- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Una oportunidad para La Habana

Foto: Claudia Camps.

En estas semanas se han hecho realidad dos anuncios relacionados con problemáticas vitales de La Habana.

Desde Japón han comenzado a llegar los primeros veinticinco de cien carros colectores de basura, los que se complementarán con otro numeroso grupo de equipos (cargadores, camiones de volteo, buldózers, podadoras…) para la higiene de la ciudad.

También arribaron 450 microbuses rusos de doce capacidades  y 89 ómnibus chinos, entre rígidos y articulados, destinados al transporte de pasajeros.

Sin dudas, el impacto inicial será positivo y ayudará a aliviar a corto plazo dos aspectos que cotidianamente impactan en la vida de los habaneros, pero sin transformar de modo significativo la manera en que se gestionan esos servicios y el comportamiento tanto de quienes los ofrecen como de quienes los reciben, en un período no muy prolongado de tiempo se volverá a la desfavorable situación actual.

Para prolongar el efecto positivo de esas acciones mucho podría beneficiarse el intenso esfuerzo de las autoridades capitalinas por atender esos y otros aspectos críticos relacionados con La Habana si se hace acompañar de la tríada en que tanto insiste el Presidente Miguel Díaz-Cannel: Investigación Científica, Comunicación social e Informatización, con un costo seguramente muy inferior al monto de las inversiones que se están realizando.

La escasez material ha encubierto por largo tiempo la ausencia de una gestión eficiente, que haga sostenible en el tiempo esas actividades, refuerce la disciplina laboral de quienes brindan el servicio, permita el control adecuado de los recursos y estimule en la ciudadanía su preservación.  Por otra parte, la comunicación no ha sido ni sistemática ni orientadora, además de la ausencia de identidad que hace que los equipos de servicio y propiedad públicas lo mismo rindan homenaje a un equipo de fútbol español que al yin y el yan, mientras sonorizan a gusto de los empleados lugares que deberían ser de orientación ciudadana y enriquecimiento cultural.

Parte de esa comunicación pudiera incluir el debate popular de un nuevo reglamento urbano que actualice y difunda la defensa de lo común, penalizando los comportamientos que -desde la agresión sonora en el transporte por choferes y pasajeros, hasta el maltrato a contenedores y el arrojar basura a la vía pública-en otros lugares reciben multas que pueden alcanzar hasta un salario mínimo y la obligatoriedad de trabajo social en labores comunales.

El debate constitucional ha puesto en primer plano las virtudes cívicas de los cubanos. Este impulso material, por una Habana envuelta en los festejos de sus 500 años,  puede ser una oportunidad para hacer renacer esas virtudes en  la vida cotidiana de esta ciudad, potenciando su recurso más valioso: el pueblo capitalino.

(Tomado de la Pupila Insomne)