Imprimir
Inicio »Opinión, Deportes  »

El barón de Coubertin y su mundo olímpico

| 9

Pierre de Fredy barón de CoubertinLa tierra se acerca, una vez más, a concluir su vuelta alrededor del sol. Los años bisiestos se bendicen o maldicen, hasta con semillas de supercherías, pero no pasan inadvertidos. Algunos son felices, como mi suegro, quien nació en 1932 y solo ha cumplido veintiún inviernos, digamos que oficialmente, lo que a veces le recuerda que sigue joven. En años bisiestos se desarrollan dos acontecimientos de singular importancia: las elecciones presidenciales en los Estados Unidos (al análisis de los especialistas) y los Juegos de las Olimpiadas, o Juegos Olímpicos de Verano, porque así son reconocidos en el capítulo 10 de la Carta Olímpica, pues que también están los de Invierno:

El término Olimpiada designa el período de cuatro años consecutivos, que comienza con los Juegos de la Olimpiada y finaliza con la inauguración de los Juegos de la siguiente Olimpiada.[1]

¿Pero quién fue el fundador de ese fascinante mundo? En el primer capítulo puede leerse:

El Olimpismo Moderno fue concebido por Pierre de Coubertin, a cuya iniciativa se reunió en junio de 1894 el Congreso Atlético Internacional de París. El 23 de junio de 1894 se constituyó el Comité Olímpico Internacional (COI).[2]

El 1ro. de enero de 1863, de típico invierno parisino, vino al mundo Pierre de Fredy, barón de Coubertin. De cuna aristocrática, fue aplicado en los estudios, despierto, intuitivo y, paradójicamente, con un comportamiento más bien solitario, que desechó la carrera militar para dedicarse a la pedagogía. Había nacido veintiún años después de muerto el clérigo protestante inglés Thomas Arnold, en un país con otras concepciones pedagógicas, religiosas y deportivas.

Cuando Coubertin comenzó a concebir el renacer del Olimpismo, se fue a Inglaterra para estudiar un sistema deportivo que él pretendería trasplantar a la pedagogía francesa, en diferentes condiciones histórico-sociales. Evidente error, pues era un hombre de finales del siglo XIX y buena parte del XX, en pleno surgimiento y consolidación del capitalismo monopolista. Arnold, quien había reglamentado las que serían en 1896 las primeras doce disciplinas olímpicas, vivió en la fase premonopolista.             

Thomas Arnold, nacido en el puerto de Cowes (1795-1842), en la sureña isla de Wight, situada en el Canal de la Mancha, una estación veraniega de regatas internacionales, representa una importante figura del movimiento deportivo inglés intrafronteras. A Coubertin se le abrieron otras perspectivas, él aspiraba a cambiar el mundo a través del deporte. Su obra mayor radica en internacionalizar las actividades atléticas mediante la fraternidad, solidaridad, camaradería, igualdad de razas, credos religiosos y de todas las clases sociales.

Arnold educó a sus estudiantes mediante la práctica de los deportes y ejerció su influencia en los colegios de Inglaterra; Pierre de Fredy le subió la parada, pues buscaba educar al mundo a través del deporte con una carga pedagógica que incidiera en el desarrollo de la personalidad:

El deporte es el mejor calmante que existe. Cuando un hombre, en un arrebato de indignación, rompe una silla, se tranquiliza al momento, pero la silla sigue rota, y la dignidad del hombre se empobrece.[3]

De tamaño normal y temple indoblegable, supo atraer personalidades y enfrentar a los detractores: envidiosos, inescrupulosos, nacionalistas. Entonces acudió a las organizaciones sociales, gobiernos, príncipes, duques, reyes y presidentes.

Viajó por todo el mundo hablando de paz, comprensión entre los hombres y de unión, mezclándolo todo con la palabra Deporte. Al fin, en la última sesión del Congreso Internacional de Educación Física que se celebró en la Sorbona de París, el 26 de junio de 1894, se decide instituir los Juegos Olímpicos. En Inglaterra, esta idea no es bien recibida y la opinión pública decide quedar al margen. Alemania reaccionó intentando boicotear los juegos. Grecia se opone, y su jefe de gobierno, Tricoupis, quiso impedir su realización, pues aquel lío salía muy caro a su país.[4]

Para muchos, la propuesta era irrealizable. ¿Cómo reunir a los jóvenes del mundo para hacer deportes?, pero se sostenía en sólidas bases: en 1851 un equipo de arqueólogos, encabezados por el francés Ernest Curtius, pusieron al descubierto las ruinas de Olimpia. Ese hecho, más los Juegos de la Grecia Antigua y la obra de Arnold, encenderían la mecha.

La restauración de los Juegos de las Olimpiadas, es su obra cumbre. Para lograrlo Coubertin se núcleo de notables colaboradores. Uno de ellos, el padre dominico francés Henri Didon, enarboló la frase que mueve al Olimpismo: Citius, Altius, Fortius, acogido como lema en el Congreso de París 1894. Con el tiempo ha tenido varias acepciones, pero la original es: Más rápido, más alto, más fuerte.

El movimiento de restauración del Olimpismo, o mejor, la creación del Olimpismo como moderno concepto pedagógico social, obra de Pierre de Fredy, barón de Coubertin, es otro de los grandes acontecimientos del deporte del siglo XX. Precisamente fue la obra pedagógico-deportiva de Arnold y sus consecuencias educativas, la que influyó de manera decisiva en el espíritu del Barón durante su período de estancia en Inglaterra. Historiador erudito, Coubertin conoció la historia griega y quedó fascinado por el hecho sorprendente del ‘agon’, simbolizado y hecho, a la vez, realidad en los juegos panhelénicos de Olimpia, Nemea, Corinto y Delfos. Sus ideas centrales, ideas-madres, no estructuradas sistemáticamente pero cargadas de fuerza y poder de arrastre, se concretan en: religiosidad, ritual, tregua universal, nobleza, selección, mejoramiento de la raza, caballerosidad, belleza espiritual. No es un programa lo que –Coubertin deja. Es un estilo, un talante, un entendimiento del deporte.[5]

El 25 de noviembre de 1892, Pierre de Fredy, asiduo a practicar deportes: remo, ciclismo, atletismo y otros, había aprovechado una ocasión en la Universidad de La Sorbona, de París, y en el Congreso de la Unión de Sociedades de Francia planteó, ante la sorpresa de todos, la idea de renovar los Juegos a escala mundial. La reunión no tenía ese objetivo, pero el Barón aprovechó un ambiente de pedagogos para lanzar la idea, en su carácter de Secretario del cónclave y fue escuchado con atención. Allí se lograría el acuerdo de desarrollar competiciones a nivel internacional. El impacto de aquel llamado sirvió para encender la chispa de la llama olímpica.

Ante la favorable coyuntura, convocó a un Congreso para “El estudio y la propagación de los principios del amateurismo”, de buena acogida, sin hacer alusión a un Congreso Olímpico, pues no existía el Olimpismo, concebido solo en su mente y la de sus más cercanos colaboradores. El amateurismo inglés, de carácter conservador, representaba un dilema, mas el objetivo no era ése, sino el llamado a la restauración de los Juegos Olímpicos.

Tanta fuerza tuvo la idea que al comenzar el Congreso, su nombre oficial fue: “Congreso para el restablecimiento de los Juegos Olímpicos”, relegando el problema del amateurismo a un segundo plano. El cónclave se desarrolló exitosamente en la Universidad de La Sorbona de París, del 16 al 23 de junio de 1894. Así lo recordaría con satisfacción, a pesar de algunas incomprensiones:

Así pues, en mi ponencia, había decidido terminar en forma sensacional con el anuncio de la resolución de promover el próximo restablecimiento de los Juegos Olímpicos. Y ¡Ya veríamos! Naturalmente yo había pensado en todo, menos en lo que pasó. ¿Oposición? ¿Protestas de ironía? ¿Indiferencia?... Ni mucho menos. Se aplaudió, se aprobó, se me deseó un gran éxito, pero nadie había comprendido. Era la completa incomprensión que empezaba y que debía durar largo tiempo. Cuatro años más tarde, en Atenas, en los Juegos de la primera Olimpiada, me acuerdo de una señora americana que, después de cumplimentarme, me dijo sonriendo: ‘Yo he asistido ya a los Juegos Olímpicos’ ¡Ah! ¿Sí? Le dije yo, y ¿dónde ha sido? ‘En San Francisco.’ Y viendo mi asombro, añadió: ‘Era muy bonito. César estaba también (Caesar was There)… Llenos de buena voluntad, no llegaban a comprender mi pensamiento, a interpretar esta cosa olvidada: el Olimpismo, ni captar su espíritu, la esencia, el principio… de las formas antiguas que lo envolvían y que habían muerto hacía mil quinientos años.[6]

Hubo varios acuerdos; dos esenciales: la creación del Comité Internacional Olímpico (CIO), conocido en español como Comité Olímpico Internacional (COI), que a propuesta del Barón sería presidido por el griego Demetrius Vikelas. Él era aclamado para el cargo, pero insistió en que Grecia lo merecía por su historia y allí se celebrarían los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna. La internacionalización de las actividades atléticas era un hecho.

También se aprobó la periodicidad de cuatro años, una creación de los griegos, que se mantiene en la actualidad por su rigor científico, así como la igualdad entre todos los deportes olímpicos, sin tener en cuenta las particularidades nacionales. Importante sería el cambio de ciudad y país en cada edición, de fuerte acogida. Los griegos, por la historia, reclamaron la sede permanente, pero el Barón se mantuvo firme y evitó que se volvieran a regionalizar.

Coubertin dejó en marcha una gigantesca obra viva y cambiante (el Olimpismo y los Juegos Olímpicos) y una prodigiosa fuente de conocimiento e investigación integrada por sus múltiples artículos, libros, obras, conferencias, etc., que sobrepasa las doce mil páginas impresas.[7]

Su sueño era que los Juegos fundadores se celebraran en el París de 1900, pero la carga histórica hizo que aceptara Atenas, en 1896. Así surgieron al mundo los Juegos Olímpicos Modernos, llenos de contradicciones. La suerte estaba echada y se vislumbraba lo más difícil: poner en marcha el Movimiento Olímpico Moderno.

De exquisita sensibilidad artística, en más de una ocasión expresó: “el arte quizás sea un deporte, pero el deporte es un arte…” En los Juegos Olímpicos Antiguos se daban cita literatos, poetas, filósofos, retóricos, escultores, historiadores… Y nuestro hombre no descansaría hasta retomar ese objetivo.

Pierre de Coubertin intentó implantar la idea para los Juegos Olímpicos Modernos estableciendo por primera vez el llamado Pentatlón de las Musas (competiciones de arquitectura, pintura, escultura, música y literatura) en los Juegos Olímpicos de Estocolmo, en 1912 y en los que Pierre de Coubertin, concursando bajo seudónimo, obtuvo la medalla de oro en literatura, con su composición Oda al deporte.[8]

En 1927 recorrió, con parte de la familia, desde Atenas hasta Olimpia. Después de meditar y hurgar en la memoria, decidió que su cuerpo descansara en Suiza, y el corazón en Grecia. Paseaba por el parque de la Grange, en Ginebra, cuando lo sorprendió la muerte el 2 de septiembre de 1937; poco después se cumplirían sus deseos.

En su testamento, dejó establecido que su cuerpo fuera enterrado en Suiza, nación que le dio cobijo, comprensión y abrigo a él y a su obra, y que su corazón fuera llevado al mítico santuario de Olimpia, el motor espiritual de su ilusionado y fecundo quehacer olímpico. Allí reposa depositado en una estela de mármol, desde 1938.[9]



[1] Carta Olímpica: Editada por el Comité Olímpico Internacional. Grafos, S. A. Barcelona, España, 1992, p. 19.
Guillermo Tell

[2] Ibídem, p. 11.

[3] Andrés Mercé Varela: Pierre de Coubertin. Ediciones Península. Barcelona. España, 1992, p. 59.

[4] Wikipedia, la enciclopedia libre, 2016.

[5] José María Cagigal: El deporte en la sociedad actual. Biblioteca Cultural. Editorial Prensa Española. Madrid. 1975, p. 21.

[6] Pierre de Coubertin: Memorias Olímpicas. By Geoffroy de Navacelle. Comité Olímpico Internacional. Lausana, Suiza. 1979, p. 19.

[7] Conrado Durántez: Pierre de Coubertin. El Humanista Olímpico. Comité Internacional Pierre de Coubertin. Lausana, Suiza, 1995.

[8] Ídem.
Guillermo Tell
 [9] Ídem.
Guillermo Tell

Se han publicado 9 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Lulú dijo:

    BARCELONA | ANCELOTTI
    "Messi tendría problemas en Italia con ese penalti..."
    Ancelotti intervino en un chat con los lectores de Goal: "El Roma no lo tendrá fácil ante el Madrid, pero ahora con Spalletti tienen más posibilidades que hace un mes".

    As.com 16 de febrero de 2016 15:26h CET

    Carlo Ancelotti intervino en un chat con los lectores de Goal. El extécnico del Madrid y nuevo entrenador del Bayern analizó la ida de los octavos de la Champions y habló del penalti que lanzó Messi contra el Celta (y que marcó Luis Suárez) y que dio la vuelta al mundo.

    Chelsea - PSG: "Sobre el papel, el PSG tiene más posibilidades de ganar, pero el Chelsea están mejorando con Hiddink y aún no ha perdido ningún partido. PSG tiene la esperanza de mejorar años anteriores y tienen la oportunidad de llegar a la final. El PSG tiene más posibilidades de ganar, pero jugar contra el equipo de Hiddink es muy difícil. El Chelsea jugará a la defensiva y saldrá a la contra con su delantero. El PSG hará lo contrario, mira irá al ataque para tomar una ventaja cómoda para ir a Stamford Bridge”.

    Juventus - Bayern: "Es un partido muy equilibrado. La Juventus lo está haciendo muy bien en la liga italiana, pero el Bayern es el Bayern y están realmente centrados en la Champions League. Se decidirá en Múnich".

    Opciones del Roma ante el Madrid: "Han ganado sus últimos 4 partidos con Spalletti en la Serie A. Contra el Real Madrid nunca es fácil, pero tienen más posibilidades de ganar que hace un mes".

    Penalti de Messi ante el Celta: "Me sorprendió mucho. Si lo hace en España, está bien, pero en Italia tendría problemas".

    El momento del Barça: "Ahora Barcelona, tal vez está mejor que el Madrid, pero nunca se sabe lo que va a ocurrir. Puede cambiar y hay que estar bien en marzo y abril. Al igual que el Manchester City, que no lo está haciendo tan bien en este momento pero que tienen posibilidades en la Champions".

    ¿El Barça puede repetir triunfo en la Champions? "Por supuesto, el Barcelona tiene opciones, ya que tienen un equipo fantástico. Nunca se sabe lo que ocurrirá en marzo y abril, si algo cambiará. Ellos tienen la calidad, pero no hay nada seguro".

    ¿El Arsenal está más cerca del Barça que antes? "El Arsenal ha cambiado su estilo de juego, usa más el contraataque usando el delantero, Ozil y Alexis pero la delantera Barcelona es realmente peligrosa".

    Su estilo de juego favorito: "Me encanta el fútbol y un buen equipo es aquel que puede atacar y defender bien. Ver un equipo que defiende bien es muy interesante para mí pero el equilibrio es clave. Para jugar a fútbol de ataque se necesita un aspecto creativo y confiar en la destreza y habilidad de tus jugadores de ataque. Para defender necesitas organización y concentración".

    ¿Alguna vez entrenaría a la selección italiana? "Por supuesto, soy italiano y soy su seguidor y estaré apoyándoles el próximo verano".

    El estado del fútbol en Italia: "Últimos años el fútbol italiano ha sufrido un poco debido a la falta de inversión y la estructura de los estadios. El fútbol italianos necesita mejorar los estadios para que las personas vayan y no sólo lo vean en la televisión".

    El Leicester de Ranieri: "Estoy muy feliz por Ranieri. Tiene mucha experiencia y en el Leicester ha construido un equipo muy enérgico. Me gusta verlos jugar y lo que han conseguido es genial para el fútbol".

    El bajón de Chelsea y United: "United y Chelsea tienen diferentes problemas. Después de la temporada pasada, el Chelsea perdió algo de energía y motivación. El United no han sido capaz de construir un equipo para mejorar".

  • Lulú dijo:

    As.com 16 de febrero de 2016 11:58h CET

    La llegada del Madrid a Roma no levantó mucha expectación entre los aficionados. Muy pocos fueron los que se acercaron a la terminal 1 del aeropuerto de Fiumicino para ver llegar a los 20 jugadores que Zidane se ha traído, entre los que no están los lesionados Bale y Pepe pero sí Marcelo con su gran novedad después de que haya mejorado de sus problemas en el hombro.

    En el hotel Rome Cavaliere sí había más ambiente. La mayoría de los casi 50 aficionados que esperaban al equipo en la puerta estaban entregados a Cristiano y lo recibieron al grito de ¡¡¡Siiiiiuuuuuu!!! El portugués respondió saludando amablemente. Incluso había algún hincha que había traído la biografía autorizada del crack portugués y una camiseta suya de la selección con el siete para un se la firmara.

    Florentino Pérez, aún convaleciente de su operación de la espalda, no viajó con el equipo. Fue Butragueño quien encabezó la expedición blanca.

    El Madrid se hospeda en el punto más alto de Roma

    El Real Madrid ya está en Roma. El equipo aterrizó con puntualidad en el aeropuerto de Fiumicino a las 12:45 y se hospedó en el lujoso hotel Rome Cavaliere. El Rome Cavaliere tiene la peculiaridad de que se encuentra situado en el punto más alto de la Ciudad de Roma. Es uno de los hoteles más visitados de la ciudad a pesar de estar en lo alto de una colina. Los jugadores tendrán unas vistas impresionantes desde sus habitaciones.

    El lugar de concentración del Madrid antes de la ida de los octavos de la Champions es también el hotel donde el Roma se suele concentrar antes de los partidos que disputa en el Olímpico. Para esta ocasión el equipo de Spalletti se quedó a dormir en el mismo Trigoria, donde hay una residencia para los jugadores.

  • Lulú dijo:

    Zinedine Zidane compareció en su primera rueda de prensa de Champions como entrenador del Real Madrid en la previa del duelo de octavos ante la Roma.

    Plan para encarrilar la eliminatoria: "Lo que estamos haciendo, entrar fuerte en los partidos. El de mañana es difícil, jugando fuera de casa y con la Roma que es un equipo bueno que sabe jugar va a ser difícil, pero estoy tranquilo porque hicimos una buena semana".

    Totti: "La decisión la tiene él. Es un espectáculo, ha jugado bellísimo para la Roma, sólo se puede decir "chapeau". La decisión la tomará él, pero a la gente que le guste el fútbol es un placer verle en el campo".

    Maldición italiana: "Vamos a intentar dar el máximo y luego veremos qué pasa. El pasado es el pasado, yo tengo que mirar adelante, lo que nosotros podemos hacer para pasar la eliminatoria".

    Marcelo se la juega: "Marcelo jugará si está al 100%, yo creo que está bien. Tiene que dormir bien y mañana veremos. Pero lo más importante es que esté al 100%".

    Debut en Champions: "Es especial para el club, para mí y sobre todo para los jugadores. Sabemos la historia que tiene este club con la Champions. Lo más importante para nosotros es estar preparados y estamos bien. Vamos a darlo todo".

    Primer partido como jugador: "No me acuerdo de mi primer partido como jugador en Champions. Estoy concentrado en el partido ante la Roma. Veo compromiso y eso me gusta. Estoy más relajado por eso".

  • El Loco dijo:

    Lulú estas paranóica...

    El pobre Barón de Coubertin, hizo lo imposible por revivir los Juegos Olímpicos Modernos, pero finalizando el siglo XX, le quitaron la palabra "Amateur" y le agregaron la "Profesional", las paradojas de la vida, a Jim Thorpe, lo sancionaron por profesional en 1912 y ahora a los cubanos, los sancionan por amateurs...jajajaja

  • omaritoguanabo dijo:

    no es facil hay que ver la pelota para despues ver futbol como esl que no quiere caldo juan viste lo que pasa con la pelota no se lleno un estadio en dominicana cada dia peor viva el futbol por que la pelota esta muerta bien muerta

  • Mario dijo:

    A principios del siglo XIX, el deporte era una práctica reservada exclusivamente para la élite aristocrática y su simbiosis burguesa, especialmente para los jóvenes educados en el medio universitario. Es una oportunidad, para aristócratas y burgueses, de mostrarse, divertirse y rivalizar. Es la época de las grandes citas en los hipódromos, de los grandes lugares de canotaje, de los primeros deportes de invierno como Chamonix, de los clubs de golf que se multiplican. Estos clubes que se crean, por lo tanto, están reservados a la aristocracia y la burguesía que prohíbe el acceso a los obreros. No podemos dejar de señalar que la “gente bien” no necesitaba del dinero para crear los medios necesarios (terrenos, jardines, utensilios, ropa deportiva etc).

    Debido a las condiciones de la explotación capitalista, a principios del siglo XIX, los trabajadores no tienen ni los medios ni el tiempo para el deporte. La explotación total en la fábrica o las minas y la miserable vida diaria apenas permiten la reconstrucción de la fuerza de trabajo. Incluso los niños de la clase obrera, abatidos por el raquitismo deben sacrificarse en la fábrica desde la edad de 6 o 7 años. La jornada de 10 horas se establecerá hasta 1900 y el día de descanso se obtendrá en 1906.

    El deporte de los trabajadores nace bajo la esfera de influencia de los sindicatos y se desarrolla hasta la época victoriana.

    En cierta forma, los trabajadores asociaban la actividad deportiva con el espíritu fraternal que le dio nacimiento, con la solidaridad y la asistencia mutua. Así, sobre estas bases, desde la década de 1890, los clubes obreros se multiplican.

    Ante las iniciativas de la clase obrera, la burguesía no podía permanecer con los brazos cruzados y trató de atraer a los trabajadores a sus propias estructuras, especialmente a los más jóvenes. Buscaban atraer a los jóvenes mediante la creación de patrocinios.
    Para los patrones se convirtió rápidamente una gran preocupación, especialmente en la gran industria.

    He aquí donde chocan los intereses de clases, entre la aristocracia y la burguesía. El mismo barón Pierre de Coubertin estaba angustiado por la idea de un “deporte socialista”.

    Es así que los patrones crearon clubes donde los trabajadores fueron invitados a participar. Los clubes de las minas en Inglaterra, por ejemplo, permitían estimular el espíritu de competencia entre los trabajadores, evitar discusiones políticas y contribuyó a romper huelgas desde el inicio.

    El problema de los obreros consistía en que, para jugar o competir con los aristócratas y los burgueses, debía hacerlo en condiciones desventajosas, pues mientras los primeros tenían todas las condiciones y tiempo libre a su alcance, los obreros debían trabajar para sustentar a sus familias.

    Fue así como surgió el deporte rentado y la imposibilidad de que los profesionales del deporte no pudiesen competir con los “amateurs”.

    Los obreros le habían subido la parada a la aristocracia y a la burguesía.

    Terminada la SGM, la simbiosis entre la aristocracia y la burguesía se consolidó. Hoy en día no existen más diferencias que los títulos nobiliarios y unas cuantas leyes arcaicas en Europa.
    No obstante, en su carácter retrógrado, el campo «socialista» (las dictaduras del proletariado) que en su finalidad se parecían más a las monarquías autoritarias, apadrinaron las ideas del Barón de Coubertain y del Conde de Saint Exupery, llegando al colmo de presentarles como grandes defensores de sus “ideales”, cuando en realidad criticaban a la burguesía. Ambas ideologías coincidían, uas por autoritarias y otras por totalitarias.

    • abdel correa alvarez dijo:

      Maravillosa reflexión sr Mario, iba a decir algo parecido pero usted lo ha dicho todo, eran los obreros quienes luego de trabajar extenuantes jornadas iban a hacer deportes y , o estaban agotados o exigían que les pagaran por jugar, así nació el profesionalismo en su estado primitivo, por lo tanto, no hay nada más normal que los deportistas cobren por jugar, me parece absurdo criticarlo y llamarse socialista.

  • JC dijo:

    Esta lulú está más loca que una cabra, jajaja, manera de escribir boberías. Y el pobre omarito parece que todavía quiere más fútbol, pal carajo, este debe ser otro enamorado de cristiano, marica.

  • Aroldo dijo:

    No entiendo eso que escribió el señor Martínez de Osaba de que la Tierra se apresta para concluir su vuelta al Sol, si estamos en febrero, hace casi dos meses que ya eso sucedió, o me estoy equivocando.

Se han publicado 9 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Vea también