acción en las circunstancias específicas de un área productiva determi-nada, demandan iniciativa y creatividad, exigen definir diseños atemperados a realidades diferenciadas, sin contravenir las normas que presiden el ordenamiento general del país.

Urge perfilar la profesionalidad de la administración, actualizar los principios éticos propios de cada área, tomar las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de la responsabilidad individual, nunca diluible en el anonimato de un colectivo, aunque este último ejerza el papel que le corresponde.

Hay que aprender a meter las manos en una realidad contradictoria, donde hoy, como siempre ha sido, se mezclan residuos anquilosados y voluntad renovadora. Para hacerlo, como lo entendieron Fidel y el Che y lo siguen haciendo Raúl y Díaz-Canel, se impone avivar el fuego purificador de la crítica y la autocrítica. Porque, como nunca antes, estamos abriendo caminos en el bosque para que nada interfiera la lucidez de la mirada, mientras despejamos de malas yerbas el sendero.

(Tomado de Juventud Rebelde)

Se han publicado 27 comentarios



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  • Santana dijo:

    Me quito el sombrero ante usted señora Graziella Pogolotti, necesitamos de este tipo de periodismo.

  • Arturo Menéndez dijo:

    Después de lo escrito, con pasión y certeza, por la Profesora, qué más queda por decir. Ese lastre es parte de lo que el Presidente denominó "bloqueo interno", a veces más dañino que el otro impuesto por un enemigo bien conocido.

  • Un economista dijo:

    Quien primero crea la burocracia es quien elabora una norma ya sea una ley, decreto ley, decreto o resolución, llena de controles sobre una actividad humana.

    • Eduardo González S. dijo:

      La mejor definición: burocracia es el arte de hacer lo fácil difícil, a través de lo inútil.

  • Gumersindo Acebo Nerey dijo:

    Excelente artículo que deberían leer e interpretar todos nuestros cuadros para que dejen de ser cuadros inmóviles y pegados a la pared y se conviertan en los líderes motores que necesita nuestra Revolución en cada centro de trabajo ya sea presupuestado o auto financiado. Hay que romper el bloqueo interno y para ello es fundamental cambiar la mentalidad burrocrática que tienen muchos servidores públicos.

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Magnifico y actual articulo profesora. Esta epidemia de burocracia tiende a acrecentar el sacrificio de nuestro pueblo ante las reales escaeces que nos provoca el bloqueo del vecino del norte, es parte de lo que nos toca resolver con urgencia en lo interno para seguir aliviando y mejorando la calidad de vida de nuestro pueblo en medio de tal agresión. Su abordaje debe hacerse en dos direcciones; una fuerte ofensiva revolucionaria de inmediato y en un segundo frente, un análisis frio y reflexivo de sus causas, para edificar científicamente las acciones para erradicar el mal a partir de sus causas, y evitar como bien plantea usted, que el funcionamiento orgánico del sistema como tal, lo vuelva a reproducir. Concentrare mi opinión en este segundo frente, el más importante, y quizás el más polémico, apoyando desde otro ángulo su extraordinario artículo.
    Con el materialismo histórico, y las experiencias recientes de los procesos socialistas, hay que mirar todos los conceptos en la actual modernidad, el socialismo es uno de ellos. El sistema social más justo, novedoso y revolucionario que existe, que sin ser perfecto busca a partir de controlar los principales medios de producción, la distribución más justa posible de las riquezas creadas. A ese concepto hay que sumarle, muy importante en su proceso de construcción y de reproducción, que el socialismo como sistema social nuevo, por esencia pertenece a los jóvenes, pertenece a lo nuevo en la sociedad, donde los jóvenes son sus principales protagonistas, siempre guiados por los sabios. El empuje y protagonismo en su construcción es exclusiva de los jóvenes, la historia contemporánea del mundo y la nuestra en particular, liderada por Fidel así lo demuestra. Lo mejor y más avanzado de la revolución y el socialismo siempre lo hicieron y lo han hecho los jóvenes, el socialismo es un sistema social cuyo PROTAGONISMO es solo apto para los jóvenes. Si entendemos esa concepción, veríamos con más claridad nuestros puntos débiles en el necesario perfeccionamiento que constantemente debemos hacer como sociedad socialista, depurando y oxigenando nuestras estructuras de dirección, y servicio público, de forma sistemática, un proceso ininterrumpido, que desembocaría en una contante lucha por eliminar las lacras que frena el desarrollo social, entre los que se destaca la erradicación del burocratismo. El resorte que mueve al socialismo a perfeccionarse, es el cambio constante de sus activos directivos y funcionarios, sangre joven, no es el dinero o el mercado como en el capitalismo, son actitudes nuevas, un proceso sano de máxima aspiración por escalar, por ascender a mayores responsabilidades, propio de los jóvenes, lo cual despertarían en ellos nuevas motivaciones profesionales, al incentivar al individuo a esforzarse más, todo dentro de un marco o límite de edad, porque por encima de determinada edad, para diferentes niveles de dirección y actividades no puede haber cabida, esa oportunidad ya paso. La edad de juventud es el combustible para las grandes aspiraciones, esa aspiración debe convertirse en un verdadero resorte motivacional. Japón copio del Leninismo esa filosofía y la sembró en toda su sociedad, llegando a ser en la actualidad parte de la cultura gerencial y publica de ese país, un proceso de cambio consciente y aceptado por toda la sociedad. En una sociedad socialista como la nuestra, más justa, la clave es el cambio de directivo sistemáticamente, la sangre joven constantemente protagonizando la búsqueda de lo nuevo, en un intento por encontrar la perfección. El Che profundizo sobre eso, la importancia determinante de los cuadros de dirección en el socialismo. El punto de partida para luchar contra el burocratismo, es el sistemático y científico proceso de promoción y cambio de los cuadros y funcionarios, nuevos liderazgos y nuevas actitudes en constante cambio. Si no invertimos y no nos concentráramos en hacer un sistema solido de preparación, perfeccionamiento y cambio de cuadros y funcionarios científicamente, no potenciaremos nuestra mayor fortaleza, el joven en el proceso de dirección, a decir del Che, el Cuadro. Hay que potenciar un verdadero sistema de dirección, que contemple no solo a los cuadros jóvenes, sino al equipo de científicos en asesoría, entrenadores y estudiosos del comportamiento humano, un proceso de máxima prioridad y mucha ciencia.
    La otra cuestión clave a rescatar es la regla de oro de la organización del trabajo y los salarios en el socialismo, la idoneidad. Es la formula del éxito, colocar la persona idónea en cada puesto, en nuestras condiciones dándole participación en las decisiones al movimiento obrero. En cada puesto debe estar el más idóneo. Japón es el ejemplo a seguir en la aplicación de la idoneidad, para algunos los japoneses no son humanos, son extraterrestres, por la disciplina y la entrega al trabajo que hacen. Pero lo más importante es que ellos como sociedad en el campo profesional han desarrollado una cultura sobre la idoneidad, donde aceptan conscientemente que en cada puesto deben estar el más preparado, el más idóneo.
    Hay que recurrir a las ciencias sociales, hay que armarse de herramientas científicas para explorar las implicaciones de la competencia emocional en el mundo del trabajo. Se ha puesto en entredicho la excesiva importancia que se le suele dar al intelecto como factor decisivo para evaluar a las personas y buscar al idóneo, como criterio central para contratar. La idoneidad en nuestro socialismo tiene que apoyarse en criterios científicos. El descubrimiento más importante de la neurociencia es que nuestro cerebro está programado para conectar con los demás: y es que cada vez que dos o más personas se encuentran o se comunican, en sus cerebros se inicia una suerte de conexión emocional. Ciertas regiones se activan, se segregan ciertas hormonas y ciertas conexiones neuronales se disparan. Las personas que nos rodean tienen la capacidad de moldear y definir nuestros estados de ánimo y nuestra biología, al tiempo que nosotros ejercemos una influencia análoga en ellos. Esa comprensión profunda del influjo que las relaciones tienen en nuestra vida y en la de los demás da origen a lo que puede llamarse la inteligencia emocional, cuyo desarrollo exige, a un mismo tiempo, conocer la forma en que funcionan las relaciones y comportarse adecuadamente en ellas, posiblemente clave para la idoneidad de un puesto. Una persona socialmente hábil podría reconocer las energías emocionales hostiles de otra persona y orientarlas para que se tornen positivas. Esas habilidades pueden adquirirse en un proceso de entrenamiento y capacitación para actividades de servicio y dirección.
    La solución del burocratismo en sus causas transita por el perfeccionamiento del SISTEMA de dirección, y de la aplicación de la regla de oro de la organización del trabajo y los salarios, la idoneidad.

    • Rolando dijo:

      En principio, estoy muy de acuerdo, pero llevarlo a la práctica en Cuba son otros 20 pesos. No podemos comparar la idiosincrasia del japonés con la de los latinos y mucho menos con la de los cubanos, que no se parecen a nadie. El japonés, con códigos de honor muy arraigados, acepta su destino como parte de su cultura. Si le dicen que no es el idóneo para un puesto, lo acepta y se va para otro, pues lo principal es trabajar, por honor y por un sustento digno. Si esto implica que tiene que perder un maravilloso estatus social o quedarse sin empleo y pasar hambre, también por honor lo acepta y/o se suicida. Pero que hace un cubano. Primero no lo acepta, nosotros siempre tenemos la razón. Para el cubano, es una cama de alguien que quiere “SU” puesto y lo quiere jo…, por tanto, destruye al que se ponga en su camino, antes de perder el estatus que él piensa, que ha ganado con su esfuerzo y sus merecidos logros. Y aunque sea un ñame y esté ahí porque no hay más nadie, él se monta el personaje y se defiende como gato boca arriba. El cubano no es tan trabajador, pero es inteligente, le gusta lo bueno y como decimos, se cuela por el hueco de una aguja, por eso es un sobreviviente.

      Por otra parte, no hemos sido capaces, desde que comenzó el período especial, de garantizar de forma equitativa (no igualitaria) la solución a las necesidades básicas de la población, que ha visto mellarse su preparación y cultura, en un proceso continuo de pérdida de valores, sobreviviendo por mucho tiempo (para decir demasiado), a los efectos de una pirámide invertida que ha provocado una migración profesional hacia actividades, sectores e incluso países, con más remuneración y menos responsabilidad y un cambio de mentalidad en esa generación “joven” y en la no tan joven, donde lo principal no es la ciencia al servicio del desarrollo y mucho menos la manipulable idoneidad. Por eso es que nuestros enemigos, apuestan continuamente a esa juventud, en un escenario social y cultural muy diferente al de su referente asiático.

      Estos son, en mi criterio, los dos principales obstáculos a tan revolucionaria idea. Ojalá seamos capaces de vencerlos.

  • Aty dijo:

    Es verdad q debe revizarce la problematica del butocratismo ya q genera el peloteo y la falta de respeto con la poblecion q recibe respuestas inapropiadas etc, Ejemplo: despues de Huracán Irma que dejo a las personas con muchas afectaciones no solo de vivienda sino tambien espiritualmente ya q algunos lo perdieron todo y es muy doloroso q cuando lleguen al lugar donde se entiende q lo van a ayudar lo traten mal y lo manden de aqui para alla por algunas persona puestas en comisiones de atencion sin ninguna etica y ver q cada dia el maltrato ypeloteo crece y q tienes q buscar mil papeles y dar mil datos y q al final no se reduelva nada y tener q regresar de la gestion q preyendias hacer von la sutoestima por el piso q llega un momento q dejas de luchar porque no emcuentras quien te ayude . Creo q esa no es la politica q Fidel y la revolucion quieren, se debe chequear eso , hacer encuestas y quien resulte indolente q se vaya para su casa a maltratar a quien se deje y q las personas cuando vayan a hacer in tramite de cualquier indole, resuelva y regrese a su casa contento y con el problema o resuelto si se puede o por lo menos con una buena orientación de como redolverlo . Creo q eso hara q tengamos de nuevo fe como siempre en La Revolucion . Pero , repito no debe ponetse cualquiera a enfrentarse con el pueblo Ya estamos cansados de tanta burocracia y falta de respeto por los q debian ayudarnos. Gracias

  • guillermo Ramirez dijo:

    Profesora, en mi criterio la ecuacion es bien simple: La impunidad alimenta en su crecimiento y desarrollo cualquier mal social y recuerdo el antidoto o casi vacuna del CHE : la estancia en Guanacabibes.....que podria ser "resucitado".
    ASi, tambien otra ecuacion: "toda indisciplina social = contrarevolucion, alimentada igualmente por la IMPUNIDAD.

  • VICTOR KOZASKI dijo:

    DICIPLINA Y ENTREGARSE AL TRABAJO ES LA UNICA MANERA DE LUCHAR CONTRA LA BUROCRACIA Y LEVANTAR LA PRODUCION . SI QUEREMOS MAS PROIDUCION POMGAN A LOS BUROCRATAS A TRABAJAR , ASI SUS MENTES ESTARAN PROCUPADAS EN LAS PRODUCIONES . SI NECESITAMOS ORDEN DE LO CONTRARIO SERIA UN RELAJO TODO , PERO EL QUE DA ORDEN TIENE QUE SER EL PRIMERO EN LA LINEA DEL TRABAJO ESE ES EL MEJOR EJEMPLO DEL TRABAJO , SER DICIPLINADO GRACIAS

  • yohanka dijo:

    Hasta las personas fallecidas son victimas de este fénomeno imaginate que para todo lo legal que se tenga que hacer hay que sacarle 2 o tres veces el certificado de defunción como si fuera posible morir varias veces.Pero tengo fé en que todo esto se resolvera ,para eso solo hay que escribir una carta con 6 copias por supuesto 6 cuños a la persona que tiene que ver con esto , la misma la recibira déspues que la firme hasta el director del Departamento de Asuntos sin importancias,esperar seis meses y entonces daran respuestas.

  • Carlos Andrés Santa María Rodríguez dijo:

    Excelente artículo de la profesora. Constituye en estos tiempos, donde se combina la persistencia del imperialismo, la situación sociodemográfica, las escaseces, la falta de ética en muchos entornos, la mala educación, la pérdida de valores, entre otros. La burocracia, que es un mal, del que el Che en 1961 publicó un artículo titulado Contra el burocratismo, donde expresa con claridad cada uno de los ejemplos de los que la profe habla y que están muy a tono con nuestro presidente y el llamado a la lucha contra la burocracia que reciben el apoyo de MUCHOS JEFES. Ejemplo en ETECSA de San Miguel del Padrón, donde no se resuelven los problemas y todo se convierte en BLA, BLA, BLA, escudados en el imperialismo, le hacen el juego, descontentando a la población, Y NO PASA NADA. Hace dos años que no tengo servicio telefónico y se lo que es un sinónimo de la burocracia, se llama el PELOTEO. Tengo la total convicción que tiene que mejorar para bien del pueblo cubano, que requiere que los servidores públicos, cumplan con la importante misión de servir al pueblo.

  • Mark Nuñez dijo:

    Realmente tengo dudas sobre el significado de la palabra burocracia a la que se refieren en cada momento las personas, parece haber varios, no se cual será el oficialmente considerado en Cuba en la actualidad.Cuando Marx y Lenín se refirieron a la burocracia y la explicaron y consideraron como algo necesario y positivo tanto en el socialismo como en el comunismo.El Che critica el burocratismo no a la burocracia.En Japón un país de una reconocida burocracia, ser burócrata no es nada malo, no es peyorativo.Es real que uno de los varios significados que la real academia de la lengua española le da a la burocracia es negativo.Sinceramente me gustaría que alguien me explicara cuál es el concepto actual aceptado en Cuba porque me parece que es a ese al que Diaz Canel se refiere cuando ejemplifica los aspectos negativos contra los que los servidores públicos deben luchar, a mi me gusta mucho el artículo del Che "contra el burocratismo " tiene una gran vigencia

  • Rolando dijo:

    En principio, estoy muy de acuerdo, pero llevarlo a la práctica en Cuba son otros 20 pesos. No podemos comparar la idiosincrasia del japonés con la de los latinos y mucho menos con la de los cubanos, que no se parecen a nadie. El japonés, con códigos de honor muy arraigados, acepta su destino como parte de su cultura. Si le dicen que no es el idóneo para un puesto, lo acepta y se va para otro, pues lo principal es trabajar, por honor y por un sustento digno. Si esto implica que tiene que perder un maravilloso estatus social o quedarse sin empleo y pasar hambre, también por honor lo acepta y/o se suicida. Pero que hace un cubano. Primero no lo acepta, nosotros siempre tenemos la razón. Para el cubano, es una cama de alguien que quiere “SU” puesto y lo quiere jo…, por tanto, destruye al que se ponga en su camino, antes de perder el estatus que él piensa, que ha ganado con su esfuerzo y sus merecidos logros. Y aunque sea un ñame y esté ahí porque no hay más nadie, él se monta el personaje y se defiende como gato boca arriba. El cubano no es tan trabajador, pero es inteligente, le gusta lo bueno y como decimos, se cuela por el hueco de una aguja, por eso es un sobreviviente.

    Por otra parte, no hemos sido capaces, desde que comenzó el período especial, de garantizar de forma equitativa (no igualitaria) la solución a las necesidades básicas de la población, que ha visto mellarse su preparación y cultura, en un proceso continuo de pérdida de valores, sobreviviendo por mucho tiempo (para decir demasiado), a los efectos de una pirámide invertida que ha provocado una migración profesional hacia actividades, sectores e incluso países, con más remuneración y menos responsabilidad y un cambio de mentalidad en esa generación “joven” y en la no tan joven, donde lo principal no es la ciencia al servicio del desarrollo y mucho menos la manipulable idoneidad. Por eso es que nuestros enemigos, apuestan continuamente a esa juventud, en un escenario social y cultural muy diferente al de su referente asiático.

    Estos son, en mi criterio, los dos principales obstáculos a tan revolucionaria idea. Ojalá seamos capaces de vencerlos.

    • Mágico dijo:

      Rolando, qué bien dijiste. Y los vietnamitas y los chinos se parecen más a los japoneses que a los cubanos. Por eso les digo ingenuos a todos aquellos camaradas que ponen su esperanza en lo que están haciendo Vietnam y China. Yo les digo a todos ellos, y a ti por si acaso, que para construir nuestro futuro no tenemos que hurgar en Asia, ni en otro lugar del mundo, sino en nuestra propia y rica historia.

      • Leandro dijo:

        Me opongo rotundamente a copias mecánicas de modelos que vienen de otras culturas y contextos, pero no creo que debamos ignorar sus experiencias. En el mismo trabajo en que Martí escribió "El vino, de plátano; y si sale agrio, es nuestro vino" también señaló: "Injértece en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas" Por tanto, a mi juicio, nuestro deber es estudiar cuanta experiencia consideremos provechosa, recordando que Fernándo Ortíz calificó a Cuba como un ajiaco, ese “conglomerado heterogéneo” que en “el bullir social” adquiere “un carácter propio de creación”
        Por tanto, pienso que las socorridas experiencias china y vietnamita son válidas, pero me preocupan las copias y mucho se habla de los incuestionables avances económicos y también sociales de China y Vietnam, pero casi nada de sus graves problemas, ni de los muchos aspectos en que Cuba los supera.

  • JCT dijo:

    Se atribuye al genial Raul Roa la definicion mas clara y magistral que he oido de la BUROCRACIA y dice
    LA BUROCRACIA ES EL COMEJEN DEL ASTA DE LA BANDERA.

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Gracias Rolando por atender mi comentario, hay mucha sabiduría en tu excelente crónica de la idoneidad. Conozco perfectamente ese comportamiento y estoy de acuerdo contigo, el reto visto así parece más grande, pero realmente no lo es. Solo te falto decir en tu crónica, que los cubanos somos muy románticos, muy soñadores, y que al mirar los problemas y sus soluciones lo hacemos también de forma muy romántica, soñadora, lo que nos dificulta abordar correctamente sus soluciones. Soñamos en resolver el problema con una sola acción, rápido en una sola, cuando realmente las verdaderas soluciones están en un proceso sistemático, que siempre va a exigir mucha paciencia.
    Defiendo la cultura del concepto, una herramienta clave para penetrar en la esencia de un problema, es como una suerte de brújula que te mantiene enfocado en lo principal, máxime que vivimos sumergidos en un profundo océano de información y comunicación. Lo que describes puede parecer algo complejo, pero en realidad es de las cosas más fáciles que tiene como retos por delante en la actualidad la revolución. Ahí tenemos un único y mayor problema, un solo problema amigo Rolando; no hemos dado el primer paso, ese es nuestro único problema. La autora busca con su artículo ese primer paso. Se trata de un cambio de actitud, algo sencillo, si al buscarlo lo hacemos sin miedos, apoyándonos en un directivo joven, nuevo, invariablemente se sucede el milagro de ese primer paso, y después, no hay forma de detenerlo. Un primer paso, un cambio de directivo, uno joven, y se produce un cambio de actitud, como esa antigua filosofía encerrada en esta poderosa afirmación: “Un viaje de mil millas comienza con un pequeño paso”. Necesitamos formar con urgencia de las filas de estudiantes universitarios de los tres últimos años de todas las carreras a miles de líderes, jóvenes, que atomizados por todo el país, como primer paso, generen un cambio de actitud. Necesitamos en las actuales circunstancias más lideres-directivos-jóvenes, que técnicos, es la vía para romper el inmovilismo, un nuevo y masivo liderazgo. El protagonismo de la revolución es de los jóvenes.

    • Rolando dijo:

      Creo que más que formar líderes, debemos lograr primero que los jóvenes quieran PERTENECER y para eso, hay que enderezar la pirámide, y hacer que esos jóvenes avizoren un futuro en Cuba más allá del trabajo independiente u otras tareas que, aunque dignas, les permiten aportar a la economía mucho menos que lo que pueden aportar en aquello para lo cual fueron formados en nuestras universidades. Tenemos que lograr que sientan más allá del bolsillo y para eso tienen que estar seguros y orgullosos porque lo que hacen, le garantiza un sustento digno a ellos y a su familia. Luego, desearán hacerlo y hacerlo cada día mejor y desearán, como nuestros padres y abuelos que hicieron esta Revolución, perpetuar ese legado dirigiendo, enseñando y formando a sus sucesores.

    • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

      Estimado Rolando, de lo que se trata precisamente es evitar eso que planteas, esa actitud pasiva de ESPERAR a que se produzca un milagro, eso es lo que nos mantiene parados, repitiendo como una consigna, esa aspiración de que las personas, ……o los jóvenes quieran PERTENECER….., como algo que debe surgir espontaneo, ahí está lo romántico, como si eso sucediera en la sociedad de forma silvestre o espontanea, y no por un proceso dirigido de construcción, pero la realidad es que muchos son los confundidos, que también han descubierto en esa actitud una silla cómoda para esperar a que espontáneamente se forme una conciencia como si fuera una planta silvestre, cuando es algo que hay que edificar ladrillo a ladrillo a partir de trabajar con las emociones, ese proceso sistemático y científico con las emociones nos lleva a una toma de conciencia. Pero la actitud adoptada es más fácil, seguir parados, soñando, inmóviles frente a la puerta para hacer el cambio, confundidos al no saber, cuál es en medio de una crisis económica como la que vivimos, la llave adecuada, la correcta, para abrir esa puerta del cambio, ese proceso de cambio primero en el campo de las emociones, donde todos coexistimos y tomamos las principales decisiones en nuestras vidas como sociedad, mucho más importante en condiciones extraordinarias, saliendo de una crisis, es ahí donde es protagónico el papel del líder, la influencia de un líder, primero transforma la mente y después la realidad en medio de una crisis, la historia así lo demuestra. Sobre eso he escrito bastante en este sitio, te sugiero leer lo que opine sobre los líderes en el Discurso de clausura del Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el 14 de junio de 2019 y en artículos del profesor Néstor del Prado, la Universidad de La Habana: Memorias y meditaciones (II), del 14 de enero 2019. La clave para transformar y crear ese sentido de pertenencia, dentro de una crisis, bien en una persona, un colectivo o un pueblo, es el Líder, no hay otra, las personas en esas condiciones difíciles tienden a aferrarse a su realidad, cierran sus mente, solo la inyección de nuevos y vigorosos sueños empujados por un líder, hacen el milagro de abrir la mente en esas condiciones, eso es lo primero, un abridor de mentes, el líder. Nadamos amigo Rolando contra la fuerza aplastante que tiene en la formación de una idea la percepción en el ser humano, necesitamos abrir la puerta del cambio con la llave maestra.

  • sachiel dijo:

    Francamente, los seis comentarios que me anteceden son impresionantes, con un lenguaje claro, preciso y conciso, sobre qué entendemos por burocracia y burocratismo (está la variante criolla, el burrocratismo..). Pero de nada nos vale identificar y denunciar, cuando esa denuncia no muestra ejemplos concretos de lo negativo y de lo positivo que pueden ser burocratas y burocratismo (sí, hay de los dos extremos..), y de paso, mencionar la cadena-circulo vicioso en la que caemos todos cuando brindamos servicios, o mejor dicho, cuando no hacemos lo que nos toca, contribuyendo así al malestar general.

    Mágico, al fin has dicho algo concreto: las copias no siempre han salido buenas....

  • joseantonio dijo:

    El problema de la burocracia, como bien dice la profesora, es universal. En Cuba ha adquirido los caracteres de una plaga. Ya desde la época del descubrimiento, conquista y colonización comenzamos a sufrirla. La estructura burocrática colonial era centralizada y vertical, la Casa de Contratación de Sevilla era su centro, su puesto de mando, por decir, alejado de las reales necesidades de las colonias. Resultados: las reales cédulas y demás normas se acataban, pero no se cumplían; la corrupción administrativa creció, junto al enriquecimiento ilícito de los funcionarios venales. Eso se ha trasladado en el tiempo hasta nuestros días. Es una hidra, cuyas mil cabezas parecen imposibles de extirpar. Hay experiencias de otros países que pudieran tenerse en cuenta, como lo es, por ejemplo, que el acceso a la función pública se haga por oposición, así al menos, los mejor preparados ocuparían los puestos administrativos. En nuestro caso, hoy, es así para los cargos de jueces.
    La función pública en Cuba, hoy, es un maremágnum de indolencia, insensibilidad y venalidad desvergonzada. Pocos, muy pocos, honran su carácter de servidores públicos, conozco algunos dignos de alabanza, pero son minoría.
    Otro asunto que complica la función pública es la proliferación, dispersión y hasta contradicción, de las normas jurídicas sobre un mismo tema, que complican y dilatan la solución de las necesidades ciudadanas. Un ejemplo clásico: la vivienda. Como en los malos tiempos coloniales, las leyes se acatan, pero no se cumplen. Las leyes se dictan, pero no se hacen cumplir por los funcionarios públicos. Lo mas lamentable, muchos de ellos son lo que las incumplen a diario, tanto desde sus funciones, como en su vida personal.
    Ojalá que estos vicios nefastos no se traslade a los procesos digitales, pues entonces los burócratas se empoderarán y el calvario de nuestra cotidianidad se elevará por encima de las cumbres del Himalaya.
    Hay que repensar los todos los procesos, para agilizarlos y simplificarlos. Hay que reducir al mínimo la cantidad de cargos, eliminando las duplicidades parasitarias y reduciendo los niveles de aprobación. Hay que repensar cómo, quienes y por cuanto tiempo acceden a la función pública. Hay que dignificar a los funcionarios públicos, como ya se está haciendo al incrementar sus ingresos salariales. Hay muchas cosas por hacer.
    Creo que el Presidente Díaz Canel va en el sentido correcto. Sus mensajes han sido claros, sencillos y directos. Su interacción con lo ciudadanos es encomiable. Como marxista creo en el desarrollo y que este, entre otras cosas, se produce por la transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos. Pensar y actuar, no hay otro camino. Pensar Cuba y Actuar como cubanos. Solo así se revolucionará, para bien, nuestra sociedad.

  • José García Álvarez dijo:

    Los Cubanos de bien de estos tiempos estamos llamados a defender lo bien hecho ,criticar lo mal hecho y denunciar lo incorrecto ante las autoridades establecidas ; e incluso cuando uno mismo pueda decirle al funcionario público,al dependiente de una tienda sea cual fuere las verdades en la cara antes que tener que llegar a la queja ,para evitar la dilación del asunto hay que hacerlo ,porque ya se impone protestar ante todo lo incorrecto. Claro siempre y cuando tengamos la razon y tengamos tambien el respaldo de las autoridades estatales ante una represalia del infractor que amen de no tener la razon, en ocaciones aplica el abuso del cargo por su jerarquía te empiezan a pelotear como una pelota de Pimpon.

  • Eva dijo:

    Cumplir cada cual con su deber en el lugar donde este. Cambiar normas que provocan trabas y sobre todo llenarse de sensibilidad, eso es tratar de entender lo que la persona necesita y darle la explicación adecuada si no está en manos del gestionados resolver el problema. Acabar con la indolencia, con la indiferencia. El cubano siempre se caracterizó por la solidaridad, pero esta no solo se materializa en otros pueblos del mundo, hace falta mayor solidaridad entre nosotros mismos, que nos duelan los problemas ajenos. Gracias doctora por sus siempre claras palabras.

  • MI7809 dijo:

    La burocracia para mi se traduce en tres problemas fundamentales, indolencia y falta de humanismo de los funcionarios , insuficiente competencia de estos y normas rígidas en cuanto a procedimientos .....eso sin hablar que se modifica una norma hasta tres veces al año . Felicitaciones Periodista! !! Pero la burocracia es una medusa

  • Yudisney dijo:

    Y sí es cierto...a veces caemos en esa parálisis a la que se refiere la profesora, al reconocer que no somos Dios para cambiar al mundo. Pero qué dañino es este sentimiento de impotencia!!!.

  • Ana María Fernández Ledo dijo:

    Todos estamos de acuerdo en eliminar a los burócratas. Por favor, alguien que publique un manual que ayude a nosotros los pobres mortales. Ejemplo, los maestros primarios, es mi caso, tenemos que esperar a las vacaciones para realizar cualquier gestión, pero ahí està el problema, en vacaciones la burócrata descansa de sus múltiples labores. Touche.

Se han publicado 27 comentarios



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Graziella Pogolotti

Graziella Pogolotti

Crítica de arte, ensayista e intelectual cubana. Premio Nacional de Literatura (2005). Presidenta del Consejo Asesor del Ministro de Cultura, vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, miembro de la Academia Cubana de la Lengua y presidenta de la Fundación Alejo Carpentier.

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