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La FEU de Cuba en sus 95 cumpleaños honrando su historia

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Foto: Archivo.

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Quienes pasamos por la FEU sin dejarla sentimentalmente jamás, tenemos ese discutible capricho de creernos todavía jóvenes y de formar parte de ella. Lo que ahora escribo dista mucho de un recetario de consejos, más bien se trata de algunas consideraciones que al haberme mantenido muy cerca de ella pongo en consideración no solo de los dirigentes de hoy  y de luego, sino de todos los estudiantes universitarios cubanos.

El pasado 14 de noviembre de 2017 tuve la dicha de participar en un panel que convocó Extensión Universitaria y la FEU de la UH, en que participamos en orden ascendente cronológico los expresidentes de la FEU: Ricardo Alarcón, Juan Vela, Néstor del Prado, Ismael González y Hassan Pérez.

En aquella tarde mis primeras palabras improvisadas fueron para revelar un secreto sobre mi primera votación como estudiante universitario en el curso 1966-1967, en que voté por aquel estudiante de medicina de apellido Vela. El Coliseo de la Ciudad Deportiva se iluminó cuando miles de estudiantes convirtieron periódicos en una especie de antorcha cual si fuese una vela, para graficar su respaldo a Juan Vela como presidente de la FEU de la Universidad de La Habana. Tal vez en otro momento explique el porqué de mi voto por el estudiante de medicina, cuando mi facultad se pronunciaba por el candidato que estudiaba ingeniería.

Luego seguí con lo que tenía ya pensado, que comparto con ustedes:

Como  matemático  voy  a  comenzar  con  una  ecuación  que  inventé para este encuentro.

Edad = K *dictar consejos/ osadía

Es  decir  la  edad es inversamente proporcional a la osadía;  y  directamente proporcional   a dictar consejos.   La osadía entendida  como  capacidad  de  intrepidez, de asumir riesgos. Y  dictar consejos  como esa manía de pretender que los muchos más jóvenes sean y hagan las cosas como lo hicieron los muchos más viejos o de mayor edad.

Esa ecuación se refuerza después de los 60 años de vida. El único de los panelistas que escapa de ese intervalo es Hassan.

Como casi siempre las reglas tienen excepciones.

Si una fuerza misteriosa me permitiera viajar en el tiempo y ser uno de  los  actuales  estudiantes  universitarios;  y  me  dijeran  que escogiera  un  pensamiento  de  Fidel,  de  esos  que  no  morirán,  yo escogería, el que utilizó hablando a los estudiantes un 13 de marzo: “Ustedes deben decir yo soy la Revolución. Fin de la cita.

Hace unos días en la convocatoria de Cubadebate a escribir un mensaje en ocasión del primer aniversario del fin de la vida terrenal de Fidel, añadí estas dos:

“Su concepto de Revolución, expresado en el año 2000, en la Plaza custodiada por Martí, por el Che y ahora también por Camilo.

“Lo que me dijo cara a cara en la madrugada del 27 de marzo de 1971: Debes decir siempre la verdad por dura que esta sea”.

La FEU es una organización relevante por su larga historia revolucionaria, por su vocación de estar en el pelotón de avanzada en los actos más heroicos y trascendentes de la nación cubana desde su fundación en 1922;  con algunos años de excepción, que fueron prontamente superados por nuestro presidente de Honor José Antonio Echeverría.

Los dirigentes de la FEU disponen de menos de un quinquenio para pensar y hacer, ya que la condición de estudiante es casi siempre sustituida por la de egresado y profesional en el campo del conocimiento que estudiaron. Conversando con varios de los expresidentes de las generaciones más recientes comprobé que poseían excelentes ideas para realizar cambios e innovaciones, pero no siempre el tiempo les alcanzó.

Es por ello que considero que los pases de batón deben ser en lo posible planificados y coherentes. Claro que cada cual pone su impronta y su estilo.

Cada mandato ha de ser hijo de su tiempo; y a la vez partero de nuevos tiempos. Algunos están signados por una continuidad casi lineal, otros por una continuidad sinusoidal y otros por discontinuidades que no han de impedir que el avance a estadios superiores se realice. Las esencias y los principios son los que no deben ser jamás violados y mucho menos traicionados.

En el encuentro del pasado 14 de noviembre ya  citado, se dijeron cosas que a mi juicio deben ser analizadas por las actuales generaciones universitarias.

Tanto Alarcón como Manelo argumentaron muy bien que la sociedad actual revive algunos rasgos que se encontró la FEU de los primeros años: éxodos de personal altamente calificados; quien más dinero tiene más vale; desigualdades de oportunidades para adquirir herramientas y equipos sofisticados; señor en lugar de compañero;  lo mío en lugar de lo nuestro;…

Les expresé una convicción:

Estamos frente al mayor reto de la historia de la Revolución, desde el glorioso 10 de octubre de 1868.

Ninguno de los retos anteriores lo supera; en ninguna de las etapas

precedentes  teníamos  tanto  que  perder  si  la  Revolución  se  va  a bolina como dijo Roa con la de 1930.

Fui  testigo  presencial  en  el  Aula  Magna,  cuando  Fidel  el  17  de noviembre de 2005, le preguntó a los dirigentes de la FEU de toda

Cuba, si la Revolución podría ser destruida. Respondió que no sería destruida  desde  fuera,  pero  que sí  podría  serlo  desde dentro,  por nosotros mismos.

Terminé afirmando que son los jóvenes de hoy, quienes decidirán que continuemos  como  Revolución  triunfante;  no  en  estéril  batalla generacional;  sino  como  continuidad  y  ruptura,  como agradecimiento y crítica, como compromiso ineludible con el pueblo.

Un dirigente de la FEU que estudia Filosofía e Historia discrepó sobre mi afirmación que el compromiso principal de la FEU era con el pueblo, cuando él piensa que debe ser con Fidel.

Pienso que si Fidel hubiera escuchado el debate, hubiera dicho que el compromiso no era con él, siempre lo eludió-no olvidemos su expresión martiana de que toda la gloria del mundo cabía en un grano de maíz-; el compromiso es y ha de ser siempre con el pueblo. Esto no implica que se reste importancia a la fidelidad a Fidel, a su pensamiento y obra revolucionaria. El compromiso con el pueblo es un compromiso con Fidel.

Los dirigentes de la FEU no deben esquivar el debate con sus compañeros; siempre será más nocivo que nos creamos o peor que nos conformemos con una opinión maniquea o un voto fingido, que un debate encendido por diferentes maneras de apreciar los peligros y las decisiones.

Seguirá siendo estudiar el deber fundamental, sin subestimar las actividades científicas, deportivas y artísticas. Por cierto escribiendo este artículo tuve la grata sorpresa de ver el programa-¡Quién vive!- por el canal Cubavisión, en un horario estelar, que inicia una serie, en que además de evidenciar la calidad del movimiento artístico de la FEU, se recrean interesantes y bien logrados pasajes históricos de la Universidad y sus líderes insignes. Felicitaciones por esta iniciativa. Claro que a la pregunta de Quién vive, vendrán diferentes respuestas: caribes; criollos, mambises;…

No albergo duda alguna que la Revolución tendrá en la FEU a uno de sus destacamentos de vanguardia, en que la unidad será el principal tesoro que nos permita ser cada día mejores.

¡Qué viva la Federación Estudiantil Universitaria!

¡Que viva la Revolución!

¡Gloria y honor eterno a Fidel!

Se han publicado 5 comentarios



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  • Jose R Oro dijo:

    Magnifico articulo deleminente Prof. Nestor del Prado Arza! La formula matematica de consejos versus osadia es fundamental. Coincido plenamente con el autor en que vivimos "el mayor reto de la historia de la Revolucion" y con el analisis acerca del compromiso con el pueblo. Gran documento

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Magnifico articulo profesor, la FEU, como todo lo relacionado con los jóvenes, las nuevas generaciones requieren una constante atención y observancia por parte de la generaciones más adultas, su artículo precisa los puntos claves de cómo hacer esa relación intergeneracional para que esas nuevas generaciones expresen su máxima potencialidad, a tono con los intereses de la sociedad en su conjunto. Es habitual en este sitio que el tema de los jóvenes y sus organizaciones se expongan siempre desde la óptica de las generaciones más viejas, mas adultas, y no faltan razones para ese sistemático ejercicio, los viejos preocupados y ocupados por la formación de las nuevas generaciones, eso es una responsabilidad de esa generación en cualquier sociedad, y en especial en el socialismo.
    En el socialismo fuera del papel clave que juega la educación, las generaciones mayores debemos armarnos conscientemente de herramientas científicas para accionar dialécticamente sobre las nuevas generaciones, interpretando y dirigiendo ese proceso de superación generacional, a tono con el desarrollo y objetivos de la sociedad, no tratando de alterar ese rumbo que asumen las nuevas generaciones, todo lo contrario, apoyándolo y facilitando ese proceso donde lo nuevo supera lo viejo, aunque lo viejo no lo entienda o en principio no lo acepte, es un proceso que requiere una mirada fría, científica y reflexiva, no emocional en cuanto al análisis, la clave para hacer ese proceso de nosotros los más viejos , es precisamente partiendo desde el terreno reflexivo, donde calculamos con visión el momento de esa nueva generación y su desarrollo, pero ya la acción directa como generación vieja para encausar, reclutar y poner en práctica ese plan de apoyo y estímulo a esas nuevas generaciones, debe hacerse con herramientas emocionales. Quiere decir que partimos de un estudio calculado, frio y reflexivo, pero la acción práctica, el roce, la relación directa con el joven, de nosotros los viejos con los jóvenes, y los jóvenes dirigentes con el resto de los jóvenes debe ser más con herramientas emotivas, mucho más que las reflexivas, de lo contrario no estaríamos intentando entenderlos, no nos podríamos ponernos a su altura, lo que estaríamos haciendo, inconscientemente, es imponer nuestros códigos generacionales como bien usted expresa profesor, se trata de acercarnos más a los jóvenes en la relación directa, poniéndonos nosotros a la altura de ellos como única vía para acercarnos, para entenderlos, haciendo más estrecho ese abismo entre ambas generaciones, en aquello que le interesa a ellos, y a partir de ahí, influir más en su desarrollo, partiendo de estudios y diagnósticos de sus emociones, porque en las decisiones de los jóvenes pesa más de un 90% lo emotivo, dejando así libre su audacia como bien expresa usted, sin límites. Las emociones nos dicen más, cuando de nuevas generaciones se trata, pretender llegar a los jóvenes desde nuestra generación con lo reflexivo, es sepáranos de seguro, distanciarnos más generacionalmente, no podemos tratar a los jóvenes como quisiéramos que los demás nos trataran a nosotros los más viejos, de forma reflexiva y serena, sería un error y una falta de empatía generacional creer eso, esa actitud de los viejos es un egoísmo inconsciente que se vuelve un freno a lo nuevo, haciendo más grande el abismo entre generaciones.
    Recuerdo cuando Raúl le dio la tarea a Díaz Canel de dirigir el partido en Villa Clara, le asigno la tarea y le pidió que no se cortara el pelo, que así como él era en plena juventud, con su forma de vestir y su pelo largo como los jóvenes de ese momento, que no cambiara nada, él era un joven, Raúl quería que un joven en todo el sentido de la palabra en esa nueva tarea, por su forma y contenido, que asumiera esa nueva tarea que hasta entonces venían cumpliendo los más viejos.
    Nuestra juventud es especial, y nuestra responsabilidad como generaciones más viejas dentro del socialismo es potenciar a los más jóvenes al máximo de su capacidad, tal como son, sin quitarle ni agregarle nada, ellos son los protagonistas, nuestro deber es apoyarlos.

  • Néstor del Prado Arza dijo:

    Dayán del Secretariado Nacional de la FEU me envió el siguiente mensaje, que comparto con ustedes:
    "Para mi querido, admirado y respetado amigo: Néstor del Prado
    Es imposible no reaccionar ante el estímulo brindado por usted. La FEU de Cuba, la que usted tuvo el privilegio y honor de dirigir está inmersa hoy en las transformaciones que envuelven a toda la sociedad cubana. Muchos de sus miembros combinan el estudio, con el trabajo, la cultura y el deporte.
    La defensa de las conquistas obtenidas por el pueblo de Cuba, bajo la dirección del Comandante en Jefe y del General de Ejército, constituye la tarea principal de los universitarios cubanos. En gran medida esta actitud se debe a la historia heredada de los cientos de jóvenes universitarios que en toda Cuba ofrendaron su vida por lograr la libertad de nuestra Patria.
    Como ayer, hoy es en las aulas universitarias donde se producen debates interesantes y razonables sobre los desafíos que enfrenta nuestro proceso revolucionario. En ellas se generan disímiles criterios de opinión con el objetivo de preservar y obtener nuevas conquistas para nuestro pueblo.
    Coincido con usted cuando expresa que la FEU debe estar al lado de nuestro pueblo, porque al lado de él y en su defensa fue como se forjó nuestra organización, además, estar con nuestro pueblo es estar con Fidel y la Revolución.
    Hace apenas unos meses el ciclón Irma arremetió contra nuestro país y la respuesta de los universitarios no se hizo esperara, en estos momentos muchos universitarios se encuentran en las zonas más afectadas ayudando al proceso de recuperación, pues como nos dijo el Comandante en Jefe en nuestro primer Congreso “el futuro está lleno de tareas que requieren temple, espíritu revolucionario y conocimientos.” Fin del mensaje
    Agradezco a Dayan su sustancioso mensaje, que según me expresó era una primera y rápida reacción. Éxitos en las tareas de las jornada conmemorativa por el 95 Aniversario de la FEU.

  • Ismael dijo:

    La FEU atesora casi un siglo de lucha acompañando a nuestro pueblo en sus màs anhelados sueños, Mella su fundador contaba en 1922 con 19 años de edad, estudiante de Derechos e informado a plentud de la Reforma Universitaria en Cordova (1918) y de los derroteros de la Revoluciòn Bolchevique (1917) auguraba el cambio de època, con ello rescatò del olvido y del oportunismo el ideario del Àpostol, fundiò sus ideales con los veteranos màs puros, sufriò en carne propia la dependencia polìtica de los gobernadores de la isla al capital norteño. Las intervenciones militares habìan intentado liquidar los focos de resistencia, una nueva generaciòn encabezada por Mella prenderìan nuevamente la mecha. En 95 años ha cambiado el mundo y tambièn Cuba, el futuro no podrá ser alcanzado de forma plena si no somos capaces de interpretar con objetividad nuestro presente, no hay en mi modesta opiniòn asunto màs urgente que la organizaciòn estudiantil ayude a formar a un ciudadano que se sienta más responsable de su sociedad, Una Universidad donde la formciòn humanista esté en el centro, y solo con cultura, con conocimiento y sensibilidad, con visión política, podremos enfrentar esa misión.
    Nuestros adversarios intentan cautivar con facturas atractivas el escenario cognositivo de los futuros profesionales, generando un constante entramado de producción de contenidos banales y simplistas que abruman la realidad comtemporànea. No es contra de esa realidad, sino con ella, que tendremos que interactuar. El campus universitarios debe ser es el ardid principal para evadir la hegemonìa cultural que nos imponen, no veo otra forma de interpretar la alerta del otro estudiante de derecho que reencendiò la mecha en 1953.

  • sachiel dijo:

    Pienso que pueden haber muchas opiniones de ex y actuales miembros de la FEU, de los comprometidos-agradecidos y de los que no se consideran(ron) tales. En la actual FEU hay una vanguardia, y en la otra FEU (Federación de Ex Universitarios) una retaguardia capaz de darle el impulso que necesiten.

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Néstor del Prado

Néstor del Prado

Profesor de Matemática, técnicas de dirección y creatividad. Especialista en Gestión del Conocimiento y Desarrollo en GECYT-CITMA. Socio de Honor de la Sociedad Cubana de Matemática y Computación.

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