La historia de esta película: “El sueño eterno” de 1946, se corresponde con una novela policial de 1939: The Big Sleep , la primera de Raymond Chandler, uno de los más celebres escritores de este género en los años subsiguientes. Antes de entrar en el filme, voy a transcribir la opinión sobre el filme de Pauline Kael, una reconocida especialista de cine: “Humphrey Bogart encarna al detective privado en este Triller, increíblemente complicado. Es probable que al espectador le resulte difícil entender la línea argumental”.
El guión de esta película es del gran escritor William Faulkner y el guionista Jules Furthman, el director fue Howard Hawks, uno de los más profesionales y artistas de su época. Pero un guion no es lo mismo que una obra literaria y a veces en la transcripción de la literatura al cine se presentan muchas dificultades.
Se cuenta que durante la filmación el enredo argumental llegó al punto de que Howard Hawks, se entrevistó con Chandler para pedirle claridad, pues la historia se le hacía oscura. Esto no quiere decir por ninguna parte falta de profesionalismo o de talento simplemente es una muestra de que el guion cinematográfico tiene sus reglas.
En su momento, algunos críticos (¡Nunca faltan!) le quitaban mérito al filme por lo enredado del guión. El propio Howard Hawks, grande entre los grandes del cine, reclamó que fijaran su atención en la calidad artística y sobre todo la presencia de dos actores inolvidables.
Lauren Bacall y Humphrey Bogart, carismáticos y emblemáticos, nos conducen por la acción durante todo el filme. Debemos agregar que -como era de dominio público- en sus vidas privadas, eran una pareja de enamorados que vivieron un romance cuya historia podría haber sido una verdadera obra de arte.
Lauren Bacall, una mujer bellísima, (un poco alta para Bogart) mostraba un rostro admirable y sensual, una voz única y la figura perfecta. Cuando tenía 18 años, la joven tropezó en un estudio de Hollywood con un actor consagrado: el enigmático Bogart, nadie ha podido negar que surgió el llamado amor a primera vista. Ahí se comenzó a tejer la leyenda de Bacall- Bogart.
Pero veamos un poco la trama del filme. Sternwood (Charles Waldrom), un general retirado paralitico y millonario, vive en una especie de jardín tropical porque el intenso calor le hace bien su enfermedad. Este General tiene dos hijas, una: la volátil Carmen, quien causa continuos problemas a la familia. Constantemente, cuantiosas letras a pagar por deudas de juego llegan a manos de su padre. Al no saber el origen de estos gastos, decide contratar a un detective privado: Philip Marlowe, el personaje de Bogart.
Una de las primeras escenas muestra una bella mujer, ligera de ropas y chupándose el dedo pulgar, mientras entra a su casa donde se tropieza con el detective Marlowe. La joven se abalanza sobre el detective fingiendo un desmayo y aprovecha para besarlo. Por supuesto, estamos hablando de Carmen. Terminada la entrevista con el general, a la salida es convocado por la otra hermana: Vivian (Lauren Bacall), quien se inmiscuye en la trama intentando ayudar a su padre y a su hermana.
A partir de aquí surge una especie de complicidad entre la hija Vivian (Bacal) y el detective (Bogart) por aclarar la complicada trampa que le han preparado a la hija ingenua Carmen. Buscando pistas, el detective recibe una formidable paliza. Y a partir de ahi el detective decide usar armas de fuego, lo cual no era el estilo de Marlowe.
Inesperadamente lo visita la Bacall, ella conversa familiarmente con el detective e incluso ambos se sientan en el buró ella comienza a coquetearle, se levanta un poquito la saya y él irónicamente le dice: termine de acomodarse bien. Está claro que ambos personajes ya viven cierta confabulación que va más allá del caso policial. En el filme, Bacall aparece siempre hermosa y bien vestida (es hija de un millonario) y entre tiroteos y agresiones la pareja se va acercando poco a poco.
En una deliciosa secuencia Lauren Bacall canta con su voz gruesa e inconfundible. En su autobiografía Bacal cuenta que Howard Hawks insistió en que lo hiciera, y aclara en el propio texto que a ella no le gustó cantar y mucho menos su voz.
El filme tiene mucha acción, algo propio del cine negro norteamericano. El detective escapa milagrosamente de un atentado y usa su arma de fuego para defenderse. Un elemento que dificulta entender el relato es que no se repiten los actores y agresores por lo que es más difícil identificarlos.
Comencé esta reseña aclarando que la trama es muy complicada pero suficientemente atractiva para que haya sido un éxito de público y una película importante. Lauren Bacall en su autobiografía cuenta cómo se planeó el filme y lo defiende diciendo que es una obra de arte, un clásico.
Howard Hawks, piensa lo mismo sobre el filme. Parte del éxito, sin dudas, de debe a la relación Bogart Bacall, tiene acción, personajes inolvidables, y es intenso. Es innegable que El sueño eterno es una película importante que consagró en su segundo filme a una de las mejores actrices de Hollywood.
Al final, el filme es más corto de lo normal en Hollywood: una hora 30 minutos lo cual sugiere cortes y arreglos de última hora. Para mí el gran descubrimiento de este filme es Lauren Bacall, invencible cuando la cámara enfoca su rostro.
Con este filme surgió un nuevo mito en el universo de la belleza femenina en Hollywood solamente por esto es una obra inolvidable y clásica.