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¿Decreto de la censura?

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Lo que cierta prensa quiere presentar como un vulgar ejercicio de la censura —el Decreto 349 del 2018— es en realidad una vieja demanda de lo mejor de nuestra intelectualidad.

El lenguaje simbólico no es patrimonio exclusivo del arte; lo escuchamos a diario en cualquier charla de café. Por ejemplo, conversaba yo con cierto amigo, y de pronto este apuntó la nariz hacia una señora y dijo: “¡Caramba!, ¿viste qué perfume más escandaloso lleva?; parece una rumba de cajón”. Asombrosa metáfora. De tal modo mi amigo no solo conseguía dotar de imagen y sonido lo puramente olfatorio, sino que también era como si el perfume hiciese bailar a la señora.

A este tipo de recurso lingüístico, que transmuta hacia un sentido lo que es propio de otro, se le conoce como sinestesia, Así, con frecuencia, escuchamos hablar de un rojo chillón, una frase áspera, un calor pesado… ¿Cuántas veces montamos a una guagua, o vamos a una cafetería, y cuando en los bafles empieza a ladrar un reguetón salvaje, vemos cómo alguien arruga la nariz y contiene la respiración?: hasta algún sensible lugar de su conciencia el sonido llegó putrefacto.

Ya sabemos, el sentido del olfato está muy vinculado al del gusto. Sin olor, la comida es insípida. Cuando algo no nos gusta, es como si oliera mal; al menos simbólicamente. Desde luego, el gusto es variable, propio de cada sujeto, así que en esa materia nadie puede dictar cátedras.

Por ejemplo, en algunos países asiáticos se come la carne de perro; algo que al común de los cubanos provocaría repugnancia. Cualquier fanático de ese alimento argumentaría que con ello no hace daño a nadie; y es verdad. Pudiera, incluso, señalar razones culturales: ¿acaso no es plato típico del arte culinario?

Preguntémonos, sin embargo, qué pasaría si cuando usted entra a la cafetería, en vez del reguetón soez, el mesero le aprieta la nariz y a nombre del arte le obliga a comer una costilla de perro. Aquí no se trata de una sinestesia, la repugnancia sería un hecho tangible; pero, ¿cuál es la diferencia? ¿Acaso el paladar es más importante que el oído?

Sé que pudiese parecer exagerado el ejemplo, de modo que brindaré otro. Imaginen que subo a una guagua y parado en medio del pasillo me pongo a leer en voz alta un ensayo sobre la ideología barroca de Schopenhauer. Más aún, para asegurarme de que todos me escuchen, lo llevo grabado y enciendo el equipo a todo volumen. No me importa si molesto a quien disfruta de otra lectura o quiere estar a solas con sus pensamientos. Me excuso con la premisa de que lo hago a nombre del arte, y este se supone que es libre. Así razonan algunos. Mi amigo diría: “Estos señores padecen de un tacto muy oscuro”.

Recientemente leí el caso de dos jóvenes artistas que fueron multados por embarrase de excrementos frente al Capitolio de La Habana. Según dijeron, se trataba de una performance en protesta por la promulgación del Decreto 349 del 2018. También, haberlo hecho en defensa de la libertad artística. Pasemos por alto que si el sentido de la acción es recto, y por demás se impone su concepto a la gente, entonces no hay arte. Pero bueno, literalmente mudaron esa manifestación de las artes visuales, en una manifestación de las artes fétidas: y aquí tampoco cabe la sinestesia. En todo caso, alguien cierta vez dijo: “Tu libertad de agitar los brazos termina donde empieza mi nariz”. Supongo que igual pasa si en un lugar público alguien riega excrementos. Ya sabemos, estos no suelen parecer artísticos, así provengan de las latas de Piero Manzoni.

El Decreto 349, cuya letra y espíritu responde a insistentes reclamos de intelectuales y artistas cubanos, intenta poner orden en el siempre complejo campo de la comercialización del arte. Sin embargo, cierta prensa —que jura ser cubana, pero que es pagada por los Estados Unidos— ha pretendido tacharlo de “institucionalizar la censura”. Para ello, pretenden confundir al público con un argumento falaz: dicen que el arte ha de ser libre, lo cual es muy cierto; pero callan que su comercialización no lo es.

Un reducido grupo de artistas, vía redes sociales, hacen el coro. Son los mismos que una y otra vez llaman a cambiar el orden constitucional cubano, y a pesar de que consiguen muy pocos likes en sus textos, y casi nadie se los comparte, se presentan como la opción suprema de la nación. Muy bien saben que en cualquier país del mundo la evasión fiscal es un delito; que para comercializar un producto o servicio —incluyendo los artísticos— deben mediar contratos, facturas y demás registros contables. Sin embargo, adornan con la palabra libertad lo que es un claro llamamiento al caos.

Ellos, asimismo, saben que tampoco está permitido a un artista, o grupo de artistas, invadir sin autorización un espacio público para realizar espectáculos. En esto no hay excepción ni cuando solo mueva el altruismo o el amor al arte. Ahora mismo recuerdo un ejemplo clásico. El último concierto público celebrado por la afamada banda The Beatles fue realizado en la azotea de sus estudios en Londres. Llevaban varios años sin actuar en vivo, y no pidieron permiso a nadie; simplemente subieron a la azotea y comenzaron a tocar hacia la calle. Al rato, sin embargo, llegó la policía y tuvieron que parar. ¿La causa?: quejas de los vecinos. Moraleja: Por muy artista famoso que seas, no estás por encima del conjunto de principios jurídicos, políticos, morales y económicos que configuran el orden público.

Ciertamente, justo es apuntar que el Decreto 349 censura y penaliza un grupo de acciones; pero el caso es que sus apasionados críticos evitan referirlas. Preguntémonos por qué. Según el documento, son consideradas contravenciones cuando en el contenido de los audiovisuales se usan inapropiadamente los símbolos patrios, se exhibe material pornográfico; refleja violencia, lenguaje sexista, vulgar y obsceno; discriminación por el color de la piel, la orientación sexual, una discapacidad, y cualquier otra que atente contra la dignidad humana.

¿Acaso, en el fondo, están a favor de la vulgaridad y la grosería? ¿Era eso, realmente, lo que quiso expresar el artista al embadurnarse de excrementos? ¿Necesitarán de un público vulgar, con bajo espesor perceptivo para recibir aplausos? Ante tales hechos, mi amigo respondería con una doble sinestesia: Es que sus propósitos son de una claridad bullangueramente apestosa.

(Tomado de Escambray)

Se han publicado 68 comentarios



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  • Andrey dijo:

    Menos mal que leo la otra parte de la moneda en este asunto. Ya había leido sobre ello en twiter, pero de esos que siempre tienen la lengua para difamar de todo lo que se haga en Cuba dentro de la Revolución, esperaba por leer un artículo desde la trinchera revolucionaria y esclarecerme. Aunque desearía que para mejor comprensión de la nueva ley, la misma sea dibulgada no solo entre los profesionales del arte, sino en la prensa digital, impresa, radial y televisiba. Cubadebate, la Mesa redonda, Granma y Juventud Rebelde pueden ayudar mucho en esta batalla cultural contra la mediocridad, el mal gusto y los manipuladores que intentan destruir la revolución desde su pretendida libertad cultural.

  • Pedro dijo:

    Yo realmente estoy de acuerdo que en mi país se busque dar un orden a todas las cosas que se hacen y por supuesto se tiene que plasmar ese orden en la legislación.
    Pero con este decreto me parece que se excedieron, hasta los PAYASOS que animan los cumpleaños de los niños van a tener que pedir permiso, al igual que tendrá que pedir permiso el dueño del lugar donde se realice el cumpleaños.
    Es también una pena que el autor de este artículo, que pensé sería de análisis sobre lo que algunos artistas reclaman, no haya analizado nada y haya perdido una buena oportunidad para esclarecer lo que con el Decreto No. 349 se pretende.
    No obstante, si creo que se mutila y censura el quehacer artistico cubano con este Decreto, porque si esto no es censura, entonces no se cómo se puede llamar.

    Decreto No. 349/2018
    DE LAS CONTRAVENCIONES
    ARTÍCULO 2.1. En la prestación de servicios artísticos constituyen contravenciones las conductas siguientes:
    a) el que apruebe o permita la realización de servicios artísticos o la utilización para ello de medios e instalaciones pertenecientes a su entidad o aquellos asociados a la
    actividad comercial que tiene autorizada, sin que dichos servicios hayan sido aprobados y contratados por la institución cultural a que corresponda la prestación de estos;
    b) el que realice o permita el pago a un artista o colectivo artístico, sin que dichos servicios hayan sido contratados a la institución cultural a que corresponda la prestación de estos;
    c) el que como artista individual o actuando en representación del colectivo a que pertenece, brinde servicios artísticos sin la autorización de la entidad que corresponda;
    d) el que sin estar autorizado por la entidad a que pertenece el artista o colectivo artístico actúe en representación de estos; y
    e) el que preste servicios artísticos sin estar autorizado para ejercer labores artísticas en un cargo u ocupación artística.
    2. Las conductas señaladas en los incisos a), b) y c) se consideran muy graves y las señaladas en los incisos d) y e) graves.

    DE LAS MEDIDAS
    Artículo 5.1. Por la comisión de las contravenciones previstas en el presente Decreto pueden aplicarse indistintamente una o varias de las medidas siguientes:
    a) apercibimiento;
    b) multa; y
    c) comiso de los instrumentos, equipos, accesorios y otros bienes.
    2. Conjuntamente con las medidas que se impongan por la contravención cometida, la
    autoridad facultada puede:
    a) suspender de manera inmediata el espectáculo o la proyección de que se trate; y
    b) proponer la cancelación de la autorización para ejercer la actividad del trabajo por cuenta propia, según corresponda.

    Nuestro Primer Secretario del Partido y General de Ejército Raúl Castro Ruz, siempre ha dicho que el trabajo por Cuenta Propia llegó para quedarse y no podía ser satanizado, pero una vez más el trabajo por Cuenta Propia sale perdiendo y más ahora con este decreto.

    SALUDOS.

  • rosendo perez ramirez dijo:

    Sobre esos contenidos, ni hablar, de que tenemos un retroceso cultural en materia de musica y formas de disfrutar otras cosas, es cierto. Aclaro que no es solo la gente vulgar la que consume ciertas musicas , son los mismos profesionales universitarios.
    Pero, no quiero hablar de la calidad musical , pues no solo es producción, es la DIFUSION y los contextos donde se hace. Les comento ejemplos
    -En época de su secundaria mi hija me sorprendió pues me decia que alli habia un "musicólogo" (descubrí que es un tipo con un equipo de musica, que ponia la musica que el entendia a los alumnos, en el tiempo de recreacion sin clases en las aulas, ja ja)
    -En más de un lugar de nuestras ciudades, las empresas gastronomicas y de recreacion siguen usando impunemente estridentes equipos de musica, molestando a los vecinos de la comunidad , con lo mas vulgar del repertorio, a veces es un cuenta propia contratado pues hay negocio de por medio , para atraer clientes a sus termos o pipas de cerveza, y las quejas van y vienen, como pelota saltan la papa caliente: citma, delegado, empresa, periodico, y no pasa nada. ......¨Pero es que son entidades propiedades del estado socialista!!!!, en las que un individuo decide poner una bulla para jeringar a todo un barrio, y no pasa nada. Y eso te lo hace una entidad del estado. (Los vecinos particulares ni se diga)
    -El colmo es que algunas "choping" donde venden equipos electrodomesticos, los empleados para animar la tienda ponen musica, de sus reguetoneros gustos en dichos equipos en venta, los he escuchado que es una bulla dentro de la tienda, mas parecen (o estan realmente?) en ambiente de fiesta, y NO de ofrecer un servicio de venta a los clientes. ¿y cuales son sus codigos de buenas practicas? ¿donde estan los jefes de turno y administradores?? que para hablar con la señorita del mostrador tienes que hacer un esfuerzo en tal bullicio.
    -¿Seguimos la lista??? Voy a terminar, es suficiente....... saludos

  • Andrés dijo:

    Es un asunto importante como punto de debate, que lleva algunos años en la palestra pública, y ha sido expresado en multitud de formas y desde ángulos variados. Respeto la opinión del autor del artículo, pero no comulgo con muchas de sus conclusiones.

    Ciertamente existe una necesidad, expresada ampliamente por una buena parte de la población, de lidiar con la creciente contaminación sonora y con las agresiones verbales proveniente de diversos fenómenos musicales y visuales contemporáneos. Del mismo modo, combatir manifestaciones de vulgaridad, sexismo y racismo en nuestra sociedad es sin dudas un objetivo de primer orden. Sin embargo, creo que este decreto, no hace justicia a sus objetivos, entre otras razones porque no define a que se refiere.

    Por ejemplo, los artículos 3.1 y 4.1 hablan de contravenciones cuando se produce contenido que abuse de los símbolos patrios, que use pornografía, lenguaje sexista o racista, etc. Pero este lenguaje está en muchas de las disposiciones legales internacionales en términos de derechos humanos, a las que el gobierno cubano se suscribe, y también es el espíritu de nuestra constitución. Si el decreto va a regular estas cosas en ámbitos más particulares, como el de la cultura, entonces debería ser más específico, pues las líneas generales de lo que plantea ya existen en otros documentos, con el consenso de todos. Pero, es precisamente en "definir" donde está, en mi criterio, uno de los problemas.

    En el campo de la creación artística definir estos asuntos es complejo. Si bien existe consenso en torno al espíritu de los valores morales generales que el decreto defiende, en el campo de la creación artística siempre es tendencioso dejar que sea una sola institución quién defina cuando una obra irrespeta nuestros símbolos o cuando es vulgar u obscena. Uno de los motivos es que, excepto un par de manifestaciones que son obviamente racistas, sexistas o discriminatorias en cualesquiera de sus términos, la mayor parte de estos asuntos se reproduce en variantes difíciles de detectar, a veces contradictorias. De estas contradicciones, de matriz histórica y sociocultural, no escapa nadie en la sociedad cubana. Ni siquiera los miembros del Ministerio de Cultura y nuestras autoridades.

    Por ejemplo, consideremos el caso del racismo: nuestra historia muestra como grandes hombres, dispuestos a darlo todo por su patria, han sido víctimas de este flagelo. Esto va más allá de la filiación política o la clase. Ahí están las palabras visionarias de Fidel Castro refiriéndose al tema durante un difícil discurso en 1959. En el campo de la apreciación artística esto se ha manifestado de modo recurrente y a veces sofisticado. Allí están los comentarios y diatribas morales en contra del danzón, su intento de prohibición. Un estudio sobre la prostitución en la Habana de 1888 establece una correlación directa entre ambas cosas. Ahí están los varios decretos que de hecho prohibieron (o trataron de prohibir) la conga en Santiago de Cuba poco después del establecimiento de la república en 1902. Ahí está la prohibición del son hasta los años ´20 del siglo pasado. La prensa se cebó con todas estas cosas. En la mayor parte de los casos, los defensores de los géneros preteridos estaban en minoría en la prensa plana y en la academia. Ahí están los prejuicios con la rumba, con el guaguancó y demás manifestaciones afrocubanas.

    Ni siquiera la revolución se ha salvado de esto. Ahí están las contradicciones de los ´60 y los ´70. Ahí están los prejuicios contra la salsa durante los ´90. En mi opinión, hoy le toca al "Reggaeton". Creo que el grueso de las prohibiciones del decreto recae sobre los cultores de este género y sobre el fenómeno sociocultural que se ha generado en torno a este. Y es que cada vez que se produce un fenómeno de estos, expresando los “decires” y modos de la clase pobre, fundamentalmente, pero no exclusivamente, de origen afrocubano, se activan con frecuencia ciertos mecanismos de defensa basados en viejos prejuicios, pero que son, de forma bien compleja, aún parte de nuestra cosmovisión moral. Una cosa es regular el ruido y los lugares donde pueden mostrarse estos contenidos, y otra cosa es considerar ilegal a todo el que no pertenezca a una empresa, probablemente muchos de los reggaetoneros o demás, o a todo el que produzca contenidos que no coincidan con la línea estético-cultural oficial, o incluso mayoritaria. Se otorga una discrecionalidad casi absoluta a unos supervisores-inspectores que supuestamente saben mejor que nadie más. Por supuesto, es perfectamente legítimo que un país tenga una línea cultural oficial, que defienda y promueva. Pero, en mi opinión, no debe ser la única línea que exista, pues nadie tiene la última palabra en materia de trascendencia artística.

    ¿Mal gusto? Cierto. En este, como en otros géneros, hay todo tipo de cultores. Una buena (pero no toda) parte de nuestra producción audiovisual y musical, sobre todo televisiva, se ha caracterizado desde hace mucho por la mediocridad, por tristes omisiones, por el facilismo y la sensiblería, etc. Desde musicales hasta telenovelas promueven visiones del mundo bastante reaccionarias y excluyentes. Sin embargo a nadie se le ocurre prohibirlo pues estos entran dentro de los cánones de aceptación moral de una buena parte del público, incluido muchos miembros de nuestras instituciones culturales, las mismas que hoy tienen todo el poder para definir lo artístico. Pero que se acepten estos cánones, y se rechacen otros, no quiere decir que la institución dominante tenga necesariamente la razón, o la definición correcta. Opino que el decreto parte de esta base y borra de un plumazo a un montón de creadores independientes, de forma punitiva e injusta. Un país, además, donde los creadores crecen como la hierba, y dónde su relación con las instituciones ha sido tradicionalmente (antes y después del ´59) complicada, no debe crear parámetros tan estrechos para la expresión artística. El debate debe existir.

    Es lo que la historia del devenir cultural nos muestra. Desde el “trobadour” medieval hasta el hip hop. La génesis de lo artístico es una poblada de re-interpretaciones, de trasgresiones, de entrecruzamientos genéricos y temáticos, de propuestas morales, etc. Es un continuo proceso de definición, lleno de contradicciones, al igual que la sociedad humana. A muchos nos gustaría tener un cuadro de Toulouse Lautrec (el cual se inspiró muchas veces en los burdeles parisinos) ó uno de Egon Schiele (el cual vivió escandalosamente obsesionado con la sexualidad femenina). Es cierto, la intención estética importa; y la de estos dos grandes artistas es obvia. Sin embargo, eso no evitó que los malinterpretaran y los tildaran de inmorales y anatemas ( a veces desde el más pulcro y "científico" academicismo cultural).

    Lo mismo le ocurrió a nuestro gran Carlos Enriquez, al cual criticaron por su obsesión con los desnudos y su vida bohemia. ¿Se hubiera preocupado tanto Enriquez por el "mamita quiere que le den", o se habría inspirado en ello, al igual que Lutrec en los prostíbulos parisinos? Lo irónico es que ahora Enriquez es parte del contenido culto de apreciación artística y no objeto de la cruzada por el buen gusto. Lo mismo se podría decir de Whitmann en los Estados Unidos o de Oscar Wilde en Inglaterra, Pero también de Silvio y Pablo en Cuba revolucionaria.

    Hoy todos son monumentos de nuestro arte, lo cual demuestra que nuestra cruzada por la belleza pide a gritos una visión más dinámica y dialéctica de lo estético. El decreto 349, en mi criterio, obstruye este debate. Es una pena que no podamos vivir dos siglos más. Pero me interesaría ver que opinaría la sociedad cubana del año 2214 sobre eso de "mamita quiere que le den" o "chupa, chupa el pirulí".

  • LOR dijo:

    El arte, al igual que la ciencia. Tiene restricciones. A veces están dadas por la naturaleza, las tendencias artísticas, las costumbres, la ética (o la antiética), la tecnología existente. El artista verdadero (como el científico) hace arte teniendo en cuenta todo eso ( y a pesar de eso) y todos a su alrededor saben que es arte. Si no fuera así, cualquiera que hiciera cualquier cosa sería un artista. En estos tiempos, muchos con el fin de llamar la atención o lucrar, hacen cosas (para llamar la atención aunque afecte a la mayoría o esté en contra de la más elemental decencia) que pudiera hacer un niño de cuatro años que por supuesto no comprende lo que hace y lo llaman arte. O sea, el chofer de almendrón que se detuvo en línea y 22 a las ocho de la mañana para orinar en la esquina al ritmo del "Palón divino" a todo volumen en las bocinas de su carro, puede alegar que está realizando un performance. En todos los países hay leyes de prensa, cine, producciones musicales y artísticas. El respeto al derecho ajeno es la paz, dijo Juárez y el derecho de cada persona debe llegar hasta no interfiere con el derecho de las demás

  • pedro pablo dijo:

    en lo que a mi respecta veo bien que se regularize parte de lo que se considera arte y debieran actuar mas fuerte contra las letras obscenas de los regetoneros y que nos obligan a escuchar a todo volumen los bicitaxis,,,,no casto ni puro pero nadie me puede obligar a oir las groserias que se escuchan a todo volumen por ahi

  • Ok dijo:

    No estoy totalmente de acuerdo con el articulo, el decreto 349 tiene algunos aciertos y otros desatinos, pienso se debio discutir con los artistas en sus diferentes manifestaciones de las artes, musicos (populares, jazzistas y clasicos), actores, humoristas, cineastas, plasticos, bailarines (ballet o danza) etc, por ejemplo en la UNEAC.

  • Carlos del Vedado dijo:

    Para Aroldo
    Usted dice

    Carlos del Vedado y ¿por qué irse a la tremenda sin saber de qué estás hablando, como tu mismo aseveras? De tocar en un establecimiento X (hace años eso salio) a tocar en casa de un amigo… está un poquito exagerada la reacción. Mejor hubiera sido leer primero y opinar despues, me parece que muchos de los que comentan están en la misma situación que tu; pero así somos la cuentión es
    hablar.

    Antes que todo, respete las opiniones ajenas y no tergiverse. Nunca dije que no conociera del asunto, solo que no habia leido el texto integro, pues como a Jose R Oro, se me habia hecho imposible hacerlo al momento de escribir mi post. Para nada creo que exagero, la lectura posterior confirma mis sospechas de que este Decreto , mal aplicado , puede conducirnos a otra etapa oscura( ya superada hace tiempo) de nuestra politica hacia el arte. Nada de irse a la tremenda, usted puede verse en el caso de querer contratar unos payasos para el cumple de su hijo, y si su eleccion no esta aprobada, " por alguien" por decidir, usted simplemente no puede ejercer su derecho a optar por la opcion cultural que mas le guste. Y quien, con que motivos o razones va tener poder para decidir sobre esto?Aqui nadie esta a favor de la pornografia infantil, las peliculas super violentas, o la propaganda destinada a da;ar la imagen del pais, donde no se incluye decir las verdades en el momento y usando la forma oportuna, el problema es que si usted regula por ley que alguien tenga la potestad de parametrar lo que es cultura o no, se habre una puerta infinita para todo tipo de arbitrariedades, como razona la immensa mayoria de las personas sobre este topico, incluidos los que tienen el valor y se prestigian en publicar sus opiniones en este sitio. Cuando alguien viole clara y flagrante mente lo establecido, ahi estaran los tribunales para aplicarle la justicia
    No ofenda a nadie, diciendole hablantin al que usted no conoce, argumente con ideas y no con fuegos de artificio de baja calidad.
    Gracias Cubadebate

  • roque dijo:

    me gusta

  • DE CUBA CON ♠ dijo:

    El Registro del Creador, ni comprueba, ni registra ni avala, OBSTACULIZA.

    Si fué la escuela quien determinó que su talento había aprobado la prueba docente, sin mencionar a aquellos como Benny More ?Para que más permisos?

    Salte al directo y quite intermediarios al ESTADO, al PAIS y a los CREADORES.

    ?Como es eso de que si eres zapatero no puedes ser escultor o si eres arquitecto no puedes ser artísta plástico o músico? Pues claro que es asi por que no PAGAS, y no hablo de impuestos a tu país, hablo de los impuestos bajo mesa o padrino que te bautice, INTERMEDIARIOS.

    No te piden un título o una muestra de tu obra, tu talento no les basta.

    Cobrar membrecia que otorgue el estatuto de artista todos los meses los 365 días del aǹo, vendas o no vendas, lo que hace es crear centros de tráfico de influencias y de espacios de venta donde se ofertan quincallas al menudeo y altares donde sacrificar al ARTE y al TALENTO.

    Solo están ahí vendiendo boletos de entrada cuál más caros cada día a quienes crean obstaculizando con fucionarios disfuncionales, ajenos a todo esfuerzo creativo en aras de un beneficio personal contrapuesto al arte del PAIS.

  • Mileidys dijo:

    Vergüenza debería darles a nuestros intelectuales, al menos los que se hacen llamar asi, que no defiendan nuestro derecho a la libre expresión, libre creación, libre pensamiento ( Vacas sagradas que por cuidar su estatus quou son incapaces de alzar la voz ante semejante atropello). Y para aquellos que no hablan de censura- ¿reordenamiento de la actividad artística?- Puro eufemisno para nombrar el comienzo del Quinquenio Gris del Siglo XXI... Puro Pavonato.... Censura hay y habrá... Corrupción cultural y monetaria vendrá en la figura del Supervisor-Inspector,... Nada más de pensar en ellos me resulta dantesco... Y si a una institución y su burocráta equipo tu arte no lo convence pues al ostracismo....Este Decreto debe desaparecer, artistas aficionados dejarán de ver una posibilidad para desarrollar su arte y alimentar a sus familias... Y él que me diga que por ser aficionados, sin tocar temas lascivos a....... no pueden considerarse artistas nada más recordarles que muchos artistas de las vanguardias artísticas europeas de finales del SXIX y principios del SXX murieron pobres y en la miseria justamente por ser incomprendidos de su epóca y hoy sus cuadros son
    valorados en millones de doláres y su arte es aceptado e incluida en tratados enciclopédicos por eruditos de la materia.
    Mi opinión vale, espero que el moderador del sitio acepte el lenguaje y criterio si de censura hablamos.

  • Pedro dijo:

    Todo muy bonito, cuando se quieren tapar algunas cosas, y pregunto, es justo que un artista tenga q pagar casi el 50% , o el 50% de sus ganancias a la institucion cultural que pertenezca?, y coincido con la opinion de "el pero", sucede que es mas facil tirar el sofa que buscar la solucion correcta. Y que quede claro, detesto el regueton y todas sus tendencias, no me llamo Pedro, como el sitio se reserva el derecho de publicar, yo me reservo mi nombre, publiquen TODO, el cachumbanbe tiene dos puestos, y seor periodista, para publicar un buen articulo, no es necesario poner ejemplos TAN DRASTICOS.

  • Amaury dijo:

    Buen tema donde discurren percepciones diversas. El arte puede ser tan abstracto como directo según la intensión del autor o la percepción del que lo aprecia. Sin embargo esta norma es un buen ejemplo de la necesidad de un tribunal constitucional, que dirima desde el análisis doctrinal y con base jurídica, si dicha norma es anticonstitucional por poder tener la capacidad de violar derechos de apreciación o producción artística, Quizás la norma en algunos de sus artículos más que regular la producción artística bajo ciertos cánones, puede y tener la intensión de una regulación diríamos que fiscal, o con alguna relación a la tributación, tambien puede y tener relación con la intermediación fianciera que tienen estas entidades culturales que concentran y contratan artistas, bueno que hay que ver las variadas intensiones de esta ley, pero seria esta como todas las que se emitan pasen por el filtro supra de su constitucionalidad, así no evitariamos en buena ley arbitrariedades y desatinos regulatorios.

  • William dijo:

    Estoy muy de acuerdo con lo referido a la vulgaridad y los bajos valores, pero no creo que las restricciones impuestas "intentan poner orden en el siempre complejo campo de la comercialización del arte" existen restricciones naturales como son las empresas y el Instituto Cubano de la Música necesarias para, supuestamente, ejercer el arte legalmente los cuales son inaccesibles para el artista nuevo homólogamente sucede con las instituciones referidas a las otras ramas del arte, dichas instituciones deberían imponérseles restricciones y/o sanciones por su tan desorganizado y mal encabado sistema de trabajo. Yo pregunto ¿dónde están las convocatoria necesarias para que nuevos artistas ingresen en sus catálogos? Apelando al argot popular "el que tiene padrino se bautiza"... Me encanto lo dicho por usted en este artículo pero le pido de corazón que investigue el funcionamiento y las gestiones de los artistas por acceder a ellos y contraponga dicho decreto con los mismos y vera entonces que el artista cubano está perdido y sin respaldo por las instituciones que deberían defenderlo hablo del nuevo artista cubano ducho en el arte de que todas las puertas se le sean cerradas.

  • osvaldo dijo:

    expliquenme por que razon yo no puedo manifestar mi arte de forma independiente en lugares que me pueden contratar como artista siendo esto un derecho que tengo como musico. espero respuesta

  • Jose Angel dijo:

    Lo curioso del caso es que el decreto NO DICE que se limita ni sanciona CREAR contenidos audiovisuales que irrespeten lo mencionado en cualquiera de los aspectos, sólo las contravenciones que el decreto recoge son la comercialización o exhibición pública de esas obras en lugares público estatales o privados. Las funciones de los inspectores son las de suspender el espectáculo o proyección de que se trate, no menciona ninguna función relacionada con el proceso de creación de una obra, considero que se debe incluir y ser aún más fuerte y riguroso sobre todo en la implementación y apliación a totalidad de este decreto que al fin llegó

  • h21 dijo:

    aunque no comparto su opinión en todos los puntos. le agradezco el artículo, pues si hay problemas de calidad artística que resolver.
    eso sí, me gustaría mencionar un punto...bastante tirado a menos....¿donde está la moral de aplicar algo así, cuando por ley, estamos permitiendo la piratería, cuadno por ley, se dan licencias pra vender discos y artículos, que claramente constituyen una violación de los derechos autorales en casi todo el globo terráqueo?
    decretar, imponer, aplicar, son terminos que solo traerán más violaciones por parte de las autoridades. El cáncer no está en el arte que se haga o se deje de hacer....está en no poder reconocer que lo que se debe barrer es la burrocracia que impide, atrasa, y malgasta, a ese mismo arte.

  • Ernesto Rafael dijo:

    Para comprender el proceso, debemos partir de la génesis del regulador y necesario Decreto 349. Este no surge por un capricho egoísta, ni de una exclusividad individual, surge por la pujanza de un sentimiento acrecentado masivo de una gran mayoría de nuestra sociedad que percibe un estado de anacronismo entre la moral, la educación, la instrucción, los valores que nos guían y las manifestaciones en este caso supuestamente “artísticas” contraproducentes e impropias, con evidencias de influencias foráneas de un interés exclusivo monetario, que les facilita sin necesidad de estudios ni grandes esfuerzos por el arte estético ganar dinero.

    Involuntaria e inadecuadamente, a estas expresiones se les permitió ganar espacio preferentemente en las generaciones más vulnerables con notable influencia negativa en su conducta, expresiones verbales, físicas y de proyección humanista y civilizada; espacios ganados por la divulgación en los medios masivos y públicos con la irresponsabilidad de insensibles, incultos y carentes de una orientación artística para conducir programas culturales u operar equipos reproductores de alta potencia, predominantes en la actualidad, en áreas, plazas, salones o clubes, por su influjo ya es hora de crear escuelas de formación cultural y estética para estos últimos y su autorización posgraduados.

    Debemos tener visión de sociedad distinguida y digna. A los talentosos autodidactas en las manifestaciones artísticas orientémosles el camino por los principios del humanismo y la belleza. Nunca olvidemos que la responsabilidad es de todos, no dejemos solos a la escuela o al Ministerio de Cultura, pensemos en nuestros hijos, nietos y resto de las generaciones futuras.

    La minoría de los que protestan por la existencia del Decreto están confundidos, pero a la mayoría de estos opuestos lo que les ocurre es que ven en peligro su vida fácil sin importarles nada más, no sorprende el apoyo que reciben de los enemigos de nuestro sistema social que como ninguno ha hecho tanto por el desarrollo cultural. Enfrentémoslos resueltamente que la razón está de nuestro lado.

  • Pedro Ramirez dijo:

    Si no han publicado la 349 en la prensa y otros medios accesibles a las mayorías, debieran hacerlo para uno estudiarla y tener la propia opinión. Ahora revisé YouTube y están publicando una "parodia" sobre canción de Silvio. Le dolió a la "contra", pero publícame la "herramienta" que les "llegó". P/M.

  • Mauro dijo:

    La base económica determina la súper estructura , eso es lo que nos esta pasando desde un punto de vista filosófico ,no es solo la cultura es también la educación.

  • Fernando dijo:

    Genial Antonio,y los dos últimos párrafos son un resumen sublime del artículo.Muy divertido y directo.

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Antonio Rodríguez Salvador

Antonio Rodríguez Salvador

Es poeta, narrador, dramaturgo y ensayista cubano.

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