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Una visión de las oportunidades de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, ahora mismo en Cuba (III)

neurociencia-cerebro-391x410EL AMBIENTE, EL AGUA Y EL TRANSPORTE

Continuando esta serie de artículos del mismo título, entre los muchos otros campos en los que nuestra ciencia, tecnología e innovaciones (CTI) intervienen, y podrían ir mucho más allá, están:

Preservación ambiental y de la vida: El frágil equilibrio de la coexistencia del ser humano con el ambiente que habita puede ser particularmente crítico en el caso de una Cuba en desarrollo dinámico. Nuestras necesidades son siempre crecientes y con ello también la intensidad de esa coexistencia. El accionar de homo sapiens ha alterado históricamente, está alterando, e irremediablemente siempre alterará el entorno. La única alternativa que nos permite supervivir es saber cómo hacerlo para que los cambios que provocamos no nos afecten más que el progreso que estemos logrando. Esto requiere de saber, de experimentación y de muchos conocimientos multidisciplinarios. Si el efecto de los gases invernadero se hubiera conocido cuando comenzamos a quemar petróleo y carbón en grandes cantidades hace cerca de doscientos años, es posible que no tuviéramos hoy el acelerado cambio climático pues se hubieran podido tomar medidas desde el principio. Una acción ambiental coherente, independiente y bien financiada de la CTI nos permitirá el imprescindible éxito. Es algo en lo que arriesgamos la supervivencia de la especie humana actual.

Sin embargo, una visión conservacionista que conspire contra el progreso es la más simplista. Por ejemplo, algunos prefieren no usar medios artificiales para abastecer de nitrógeno a las fuentes de proteínas que nos alimentan por el costo ecológico de la producción y uso de los fertilizantes del proceso Haber-Bosch. Pero si prescindiéramos a escala global de ellos no tendríamos proteínas suficientes y no podríamos sostener la actual población del mundo. La hambruna sería inevitable con todas sus nefastas consecuencias, incluidos más motivos de guerra. Es por eso preciso usarlos hasta los límites en los que no atenten contra nosotros mismos y se puedan paliar las conocidas consecuencias negativas: tenemos que saber bien cómo hacerlo. Solo con conocimiento se puede avanzar, interactuar con el ambiente y sus debidos cambios, sin que estos se reviertan en situaciones insostenibles en el futuro.

Agua: El agua es un objeto que necesariamente debe ser estudiado de forma multidisciplinaria. Lo es tanto en lo natural como en lo tecnológico y social. Estos tiempos del año previos a las siempre esperadas y usualmente abundantes lluvias primaverales cubanas siempre han tensionado las condiciones hídricas de los habitantes de esta isla, probablemente incluyendo a los iniciadores de la agricultura. En los primeros milenios probablemente no fueran grandes las angustias, cuando hasta un magnífico lago existía al sur de la capital de hoy, probablemente incluyendo parte de la superficie de la actual y principal pista de aterrizaje del país. Pero cuando hemos llegado a tener una densidad de población comparable con las mayores del mundo, el recurso se ha vuelto crítico.

Aquí la ciencia y la tecnología tienen un campo ancho e imprescindible. ¿Cuál es la calidad para el consumo humano de aguas, tanto subterráneas como superficiales, tan acompañables por nuestros propios desechos? ¿Cuáles son los elementos y sustancias químicas que con ella ingerimos regularmente? ¿Qué efectos beneficiosos o perjudiciales tiene la ingestión de esas aguas a lo largo de toda una vida? ¿Cómo podemos modificarla para que sea mejor y con la máxima eficiencia en instalaciones domésticas y socio-económicas? ¿Cómo podemos convertir el agua marina en potable con la energía del sol, imitando a la naturaleza en escala reducida y también ahorrando costos y contaminación ambiental? ¿Qué normas de calidad deben tener tanto los medios como las instalaciones hidráulicas domésticas, agrícolas e industriales en las diferentes regiones del país de acuerdo con sus aguas? Mucho se hace, pero mucho más hay que hacer y en todas partes.

Sistemas de transporte de pasajeros y mercancías:
Es evidente para muchos que nuestro sistema nacional de transporte de pasajeros y mercancías requiere de un rediseño en todos los órdenes. Ha sido y es una de las asignaturas económicas pendientes de los cubanos. La Revolución ha emprendido innumerables acciones con buenas intenciones. Sin embargo, se han cosechado escasos éxitos que fueran duraderos, a pesar de importantes inversiones a lo largo de todos los años. Se trataría de lograr formas donde la inversión más racional e inteligente de nuestra sociedad actual y futura logre que el transporte resuelva satisfactoriamente nuestras necesidades.

Una combinación de autarquía y encadenamientos externos existió durante siglos. Antes del bloqueo de los EEUU importábamos novedosas tecnologías, aunque muchas veces de segunda mano para adecuarlas a nuestra más pobre economía. También producíamos nuestros propios medios. Hasta la autodestrucción de la URSS se logró alguna coherencia entre nuestra producción y diseño de sistemas de transporte y lo que importábamos del este de Europa, fundamentalmente. Pero resulta que durante las últimas décadas la crisis del transporte ha tendido a agudizarse para el cubano de a pie debido a nuestras actuales disfuncionalidades económicas y a la ausencia de una respuesta sistémica. Esta implicaría, entre otras medidas, una política impositiva racional y un mercado interno normal que permita generalizar y modernizar los medios de transporte personales, el diseño y construcción de medios de transporte específicos, los soportes viales y ferroviarios necesarios, la informatización del servicio nacionalmente, pasando por una consideración completa de lo que significa este sector del mercado para el balance entre el consumo y la creación de valor en la economía de Cuba y del cubano.

Solo el saber multidisciplinario, desde los psicólogos, economistas y demás científicos sociales hasta los ingenieros en todas las especialidades y los científicos pueden diseñar y lograr algo verdaderamente efectivo en este campo en el menor plazo posible y con una concepción verdaderamente socialista. Estas cuestiones se pueden realizar desde un organismo de la administración central del estado pero es preciso que intervengan tanto los funcionarios y gestores como científicos y tecnólogos, preferiblemente con una visión externa y de usuario.

Algunos comentarios sobre otras cuestiones vendrán en futuras entregas.