Cubadebate Goles son amores: El último gol del bombardero (+ Video)

Claudio Pizarro celebra el gol en su partido 200 con el Werder Bremen. Foto tomada de D'ENGANCHE.

Setenta y ocho minutos con ocho segundos. En el seis, Volland había marcado el primero para el Leverkusen luego de un excelente remate de Brandt.

Detrás del balón detenido, Zlatko Junuzovic, una de las mejores piernas derechas de la Bundesliga. Es la sexta vez que lleva el brazalete de capitán del Werder Bremen en la temporada.

En el partido de la primera vuelta, a los setenta y ocho minutos, el árbitro anuló un gol a Mehmedi. Junuzovic no se ve en la imagen. El hombre que casi siempre inicia las ‘contras’ es una pieza aislada, fuera del área -lugar donde, aunque parezca increíble, ocurre lo menos importante-. Todo se reduce a la puesta en escena: el área como cierre definitivo o continuación del vacío; el mediocampo como agitación terrible, bifurcación infinita.

Volvemos a los setenta y ocho minutos y ocho segundos de hace una semana. Seis jugadores del Werder Bremen cerca del área rival. Nueve del Leverkusen. En los tiros libres indirectos, el juego posicional es un símbolo abstracto, un caos a priori, un arma disuelta. Junuzovic, una semana más tarde (hace dos días), anotará el primer gol ante el Leipzig (desde fuera del área), asistirá en el segundo y horas después escribirá en Facebook: “podría haber sido peor”.

El balón va hacia el centro. Golpea sobre el césped. Llega hasta Kai Havertz, que defiende. O eso intenta. O quizás no. Hace quince minutos entró por Bellarabi para jugar más retrasado. En sus diecisiete años ha visto numerosos balones aéreos. Sabe que a veces, al chocar contra el suelo se desvían hacia cualquier lado, y más si el técnico del Bremen participa en el corte de la hierba antes de casi todos los partidos.

Pasa a escasos centímetros del brazo derecho de Havertz. La desvía sutilmente hacia afuera. Le cae a Robert Bauer, que en el 16 avisó con un remate por fuera. La empalma con la derecha rumbo al arco. Leno espera unos segundos antes de estirarse.

Hace dos minutos, el Bombardero de los Andes ha sustituido a Gebre Selassie. El DT, Nouri, tiene que recomponer las líneas. Eggestein y Pizarro, arriba. Y si hay pelota parada, cuatro hombres más.

Bauer, ya lo hemos dicho, golpea con la derecha el leve rechace de Havertz. Pizarro cae. Dos jugadores piden penal. Obviedad. El peruano se pone de pie. La esférica da en su muslo derecho. Se desvía. Agarra descolocado a Leno, que había caído en el trance de la espera. Supera la línea de anotación. Se va al fondo. Dos jugadores piden mano. Han pasado diez meses y ocho días desde su último gol. Es su partido 200 con el Bremen.

Setenta y ocho minutos con dieciséis segundos y dentro del área seguirá sucediendo lo menos importante. Pizarro lo sabe. Celebra el gol encima del cartel publicitario de Barmenia, patrocinadora del Bayer Leverkusen.