- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Irma, la noche más larga de mi vida y un quinqué para Octubre

barrio-el-machete-en-santa-cruz-del-norte-afectado-por-huracan-irma-01-580x371

Barrio El Machete en Santa Cruz del Norte, afectado duramente por el Huracán Irma. Foto: Ismael Francisco / Cubadebate

Cuando llegue la corriente eléctrica podre dar fe de esta experiencia, de la que ha sido, la noche más larga de mi vida.

Con qué se compara el ser humano cuando la naturaleza te atemoriza y recuerda lo minúsculo que eres ante su poder destructivo. Y a la vez, si lo interpretas con humildad, te hace saber que somos una misma entidad.

El calentamiento de las aguas en el Caribe/ Planeta, entre otros muchos factores, estimula esa fuerza irrefrenable del Huracán. Vale recordar, qué hacemos cada día, para que la madre naturaleza reciba de nuestras manos, y desde nuestro pensamiento en cuanto a labor educativa, el favor de un hijo agradecido.

Y llamo la atención sobre esto hoy, porque por ahí viene octubre, históricamente el mes de los ciclones más catastróficos en Cuba.

Del primero que conocí, se han encargado de perpetuarlo mis padres y abuelos, porque aún celebraban el nacimiento de esta segunda niña de la casa de Marlene y Roche. Así que, cuando se acerca el cumpleaños, la memoria también puede ser un huracán de recuerdos.

La primera hija, mi hermana, apenas comenzaba a caminar en plena y dura etapa de los inicios de la Revolución cubana, bloqueada, y sin recursos en 1963. O sea, hoy puedo imaginar a mi madre cantándome nanas, en medio de tanto espanto, humedad y carencias, en la región oriental de Cuba. La joven maestra, con dos niñas pequeñitas, y mi padre movilizado, ayudando a las personas más necesitadas.

Ese espeluznante Ciclón “Flora”, estuvo tres días no más y nada menos, dejando la muerte y la desolación por 1050* vidas perdidas y la tristeza miserable en miles de hogares más.

Porque muy poco de lo material, tenían para perder en ese momento tantas familias campesinas, y sin embargo, era lo único y lo perdieron todo.

En aquel momento, me contaba mi padre; Fidel, entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, encabezó -personalmente- las operaciones de auxilio de la población.

La primera medida estratégica que se derivó de esa nefasta experiencia, fue el inicio de un Programa para la construcción de obras hidráulicas. Cuba dispone hoy de más de mil presas, y derivadoras de agua, de modo que, incluso después de un ciclón, el agua embalsada – que se va regulando para que no acabe con poblaciones aguas abajo- es un recurso vital, utilizado en el desarrollo de la vida.

Fidel en los territorios afectados por el huracán Flora en 1963.

Fidel en los territorios afectados por el huracán Flora en 1963.

Todo el año hay profesionales a cargo del manejo y conservación de las costas y los suelos. Como ejemplo se destaca Camagüey, que posee el 25 por ciento de las playas del archipiélago cubano y donde laboran en la ejecución de Estudios de peligros, vulnerabilidades y riesgos, (PVR).

Hoy pienso en cada uno de ellos; todas las mujeres y los hombres que trabajan el año entero, en función de mitigar los efectos de los vientos huracanados, las inundaciones costeras, y las penetraciones del mar, por el impacto del potente Huracán Irma, cuando arbitrariamente decidió “posarse“ sobre Cayo Romano, en territorio cubano del Camagüey.

Todavía no se conoce bien, la huella devastadora en toda la cayería norte. Única y alabada por su exuberancia y protección de la flora y la fauna cubanas.
Cuando llegue octubre, aún la madre naturaleza estará procesando el golpe y nosotros atentos a la cronología del clima y a la experiencia acumulada.

Vale decir que la vida nos ha hecho a la fuerza, expertos de la sobrevivencia. Un entrenamiento de resistencia bajo el bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y los embates naturales.

Corresponde al Gobierno cubano, como mismo nos hemos experimentado en una cultura de sobrevivencia, proveer a la población, a cada hogar, del acceso a los recursos indispensables para paliar los desastres naturales y convocar a la solidaridad, para fortalecer en medios indispensables, a los moradores más vulnerables.

En días como éstos, se sienten mucho más las carencias materiales del cubano de a pie. La lucha cotidiana frente al precio superinflado de los alimentos, la carencia de viviendas, las dificultades nacionales en la producción de recursos de diversa índole, la baja producción de alimentos de la agricultura y la pérdida de algunos, por mecanismos inexplicables.

Puedo mencionar en estas horas, la imperiosa necesidad de que la población tenga acceso a la información acerca de la caracterización del riesgo, y los datos más sensibles que poseen los gobiernos municipales. Así mismo, la participación que debe tener el pueblo en la toma de decisiones sobre los ingresos, que acopia cada territorio con los impuestos. Cómo puede la gente decidir dónde invertirlo.

Por ejemplo, alguna comunidad o una casa, puede necesitar tanques de agua, dada la sequía permanente de todo un año, y la necesidad del acopio en situación de afectaciones climatológicas como ésta.

Hubo gente que no tuvo dónde guardar agua para una semana. Algunas viven en el campo o en una ciudad como La Habana, en un piso 20, y son minusválidas, que las conozco. Entretanto, todo el año, los revendedores vociferan en las calles, la posibilidad de subirte el tanque a donde lo pidas, al precio que mandan.

Ni qué decir de que urge legislar contra la indisciplina ciudadana en situaciones de desastres naturales y la incapacidad de algunas autoridades para evacuar a personas irreverentes. Se debe decidir sobre ello y cada persona debe saberlo. Mejor que pase la noche en una Unidad de Policía, que morir bajo la pared o flotar inerte frente a tu casa.

No basta con que nos refugiemos y salvemos la vida, eso lo hacemos la mayoría con la mejor voluntad y disciplina; también hay que pensar en que los cubanos le damos cobija a nuestros coterráneos, sin a veces disponer de una cocina auxiliar cuando falte el carburante con que regularmente cocinamos los alimentos, alumbrarnos en las largas horas de sigilo ante el peligro, ni medios auxiliares para recibir la información precisa y la orientación actualizada del decursar del fenómeno hidrometeorológico.

En esas cosas, hay que ir pensando, mientras se pone sobre la mesa de esta gran casa cubana, la estrategia de las necesidades a cubrir, después de este gran desastre climatológico. Porque por ahí viene octubre, y me parece que hoy especialmente, estaré recordando a mi abuela Rosa, que cuando comenzaba a hacer cuentos de ciclones, no tenía para cuando parar.

(Escrito en medio del apagón en que nos dejó Irma por varios días)

Así quedó la calle 21 de Cojímar, una de las localidades habaneras más afectadas por el huracán Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Así quedó la calle 21 de Cojímar, una de las localidades habaneras más afectadas por el huracán Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Datos de Interés. Cronología Dr. José Rubiera*

Huracanes que han azotado a Cuba en el mes de octubre y una breve descripción de ellos:

  • 24 de octubre de 1692. “Tormenta de San Rafael” el primer huracán que se tienen noticias que azotó a La Habana en un mes de octubre.
  • 15 de octubre de 1768. “Tormenta de Santa Teresa” derribó 70 varas de la muralla Sur de la ciudad; llevó a varar a varios buques a la misma Plaza de Atarés y ocasionó daños en siembras y casas.
  • 29 de octubre de 1792. “Tormenta de San Francisco”. Cuando pasó el huracán, un bergantín se encontró varado en la falda de Atarés, a 100 metros de la costa.
  • 26 de octubre de 1810. “Tormenta de la Escarcha Salitrosa”. Fue terrible. Llovió durante 12 días. En mar inundó la calle Obispo en La Habana Vieja, y se cuenta que los botes navegaban por esa calle hasta frente a donde después estuviera la Moderna Poesía. Se perdieron 70 buques. El mar pasó 8 varas sobre las astas de las banderas de las fortalezas de La Habana.
  • 5 de octubre de 1844. “Tormenta de San Francisco de Asís”. Categoría 4. Dejó en la capital: 100 muertos, incontables heridos, 2 mil 546 casas derrumbadas. Además, 13 buques mercantes se fueron a pique.
  • 11 de octubre de 1846. “Tormenta de San Francisco de Borja”. Único Categoría 5 que ha azotado a La Habana y uno de los pocos huracanes Categoría 5 que han azotado a Cuba. Hasta ahora también el más intenso que ha azotado a la Capital. Ocurrido sólo dos años después del fortísimo huracán de 1844, recuerda lo futiles que son las estadísticas. Su radio de vientos fue tan grande que sus vientos huracanados se sintieron hasta las proximidades de los actuales límites de las provincias orientales, cubriendo casi toda Cuba. A su paso por La Habana, se registró un valor mínimo de presión atmosférica de 916 hectopascal, la más baja presión atmosférica registrada en la mayor de las Antillas hasta la fecha. Solo comparable a los posteriores huracanes de 1926 y 1944.
  • 23 de octubre de 1865. Tormenta que causó grandes pérdidas en la ciudad.
  • 7 de octubre de 1870. El huracán de San Marcos produjo grandes inundaciones en Matanzas. Las lluvias hicieron crecer los ríos y los fuertes vientos y las grandes marejadas cerraron la descarga de estos ríos al mar, por lo que el agua se esparció e inundó completamente a la ciudad de Matanzas, lo que ocasionó alrededor de 800 muertos.
  • 19 de octubre de 1876. Ciclón muy fuerte.
  • 7 al 9 de octubre de 1882. El huracán de Pinar del Río.
  • 18 de octubre de 1906. Ciclón muy fuerte.
  • 11 de octubre de 1909. Ciclón muy fuerte.
  • 13 al 17 de octubre de 1910. El llamado Ciclón de los Cinco días. Muy intenso, Categoría 3. Se le llamó de los Cinco Días porque realizó un lazo amplio y volvió a cruzar por el mismo lugar cinco días después. Muy polémico, porque el servicio Meteorológico de los EE.UU. decía que eran dos ciclones y Millás en Cuba decía que era sólo uno, lo cual pudo demostrar tomando las observaciones realizadas por varios buques. A este tipo de recurva en lazo se le llamó con justicia, ¨La Recurva de Millás¨, y fue el primer caso demostrado en la ciencia de que los huracanes podían hacer una recurva describiendo un lazo. Después, ese proceder se vería confirmado, a veces de manera lamentable, como con el huracán Flora de 1963. El huracán de los Cinco Días ocasionó cuantiosos daños en el extremo más occidental del país.
  • 19 de octubre de 1924. Huracán sin precedentes. Se le llamó así por no tener precedentes en Vuelta Abajo (Pinar del Río). Fue un categoría 5 que arremetió con inusual fuerza sobre la parte más occidental de Pinar del Río. Sin mayor trascendencia, sin embargo, y casi nadie le recuerda, por haber pasado por una zona de poca población, extrema pobreza y haber tenido un diámetro no muy grande.
  • 20 de octubre de 1926. Uno de los más grandes huracanes que han azotado a Cuba, del cual se habla un poco más en el texto de este artículo.
  • 18 de octubre de 1944. Otro de los huracanes más intensos de nuestra historia. También mencionado con un poco más de amplitud en el texto del artículo.
  • 12 de octubre de 1945. Ciclón que afectó una estrecha faja de Camagüey y las Villas.
  • 7 de octubre de 1945. Huracán que afectó a Pinar del Río.
    5 de octubre de 1948. Huracán Categoría 3. De pequeño diámetro, se formó y cruzó por el Sur de Pinar del Río. Luego recurvó y salió por La Habana.
  • 16 de octubre de 1950. Huracán que afectó a Camagüey.
  • 24 de octubre de 1952. El Huracán Fox, categoría 5, registró vientos máximos en rachas de 280 kilómetros por hora en la estación meteorológica de Cayo Guano del Este, al sur de Cienfuegos. Pasó por Las Villas y Matanzas, más debilitado, pero ocasionando gran destrucción en casas, ingenios azucareros y cosechas.
  • 4 de octubre de 1963. El huracán Flora (Categoría 2) se movió por toda la región oriental de Cuba, haciendo un enorme lazo sobre las actuales provincias de Las Tunas, Granma, Holguín y Camagüey. Aunque los vientos no fueron extraordinariamente fuertes, las lluvias asociadas al mismo, con acumulados del orden de los 1800 mm en 72 horas, sí lo fueron, ocasionando inundaciones nunca antes vistas y provocando 1050 muertes.
  • 18 de octubre de 1996. El huracán Lili (categoría dos) cruzó por el Este de la Isla de la Juventud, entre Punta del Este y Cayo Largo del Sur, y azotó a las provincias dentrales, ocasionando importantes daños en la economía de Cuba.
  • 14 de octubre de 1999. No obstante ser una tormenta tropical, pero próxima a huracán Categoría 1, ocasionó grandes daños materiales a su paso por la Isla de la Juventud, la antigua provincia de La Habana y la Capital del País, junto a cuatro víctimas fatales. Produjo fuertes lluvias en el país. A su paso, Manaca-Iznaga en Sancti-Spíritus, registró 905 mm de lluvia, mientras que Playa girón, Matanzas, 303 mm. La Habana reportó un total de 122 mm y una racha máxima de 126 km/h. Estando sobre la costa norte occidental de Cuba, Irene se convirtió en Huracán Categoría 1.
  • 1 de octubre 2002: Huracán ¨Lili¨, Categoría 2 en el occidente de pinar del Río. Provocó un muerto, cinco heridos y cuantiosos daños materiales.
  • 24 octubre 2005: Huracán Wilma. Aunque su centro no cruzó por Cuba, merece ser mencionado, porque al moverse con Categoría 3 por el sudeste del Golfo de México, provocó inundaciones costeras históricas en barrios y pueblos de la costa norte del occidente de Cuba, sobre todo en La Habana, donde la inundaciones por agua de mar llegó hasta varias cuadras en el interior de los municipios costeros de la Ciudad. Por la calle Paseo, la inundación llegó hasta Línea. Las fuertes marejadas costeras destrozaron parte del Malecón habanero.
  • 25 de octubre de 2012. Huracán Sandy azota a Santiago de Cuba y a las provincias de Holguín y Guantánamo. Se intensificó rápidamente en unas pocas horas y alcanzó la Categoría 3 justo al penetrar en centro u ojo al este y cerca de Santiago de Cuba. Ocasionó un total de 11 muertes y gran destrucción. Fue el primer huracán de Gran Intensidad que azota a Santiago de Cuba y el primero que lo hace con trayectoria de sur a norte.