- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Errores que cuestan caro

libia-mapa-norte-de-africa

Ya empieza a ser hora del recuento en la Casa Blanca. El presidente estadounidense Barack Obama acaba de declarar a la televisora Fox News que su peor error “probablemente” fue la falta de seguimiento a la situación en Libia tras la intervención militar en ese país en el año 2011.

Consultado por la cadena televisiva sobre cuál sería el principal desacierto de su doble mandato, Obama respondió: “Probablemente, no haber ejecutado un plan para el ´después´, el día siguiente de lo que fue, creo, una intervención justificada en Libia”.

En marzo pasado, el inquilino de la Casa Blanca había reconocido a la revista The Atlantic que “Libia está hundida en el caos”.

Y no es para menos el rapto de sinceridad presidencial. Después de la intervención militar (injustificada e ilegal, creo yo, Presidente) y el asesinato de Gadafi, el Estado libio se derrumbó, diversas milicias locales se han disputado a tiros el poder, y los terroristas del Estado Islámico germinaron y aumentaron su poderío. Las huestes islamistas controlan hoy las importantes ciudades de Benghazi y Sirte.

Cinco años después de los primeros bombardeos, todavía no hay un gobierno real en ese país. El Primer Ministro y el “gobierno de unidad”, nombrado a dedo por la ONU y las grandes potencias, es desconocido por facciones rivales, que mantienen actuando un gobierno en la sombra.

La producción petrolera y la economía en general de Libia se ha desplomado; la moneda se ha devaluado tremendamente; las reservas financieras del Banco Central son ínfimas.

La seguridad en el país es inexistente; han crecido los crímenes y los secuestros. Tiroteos día y noche se escuchan frecuentemente en las ciudades.

El vecino Túnez, buscando la estabilidad desde la llamada eufemísticamente “Primavera Árabe”, sufre los desvaríos de la nación cercana. A principios de marzo, una base militar situada en la ciudad de Ben Gardarne, en áreas de la frontera, fue atacada por asaltantes procedentes de territorio libio, con un saldo de 57 muertos. Ello, a pesar de que las autoridades tunecinas construyeron una inmensa trinchera de 200 km en la línea fronteriza con Libia.

Europa recibe la cuota que le toca por su involucramiento agresivo y entusiasta en el conflicto. Ante el caos reinante, miles de migrantes árabes y africanos se amontonan en puertos libios para intentar cruzar al continente cercano. El negocio del tráfico humano florece y los traficantes elevan sus tarifas y ganancias. Migrantes y refugiados son víctimas en suelo libio de torturas, secuestros, violaciones sexuales y otros abusos. Cientos de personas han perdido sus vidas en el Mediterráneo buscando llegar a costas europeas. Miles vagan ahora en busca de futuro en tierras del llamado Viejo Continente, donde son tratados como parias.

Libia es hoy, al decir de los politólogos occidentales, un “Estado Fallido”. A esa condición la condujeron las ansias imperiales de dominación de EE.UU y las potencias europeas. Las “democráticas” bombas del 2011 trajeron estos lodos hasta el 2016.

El gran error de Obama no fue involucrarse más en Libia después de la intervención, sino la intervención misma. Y no hablamos de Siria: otro terrible conflicto azuzado por Washington con una enorme carga de muertes, migración forzosa y desesperada, destrucción de la infraestructura de esa nación, y expansión del poder y las atrocidades del Estado Islámico. El Presidente norteamericano debía incluirlo también entre sus grandes errores.