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¿Robo o hurto, préstamo o regalo de cerebros?

El tema que pretendo abordar es a mi juicio importante y de gran actualidad. Posee muchas aristas irregulares y variables. Tiene componentes básicamente deterministas y otros signados por la incertidumbre que genera la subjetividad, aunque intentemos aplicar los métodos de inferencia estadística más avanzados.

Considero que en nuestro caso están presentes todas las variantes, pero el robo de cerebros tradicional  ha cedido espacio a las restantes.

Como habitualmente hago, vamos a plantear un marco conceptual elemental para que el debate resulte lo más coherente y provechoso posible. También acudiremos una vez más a preguntas   que nos ayuden a penetrar en lo esencial.

Hago la advertencia de que no abordaré el importante tema del desarrollo de la inteligencia y del talento en la etapa estudiantil, en la que en no pocas ocasiones se malogran inteligencias superiores, sino en la etapa de la vida laboral en la que el egresado de las universidades con un brillante expediente (por ejemplo con Título de Oro) comienza a trabajar. Sobre esto tratamos en el curso Inteligencia, creatividad y talento de Universidad para Todos, coordinado e impartido por la Dra. Raquel Lorenzo,  en el que participé como profesor, y que salió al aire desde septiembre del 2015 hasta enero del 2016. Pueden buscar los cuatro  tabloides publicados para apoyar el citado curso.

Robar: Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno.

Hurtar: Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas.

No dar el peso o medida cabal los que venden. (Dejé esta acepción como muestra de protesta generalizada ante la mayoría de los que pesan en los agromercados)

Prestar: Entregar algo a alguien para que lo utilice durante algún tiempo y después lo restituya o devuelva.

Regalar: Dar a uno, sin recibir nada a cambio, una cosa en muestra de afecto o consideración o por otro motivo

Fuga: de cerebros.

Emigración al extranjero de numerosas personas destacadas en asuntos científicos, culturales o técnicos, para ejercer allí su profesión, en detrimento de los intereses de su país.

Todo lo anterior sacado del DRAE.

Decir “fuga de cerebros” es una expresión convencional, ya que se mueven seres humanos no solo sus cerebros. Quien decide emigrar es un  ser biopsicosocial. Quiero aclarar que no clasifico como regalo los casos que hemos protagonizados como una genuina acción solidaria, sin pedir nada a cambio, como muestra de pagar una deuda de solidaridad.

Persona talentosa Es la que muestra una aptitud y un resultado destacado en un área o campo académico (música, plástica, literatura, ciencia, deporte, danza, negocios, etc)

El talento, como potencialidad,  es una capacidad virtual, compleja, multifactorial y plurideterminada. Está compuesto por elementos cognitivos y afectivos que se desarrollan sobre la base de determinadas predisposiciones biológicas en interacción con las circunstancias históricas sociales y culturales concretas en que se desenvuelve el sujeto. El talento cristalizado es el resultado, el logro, el rendimiento sobresaliente en un área específica de la actividad humana

Los sujetos talentosos o con alto desempeño son los que le otorgan este valor a las organizaciones. Ellos no sólo se adaptan con facilidad a los cambios del entorno, sino que también tienen la capacidad de diseñarlo, lo cual es la mejor forma de adelantarse. Tienen la posibilidad de provocar las alianzas y de crear valor. Hay personas básicamente consumidoras de conocimientos otras productoras de estos. Las personas creativas se encuentran en el segundo grupo. Existen individuos que son una enciclopedia que camina, pero no saben utilizar esos saberes y aplicarlos. En el empleo y la utilización es donde se ponen de manifiesto la inteligencia y la creatividad. Ambos son ingredientes del talento.

Otra modificación sustancial es que la vida se pone por encima de la carrera en la jerarquía motivacional de los individuos. Esta característica se aprecia en los jóvenes de hoy. El trabajo se visualiza como una serie de proyectos o encargos. No se ve como un lugar, sino como una actividad.

El proceso de retención, como se conoce, comienza desde la etapa de reclutamiento de personal, o sea desde el mismo proceso de selección y termina con el logro de la satisfacción laboral y la motivación de las personas. Aquí, es importante considerar que existe una atracción mutua entre sujetos talentosos y organizaciones de alto desempeño. La retención de personal cobra significación especial en la sociedad del conocimiento o de las “mentes”. Las personas son propietarias de su inteligencia, creatividad y talento, se las llevan cuando se marchan.

La emigración de personas con poca o casi ninguna preparación tiene otra connotación, es para realizar el  trabajo indeseado por los nativos del país receptor. En este caso nos estamos refiriendo a personas muy calificadas, o altamente calificables, con una formación universitaria, incluyendo a quienes han vencido diplomados, maestrías y doctorados.

El común denominador es el talento y la inteligencia superior. Gran talento para hacer cosas conocidas y reclamadas por los países receptores, o gran talento para descubrir, inventar, innovar en diversos campos del conocimiento y sus aplicaciones.

Es generalmente aceptado que uno de los logros más importante de nuestra Revolución ha sido la formación de cientos de miles de profesionales, de investigadores, de científicos, en otras palabras de un apreciable capital humano. A partir de los efectos del llamado periodo especial, comenzó un éxodo progresivo de parte de ese capital humano. Muchos jóvenes que obtenían becas para realizar estudios de postgrado en países desarrollados, no regresaban. También se produjo un éxodo interno hacia puestos de trabajo que no requerían la alta calificación alcanzada, lo determinante era las utilidades financieras para poder enfrentar el encarecimiento de la vida personal y familiar. En algunos casos se realizaba en tiempo extra, sin abandonar el cargo. Doctores y Maestros  en Ciencia, trabajando con sus autos particulares como taxistas, o en otras de las plazas legales del trabajo por cuenta propia.

Las misiones  en las esferas de la salud y de la educación a países hermanos, la búsqueda de lazos de familiaridad en el extranjero, la captación a título particular de becas en Universidades foráneas, así como la eliminación de la necesidad de visas en el caso de Ecuador, al principio, y la posterior modificación de la Ley Migratoria, propiciaron un nuevo escenario que no se puede desconocer.

Para fundamentar que no se trata de cifras de menor significación, se podría realizar una indagación, en las Universidades y los Centros científico para conocer la magnitud con mayor exactitud y no quedar en lo anecdótico que tampoco deja de ser una alerta.

Vamos a darle la palabra a varias preguntas.

  1. ¿Por qué es creciente el éxodo al exterior de los llamados talentos?
  2. ¿Qué sucede con la mayoría de esos talentos en el exterior?
  3. ¿Por qué se incrementa el éxodo hacía trabajos más remunerados que no requieren mayor calificación?
  4. ¿Por qué sin abandonar la formación alcanzada, se migra al trabajo por cuenta propia cuando existen legalmente esas posibilidades?
  5. ¿Qué porciento de los profesionales que integran misiones de salud o de educación deciden abandonarlas?
  6. ¿Cuántos emigran movidos más por la realización profesional y retos científicos que por la ruta del dinero?

Se podría suponer que son preguntas fáciles de responder, pero si le aplicamos un encaje de varios “por qué”, llegaremos a causas primarias o esenciales.

Considero que es un problema suficientemente significativo e importante, para abordarlo de manera bien pensada y con celeridad. Son de los problemas que al dejarlo a la espontaneidad suelen crecer exponencialmente.

El llamado “body shop”, o exportación de personas, es una modalidad de negocio  ya instaurada en el mundo. Evidentemente tiene sus riesgos y también sus ventajas no solo económicas, sino en el desarrollo científico y profesional.

La integración económica de los países de nuestro Región es una necesidad para insertarnos en el mundo sin perder ni la soberanía ni la identidad.

Marx nos alertó que lo fundamental no era la interpretación del mundo sino su transformación, por tanto vamos a pensar entre todos sobre lo que debemos y podemos hacer para pasar de la interpretación a la transformación. Aunque la inteligencia colectiva siempre será superior a la individual, no debemos desconocer el papel que la inteligencia superior o el  talento de alto desempeño pueden jugar en favor de nuestra batalla económica. Si no le damos la atención requerida ni garantizamos la retribución material y moral a los miles de cubanos con capacidades intelectuales superiores demostradas, corremos el riesgo no solo de desaprovecharlas, sino de desestimular a los que por razones cronológicas vienen detrás. Realizar lo anterior de una manera personalizada, cada persona tiene su propia pirámide de Maslow. No existe un patrón eficaz y por lo general el mayor reclamo consiste en las condiciones de trabajo, sin obviar la satisfacción de las necesidades básicas de cualquier ser humano.

Lo primero es reconocer el problema, plantearlo con todas sus aristas, determinar causas y condiciones. Auxiliarnos en todo lo posible de la Estadística Matemática, la descriptiva y la inferencial. No obviar el serio problema del remplazo de la generación actual de científicos y de profesores eminentes debido al envejecimiento, algo suficientemente documentado.

Buscar soluciones innovadoras, que nos permitan transformaciones verdaderamente revolucionarias, consecuentes, temporalizadas.

Las investigaciones que no puedan ser autofinanciadas, debe asumirla el Estado, de manera que los investigadores tengan una vida decorosa, que puedan consagrarse con la mayor felicidad y bienestar posible. En muchos casos se trata de una consagración de muchos años (10, 15, 20) para llegar a un resultado relevante.

Y antes de terminar con dos proposiciones, digo que no estoy afirmando que el robo de cerebro haya desaparecido, en particular nuestro país es víctima de medidas concretas que premian a los científicos y profesionales de la salud, que decidan abandonar misiones en el extranjero, entre otras que conocemos muy bien.

Propongo

1.      Hacer un levantamiento nacional para detectar a profesionales de la ciencia, la docencia y la tecnología con capacidades superior demostradas, que estén desaprovechándose.

2.      Fundar un programa Nacional de atención integral a los profesionales y técnicos con inteligencia y talento superior demostrados, para que puedan rendir al máximo a favor de nuestro imprescindible desarrollo económico-social.

Termino este trabajo destacando la importancia del compromiso individual y social, de la virtud humana que en circunstancias concretas, pone el interés colectivo por encima del individual.