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Díaz-Canel: “Las instituciones culturales existen por y para los creadores y su obra” (+ Video)

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El presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante la clausura del Congreso de la UNEAC. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Discurso pronunciado por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del IX Congreso de la Uneac, en el Palacio de Convenciones, el 30 de junio de 2019, “Año 61 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Queridos escritores, artistas, creadores;

Compañeras y compañeros de la Presidencia;

Ministros y viceministros presentes:

Ante todo, reciban el cálido saludo del General de Ejército, del cual soy portador.

Ha concluido su IX Congreso. No digo estos días de análisis y debate en el Palacio de Convenciones, sino los largos meses de intercambios y aportes desde las bases. ¡Cuánta inteligencia y talento, cuánto se aprende de ustedes!

Es un proceso que hemos seguido de cerca en frecuentes encuentros con la Comisión Organizadora, tratando de aproximar, en lo posible, soluciones a las insatisfacciones más generalizadas, y confirmando, una vez más, el valor de ir a lo profundo del extraordinario caudal creativo del pueblo cubano. Allí siempre nos espera la verdad.

Permítanme sentirme uno más de ustedes: en la insatisfacción y también en el compromiso, soy un apasionado del arte y de la cultura en sus más diversas expresiones, sea de Cuba o universal.

Los temas que aquí se han tratado suelen ser pan de cada día en nuestra familia y entre amigos. Por las profesiones de mis tres hijos y de mi esposa, la cultura está de manera casi permanente en nuestras vidas. Por imperiosa necesidad del espíritu, no sabríamos vivir sin acceso a las artes.

La emoción más profunda, junto con la gloria patria, nos la provoca constantemente el contacto con la creación artística. Personalmente no puedo separar el sentido de plenitud, incluso de felicidad, de un disfrute estético determinado. Y si es cultura cubana, el goce se multiplica.

Lo que quiero decirles es que durante estos meses, estos días, estas horas, más de una vez nos hemos sentido entre ustedes, compartiendo lo que expresan y comprometidos con lo que hacen.

Y por lo que dicen y lo que hacen, sé que muchos de ustedes, alguna vez, pueden haberse sentido en nuestro lugar, desafiados a dar continuidad a un proceso histórico único, de un impacto y alcance universal y de un liderazgo solo comparable a la grandeza de la Revolución misma, hecho cultural superior que transformó desde la raíz a una nación pequeña y atrasada en una indiscutible potencia mundial, no por sus recursos materiales, sino por sus recursos humanos y sentimentales.

Nosotros cuando miramos al mundo y repasamos la historia podemos decir: ¡Qué milagro de país, en qué gran pueblo nos hemos convertido! Es lo que nos ocurre cuando asistimos a una función de ballet o danza, a conciertos de música, lo mismo en un gran teatro que en uno de nuestros barrios; a obras teatrales, a estrenos de cine, a ferias del libro, de artesanías, a galerías, a descargas de rumba o a escuelas de arte.

Un país bloqueado durante seis décadas, perseguido con saña y alevosía hasta en la gestión de medicamentos infantiles, acribillado mediáticamente por los medios más influyentes del planeta, no se ha conformado con resistir y sobrevivir. Como ya dije una vez:

“Somos una Revolución que puede presumir de haber sido contada y cantada, desde sus orígenes, con el talento y la originalidad de sus artistas y creadores, intérpretes genuinos de la sabia popular y también de las insatisfacciones y esperanzas del alma cubana.

“Y así seguirá siendo. Intelectuales, artistas, periodistas, creadores, nos acompañarán siempre en el empeño de que este archipiélago que la Revolución puso en el mapa político del mundo siga siendo reconocido también por su singular modo de pelear cantando, bailando, riendo y venciendo”.

Quizás aún no hemos aprendido, y en algunos casos hemos desaprendido, a contar esa maravilla, pero nadie puede ya quitarnos el orgullo de ser una nación para respetar, gracias a una Revolución que siempre ha puesto al ser humano en el centro.

Es algo que nuestra generación les debe a los fundadores en primer lugar, desde Céspedes a Martí. A los creadores que continuaron sus luchas y fundamentalmente a Fidel, el indiscutible intelectual y guía de la generación histórica que, junto con la entrega de la tierra y las fábricas a los que la trabajaban, alfabetizó al pueblo, universalizó la enseñanza, creó poderosas instituciones culturales y en los momentos más difíciles nos enseñó que “la cultura es lo primero que hay que salvar”.

¿Por qué insistía Fidel en esa idea, que repitió tantas veces? Ustedes lo saben seguramente, pero no está de más recordarlo. Porque “no hay proa que taje una nube de ideas”, diría Martí.

Y Fidel supo advertir el riesgo de perder nuestra mayor fortaleza: la unidad, la identidad, la cultura, con la avalancha colonizadora que avanzaba en los tiempos de la globalización, con el acceso masivo a las nuevas tecnologías, promovido por los mercaderes modernos, no para enriquecer sino para empobrecer la capacidad crítica y el pensamiento liberador.

Consciente de que esas tecnologías de acelerado desarrollo serían una poderosa arma de educación y multiplicación del conocimiento a la que la Revolución no podía renunciar ni acceder tardíamente, Fidel creó la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y paralelamente alertó a la sociedad cubana sobre la importancia de salvar la cultura.

Así como antes, en aquellas reuniones de la Biblioteca Nacional que dieron lugar a sus Palabras a los intelectuales y muy poco tiempo después a la creación de la Uneac, Fidel acudía a la vanguardia intelectual y artística para enfrentar desafíos que solo podía advertir un iluminado, como Barnet lo definió alguna vez. 

Si hace 60 años fue vencido el intento de fracturar la unión visceral entre aquella vanguardia y su Revolución, es decir, ella misma y su pueblo, más tarde y muchas veces a lo largo de los años el adversario se empeñaría inútilmente en ello. En el cruce de siglos, la batalla alcanzaría cotas mayores golpeando a las fuerzas progresistas en la región y en el mundo.

Movimientos como la Red en Defensa de la Humanidad y proyectos culturales que florecieron por todo el país demostraron la extraordinaria fuerza de la vanguardia para alimentar y sostener la espiritualidad de la nación.

De la Uneac fundada por Nicolás Guillén y otras cubanas y cubanos universales emergió un compromiso para siempre con el destino de la cultura nacional, que se ha afirmado en estos días. Y es tremendo ver la continuidad de esa obra en una organización dirigida hasta hoy por uno de los más jóvenes delegados a aquella cita de hace 58 años: el poeta, ensayista, etnólogo, intelectual, en suma, Miguel Barnet.

Aquí se ha hablado varias veces de las Palabras a los intelectuales. No concibo a un artista, a un intelectual, a un creador cubano que no conozca aquel discurso que marcó la política cultural en Revolución. No me imagino a ningún dirigente político, a ningún funcionario o dirigente de la Cultura, que prescinda de sus definiciones de principio para llevar adelante sus responsabilidades.

Pero siempre me ha preocupado que de aquellas palabras se extraigan un par de frases y se enarbolen como consigna. Nuestro deber es leerlo conscientes de que, siendo un documento para todos los tiempos, por los principios que establece para la política cultural, también exige una interpretación contextualizada.

Claramente Fidel planteó un punto de partida: la relación entre Revolución, la vanguardia intelectual y artística y el pueblo. Entonces, todos no tenían tan claro como Fidel lo que los artistas e intelectuales irían comprendiendo en el desarrollo de su obra: que la Revolución eran ellos, eran sus obras y era el pueblo.

Por eso resulta reduccionista limitarse a citar su frase fundamental: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”, soslayando que Revolución es más que Estado, más que Partido, más que Gobierno, porque Revolución somos todos los que la hacemos posible en vida y en obra.

Y también sería contradictorio con la originalidad y fuerza de ese texto, pretender que norme de forma única e inamovible la política cultural de la Revolución. Eso sería cortarle las alas a su vuelo fundador y a su espíritu de convocatoria.

Hoy tenemos el deber de traer sus conceptos a nuestros días y defender su indiscutible vigencia, evaluando el momento que vivimos, los nuevos escenarios, las plataformas neocolonizadoras y banalizadoras que tratan de imponernos y las necesidades, pero también las posibilidades que con los años y los avances tecnológicos se han abierto.

Hay que hacer lecturas nuevas y enriquecedoras de aquellas palabras. Hacer crecer y fortalecer la política cultural, que no se ha escrito más allá de Palabras… y darle el contenido que los tiempos actuales nos están exigiendo.

Ustedes han hecho bastante. Como hemos apreciado, han trabajado y avanzado mejor allí donde más coordinados han actuado con otras fuerzas intelectuales, como las que crean desde las universidades y otros centros de investigación de las ciencias sociales y humanísticas.

Evidentemente, hay más y mejores resultados donde la creación se apoya en nuevos soportes tecnológicos que facilitan el trabajo.

Hace unos días, compartiendo con la Comisión Organizadora, les comentaba sobre uno de los temas que más discusiones genera siempre en los eventos de la Uneac: la relación con el turismo. Y otro tema más actual que es la política cultural en los espacios de la economía estatal y los privados.

Hoy quiero reiterar que tenemos, desde la administración, el deber de ser coherentes. No hay una política cultural para el sector estatal y otra para el privado. En ambos sectores tiene que promoverse, defenderse, dárseles espacio a quienes hacen arte verdadero.

Y en el caso específico del turismo, yo he insistido en que la cultura es un eslabón fundamental en los encadenamientos productivos que nos interesa promover. Pero defiendo, sobre todo, que el turismo no solo lleve a los artistas a sus instalaciones, sino que propiciemos una muy intensa actividad cultural en todas nuestras ciudades y zonas turísticas que, a la vez que enriquezca la vida cultural del pueblo, atraiga y conquiste al visitante. Hay que ser auténticos y dejar de vender “shows enlatados”, productos de seudocultura que responden más a la rentabilidad que al orgullo de mostrar quiénes somos realmente.

Cuba es una potencia cultural y hoy el turismo, siendo como es una actividad económica que aporta cotidianamente al Presupuesto, la verdad es que todavía tributa mucho menos de lo que podría si los turistas salieran a consumir bienes y servicios, no solo culturales, pero sobre todo culturales (Aplausos).

A propósito, el sistema de escuelas de arte tiene una fuente de ingresos por exportación de servicios, insuficientemente explotada, en la generación de cursos en áreas de la enseñanza artística, en las que somos realmente fuertes y donde debemos establecer modalidades y precios coherentes con el nivel de la academia cubana.

En esa misma línea de pensamiento, a la Uneac le corresponde ser una especie de electrodo movilizador de fuerzas y acciones para la proyección internacional de nuestras industrias culturales. No olvidar que cuando todas las puertas se cerraron para Cuba por su osada pretensión de soberanía y libertad, hasta en el imperio se abrieron al menos ventanitas por donde entraron la música, las artes plásticas, el ballet, la danza, el teatro y otras manifestaciones culturales.

Los puentes que ha levantado la cultura cubana, apoyada por fieles amigos, en tantos años de ninguna o escasas relaciones entre Cuba y Estados Unidos, nos han permitido sostener vivo un intercambio entre nuestros pueblos de tanta fuerza que la actual administración estadounidense se ha propuesto clausurarlo definitivamente.

Pero también hacia Europa, Asia, África, los intelectuales y artistas han fungido como embajadas culturales, han abierto puertas y favorecido entendimientos que podrían ser más difíciles y hasta imposibles sin ellos.

Hay mucho, mucho que trabajar en ese sentido. Y ustedes tienen el talento, la fuerza y el conocimiento para hacerlo crecer, aportando al país recursos imprescindibles para su desarrollo.

Comparto igualmente las preocupaciones de quienes sienten que algunas instituciones de la Cultura se han quedado por detrás de los creadores. Resulta inaceptable que no se comprenda que todas las instituciones culturales existen por y para los creadores y su obra (Exclamaciones y aplausos), no a la inversa, y que el burocratismo y la falta de profesionalidad ahogan la creación.

En la pelea contra esos molinos de viento, tan antiguos como dañinos, vemos un papel fundamental de la Uneac. Es preciso hacer más proactiva a la organización en sus bases: indagar qué misiones cumple cada una en función de aquellos a quienes representan y qué ámbitos de discusiones lideran. ¿Desde cuáles posiciones? ¿Con qué liderazgos?

Igualmente veo a la Uneac batallando por rescatar y elevar el peso y el papel de la crítica cultural. La sequía de análisis serios y bien fundamentados sobre los valores reales de obras y espacios culturales desestimulan a los creadores y privan a los públicos, particularmente a los más jóvenes, de criterios orientadores que establezcan las jerarquías artísticas a tiempo.

Es un hecho incontestable que los creadores cubanos residentes en el país tienen obras capaces de emular con lo mejor creado por sus contemporáneos que trabajan y viven en naciones del Primer Mundo, bajo condiciones materiales e incentivos muy superiores a veces, lo que les ha valido acceder a mercados exigentes.

¿Por qué desde Cuba no logramos insertar, difundir, exportar la obra de los que trabajan dentro del país y en cambio promocionamos y replicamos lo que ya el mercado acuñó y nos devuelve envuelto en sus reglas? (Exclamaciones y aplausos prolongados.) ¿Qué necesitan nuestras instituciones para hacer florecer nuestras más auténticas creaciones culturales?

Se escucha mucho la queja —sobre la cual es importante que actúen las organizaciones de artistas— de que el sistema empresarial o las llamadas industrias culturales, con relación a la creación artística, en cuanto a su producción, promoción y comercialización, se han quedado atrás.

La cultura puede y debe aportar al Producto Interno Bruto del país y para eso están sus empresas. Sobran las insatisfacciones de artistas y creadores que deben gestionarse absolutamente todo para difundir o promocionar su trabajo, mientras quienes tendrían la responsabilidad de hacerlo ejercen una suerte de parasitismo desde la inactividad (Exclamaciones y aplausos prolongados).

Los artistas tienen el deber de pagar sus impuestos, pero no deberían tener que abonar a las empresas si estas no han tenido nada que ver con los contratos de trabajo, con su promoción ni con su amparo jurídico (Exclamaciones y aplausos prolongados).

Es un secreto a voces que ese parasitismo favorece la corrupción (Exclamaciones y aplausos) y enmascara el incumplimiento de la función de representación y gestión de oportunidades para el creador y su obra. Es inútil y engañoso que el escaso dinero de que dispone el país sea reciclado entre entidades sin ningún efecto en la economía real (Exclamaciones y aplausos).

Otros temas que, en mi modesta opinión, deberían concitar acciones y reacciones de nuestros creadores agrupados en la Uneac tienen que ver con lo que algunos llamamos “mercenarios culturales”, esos dispuestos a linchar a cuanto artista o creador exalte a la Revolución o les cante a las causas más duras y a la vez más nobles en que están empeñadas las fuerzas progresistas de nuestra región y del mundo (Aplausos).

Recordemos el mensaje del General de Ejército Raúl Castro Ruz, en ocasión del aniversario 55 de la Uneac: “Hoy estamos doblemente amenazados en el campo de la cultura: por los proyectos subversivos que pretenden dividirnos y la oleada colonizadora global. La Uneac del presente continuará encarando con valentía, compromiso revolucionario e inteligencia, estos complejos desafíos.”

Esta plataforma colonizadora promueve los paradigmas más neoliberales: Estado mínimo, mercado hasta donde más sea posible, todo se vende y se compra, el supuesto éxito único de la empresa privada; atentos a los que ponen por delante mercado y no cultura; egoísmo y vanidad personal y no compromiso social de la cultura (Exclamaciones y aplausos).

Ya se ha denunciado que la actual administración estadounidense destina nuevos y mayores fondos a la subversión y que pide a quienes desean acceder a los cotos privilegiados del imperio que rindan cuenta de cuanto hacen o dicen en las redes sociales. Por lo que callan y por lo que dicen algunos contra sus propios compatriotas, es fácil colegir quiénes aspiran a ganarse el penoso boleto. Apóstatas les llamaría Martí. Me pregunto si alguien cree que servir al que nos bloquea, ataca y obstaculiza nuestro desarrollo le abrirá por largo tiempo la pequeña puerta por la que les dan acceso a quienes reniegan de su raíz.

No vamos a limitar la creación, pero la Revolución que ha resistido 60 años por haber sabido defenderse, no va a dejar sus espacios institucionales en manos de quienes sirven a su enemigo, sea porque denigran cualquier esfuerzo por sobreponernos al cerco económico o porque se benefician de los fondos para destruir a la Revolución (Aplausos).

Los límites comienzan donde se irrespetan los símbolos y los valores sagrados de la Patria (Aplausos).

La Constitución que acabamos de aprobar y que se complementará con sus leyes correspondientes tiene, entre las primeras, la de los símbolos nacionales.

Los ingenuos hacen tanto daño como los perversos. No son tiempos de negar ideologías, ni de descontextualizar. Y nada de esto significa negar la libertad de creación ni hacer concesiones estéticas. Significa tener sentido del momento histórico, saber que más allá de Cuba el mundo vive horas de mucho riesgo e incertidumbre, donde los poderosos pasan por encima de las leyes internacionales, lanzan guerras al amparo de las llamadas fake news o falsas noticias y destruyen civilizaciones milenarias en nombre de la intervención humanitaria. Construir y defender un proyecto socialista significa defender el humanismo revolucionario.

Como en los tiempos de Palabras a los intelectuales, la Revolución insiste en su derecho a defender su existencia que es, también, la existencia de un pueblo y de sus creadores e intelectuales.

Tendría mucho más que decirles, pero sé que habrá nuevas oportunidades para hacerlo. Nos hemos propuesto realizar encuentros mensuales con la directiva electa y grupos de creadores, junto a los ministerios, para revisar todo cuanto podamos colaborar en arrancarles cada vez un pedazo mayor a los problemas y dificultades (Aplausos).

Para eso cuenten con el apoyo del Gobierno, presentes aquí seis ministros y viceministros de los organismos de la Administración Central del Estado. El Dictamen de las comisiones nos ofrece un menú de temas muy amplio que debemos ahora abordar entre todos y en darle solución.

No dejen morir el Congreso. Trabajen por hacer realidad todo lo que entiendan que aportará al bien de la nación, a su espiritualidad, al porvenir que quieren negarnos los que no han podido destruirnos.

Entre ustedes nos sentimos cómodos, entusiastas, optimistas, conscientes de que como nos enseña Raúl: “Sí se puede” cuando se quiere. Y ustedes y nosotros, es decir, la Revolución, queremos lo mismo:

  • Un país libre, independiente y soberano;
  • Fiel a nuestra historia;
  • Que garantice justicia social y justa distribución de la riqueza;
  • Con respeto a la dignidad plena del ser humano, mujer y hombre;
  • Con una sólida identidad cultural;
  • Donde se preserve el acceso gratuito y universal a la educación;
  • Que avance hacia un desarrollo económico equilibrado y sostenible;
  • Próspero, inclusivo, participativo;
  • Invulnerable militar, ideológica, social y económicamente;
  • Con servicios de salud gratuitos y de la mayor calidad para todos;
  • Solidario, generoso, humanista;
  • Que repudie todas las formas de discriminación;
  • Donde no prosperen nunca el crimen organizado, la trata de personas o el terrorismo;
  • Defensor de los derechos humanos de todos, no de segmentos exclusivos o privilegiados;
  • Libre de toda forma de violencia, esclavitud, explotación humana;
  • Con un ejercicio ejemplar de la democracia del pueblo y no del poder antidemocrático del capital;
  • Capaz de vivir en paz y desarrollarse en armonía con la naturaleza y cuidando las fuentes de las que depende la vida en el planeta.

Compañeras y compañeros:

Nuestro reconocimiento a la intensa labor realizada por Barnet en estos años al frente de la Uneac.

Felicitamos a la nueva dirección de la Uneac, a su presidente electo, Morlote, con la certeza de que comprenden que su misión más importante es desatar una irreconciliable batalla contra la incultura y la indecencia (Aplausos), y en ese bregar los creadores deberán ser, como siempre, como pidió Fidel en Palabras a los intelectuales: más que espectadores, actores.

Un mundo mejor es posible.

Esa certeza la heredamos de nuestros padres y tenemos el deber de sostenerla para nuestros hijos.

¡Somos Cuba! ¡Somos continuidad!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(Ovación)

Miguel Díaz-Canel pronuncia el discurso de clausura del Congreso de la UNEAC. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

En video, el discurso

Se han publicado 191 comentarios



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  • Eduardo Ortega dijo:

    Tremendo discurso!
    El Presidente Díaz-Canel se gana cada día más respeto y admiración de todos los cubanos.
    SALUDOS!

  • Prof. Dr. C. Alfredo Pita Hernández dijo:

    Felicidades Presidente. Excelente discurso por su profundidad y diversidad de temas. Propondo a Cubadebate y otros sitios y medios nacionales, que se divulguen los 17 deseos principales de todos los revolucionarios cubanos para con nuestra Patria, que deben inspirarnos en el trabajo diario, desde la posición que cada uno ocupa en la sociedad:

    1.- Un país libre, independiente y soberano
    2.- Fiel a nuestra historia;
    3.- Que garantice justicia social y justa distribución de la riqueza;
    4.- Con respeto a la dignidad plena del ser humano, mujer y hombre;
    5.- Con una sólida identidad cultural;
    6.- Donde se preserve el acceso gratuito y universal a la educación;
    7.- Que avance hacia un desarrollo económico equilibrado y sostenible;
    8.- Próspero, inclusivo, participativo;
    9.- Invulnerable militar, ideológica, social y económicamente;
    10.- Con servicios de salud gratuitos y de la mayor calidad para todos;
    11.- Solidario, generoso, humanista;
    12.- Que repudie todas las formas de discriminación;
    13.- Donde no prosperen nunca el crimen organizado, la trata de personas o el
    terrorismo;
    14.-Defensor de los derechos humanos de todos, no de segmentos exclusivos o
    privilegiados;
    15.-Libre de toda forma de violencia, esclavitud, explotación humana;
    16.-Con un ejercicio ejemplar de la democracia del pueblo y no del poder
    antidemocrático del capital;
    17.-Capaz de vivir en paz y desarrollarse en armonía con la naturaleza y cuidando las
    fuentes de las que depende la vida en el planeta.
    Gracias, pasen buen día

  • Bran dijo:

    Muy claro nuestro presidente. Excelente
    Cuidemos nuestra cultura.

  • Jesús López Martínez dijo:

    Muy buen Congreso y muy buen discurso, pero la tarea es dura: Ayer en el Lucasnómetro de 15 números musicales, trece eran de reguetton.

  • Alberto Pablo Rojas Faife dijo:

    “Debe tomarse en cuenta, cada vez más, la necesidad de estimular la creación destinada a los públicos específicos, especialmente el infantil y juvenil, y a temáticas de gran impacto social como las de género, racialidad, participación y ejercicio del criterio.
    Trascendental e historico toda la intervencion de nuestro presidente. Sobre un tema: hoy debemos estimular la musica sana para nuestros ninos, ejemplo de ello lo ha sido el trobador Ruben Moros, que actua en nuestras comunidades llevando esta creacion a nuestros infantes, ayer tubo una actuacion preciosa en el Copelia de la Habana, asi como la actuacion de los ninos como protagonistas de nuestra cultura. Ver la interpretacion de ello y revivir nuestra infancia, es el mejor regalo a los acuerdos de la Uneac.

  • Margot dijo:

    Escuchando al Presidente y leyendo el titular de la noticia, he graficado en mi mente a la Dirección Provincial de Cultura en la provincia y municipio Cienfuegos. Cuánto talento se desperdicia en esta hermosa ciudad, y cuánto arte asfixiamos en las celebraciones por su Bicentenario. Aquí sí se pone de manifiesto que los directivos deciden sin contar con los artistas y sus obras.
    Agrego a lo anterior que es irrisorio vivir en una urbe, sede de importantes eventos nacionales e internacionales de cine y teatro, que no cuente, al menos, con un cine o teatro habilitado para prestar servicios. Ejemplifico:
    1.- Ante mi pregunta por la apertura del Cine Luisa, tras meses clausurado por, bueno no sé decir el porqué (solo puedo remitirme al cartel de la entrada: Cerrado por Reparación, sin tener evidencias de esto públicamente por más de 2 o 3 años...) alguien conocedor del tema sonrió y me dijo: "Listo como piscina municipal". Se refería al estado destructivo y de inundación que persiste en este espacio.
    2.- Cine Prado, o Salón ya no sé cuántas cosas, que ha pasado por disímiles nombres desde su proyecto, y repito, desde su proyecto, porque no se concreta, por mi recuerdo, hace más de 6 años; y cerrado, por tanto, desde ese entonces.
    3.- Cine Jagua, que fue convertido en una discoteca para niños y adolescentes, ahora tengo entendido abrió sus puertas nuevamente como cine o espacio para proyecciones de videos. Pero los cienfuegueros conocen que su ubicación lejana del centro de la ciudad e infraestructura (pequeña), imposibilitan su uso como una instalación para todos los cinéfilos cienfuegueros, o gran parte de ellos.
    4.- Teatro Tomás Terry, pasión y entrega de su dirección, no logra concluir su reparación general, sueño al que aspiraban todos los cienfuegueros una vez llegado el mes de abril y con él los 200 años de la ciudad.
    Estos son solo destellos de lo mal que andamos por acá en materia de gestión cultural y derroche de talento... esperanzados en la nueva dirección del PCC.
    Buen aliento el Congreso, las palabras de cada uno de sus participantes y sus conclusiones. La esperanza de muchos está ahí, donde nace la cultura y nos convertimos en mejores seres humanos.
    Por cierto, Felicidades a Morlote y agradecimiento eterno a Barnet.

  • joker dijo:

    Me gusta esta frase: Revolución es más que Estado, más que Partido, más que Gobierno, porque Revolución somos todos los que la hacemos posible en vida y en obra.

  • Paquita dijo:

    ¡¡¡¡UNA PIEZA ORATORIA!!!!
    No sólo por lo que dijo, sino por cómo lo dijo

    • Alejo dijo:

      Asi es, este discurso fue simplemente genial

  • kyle40 dijo:

    Excelentes palabras, vi la clausura en detalle o al detalle. Esas verdades tenía que salir; esos artistas en el Palacio son los que nos representan. Este año fue mi 1ra experiencia con el FBC "Desastrosa " desde febrero que hice el contrato y el 18 de junio fue que pagaron mi cheque por un trabajo que había realizado.
    Había escuchado a mis colegas; pero no es lo mismo escucharlo que vivirlo. Gracias!

    • Atención a la Población FCBC dijo:

      Kyle40, le invitamos a contactarnos en la Oficina de Atención a la Población, en calle 17 y K, Vedado, Casa Matriz del FCBC, allí analizaremos su caso y le daremos respuesta concreta. Saludos y cordiales.

  • MAD dijo:

    Presidente:

    Su discurso era necesario, estremeció esencias dormidas. Gracias por recordarnos que el legado de Fidel está ahí, vivo mas que nunca y que revoluciona. Felicidades

  • stalina prado dijo:

    Este es el presidente que necesitamos.Justo; inteligente; valiente y seguro. Hay del bobo que no vea que hay que apoyarlo y seguir los caminos por donde intenta conducirnos. Amé a mis líderes históricos pero estamos ya en una etapa donde se definen los optimistas que queremos que el país avance sin concesiones de principios y que podemos amar al país pero tenemos que hacer por el país y no hacer vulnerables alianzas con los que solo quieren su bien individual. Felicidades Miguel Diaz Canel Salvando las distancias hoy me recuerdo del Che cuando decía en su carta de despedida a Fidel que nunca había visto brillar tanto a un líder como en los días de la crisis de octubre... eso me pasó hoy con usted presidente... no es casual que la intelectualidad cubana lo vitoree como hoy en la clausura de su congreso UNEAC.

  • MAD dijo:

    Excelente discurso. Felicidades, Presidente.

  • kevin dijo:

    Excelente clausura del congreso, excelentes ideas y Excelente discurso, hace falta uno asi tambien para revolucionar la ciencia, el deporte, la agricultura. Que todo el mundo aporte, que se acabe la apatia, tanto de las instituciones como de las personas. Promover la creacion y las acciones que generen crecimiento y prosperidad a nuestro prueblo dentro de la revolucion.

  • Susy Sosa dijo:

    Excelente discurso del Presidente cubano. Realmente él es una gran Continuación de las ideas, la obra, el espíritu Revolucionario y la valentía de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro. @Díaz-Canel le habló a los artistas, como decimos los cubanos, a camisa quita', la verdad siempre por delante y sobre todo desde posiciones verdaderamente Socialista y Revolucionaria (que es la de ser un eterno creador)

  • zelena dijo:

    Muy alentadoras, gratificantes y con un alto contenido patriotico y revolucionario las palabras de nestro Presidente Miguel Díaz Canel en la clausura del Congreso de la UNEAC, queremos un país como el lo desea y lo refleja en este discurso y junto a él lucharemos por ello, coincidimos en que un mundo mejor es posible y lograrlo se lo debemos a todos nuestros próceres, a Martí, a Fidel, a Raúl y a todo nuestro pueblo.

  • walfrido dog dijo:

    Presidente, soy un simple cubano que nacio en esta revolucion y durante toda su vida ha estado dispuesto a defender su patria con su propia vida. No pasará mucho trabajo para conocer qué he hecho durante todo este tiempo. Solo deseo que sepa que fui uno de esos que pensó que ud nunca iba a poder avanzar mientras tuviese las sombras a su alrededor. Siempre defendí su posicion pero nunca confié en que pudiese representarnos como esperamos los cubanos como yo, que no quieren nada y lo entregan todo. No soy de muchas palabras y si de acciones y hoy solo quiero que sepa que este cubano se equivocó completamente al caracterizarlo. Es ud un digno hombre y un verdadero Presidente. Es ud un lider sin haber subido a la montaña. Merece y tiene mis respetos y lealtad y sepa que con las intervenciones que ha hecho en estos dias y las palabras seguras y sinceras que ha emitido todos los cubanos que se respeten y respeten nuestra patria le seguiran y le apoyaran. Aqui tiene un cubano que se equivoco pero sabe reconocerlo y hoy le dice que puede contar para lo que sea conmigo. Que aqui no solo tiene otro que lo apoye sino otro que al igual que con el Cmte en Jefe y con el Gral de Ejercito esta dispuesto a dar su vida si fuese necesario por preservar la suya. Le deseo exitos en los tiempos futuros y estoy seguro que sabrá y podra continuar con todo lo que se proponga. Un abrazo Presidente.

  • Fabio Gabriel dijo:

    Genial , brillante y verdaderamente revolucionario , más allá de transgresor en el sentido positivo de la palabra-; el discurso de nuestro querido Presidente. Hace falta que estos conceptos estratégicos que revolucionaran al sector de la Cultura. Se apliquen a otros sectores del país. El "parasitismo institucional" está inmerso hasta la hipófisis , en casi todas las esferas del país.
    Empresas exportadoras que lastran y hacen poco competitivos nuestros rublos exportables, que se apropian de parte de las ganancias de las empresas productoras y no tienen ni oficinas en los mercados compradores. Receptivos turísticos que funge de intermediarios entre los hoteles y los TT.OO y Agencias de Viajes Extranjeras y no tienen ni oficinas en los países emisores, ni participan en la promoción , publicidad y gestión comercial internacional. Empresas importadoras que no representan cabalmente a las empresas clientes finales , ni están alineadas con los objetivos de la base productiva, y manejan los presupuestos en divisas asignados en los CL a su antojo y conveniencia.
    Todo esto lo que ha generado es más corrupción. Cada vez que entre el creador artístico , el productor exportador, la empresa que necesita importar ó el hotel que espera pacientemente por la llegada de los turistas. Aparezca un ente jurídico que haga la intermediación ó representación legal o comercial , como si todos los operadores económicos ó artísticos sean "menores de edad" , parodiando la canción de Osvaldo Rodríguez.....¡¡¡ EL AMOR SE ACABA !!!!

  • Efrén dijo:

    MERECE TODAS NUESTRAS FELICITACIONES POR UN DISCURSO TAN PRECISO E INTELIGENTE,HACIA TIEMPO QUE NO SE APLAUDIA TANTO UN DISCURSO DE CONCLUSIONES.

  • Leon dijo:

    Hay eslogan popular de que la cultura no tiene momento fijo, lo que si tiene y debe tener siempre esta es la de encausar el rumbo cultural de la nacion y cuando esta tiende a perder ese rumbo, entonces hacen falta palabras como las expresadas por Diaz Canel para reencontar el verdadero papel que debe jugar la cultura con todas sus instituciones para ensalsar los verdaderos valores que surgen y se desarrollan desde la idiosincracia del pueblo. La cultura es espada y escudo de la nacion,y cuando es necesario debe ser mas espada para cortar desviaciones que pueden hacer dano a la cultura cubana.

  • Diuvis Matos Romero dijo:

    Gracias por esa maravillosa intervención. Con lenguaje claro, todos entendimos, ahora a aplicarlo. Luchemos contra la indecencia y por nuestra cultura: entre todos. Y las instituciones parásitas que funcionen, promuevan a nuestros artistas, gestiónenle contratos. Hay tantos artistas y buenos y no se presentan en nuestros municipios, solo los vemos en televisión. Aunque en los últimos tiempos se han incrementado las giras nacionales no son suficientes aún. Y no solo músicos, quisiera asistir por ejemplo a una exposición de algún artista de la plástica de nuestro país, a la que no tengo acceso por la lejanía de mi municipio, o a una exposición de un fotógrafo, o ver las dos manifestaciones: en un concierto una exposición de un artista de la plástica, como se ha estado haciendo, donde se mezclan o convergen varias en un solo escenario o evento. El discurso de Díaz Canel solo nos dice cual es la política del gobierno solo hace falta implementarla.

  • Odalis dijo:

    Nuestro preidente dio un exelente discuro, donde nuestros artistas deben ser mas creativo, dejo claro los problemas y como debemos superarlos.

  • Merelis dijo:

    Extraordinario discurso, contundente y claro. Nuestro presidente sabe llegar al pueblo y nos dice eso que necesitamos oir. Cada día gana corazones de nosotros, los que amamos a la patria. Ciertamente Fidel estaría más que orgulloso de ver como puede, Díaz Canel, tocar esas fibras sensibles de nuestro día a día, esos secretos a voces que tanto daño hacen al pueblo trabajador. SEGUIMOS ADELANTE CUBA.

  • Williams dijo:

    Esperaba ese impulso de un momento a otro, Fidel y Raul no se equivocaron con Diaz Canel, está haciendo una Revolución dentro de la Revolución.

  • Giordan Rodriguez Milanes dijo:

    Ovaciones. Reiteradas ovaciones. Tantas que, frente al televisor de plasma, ya no ante el Krim de la era soviética, uno podría confundirse y regresar a la época en que Fidel hablaba por los dos únicos canales nacionales. El presidente combina el enfoque historicista con el método de conceptualizar lo general y definir lo particular. Nos dice a escritores, artistas e intelectuales lo que hace mucho hemos querido escuchar de un representante de las estructuras del poder.

    No hay nada que emocione y compulse más a un artista que comprobar que una entidad superior -en este caso, el gobierno de la República-, reconozca que ese artista ha tenido la razón. Si bien Abel Prieto durante su primera temporada como ministro insistía en que las instituciones sólo tienen valor porque existen los creadores que la conforman, nunca antes un presidente del Consejo de Estado lo habia dicho así, tajantemente, con todas sus letras. Ni había amplificado el secreto a voces que esa disfuncionalidad institucional burocrática traiga consigo el inmovilismo, el desamparo y la corrupción.

    Tampoco ningún represante de la jerarquía gubernamental o partidista había reconocido jamas, pública y mediáticamente, el sesgo ideopolítico a que fuera sometido “Palabras a los Intelectuales” de Fidel Castro. Y menos había connotado lo que sabemos -y muchos hemos escrito o dicho: la preocupante cantidad de funcionarios y directivos que no conocen “Palabras…” o lo han reducido el discurso a una consigna que, a priori, puede interpretarse como excluyente. Todo lo contrario de su esencia inclusiva en pos de la unidad.

    Pronunciado por el máximo dirigente administrativo, el discurso de clausura del IX Congreso de la UNEAC ha sido, sin dudas, un planteamiento político.

    Primero porque incide sobre la esfera motivacional de los miembros de una organización necesitada de fe. Fe en el sistema que debe darle vida, y fe en si misma. Fe en su capacidad de ser escuchada por sus órganos de relación: el Ministerio de Cultura, el ICRT y el ICAIC. Y digo fe porque el resultado de las palabras de Díaz-Canel están por ver. Si esos delegados al congreso se quedan en la ovación y la satisfacción personal que da saber que no se ha estado equivocado, y no llegan a sus territorios con la adarga dispuesta a luchar contra los molinos de viento de la unimencia y la girovagancia, se corre el riesgo de convertir en demagogia lo que hoy mueve a la esperanza.

    Segundo porque, a primera vista, aquella definición de cultura general e integral de Fidel Castro no parece ser la pauta del discurso. Infiero -puedo y quisiera equivocarme- que Díaz-Canel trata de circunscribir el rol social del artista y escritor a lo que llama ‘la cultura’ y que valdría haber acotado sus referentes como ‘cultura artística’. De tal modo, uno no puede evitar sospechar que, para él, este congreso de la UNEAC se trata únicamente de los asuntos de la creación artística y literaria, y su relación con el sistema de instituciones que deben sustentar y viabilizar la promoción de la obra estética.

    Esta mirada no está mal desde lo organizacional si recordamos que no es posible deslindar lo artístico de los otros componentes de la cultura en tanto huella material y espiritual del trabajo, o sea: de lo jurídico, tecnológico, religioso, ideopolítico. Y que un artista o escritor -o sus promotores-, no puede ni debe soslayar jamás esos otros componentes aunque no les sean esenciales para la creación de la obra en si. Un creador es, ante todo, un sujeto social, un ciudadano en términos jurídicos, y un ente ideopolítico con potencialidades transformadoras y liderazgos. Y no verlo así conduciría a la contradicción antagónica entre el espíritu libertario del artista y el talante enajenante de los aparatos ideológicos del Estado althusseriano.

    Hay que obrar. No sólo crear en sentido estético, sino obrar en la producción de contenidos axiológicos que sustenten esos valores del humanismo socialista que mencionó el presidente. Después de un discurso como el de clausura del IX Congreso de la UNEAC, no sería serio ni admisible que tengamos en cinco años más otro cónclave para repetir los mismos problemas y retrocesos. Espero que, el recién electo presidente de la UNEAC y el ministro de cultura, estén conscientes de ello tanto como, al menos, cada uno de los miembros de sus equipos de dirección. Una situación problémica mas enrevesada y difícil de diagnosticar sería si los directivos de cultura en los ámbitos provinciales, y sus mentores de los departamentos ideológicos de los comités provinciales del Partido, también van a ser consecuentes con el enorme riesgo de convertir este discurso en un sainete de los anhelos escamoteados.

    No se trata de cambiar estilos, sino esencias.

    Cambiar la percepción heurística provinciana de que la cultura artística es un mero instrumento ideopolítico -carne de actos, golpes de efectos propagandísticos y coro de consignas-, por un concepto y su implementación, que pongan el arte en su centro emancipador, cuestionador de nuestra realidad, comprometido cívica y socialmente, y revolucionario en el más holístico sentido de la palabra. Sólo así la esperanza se convertirá en certeza y la ovación en la música sublime de los humildes de la Patria.

  • felipe dijo:

    En ese discurso habló cuba, al fin..

  • maguero dijo:

    Duro con los parasitos que son el bloqueo interno , el presidente tendra que fumigar muchas instituciones : cambiar muchas cosas y a muchos que estan viviendo del cuento en estas instituciones . Asi es como se gobierna , alerta no se deje enganar como hicieron muchas veces con nuestro comandante Fidel , visite las provincias sin avisar y reunace con los trabajadores que son los que le diran lo que sucede en cada empresa.

  • pat dijo:

    Discurso neural y a la vez hermoso. Felicidades Presidente!

  • Ines Peña B dijo:

    Discurso memorable, sincero, honesto, revolucionario....en fin como necesitamos que nos hablen nuestros dirigentes.
    No recuerdo en muchos años que una intervención fuera tan aplaudida y de forma tan emotiva.
    Gracias presidente !!!

  • UG dijo:

    Felicidades....

  • jpuentes dijo:

    La unidad del pueblo de Cuba, se pierde o se gana en la cultura

Se han publicado 191 comentarios



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Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Presidente de la República de Cuba desde el 10 de octubre de 2019. Fue Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros (2018-2019), Primer Vicepresidente de Cuba (2013-2018) y Ministro de Educación Superior (2009-2012). Fue Primer Secretario del Partido Comunista en Villa Clara (1994-2003) y Holguín (2003-2009). En twitter: @DiazCanelB

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